Parte 28 y Final
Satanick fue el primero en despertar tras quedarse dormido, notó que Ivlis estaba encima de él y que ambos estaban en el suelo de su oscura habitación, lo miró con tristeza, su corazón se removía por saber que le habían quitado el corazón de la persona que el más amaba, aunque la verdad es que ese corazón nunca latió por él, nunca le perteneció. Dolía, dolía mucho mirar al diablo dormido y saber que los vestigios de sus lágrimas que se aprecian en su rostro no son nada más que el sentimiento de un amor no correspondido, que de cierta forma es su culpa, siempre todo es su culpa.
De repente su mente pensó en que tal vez él podría hacerse pasar por el otro Satanick, como que había vuelto porque se dio cuenta que realmente lo amaba también, era un excelente plan, pero no, hace mucho tiempo se prometió no hacerle más daño a Ivlis, él había pasado por mucho sufrimiento y se merecía ser feliz con alguien que lo amara, respetara y que él también correspondiera.
Era la hora de decir adiós, así que con cuidado tomó el débil cuerpo del diablo más pequeño tratando que este no despertara, para su beneficio, Ivlis tenía un sueño bastante pesado y después de llorar de esa manera, era difícil que despertara. Abrió un portal hacía el mundo flama, específicamente al cuarto del de cuernos rojos y lo acostó en sus aposentos, mirando como respiraba tranquilo tras cada suspiro al dormir, era tan bello, no podía creer que una criatura tan hermosa podía vivir, que podía verlo directamente, que podía tomar su mano y respirar su mismo aire -lamento todo el daño que te hice Ivlis, yo sinceramente lo lamento y ahora por mi culpa estas sufriendo nuevamente, soy un asco – Satanick respiró profundo sentándose en la cama mirando por la ventana que irrumpir en el cuarto de Ivlis siempre, era consciente del miedo y el terror que eso provocaba, aunque el ruido es mucho menos aterrador que el silencio, pensó, recordando el pasado con su hermano mayor Fumus, él ni siquiera le podía llegar a los talones a las horribles torturas por parte de su hermano mayor. En fin, su corazón se había ablandado y no sabía cómo endurecerlo otra vez, más bien, no quería, se sentía cálido amando a alguien, se sentía muy feliz, se sentía como si tuviese un hogar, aunque nadie lo quisiera en él.
Miró la mano de Ivlis y la acarició, era un poco rugosa, sin embargo le agradaba la sensación al rozarla, suspiró triste nuevamente cuando sus ojos comenzaron a nublarse – yo... yo estoy profundamente enamorado de ti... ni, ni siquiera sé cómo pasó – dijo quebrándose de apoco y pronto lagrimas caían por sus pálidas mejillas – a veces pienso que a pesar de lo bestia que fui contigo tu siempre fuiste cálido, a tu manera claro, eres un ser torpe, inútil, con ninguna pasión, hablas poco y tus ideas son poco inteligentes, quizás te conocí en una época en la cual no brillabas al cien por ciento, pero basta que solo brilles el uno por ciento para iluminar mi oscuro mundo, desde que me di cuenta que te amaba, un arcoíris se formaba todos los días en mi cielo, jamás nadie había llegado a provocar eso en mí y aun así con tu inutilidad, con tu torpeza, con tu silencio, con tu miedo, con tu arrogancia, te amo, tan solo saber que estas sonriendo, con solo saber que de cierta manera eres feliz, me haces el ser más bendecido, es extraño que un diablo te bendiga ¿no crees? jeje – Se rió entre lágrimas, Satanick ya no soportaba más, su corazón estaba rompiéndose, comprimiéndose, aplastándose, retorciéndose, no quería soltar la mano de ese hombre para decirle adiós, estaría ahí entrelazando sus dedos hasta que pudiese desahogar todos sus sentimientos y soltara la última palabra que necesitaba decirle desde lo más profundo de su podrido corazón.
Volvió a tomar aire tras llorar un poco y limpiarse la nariz con un pañuelo que portaba en su bolsillo – Ivlis, hice de todo porque te fijaras en mí, y sí, soy un torpe, quizás te amaba desde mucho antes de que me declarara ante ti, quizás mucho antes que naciera nuestro hijo, pero soy un idiota y le temo al amor, confundí todos estos hermosos sentimientos con furia y bestialidad para ocultar esta realidad, te hice cosas horripilantes porque pensaba que así se demostraba el afecto, después de todo, así fue como me criaron y recién hace unos meses descubrí que no estaba haciendo nada bien, descubrí que el tipo de amor que necesitabas era respeto, tiempo, honestidad, caballerosidad, comprensión y dulzura, sin embargo lo aprendí tarde y te perdí –
Satanick suspiró otra vez mientras se limpiaba las lágrimas – antes de darme cuenta de lo que sentía por ti, o mejor dicho antes de darme cuenta de lo enamorado que podía estar de ti, se me ocurrió un plan, pensaba que si te enamoraba desde pequeño, tu yo de ahora me amaría, aunque claro solo disfrazaba esa intensión como si lo único que me importara era convertirte en mi esclavo sexual... no era lo que realmente quería, yo ... estaba desesperado por tu atención, porque me hablaras, porque te aferraras a mí, que compartieras tus problemas conmigo, que formáramos una familia unida y cariñosa, que pudieses escucharme, que fueses feliz conmigo... yo solo quería eso – desvió la mirada volviéndose a limpiar las lágrimas para luego mirar sus zapatos y levantar la mirada, suspirando hondo para controlar las miles de emociones que se juntaban en su pecho y hacían revolucionar su corazón – lo siento, de verdad lo siento, no sé cuántas veces debo decirte esa frase para que me creas, y no sé cuántas veces debo decirte te amo para que entiendas que no hay nada más en mi corazón y en mi mente que tu-
Soltó la mano de Ivlis y se tapó la cara para llorar intensamente, nada se comparaba al dolor que estaba sintiendo, ni siquiera las torturas más intensas dadas por su hermano mayor se comparaban al dolor en el corazón. Se volvió a limpiar la cara y pasó sus manos por su ropa para secarlas, tratando de controlar su respiración y no verse más patético de lo que ya había sido por años. Se puso de pie y miró por última vez al diablo flama – creo que esta será definitivamente la última vez que nos veamos Ivlis, no quiero hacerte más daño y tampoco quiero enamorarme mucho más de ti, sabiendo que amas a otro, así que adiós – sonrió levemente y dio su un pasó, el primer paso para no volver más, respiró hondo tratando de controlar su respiración y su corazón que se estaba descontrolando en su pecho, revolucionando a mil por hora como avisándole que por cada paso que diera se iba a destrozar más, como anunciando una muerte segura si se iba de aquel lugar, desahuciándolo con cada centímetro que avanzara.
Una mano tomó su brazo impidiendo que siguiera caminando – Sa... Satanick... no... no te vayas –escucho el melifluo de la voz de Ivlis y pareciera que su corazón se detenía y se comprimía dentro de su pecho, sin voltearse -...- El de ojos violeta no dijo siquiera una palabra, solo se quedó ahí para saber que quería el menor, que necesitaba de él ahora que ya se había despedido y lo había perdido todo, incluso había decidido perderse la crianza de su hijo menor para dejar tranquilo al dueño de sus pensamientos. Al parecer era algo que el diablo flama no quería, o eso es lo que su cerebro deseaba pensar en estos momentos, que era necesario – ¿cómo te atreves a decir todas esas estupideces e irte como si nada? – Escuchó reclamar desde la voz del contrario, abriendo los ojos lo más que pudo mientras se daba vuelta anonadado de las palabras del menor, quien lo miraba con ojos lleno de furia y sentimientos encontrados, como si las lágrimas que parecieran que fuesen a salir no fuesen de tristeza más si de rabia, una horrible rabia acumulada por años.
-No te atrevas siquiera a moverte un centímetro de aquí, tú vas a escucharme- dijo apretando el agarre en la mano del diablo de Pitch Black, quien pareciera que ni siquiera quisiera podía respirar por ponerle atención a Ivlis, su corazón siquiera palpitaba para darle espacio al bello sonido de la voz del menor, el ambiente era tenso, como si ni siquiera una brisa pasara entre ellos dos para no interrumpir el momento –¿cómo puedes hacer esto? Crear todo un plan por mí, darme esperanzas, construir todo un mundo falso. Escúchame bien Satanick, estoy harto de esta mierda, estoy harto de ser el sujeto débil, el sujeto sin orgullo, el que se deja lastimar porque no tiene fuerza para protegerse, el que no tiene respeto por el mismo ¿! y sabes que!? es mi turno de ser egoísta, así que escúchame bien – dijo con un tono desafiante y agonía en el pecho.
Satanick se encontraba sin palabras, sin aliento, sin movimiento, necesitaba saber qué es lo que quería, tenía unas ansias horribles por escuchar más de sus palabras, curios y expectante.
-No me importa si estas sufriendo, no me importa si vas a llorar todos los días, no me importa si te lamentas cada día en tu puta vida desde hoy en adelante, ahora soy yo al que le toca aprovecharse de la debilidad del otro, ¡y escúchame bien puto diablo! – Satanick abrió aún más los ojos mientras veía a Ivlis ponerse de píe sin soltarle el fuerte apretón en su brazo y acortando su distancia para mirarlo desde abajo con su mirada profunda y penetrante.
– Yo me voy a aprovechar de ti- el diablo de Pitch Black no entendía esas palabras, puso una cara de confusión que cualquiera hubiese pagado por ver, nunca nadie le había hecho poner esa expresión a Satanick, generalmente era su trabajo hacer que los demás se confundieran – ¿a que te refieres con eso? –
-¡No hables! – respondió el menor, golpeándolo con un colazo el cual el otro se escondió un poco para recibirlo, fue débil, sin embargo le hizo retroceder. Ver esa faceta de Ivlis le atraía y a la vez le intimidaba, sentía que podía dejarse llevar por ese tipo de actitud dominante - desde ahora soy yo el que va a hablar y tú vas a mantener tu maldita boca cerrada ¿! entendido!? – el más alto asintió y siguió mirando con atención – me voy a aprovechar de ti, porque tú eres Satanick, tienes cuerpo de Satanick y pensamientos de Satanick, quizás no puedo tener al Satanick que quiero, pero te tengo a ti, que eres el original, aunque no el mejor y la verdad me importa una mierda si sufres mientras pienso que eres el otro, al que realmente quiero, te usaré a mi conveniencia y tú no te vas a negar ¿escuchaste?- el mayor asintió con la cabeza mientras su corazón pareciera que se fuese a salir en cualquier minuto ¿qué clase de atrevimiento era este?.
-Te vas a convertir en el Nick que conocí, vas a actuar como él, vas a caminar como él, vas a oler, hablar, modular, sudar, ¡de todo como él! ¿Entendido? No importa si te demoras meses, años o siglos en aprender a comportarte como él, te vas a mimetizar con su comportamiento y aprenderás a ser ese Nick, porque él me hace feliz, el me hace sentir acompañado y que tengo un amigo con quien contar, porque él es al Nick que amo y no tú, y ... yo tengo una larga vida por vivir aun y quiero vivirla al lado de ese Nick, no del puto que eres, no de la basura y bestia que eres, así que no importa el tiempo que te tome, yo – dijo ya lo último con la voz temblorosa, que notaba que quería decir algo importante y desde el fondo de su corazón, disminuyendo la voz y entrecortando las palabras – yo... puedo esperarte... y voy a esperar lo que sea necesario si decides hacerlo –desvió la mirada con algo de timidez - yo... yo ya había decidido perdonarte Satanick, quizás no quería llegar a algo más contigo, porque te conozco y te llegué a odiar, pero con el tiempo me di cuenta que ya no sentía odio contra ti, me acostumbré a tu presencia en mi vida, me acostumbre a tus tonterías, a tus visitas, a tu forma de hablar, de oler y ahora que conocí lo mejor de ti, aunque no fueses realmente tú, lo quiero y lo exijo, así que escúchame bien – dijo otra vez agarrando fuerza y decisión en sus palabras – ¡apúrate y conviértete en una mejor versión de ti, por que tendré paciencia pero no será eterna!... y... no me importaría esperarte si puedo conseguir que mi corazón se sienta lleno de amor otra vez... no me importaría esperarte si puedo ser feliz – dijo agachando la mirada y respirando agitado por las palabras dichas.
Un silencio se formó en la habitación, solo se podía escuchar la respiración agitada de Ivlis y los intensos latidos de Satanick, el ultimo estaba paralizado por esas palabras, con los ojos tan abiertos de sorpresa que pareciera que se saldrían en cualquier momento. Sin aviso lagrimas recorrieron su rostro y asintió sin poder expresar ningún sentimiento en concreto, ya que era un tumulto de emociones mezcladas que no podían salir de forma individual. Ivlis le estaba dando la mejor oportunidad de su vida y de forma consiente, respiró hondo pensando que no se merecía nada de lo que el de pelo bicolor hacía por él, realmente Ivlis se merecía el cielo más que cualquier dios, Ivlis debió haber nacido como un ángel, porque eso era lo que Satanick veía cada vez que sus ojos reflejaban la figura del de ojos ámbar, un ser celestial que lo llevaba al paraíso con solo posar su bello rostro delante de su presencia, con tan solo emitir su dulce voz, con tan solo respirar le daba toda la vitalidad que le faltaba para sobrevivir a su tormento mental. Entonces no pudo más que abrazar al sujeto delante de sus ojos y aferrarse a cumplir aquella petición con toda su energía.
Veinte años habían pasado desde ese día, veinte años de duro esfuerzo y sufrimiento por cambiar, por adecuarse, por volverse un mejor tipo, un mejor diablo, era una forma rara de pensarlo, ¿un diablo bueno?, solo en los cuentos de ficción se podría encontrar algo así, en la realidad, el solo era bueno con las personas que amaba, como es el caso de su amado esposo Ivlis, sí, porque logró cambiar, logró ser una mejor versión de sí mismo, porque logró sacar lo mejor de sí para satisfacer el corazón del ser que amaba con furia y pasión, porque después de años sufriendo con que Ivlis lo utilizara a su conveniencia para sentirse lleno y rendimiento todos sus pecados realizados contra el diablo flama, logró quitar la figura idealizada del otro Satanick de la cabeza de su pareja y reemplazar ese espacio con su imagen, porque le costó sangre, sudor y lágrimas llegar hasta este punto y le hacía inmensamente feliz pensar que el ser con el que vive ahora lo ama profundamente, que no lo reemplaza por nadie más, que esas cálidas miradas son para él, que esos suaves abrazos son para él, que esas hermosas sonrisas al despertar son para él y que todo su amor son para él y su familia.
Si bien puede existir una realidad mucho mejor que la suya, el no cambiaría nada de su vida, ya que todo ese arduo y oscuro camino y cada lagrima derramada, cada cicatriz en su cuerpo y corazón, lo llevaron al mejor destino que pudo tener, el amor de su pareja destinada y una familia junto a él.
----------------------------------
Comentario: Hola a todos, no saben lo emocionada que estoy por subir este capitulo, es primera vez en toda mi vida que subo un fanfic tan largo como este. Se que los últimos dos capítulos estuvieron cortitos, comparado con los otros, sin embargo son los dos capítulos que mas emociones tienen en todo el fanfic y los escribí con los mayores sentimientos que pude.
Solo me queda agradecer de todo corazón a todas las personitas que siguieron este fanfic a pesar de todo lo que me he demorado en terminarlo, pero les había hecho una promesa y la cumpli, lo terminé y estoy muy feliz de hacerlo :D
solo me queda saber si les quedó alguna duda sobre la historia, algo sin aclarar (aunque se viene un extra para aclarar una parte de la historia no vista y no relacionada directamente xD)
Gracias por todo su apoyo, sin el jamas podría haberme animado a escribir un fic tan largo y gracias por hacer que watpad se sienta como un lugar lindo donde estar. :3
------------------------------------------------
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro