Prem POV

Era la segunda práctica en el club. Al entrar algunos compañeros me miraban fijamente, mientras yo mantenía expresión blanco. Yo estaba aturdido porque las reacciones no parecían alegres hacia mí, nada había cambiado con ellos. No pensé que me tocaría un senior y, menos este que parecía muy codiciado. Lo noté por algunas miradas furiosas y comentarios que hacían algunas chicas cuando pasaban a mi lado.
Estaba nervioso, tanto que me quedé paralizado mientras leía, no podía ni levantar la cabeza. Ya comenzaba a sentirme agobiado, las miradas fijas no paraban. Sentí un brazo detrás, agarrando mi cintura, el chico de los piercing otra vez y como siempre, riendo. Acercó su cara a la mía, no lo niego era malditamente imponente su físico. Me sacó de mis pensamientos, preguntó si estaba bien. Asentí y luego me dijo que respirara profundo y leyera varias veces. -wow lo respeto, pensé, pero recordé dónde se encontraba aún su mano y miré a los demás a mi alrededor, en seguida me separé y me puse de frente a él.
-¿Qué pasa Nong?
-P´, todos nos están mirando.
-Ah, lo siento. Si quieres puedo tocarte donde no nos vean.- Dijo con su ya usual pasada de lengua en el labio inferior. Eso era malditamente sexy. Pero más lo que había dicho. Este chico me iba a matar con su sensualidad.
-P´ por favor, no digas eso. No soy las chicas que te buscan por sexo.
-Lo sé, si lo fueras, no te hubiese ayudado entrar el primer día.- Cambió su tono de voz, se puso serio. -Bueno, dime qué te pareció la obra.
-Está bien, supongo. Es un drama, pero no describen muchas emociones y soy malo imaginándolas para tratar de copiarlas.
-No las copies, siéntelas. Te puedo ayudar en eso.
-Pero no tengo tiempo después de las prácticas. ¿Me puedes dar tu número para llamarte si tengo dudas?
- Por supuesto, por ti lo que sea.- Demasiado coqueto. Me dio su número. -También podemos ensayar juntos después de clases.
-Mmm, claro. Puede ser en mi departamento. Ah... Pero no tengo cómo pagarte.
Suspiró y me miró levantando una ceja -Ya te diré con qué me pagarás más tarde. Me voy, tengo cosas que hacer.- Me despeinó.
Mientras, trataba de respirar y calmarme. Había pedido su número, y peor lo había invitado a mi casa. ¿Se lo habrá tomado mal?
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Durante varias semanas, después de la escuela, P'Boun comenzó a ir a mi departamento a ensayar algunos días, excepto los que tenía reuniones importantes del club o trabajo. Pasábamos mucho tiempo juntos, cenábamos, jugábamos con la consola y a veces se quedaba a dormir. No me aburría porque P´ siempre estaba conmigo, era agradable y conversador, con él sentía que podía decir todo lo que con otros no. Poco a poco nos acercamos, tanto que comenzó a decirme Pao por mis mejillas redondas. Decía que le gustaban.
P'Boun es un chico natural, siempre está riendo y haciendo bromas a sus amigos. En verdad, no es la persona que aparenta, al estar lleno de piercing y con el pelo rubio teñido parece un chico rebelde, pero es generoso y protector. Se podría decir que nos volvimos muy unidos. Me gusta estar con él y a la vez no, pues me comencé a sentir raro cuando no lo veía. Creo que me empezó a gustar más allá del deslumbrante físico que percibí desde el primer día. Es algo nuevo para mí, ya que nunca antes he tenido una relación, menos lo había pensado con un hombre. Además, él no me correspondería.

Boun POV

Después de una semana me acostumbré a ir seguido a casa de Prem. Ahora que teníamos meses de conocernos éramos inseparables. Estar con él me gustaba pero me sentía diferente. Sabía que era un amigo especial aunque peligrosamente cercano. No habla mucho con otros pero sé que confía en mí porque siempre me dice qué le sucede. A veces es un poco complicado mantener la distancia con él, aún no entiendo porqué, pero me gusta abrazarlo, tocar su pelo y apretar sus redondas mejillas.
Como siempre en el salón privado del club, estaba terminando las tareas junto a Jay, mi mejor amigo y Sorn, integrante del club que se volvió unido a nosotros.
-Entonces Ai´Boun, ¿cómo está Nong?- Ahí estaba Jay con sus preguntas, de la nada que dan miedo, no sabes lo que está pensando pero siempre son acertivas.
-Ai´Jay, ¿Qué pasa ahora?
-Dime que no le hiciste algo malo.- Dijo Sorn serio.
-Y no lo haré. No tenemos esa relación.
-Aww, pensé que ya te habías declarado a Nong Prem.- Si Sorn parecía tener algo en mente nunca tardaba en decirlo.
-No es lo que te imaginan. Solo somos amigos.
-Tú y yo somos amigos y no andamos abrazándonos o tacándonos las mejillas ni me tomas la mano. En serio, llevas meses con él y me dices que no sientes nada. Ni tus relaciones duraron tanto.- Dijo Jay dejando a un lado su lapicero y mirándome fijo.
-Oii, paren con eso.
-Está bien.- Dijo riéndose bajo y mirándome raro.- Entonces lo llevaré a una cita doble.
-No lo hagas te patearé.
-Pero no te gusta.
-NO. Ve a citas con tu chico y déjame en paz.
-No te voy a llevar a ti sino a tu rival de la universidad.
-Ni se te ocurra.
-Si no te gusta el chico, no hay nada de malo en que salga a divertirse con alguien más.- Dijo mientras continuaba con su trabajo.
-Qué pesado.-
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Mientras iba camino a casa de Prem para ensayar mi mente no dejaba de dar vueltas. No son celos, solo no quiero que se acerque a ese imbécil. Llegué a su puerta y toqué. Me abrió rápido.
-Hola Hia, ¿te sucede algo?
-Hola Pao. Nada, vamos a comprar la cena para después empezar. -Dije caminando hacia el ascensor de nuevo. No quise dar más detalles. Me giré hacia él. -Por cierto, ¿Me puedo quedar aquí hoy?
-Solo si adivinas qué quiero comer. -Dijo sonriendo. Cuando se trata de comida, se pone muy alegre.
-Mmm, ¿A mí?- Recibí un golpe en el estómago.
-¡Idiota! Te queda una oportunidad. -Noté sus mejillas ponerse rojas.
-Jajaja. Está bien, te compraré pizza.
-No puedes dormir aquí.
-Y unos Lays... -Hice una pausa y me quedé callado para esperar su respuesta.
-Duermes del lado izquierdo.- Su sonrisa se volvió más que amplia..
Fuimos a una cafetería cercana y aún cuando la comida llegó, Prem no tocaba nada. Estaba quieto pero se veía nervioso. Cogí su vaso con jugo y tomé un sorbo.
-P´¿Qué haces?- Dijo saliendo de sus pensamientos y mirándome con los ojos bien abiertos.
-Te dije que no me ocultes nada. Si tienes algo que decir, hazlo.- Estaba extraño pero no lo presioné. Me lo diría cuando se sintiera listo. Lo que sea que tenga en su cabeza. Sólo no quería verlo así,tímido, inseguro, cabizbajo.