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Parte 3

Comentario:  Disculpen la demora, la universidad ataca en extremo, por otro lado aviso de inmediato que tiene algunas partes fuertes, quizás pudieron ser mas fuertes pero no soy buena escribiendo gore, algún día escribiré un gore fuerte por ahora lo dejaré así no mas, a su imaginación. 

pd: La imagen la hice a la rápida el otro día especialmente para este cap. *3*



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Fumus miraba con odio las acciones de Satanick, jamás había sentido ese desagrado por alguien, constantemente usaba al pequeño diablo para entretenerse, sin embargo jamás contó con que el del futuro lo vendría a visitar, quizás viene por alguna venganza, pensó el dios, aunque al parecer según lo que dice estaba enamorado de él, esto era horrible, él no quería formar una familia con su diablo, era lo peor que le podía ocurrir, tragó saliva y lo seguía con la vista, el más alto se acercó nuevamente al dios y le desordenó el pelo, rápidamente el menor atacó y el diablo lo esquivó fácilmente – fufufu, conozco todos tus ataques amor, he vivido cientos de años a tu lado, me encanta todo de ti, tu eres mi musa, mi todo, tú y nuestros tres hijos nacidos de tu cálido vientre - el dios estaba en shock, no podía creer nada de lo que el otro le decía, no podía concebir esa idea de darle hijos a esa escoria, pensó entonces que le mentía, era lo más probable, sin embargo la cara de Satanick no demostraba que estuviese mintiendo, su corazón bombeaba a mil por hora, no quería ese futuro, realmente él no deseaba enamorarse de ese diablo, no permitiría que ese sea su destino – no creas que soy un idiota para creerme lo que estás diciendo diablo, jamás podrás engañar a un dios – el del futuro se masajeo un poco la barbilla y sonrió de oreja a oreja – si quieres puedo demostrarte mi amor querido Fumus – en lo que el dios quedaba desconcertado, el más alto lo tomó rápidamente con sus brazos de sombra y azotó contra el suelo al dios a quien se le fue todo el aire por el duro golpe que se dio, no sintió siquiera cuando el más alto se encaramó arriba de él, desprendiendo sus prendas rápidamente mientras le besaba el cuello – ¿q... q...qué haces?... ¿!qué crees que haces maldita escoria!?-

-Te hago el amor, tal como te gusta, de una manera dolorosa, lo aprendí directamente de ti, deberías saberlo, después de todo eres un dios, sabes muchas cosas, tus conocimientos son ilimitados, ahora déjame continuar como te gusta tanto, suave, tortuoso, placentero y con mucha sangre de por medio- Fumus tragó saliva, no podía zafarse, el Satanick adulto era demasiado fuerte y para nada lindo, no le atraía que un tipo 20 centímetros más alto que él, quien se veía mucho más desarrollado que él se propasara más allá de lo debido, no era nada tentador, además, ¿desde cuándo le ha gustado el dolor a él? jamás... él es sádico, pero no masoquista, eso es de idiotas se decía mentalmente aun luchando por no ser victima del diablo del futuro, sin embargo notaba que Satanick era mucho más fuerte que él, después de todo tiene muchos más años de experiencia que él – tsk... ¡ya suéltame!... maldita basura... ni creas que me vencerás, soy un dios ¿recuerdas? –

El pequeño Satanick observaba la escena con algo de rubor en los pómulos, esto era tan nuevo para él, no sabía que estaba pasando ni mucho menos que le estaba haciendo a Fumus su versión del futuro, sea lo que sea que le hace espera que gane y que por fin Fumus lo deje en paz, pronto notó que el dios hacia unos extraños sonidos, estaba bastante lejos y la perspectiva en la que miraba no le dejaba muy en claro que estaba sucediendo – aaagh ... no... no hagas eso – decía furioso Fumus golpeando el cuerpo del más alto con su bate lleno de clavos, el de cachos simplemente se lo quitó y lo lanzó lejos –eres un dios fuerte, pero eres un simple niño ¿recuerdas? Fufufufu, pero con gusto te convertiré en un adulto ahora mismo –sonrió de oreja a oreja colocando una cara sadista que perturbó al dios quien quedó sin palabras al verlo, no quería que esto pasara ¿sentía miedo? Claro que no, él no era de los que sentían miedo, pero entonces ¿por qué no era capaz ni siquiera de moverse?

Satanick besaba su cuerpo apretando tortuosamente sus brazos, creando yagas, unas cuantas mordidas en el cuello que arrancaron unos cuantos trozos de piel, esto era muy doloroso, no lo podría soportar mucho tiempo, el Nick pequeño notó que sangre corría por el cuerpo de Fumus, no sabía si estar contento por esto o no, aunque podía estar seguro de algo, el de grande daba mucho miedo, mucho más que el dios, al menos estaba de su parte así que aprendería de él todo lo que pudiese. El dios gritaba desesperado intentando que el diablo lo dejara en paz, sin embargo eso no pasó, sus ropas fueron rasgadas – ¡YA BASTA!- se quejó el dios quien miraba tenso, Satanick solo sonrió de lado con unos ojos de muerte que a Fumus lo petrificó, nunca había sentido miedo en su vida, sus manos tiritaban, ese diablo expresaba un odio hacia él que lo hacía estremecer y claro está, el dios no se equivocaba, Satanick lo odiaba, lo odiaba con todo su ser, aunque claro, su actual dios no le da mucha importancia ya que cada uno vive en paz, además ambos disfrutaban de la tortura, eso los hacia compañeros de juegos a veces, sin embargo todo ese rencor que cargaba hace siglos, todo ese odio, todos esos sentimientos horribles que le había hecho pasar en su juventud, todas esas torturas las recordaría para siempre, tenía sed de venganza justo en este momento, fue cuando no dudó en reírse a carcajadas mientras veía la cara de Fumus aterrado de miedo, se lengüeteo los labios cuando le arrancó un brazo y lamia su sangre del dios – ¡AAAAAGHHH!- gritó el menor de los dos, por otro lado el pequeño Satanick observaba aterrado la situación, sin darse cuenta había comenzado a llorar, él había tenido que sufrir tantas veces lo mismo que comprendía el dolor que sentía actualmente Fumus, no obstante no hizo nada por impedirlo, se lo merecía y mucho. Pronto notó que su yo del futuro daba vuelta al dios y una escena algo fuerte para su edad comenzó a suceder en el lugar, el pequeño prefirió taparse los ojos y esconderse para no saber que estaba pasando allá afuera, podía escuchar la fuerte risa del mayor mientras violaba al dios quien gritaba de dolor y miedo a la vez, no quería escuchar, no quería ver, estaba aterrado llorando detrás de una corteza de árbol, pronto la tortura terminó, el dios tiritaba en el piso mientras el otro lo miraba intenso y sonreía – si me entero que intentas atacar nuevamente al pequeño yo de ésta época, juro que vendré a vengarme con algo aun peor, aunque deberías estar feliz ¿no te gustaba tanto torturar a los demás? – dicho esto el mayor de todos se fue dejando al dios tirado en el suelo, esté no dudó en retirarse apenas pudo desapareciendo mientras lloraba.

-¿Aprendiste algo de esta lección pequeño Nick?- el menor lo miraba aterrado entre llantos, había sido mucho para él ver toda esa escena sangrienta, a pesar que vivía siempre en ese tipo de situaciones porque Fumus le hacía prácticamente lo mismo, jamás lo había visto desde la perspectiva de un observador –¿Qu...Qué se supone que debería aprender de eso Satanick?...- dijo tímido, el mayor sonrió mientras se sacaba los guantes manchados de sangre y los guardaba en su bolsillo -lo que tenías que aprender es que no tienes que dejar que ese vejete de Fumus abuse de ti y que puedes llegar a ser más fuerte que él, pero para eso debo entrenarte un poco –se rascó el pelo y miró hacia todas las direcciones posibles – ¿aún no tienes casa? necesitamos un lugar para descansar – el menor lo miró y asintió con la cabeza y apuntó una cueva, la misma donde lo habían encontrado, el mayor chasqueó la lengua y levantó los hombros – ven, haremos tu casa justo aquí- ya al final del día habían armado entre los dos una choza pequeña, ya la irían agrandando mientras pasara el tiempo, por mientras era suficiente mientras se dedicaba unas semanas a entrenar al pequeño Nick, por otra parte mañana seria el gran día en que hirió a conocer a Ivlis, por lo que debían descansar muy bien.

Él otro día se hizo presente y ambos diablos estaban impecables para salir, se habían levantado temprano y bañado en el rio, comieron algunas frutas que encontraron en el inframundo, tenían un sabor malo, pero el mayor ya se encargaría de traer comida de su tiempo o ir a casar algún animal, ahora era tiempo de viajar –Satanick ¿qué haremos hoy? ¿Por qué insistes en estar tan presentable?-

-Porque hoy iremos a conocer a tu futura pareja mi querido Nick, es de quien te hablé, tienes que conquistarlo sea como sea ¿entendiste? aunque para conocerlo debemos viajar 323 años en el futuro y a otro mundo ya que en esta época aun no nace-

-Espera... ¿me estás diciendo que sales con alguien que es 323 años menor que tú?-

-Mmmm no lo había pensado así... aunque realmente son 333 años y.... ¿qué puedo decir?... esa sabandija me encanta... es hermoso, tiene un carácter de mierda, pero es divertido hacerlo llorar fufufuf, coloca caras muy tiernas... y lo hace delicioso –la última frase la dijo en voz baja por lo que el niño no la escuchó muy bien.

-¿Hacerlo llorar?... ¿no se supone que lo quieres?-

-Pero claro que lo quiero... lo amo... pero me entretiene verlo llorar, es bastante gracioso y más porque es muy llorón-

-...-

-... ¿Qué?-

-Nada... es... es una extraña manera de amar Satanick... aunque nunca lo he hecho, supongo que hay distintas maneras de hacerlo-

-Fufufufufu, aun eres pequeño, no sabes nada del hermoso mundo del sadomasoquismo –comenzó a babear un poco, se limpió la baba y sonrió, bueno, otro día te daré clases más profundas del tema fufufu ahora vamos ¿estás preparado?-

-Si- dijo entusiasma y a la vez nervioso el pequeño diablo quien miraba al más alto.

-Entonces vamos – el mayor se concentró, debía crear un doble portal, uno que conectara el mundo de Siralos y el pasado de una vez, ya una vez encontró la ruta del mundo, conectó el portal de tiempo y tomó en brazos al pequeño Satanick para saltar dentro de él y aparecer rápidamente en el mundo de los soles 323 años en el futuro. El mundo al que llegaron era muy hermoso e iluminado, el cielo estaba rodeado de grandes soles, era un mundo bastante caluroso, con mucha vegetación y lindos paisajes, al final de una pradera se divisaba una enorme mansión con glamurosos detalles, todo relacionado con soles, estatuas elegantes, un mundo con mucho glamour, Satanick rió, éste mundo no había cambiado casi nada durante siglos, lo divertido era que en su realidad muchos de esos soles habían sido cambiados por estatuas de Siralos, todo detalle de fuego o las llamaradas de sol que habían en la mansión habían sido cambiado por destellos u otra forma de alabanza a los soles, en fin, todo era relativamente igual. Ambos diablos caminaron hasta la entrada del edificio, fue cuando apareció Siralos en la puerta sonriendo – ¿puedo ayudarte en algo? Estoy bastante ocupado sabes... oh... tu ¿vienes del futuro verdad? – el aludido abrió los ojos sorprendido por la habilidad innata de los dioses de saber cosas sin preguntarlas, sin embargo no era eso lo que más le llamaba la atención, lo que más lo hacía era la belleza del sol, era hermoso, mucho más hermoso de lo que ya conocía que era, iba a abrir la boca para acosarlo cuando sintió un llanto desde dentro del recinto, Siralos suspiró y miró indiferente a los dos individuos que estaban en la puerta de su casa– si quieren pueden quedarse, no siento amenaza de sus presencias así que tiene mi permiso para deambular por el mundo, no causen destrozos, es más podrían ayudarme – el dios caminó femeninamente meneando la cadera por cada paso que daba hasta llegar a una gran habitación con bastante decoración infantil, juguetes, y otros elementos necesarios para sus dos pequeños bebés que había creado exactamente hace 4 horas.

-Mierda... hoy es el cumpleaños de mi cucaracha – dijo Satanick apretándose la cabeza y revolviéndose el pelo, el menor lo miraba enfadado y a la vez decepcionado de su yo del futuro -eres un mal esposo Satanick... aprenderé de tus errores y yo seré mucho mejor–

-Fufufufuf no estoy casado con ese imbécil, el jamás me aceptaría – dijo mientras sonreía algo triste, sin que el otro no se diera cuenta.

-¿! Estás diciendo que lo obliga a estar contigo!?-

-Claro... así es más divertido, él no me quiere, pero yo lo amo, realmente quiero estar con él y si no me deja es la única manera que tengo de robar algo de su tiempo, es algo triste, pero no puedo hacer nada mas - dijo triste, aunque lo disimulaba perfectamente, el más pequeño pudo notar esa desolación en el corazón del más alto y suspiró –si lo quieres entonces no deberías obligarlo a hacer cosas que no quiere- el mayor lo miró sonriendo, aunque por dentro se sentía bastante mal, un niño lo estaba regañando y claramente tenía razón, el pequeño Nick dejó de mirarlo porque algo le llamaba la curiosidad en el fondo del palacio, eran esos llantos que aún se sentían, quería conocer al pequeño bebé por lo que corrió al lugar donde vió irse al dios, que por cierto si era bastante hermoso. Cuando llegó a la habitación pudo ver a Siralos con un pequeño bebé en brazos quien lo miraba atento y ya no lloraba puesto que estaba tomando leche desde su biberón, también notó a otro bebé dentro de una cuna, aunque ese estaba durmiendo tranquilo.

El bebé que estaban sosteniendo era muy lindo, era una especie de demonio como él, era extraño, ¿por qué un dios crearía a un demonio? En fin, se acercó para verlo más cerca, era un bebé de pelo gris oscuro rojizo, con las puntas del cabello rojo fuego, poseía unos ojos enormes de color sol, sus alas también eran muy bellas, rojas por fuera y por dentro eran doradas con destellos aún más brillantes, poseía una pequeña cola en forma de flecha, unas pequeñas manos rojas de extraña textura, en fin, su apariencia era extremadamente adorable, no pudo evitar sonrojarse tan solo en pensar como seria de grande ese pequeño bebé y sonrió – ¿puedo tomarlo en brazos?- Siralos levantó una ceja y miró con desconfianza a los diablos – ¿a que se supone que vienen exactamente? –dijo esto colocándose una mano en la cintura y quebrando la cadera mientras sostenía a Ivlis con la otra mano y sin darse cuenta al bebé se le calló el biberón por lo que hizo un puchero y miraba apenado mientras se escondía en el pecho del dios adorablemente. El pequeño Satanick miró al más alto y éste sonrió – a conocer a tus criaturitas, pero aún más, a verte preciosura – el dios sol se sonrojó y sonrió mientras se acomodaba sus lentes, fue entonces que el mayor caminó más cerca y notó a bebé Ivlis, los ojos se le llenaron de brillo, tanto que se le llegaron a dilatar las pupilas y sonrío encantado, adoraba a los bebés, más bien adoraba las cosas adorables, de ahí el gusto por las lolis y jamás había visto uno tan adorable en su vida, su hijo Licorice había sido realmente adorable cuando bebé, un poco más que Glasses sin embargo bebé Ivlis era extremadamente más lindo que ellos, prácticamente le quitó a Ivlis de las manos de Siralos y lo abrazó- ¡awwwwwww! ¡Es... es tan adorable! Se parece demasiado a nuestro pequeño Licorice, muy lindo... ¡muy muy lindo!- decía mientras lo elevaba en sus manos y miraba fijamente al bebé, Ivlis lo desconoció por lo que comenzó a llorar de inmediato, Satanick no sabía por qué, intentaba arrullarlo, pero solo lograba que llorara más y más, por lo que se lo devolvió a Siralos quien se molestó mucho por la acción imbécil del más alto ¿cómo osaba quitarle a su preciada y perfecta creación de las manos? sí, perfecta, nada de lo que él creara podía ser defectuoso, era lo que él pensaba en ese entonces- pero que disgústante – dijo enfadado el dios calmando a su pequeño bebé, meciéndole y sonriéndole, por suerte Ivlis era un bebé muy tranquilo así que no tardó en calmarse, Siralos le pasó su biberón, por lo que volvió a tomar su leche en paz.

-Dios Siralos ¿puedo volver a visitarlos? No quiero molestarlo ahora si está ocupado cuidando a mi futura pareja – preguntó el pequeño Satanick feliz por conocer a ese bebé, el dios sonrió asustado por lo último que dijo el niño sin embargo fue cálido y se acercó al menor –claro que puedes, pero no traigas a ese tarado de vuelta acá y... No te conviertas en eso tampoco.

-... Lo intentaré, nos vemos señor Siralos – dicho esto ambos Satanicks se retiraron del lugar, Siralos se había molestado bastante porque el más alto fue tan irrespetuoso de tomar a su preciado bebé, que ser tan idiota había pisado su mundo, sin embargo no podía negar que ese diablo era bien parecido y se veía algo interesado por él, lástima que sea un imbécil y por lo visto era mucho menor que él, aunque en sí daba lo mismo si era menor o mayor, la edad no era un problema para los dioses, en fin tenia curiosidad de porqué vinieron a verlo, es cierto tenía la habilidad de saber cosas que nadie más sabia, pero eso no lo hacía psíquico y adivinar los pensamientos de los demás, miró a su pequeño demonio de fuego solar quien yacía dormido en sus brazos, entonces sonrió y lo acostó al lado de su ángel de luz solar –con ustedes la vida será algo más divertida-

En el inframundo de Satanick 323 años atrás estaban ambos diablos de Pitch Black – ¿y que te pareció?-

-El bebé era muy adorable, me da algo de curiosidad saber en qué se convertirá cuando grandes, el dios también era muy bello, se veía mucho más benévolo que el mío –dijo desanimado la última frase, él más alto le puso la mano en la cabeza y se la acarició –No es tan benevolente como tú crees y cierto, cierto, una vez tuve una cita con él, es una de las cosas que jamás me arrepentiré de haber hecho y con respecto al bebé será una belleza de diablo – dijo sonriente, el menor solo lo miraba – oye... no me cuentes que es lo que sucedió en tu vida o no tendrá sentido cuando me pase- el mayor lo miró y se puso a reír – estoy aquí exactamente para cambiar algunas cosas y nos beneficiemos los dos pequeño, empezando por Fumus, dudo que ese viejo y amargado dios te vuelva a molestar en un largo tiempo, para eso además debes entrenar ¿sabes que puedes crear brazos de sombra?- el diablo pequeño negó con la cabeza – hace un rato vi que sacaste algo de tu espalda pero no sé hacerlo –

-Huhuhu, será lo primero que entrenaremos, después aprenderás a hacer portales para viajar a otro mundo para que vayas -

-Hablando de eso, el dios de ese mundo no quiere que regreses allá-

-¿¡Qué!? Pero si yo no hice nada malo... bueno, bueno, no importa Siralos es algo frágil, pero lo importante es que conseguiremos a Ivlis –

-¿I... Ivlis?- preguntó el menor sonrojándose, ese nombre lo conservaría muy bien en su mente ya que según le decía su yo del futuro Ivlis sería el demonio que él amaría cuando fuese grande, estaba emocionado por descubrir todo lo que el futuro le deparaba.

-Ivlis es la sabandija más hermosa de todos los universos que existen, hablando de eso... debo ir a verlo, vuelvo mañana ¿sí? Práctica sacar tus brazos de sombra de alguna forma– dicho esto el pequeño asintió y entró a su humilde hogar que había construido el día anterior con su yo del futuro.

Satanick del futuro abrió un portal y pronto regresó a su época, no notó ninguna diferencia por lo que supuso que lo que había interferido no era suficiente aun para cambiar su vida, en fin necesitaba ir donde su adorada basura, para eso requería un regalo de cumpleaños, le compraría algo romántico o quizás algo de utilidad romántica. Ya una vez con el regalo en mano abrió un portal y llego al mundo de Ivlis, todo seguía igual como lo había dejado la última vez, en eso vió a Licorice corriendo con un enorme paquete en sus brazos, le pareció tierno y lo siguió, pronto entró al comedor del castillo donde estaban todos los empleados del castillo y los hijos y subordinados del diablo cantando el cumpleaños feliz a su eminencia, sonrió entonces y no pudo evitar sentir algo de envidia, hace mucho tiempo que nadie se preocupaba de celebrar su cumpleaños, notó como Poemi abrazaba a su padre dándole un tierno beso en la mejilla, Licorice la miraba algo celoso y también lo abrazaba, una empleada por mientras reía y quitaba las velas numéricas del pastel, 658 años cumplía hoy el hermoso diablo de las flamas, se iba a acercar a éste sin embargo notó que alguien corría tras el diablo cuando se alejaron los niños para ir a buscar los regalos y le empujaba la cara al mayor contra la torta y luego salió corriendo, ese demonio de lentes debería tener mucho valor para hacer algo así, todos quedaron anonadados cuando vieron a su señor con la cara llena de pastel, Poemi sonrió y se acercó a Ivlis para quitarle el pastel de la cara y reír feliz, Licorice entonces imitó a su hermana, por lo que Ivlis tomó esto solo como una broma y rió también, serio pero rió.

Satanick suspiró y se acercó al cumpleañero – mmmh justo como me gustan, envueltos en crema-

-¿Qué... qué haces aquí Satanick?- dijo tiritando el diablo, mirando con recelo al más alto – ¿no puedo venir a celebrar el cumpleaños de la madre de mi hijo? – Ivlis se puso rojo y desvió la mirada – preferiría que no vinieras- el otro diablo sintió una llaga en su corazón, aunque solo sonrió como siempre lo hacía – te traje un regalo, espero te guste, lo escogí con todo mi amor para ti – el menor de los dos lo miró con recelo y tomó el paquete- gracias... espero no sea una bomba –

-Fufufuf esa está buena, pero no... no es eso mi querida cucaracha, es algo muy útil, estoy seguro que te encantará – Ivlis suspiró e inicio a desenvolverlo, Satanick solo lo miraba con una cara degenerada esperando la reacción del otro, el de cabellera más clara miró el contenido del regalo y le hirvió la sangre en vergüenza, nunca mostraría al público que rayos era eso, no si le quedaba decencia – ¡ESTUPIDO DIABLO! ¿¡COMO SE TE OCURRE TRAERME ESTO!?-

-Fufufuf, sabía que te encantaría –

-¡NI CREAS QUE LO VOY A USAR! ¡IMBECIL!–

-Fufufufuf – Satanick solo se reía mientras el de cuernos rojos le golpeaba con el paquete de regalo, Licorice miró la situación y no dudó en acercarse mirando feo a su padre – ¿qué le haces a mamá tonto diablo?-

-Nada fufufufuf, auch... auch... solo le traje un lindo presente para celebrar su cumpleaños y auch... al parecer no le gusto fufufuf-

-¿Qué es mami?- Ivlis dejó de golpear a Satanick al escuchar esa pregunta y se puso más rojo de lo que estaba.

-Na... nada Licorice... ve a comer pastel yo me encargaré de esta situación con éste tipo –

-B... Bueno mami... - miró a su padre y lo acecinó con la mirada –no le hagas daño a mamá-

-No lo haré bebé, no lo haré, al contrario, yo solo quiero que tu mami me ame- sonrió y vio como Ivlis estaba sonrojado y con la cara enojada – awwww, eres tan lindo cucaracha ¿y por qué no te gustó mi regalo? es de fácil uso y no solo te sirve cuando estés solo, también sirve para cuando juguemos los dos – colocó una sonrisa pervertida y abrazó por la cintura al otro atrayéndolo a su cuerpo para pronto hablarle seductor en su oreja – yo sé que tienes ganas de jugar conmigo Ivlis, celebremos los dos tu cumpleaños, de vez en cuando es bueno divertirse también y hoy es la ocasión perfecta para hacerlo ¿qué dices? – el más pequeño se puso rojo intenso, tanto que sus cuernos su pelo y su cara parecían de un mismo color, miró al diablo de cuernos encorvados con algo de desprecio, luego tragó saliva y desvió la mirada se quedó en silencio por dos largos minutos, Satanick solo lo miraba mientras reía por ver la cara cada vez más roja del otro diablo y apretaba cada vez más la cintura del otro a su cuerpo, fue entonces que el menor escondió la cara hacia abajo y habló– Qui... Quizás... so... solo por hoy... podría... permitirlo...- el más alto abrió los ojos grandes, no esperó nunca esa respuesta tan adorable, su corazón latía como loco - pero no generes escandalo ¿entendiste?...- dijo el de cachos rojos en una voz casi inaudible, satanick sonrío de oreja a oreja deseoso, Ivlis le había permitido por primera vez de manera consiente hacer el amor con él, éste seguro sería el mejor día de su vida, su corazón latía a toda velocidad y asintió feliz, se fue entonces al cuarto del diablo de las flamas sin hacer ningún tipo de ruido, Ivlis miró para todas partes y siguió en su fiesta disimulando que nada pasaba, por otra parte Licorice miraba la escena con odio, le parecía algo sospechoso ver como su padre se iba sin más y su madre se notaba tan nervioso, algo raro había aquí, pero bueno, dejaría esto en las manos de su diablo ya que él le había dicho que todo estaría bien.   

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comentario: COFCOFCOFCOF no pensaba colocar porno en este fanfic pero cofcofcof necesito recrear la imaginación y la vista ¬/////¬ así que me di un auto regalo colocando este fanservice para el cuarto capitulo :>  

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