Parte 23
Comentario: Hola, Se supone que publiqué esta parte anoche, pero por alguna razón o circunstancia watpad me lo borró ;2;
bueno eso, tengan un feliz fin de semana :D
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Ambos Satanicks se sonrieron y apretaron la mano cerrando el trato – cuida bien de mi cucarachita, es lo más preciado que tengo junto con mis amados niños –
-Tranquilo, confía en mí, ya verás que Ivlin te amará al final de este mes, tú también debes cuidar muy bien de mi familia, te juro que si algo malo les llega a pasar te mataré jejeje-
-Jejeje, bueno, nos vemos dentro de un mes – dicho esto Satanick de esa dimensión abrió un portal hacia la otra dimensión y entró en él mientras el otro se quedaba en su mundo y le decía adiós moviendo su mano derecha de un lado a otro, sonriéndole. Al llegar a Pitch Black de la otra dimensión pudo notar de inmediato el cambio, el pueblo era demasiado grande en comparación al suyo, pudo ver un mundo mucho más industrializado y el pueblo estaba lleno de bellas decoraciones que adornaban el lugar, tales como estatuas, arcos de arbustos, iluminación moderna, etc. ¿Pero que rayos había sucedido aquí?, se preguntaba el diablo a medida que caminaba por el pueblo, estaba tan anonadado con todo, los demonios le saludaban amigablemente, niños corrían felices a su alrededor, las brujas le sonreían y le ofrecían chocolates, a lo lejos vió a uno de sus subordinados, era Dokugai, ese sujeto que no le daba muy buena espina ya que era un pedófilo de mierda que algunas veces había mirado con otros ojos a sus queridos hijos, sin embargo aun así conservaba un poco de estima en él por los viejos tiempos –hola Dokugai – saludó como solía hacerlo siempre –vaya, el diablo anda por la ciudad, ¿qué está haciendo aquí? ¿Se tomó el día libre? - el más alto levantó una ceja dubitativo, ¿tomarse el día libre? Pero si él no trabajaba... se rascó la cabeza y sonrió disimulando – jaja si, estaba algo cansado – ni siquiera sabía de qué estaba cansado, pero la actuación le salió perfecta, estaba tan acostumbrado a mentir sobre su condición anímica que otra mentirilla no le haría mal – después de todo el trabajo que hace, estoy seguro que se merece unas largas vacaciones señor, bueno, hablando de trabajo debo ir al mío, los niños me esperan – sonrió de una forma tenebrosa y salió corriendo mientras daba alguno que otro salto, Satanick tragó saliva, ¿que acaso Dokugai en esta dimensión trabajaba con niños? ¿Pero que mierda de mundo era éste que permitía tal calamidad? Solo esperaba que su preciado hijo no asistiera a clases con ese tipo en esta realidad o se moriría. Suspiró y siguió caminando por el mundo, notaba a gente caminar por el centro comercial, gente que solía ver en su realidad, así que no le llamaba mucho la atención, a decir verdad, de repente sintió un golpe en su hombro derecho, por andar de distraído chocó con un sujeto el cual se molestó de inmediato y lo tomó del cuello de la camisa – ¿qué te pasa bastardo?... oh Satanick, ¿qué estás haciendo por aquí? -
-¿Id... Idate? Jaja – le saludó de un fuerte apretón de manos y un abrazo apretado, para pronto contestarle -Yo solo caminaba por el centro, te hago la misma pregunta a ti, es muy extraño verte por estos lugares, están muy alejadas de tus frías tierras –
-Solo daba un paseo, además mi novia no conocía este pueblo – Satanick miró más abajo y pudo notar a una bella mujer de cabellos blancos y mirada asesina quien trataba de evitar las miradas mientras tenia cruzado los brazos, era una preciosa mujer oso, creía haberla visto antes en algún lugar, sin embargo en su mundo ambos parecían odiarse, así que quedó impresionado por lo alterado que estaba este lugar, sonrió pensando en qué tipo de situaciones inusuales encontraría aquí, se despidió de la orca de una manera amable y siguió en su caminar, notó bastantes detalles que le impresionaron del pueblo, más cuando alguien tocó su hombro, era un aura tétrica que conocía de sobre manera, su cuerpo se alteró de inmediato y un escalofrió recorrió de lleno todo su cuerpo, logrando que pegara un salto hacia atrás y se diera vuelta en menos de un segundo colocando una postura defensiva – ¿qué pasa hermanito? – escuchó del tipo que estaba levantando una de sus cejas y sonriendo de forma extraña – ¿qué haces acá Fumus?, no es normal que te encuentres de estos lados de Pitch Black- preguntó aun de forma defensiva – solo vine a saludar y recordarte que en dos semanas debes ir a visitarme para tratar los temas que estuvimos charlando hace una semana, fue un tema muy interesante y creo que sería una buena idea intentarlo del lado oeste de Pitch Black –
-Aaah~, sí, claro, claro, ahí estaré, aunque he estado algo atareado y se me olvidó de que hablamos ese día, ¿puedes recordarme? – habló nervioso tratando de disimular su ignorancia.
-¿Por qué tan nervioso Satanick? ¿Acaso le temes a tu querido hermano mayor? Jajaja como si fuese capaz de hacerte algo malo, eso quedó en el pasado ¿recuerdas? ¿o es que le tienes algún tipo de rencor a tu querido hermano mayor? – dicho esto le golpeó suavemente la espalda y prendió un cigarro – ya te acordaras sobre el tema, ahora debo volver, Taffy se enfermó y los demás inútiles no son capaces de administrar bien el castillo, si desaparezco por mucho tiempo habrá un desastre, además ya encontré la medicina necesaria, las brujas de este lado son muy eficientes, hice bien en dejar ir a una de mis ángeles a investigar sobre la brujería – le mostró una caja de antibióticos los cuales estaban destinados para el ángel jefe del dios de Pitch Black, Satanick estaba anonadado ante tal cambio, le llegaba a aterrar la situación, si, Satanick tenía miedo de esto, no sabía si Fumus estaba actuando o realmente esta era su verdadera personalidad en esta dimensión, ¿qué paso con el sádico y trabajólico ser que día a día le torturaba y gozaba con beber de su sangre emanando de las heridas que él mismo provocaba? ¿Sería uno de sus planes para atormentarlo?, entonces tratando de actuar calmado, tragó saliva y preguntó – ¿y por qué no lo curas tu mismo? ¿Eres dios no crees? –
-Lo soy, pero se enfermó por tarado, así que merece sufrir por eso y mejorarse por la vía larga –
-Oh ya veo fufufufu, podrías ponerle picante a las pastillas para que sea más agradable el castigo –
-Jaja me gusta como piensas Satanick, me recuerda a los viejos tiempos cuando torturábamos a Taffy juntos, nos vemos en dos semanas hermanito – dicho esto desapareció y el diablo pudo respirar de forma correcta por fin, su corazón parecía que se iba a salir, ¿qué rayos pasaba en este lugar?, era lo más terrorífico que había vivido en siglos, Fumus le sonrió antes de irse, no podría sacar esa imagen de su mente a menos que se encontrara con algo que lo impactara aún más.
Siguió su camino hasta que se acordó del motivo del porqué estaba en esa dimensión, Ivlis estaba enojado con él en este lugar y debía calmarlo, de cierta forma se le hacía tierno imaginar cómo reaccionaría un Ivlis en ese estado y más estando enamorado de él, seguro que si lo veía le daría alguno que otro golpecito en el pecho o lo empujaría y le gritaría algo como "Te odio, no quiero verte más", sin embargo, al rato ya estaría en sus brazos dejándose mimar por sus manos. Suspiró profundo, estaba tan enamorado de ese diablo flama, ya parecía un estúpido al pensar cosas cursis como esas, le hacían estar de muy buen humor, casi pudo olvidar lo triste que se encontraba hace algunas horas todo gracias a que ahora podría recibir amor de su cucarachita, aunque primero debía encontrar una forma de calmar su rabia, así que le compraría algún regalo de su agrado. Caminó por el centro comercial hasta encontrar algo que pudiese servirle y se fue conforme con la compra, de seguro esto le ayudaría a menguar la rabia de su ... ¡de su esposo!, su mente explotaba cuando pensaba en aquella palabra, estaba demasiado eufórico e hiperventilado, por lo que se fue corriendo camino hacia el bosque mientras reía como un verdadero imbécil.
Pronto se dirigió al castillo donde solía vivir, un lugar lleno de raíces amoratadas, las cuales le daban un aire terrorífico al lugar, un oscuro castillo en la cima de una colina, cuyas torres más altas estaban decoradas con puntiagudos techos, si, ese lugar era su hogar, seguía tal cual como siempre. Entró por la puerta principal y se dirigió hacia su trono, sin embargo en el camino pudo ver a su hijo mayor aproblemado, parecía nervioso, caminaba de un lugar a otro mientras miraba al suelo mascando sus uñas, luego miraba el reloj en su muñeca izquierda y para después botar humo del cigarro que fumaba, se preocupó por esa situación, es decir, su joven hijo solía ser bastante trabajólico y era normal verlo en esas situaciones de notable estrés, por lo que se acercó a paso normal hacia donde se encontraba su primogénito, el joven al notar su presencia miró a su padre –¡papá! Papá... yo... creo que necesito un consejo – esperen, ¿Glasses le estaba pidiendo un consejo a él? ¡Era el mejor día de su vida!, se emocionó y sonrió, tal vez en este lugar por fin su preciado hijo quiera dejar de ser virgen y seguir sus pasos como galán, estaba dispuesto a darle todos los tips que pudiera para que fuese feliz y complaciera a su novia en la cama – ¿qué pasó mi querido Glasses? Estoy seguro que tu amado padre puede ayudarte con tu problema – sonrió de lado y le puso la mano en el hombro –solo cuéntame que es lo que te sucede –
-Gracias papá, sabía que podía contar contigo... - se puso nervioso y se sacó sus lentes negros, dejando ver sus preciosos ojos que heredó por parte paterna – bueno, es que mi novia Kiku se ha estado sintiendo mal estos últimos días y bueno, supusimos que probablemente podría estar embarazada, se suponía que esto sería un secreto entre ambos hasta salir de dudas, pero su hermana menor se enteró y quiere matarme... ahora Kiku está realizándose un test de embarazo y si sale positivo creo que debo estar preparado para que me maten a batazos... no sé qué pensar, si es bueno porque tendré un hijo con mi preciada Kiku, o por otro lado es malo porque me molerán a golpes sus hermanos... -
-...- Satanick quedó en blanco, su hermoso y preciado Glasses no solo no era virgen, sino que estaba propenso a hacerlo abuelo, tragó saliva y lo siguió mirando – emmm bueno – ¿qué mierda debía decirle? Cuidar a niños no era precisamente su especialidad, todo Pitch Black sabía que Glasses fue criado por Envi ya que él no tenía habilidad con los niños, es más, su hijo menor había sido criado en su mayoría por Ivlis y Emalf, él trataba de acercarse pero pareciera que solo generaba que lo odiaran, su cuerpo parecía traspirar, era demasiado para él el dar un consejo de tal tamaño, es decir, él no se consideraba un mal padre, le gustaba jugar con sus hijos, pero así de darle consejos para la vida... en fin, se arregló la voz y le puso la otra mano en el hombro - hijo, para la próxima vez usa condón – dijo sonriendo de lado, era el mejor consejo que pudo obtener en su mente, ya que claramente si lo usaba se evitaba todo este drama, Glasses parecía confundido – emm papá, eso ya lo sé, la verdad es que si usamos, pero al parecer uno se rompió y por eso estamos tan estresados, es decir, de cuidarnos nos cuidamos, pero no fue realmente nuestra culpa –
-Mmmh – suspiró tratando de meditar más a fondo el asunto, le recordaba cuando engendraron a Glasses con su querida Lil, les había pasado algo similar – bueno, quizás sea malo ahora porque estas sujeto a mucho estrés, sin embargo ya verás que cuando ese niño sea grande y de sus primeros pasitos y diga su primera palabra, que de por cierto la tuya fue pene, fufufufufu estoy seguro que las aprendiste de tu madre – se reía y luego continuaba como si nada estúpido hubiese salido de su boca – veras que toda tu vida cambia y amarás a ese pequeñito ser que nació de la mitad de tu información genética y te preguntaras, ¿cómo pudimos crear a un ser tan hermoso como ese? – Glasses estaba conmovido por las palabras de su padre, si bien se ofuscó por la imbecilidad que dijo sobre su primera palabra, las siguientes palabras le llegaron bastante profundo, Satanick era un sujeto digno de admiración en esa dimensión y él lo idolatraba tanto como el diablo y como su padre – gracias papá, tus palabras significan mucho para mí, estoy seguro que si un bebé se está formando en el vientre de mi Kiku será el bebé más feliz y afortunado de este mundo – dicho esto abrazó a su padre y besó su mejilla cuando un click sonó en la puerta y una muchacha de blancos cabellos, piel anaranjada y grandes ojos salía del lugar junto con los resultados del test de embarazo – Glasses, mira – le mostró el resultado, este indicaba negativo – creo que solo fue falsa alarma – dijo la muchacha notando al diablo que se encontraba al lado de su novio – buenas tardes señor Satanick – Satanick le hizo cariño en el pelo, esa muchacha tenía su digno respeto, gracias a ella su hijo ya no era virgen y eso le llenaba de emoción y orgullo.
Al menos este asunto se aclaró, ahora debía ir a ver a su cucarachita, ya había perdido mucho tiempo mirando por todo el lugar para observar los cambios entre una realidad y la otra, en lo que creaba un portal pudo divisar a su subordinado número uno a lo lejos, éste se encontraba mirándose a un espejo mientras arreglaba su cabello y luego su corbata, lo más inusual era que se veía feliz, ¿desde cuándo que Envi era tan pretencioso?, no le dio mucha importancia la verdad así que entró al portal y más que pronto llegó al mundo flama, el inframundo donde vivía su preciada cucarachita, estaba listo para enfrentar a ese Ivlis lleno de amor hacia él.
Atravesando el portal llegó a un conocido mundo flama, no existía mucho cambio en ese lugar, era un mundo de rojiza atmosfera, de clima cálido, muy rocoso, lleno de ríos de lava y activos volcanes, de pronto notó a una hermosa damisela que se acercaba junto a la pequeña Poemi, una mujer la cual nunca antes había visto en su existencia, ¿quién se suponía que era ella?, su cabello naranja era sin duda muy lindo, su mirada era algo extraña, sin embargo se veía amable cuando se dirigía a la niña, al mirarla mejor se dio cuenta que la pequeña hija de su hermoso diablo flama se parecía bastante a tal mujer... ¿podría ser que realmente la madre de sus hijos era esa demonio y no habían nacido de flamas? Apretó sus puños bastante molesto por tal situación, sería mejor que averiguara que estaba pasando. De la nada notó que la pequeña demonio semejante a un dragón lo divisó y salió corriendo hacia su dirección – ¡papi Nick!- gritó mientras sonreía feliz y llegaba a abrazarle – papi Nick, llegaste más temprano hoy - decía la niña refregando su cara en su torso, el diablo de Pitch Black estaba impresionado por esta reacción, jamás pensó que esto pudiese ser posible, Poemi, la niña que en su realidad suele echarlo del castillo y darle patadas, aquí le estaba abrazando cariñosamente y es más, le había llamado papi Nick, su corazón se apretó por un segundo y luego se expandió llenándose de amor, se inclinó para tomar a la niña en brazos – si querida Poemi, papi llegó más temprano – sonrió como imbécil, siempre quiso tener una hermosa loli de hija.
-Buenas tardes señor Satanick – saludó la hermosa mujer de ojos rojizos y sonrisa radiante, el más alto solo le sonrió a modo de saludo, trataba lo más posible de disimular su estancia en ese lugar, no tenía la más mínima idea de cómo llamar a tal demonio.
-¿Aún no se reconcilian?- le preguntó de repente, entonces el mayor bajó a la niña quien salió corriendo para entrar hacia su casa y de nuevo comenzó la actuación – no, aún estamos peleados, aunque ahora tengo un arma secreta para una linda reconciliación – le mostró el paquete que llevaba escondido entre su capa y su traje, Rieta quedó algo confundida, no se podía imaginar que sería lo que le llevaba de regalo, el diablo se llevaba uno de sus dedos a la boca y le guiñaba el ojo – es un secreto – sonrió y entró al castillo del mundo flama.
Dentro de éste se encontró con el típico demonio que siempre veía, uno de cabello de tonos inusuales, lleno de piercings y presencia cobarde, al lado de él un chico de aspecto desafiante, era increíblemente igual en rostro a Ivlis, demasiado parecido, sin embargo, éste tenía cierto parecido a la chica que se encontraba a su lado, ¿acaso ese sería el hijo mayor de Ivlis? Sabia de su existencia, aunque nunca había tenido la oportunidad de conocerlo en persona – Emalf, apúrate se nos hace tarde, Ver Million se va a molestar si llegamos otra vez tarde, oh pero si ya llegaste vejete, es extraño de ti llegar tan temprano – le dirigió la palabra a Satanick de forma irrespetuosa, mientras miraba hacia otro lado y se sonrojaba un poco – más te vale que arregles las cosas ¿¡entendiste!?- dicho esto tomó la mano de Emalf y se fue caminando de aprisa - adiós señor Satanick – gritó Emalf guiado por Adauchi, ambos jóvenes se dirigían al karaoke más cercano para tener una entretenida tarde cantando entre amigos. Mientras tanto el hombre de enraizados cuernos pensaba sobre ese joven muchacho, era muy bien parecido, no era tan alto como su hermosa cucaracha, sin embargo su aspecto era bastante agraciado, por la apariencia parecía ser mucho menor que su Glasses y seguramente su cabello rubio lo sacó al abuelo, pensaba en aquello y reía sin darse cuenta, su actitud soberbia le recordaba a la primera vez que conoció a Ivlis, el solía tener esa actitud de mierda, y hablando de Ivlis ¿dónde se encontraba su preciosa cucarachita? Intentó preguntarle a Rieta, mas no sabía cómo dirigirse a ella ya que no conocía su nombre.
Caminó por el castillo hasta llegar al comedor, en ese lugar había algo inusual que en el resto del castillo no sentía, era como si la habitación se encontrara en otra dimensión, además tenía dos puertas, extrañamente la otra se parecía bastante a la puerta de su castillo que daba hacia el comedor, levantó una ceja y prefirió seguir buscando a al amor de su vida. Quizás se encontraba en el cuarto de Licorice, siempre estaba con él, su hijo menor pareciera que poseía un imán hacia Ivlis ya que siempre estaba pegado a él. Se dirigió al cuarto del menor y tocó la puerta – Licorice, papá está aquí – de adentró se escuchó un ruido y pronto se abrieron las puertas – ¡papá! - gritó el pequeño niño quien le estiró los brazos para que lo tomaran en brazos – ¡papá! Te extrañé mucho, el día es muy aburrido sin papá –Satanick le tomó en brazos y dicho esto besó la mejilla derecha de su pequeño hijo – ¿quién quiere a papá? –
-¡yooooo!- respondió más que feliz Licorice abrazando la cabeza de su progenitor – papá es el mejor – Satanick quería sonreír, sin embargo más que sonrisa solo le salió un puchero y comenzó a llorar, era tan feliz, inmensamente feliz, levantó a su pequeño hijo para ver su hermosa sonrisa, mientras sus ojos se cristalizaban cada vez más y una hermosa sonrisa se formaba en su rostro, las lágrimas llenaban su cara – Lico... Licorice, ¿tu sabias que papá te ama mucho? – dijo con dificultad ya que tenía un nudo apretado en su garganta y en su corazón, el niño estaba demasiado confundido, ¿porque su padre lloraba? Parecía estar feliz, sin embargo, las lágrimas no cesaban -papi no llores – le limpio las lágrimas con sus pequeños deditos y pronto sonrió – papi, me gusta verte feliz, ¿estas triste porque peleaste con mamá verdad? - Satanick le miró y sonrió tierno, entonces para disimular asintió con la cabeza y bajó al más pequeño hasta el suelo – tranquilo papi, estoy seguro que mamá no te odia, solo está molesta – dijo sonriente.
-¿Dónde está tu madre?-
-Está en el cuarto del trono, se encerró en ese lugar desde ayer, quería ir a hablar con ella, pero me da miedo, pareciera estar muy enojada – el niño lo miró inocente y aproblemado, Satanick levantó una ceja, vaya, el enojo de Ivlis era serio, si ni siquiera Licorice se atrevía a hablar con él, seguro que debe estar hecho una furia, pero Ivlis de cabello rojo fuego era lo único que necesitaba en su vida, debería quedarse así para siempre, era tan hermoso con su cabello prendido en llamas, pareciera que tuviese vida propia, el color rojizo parecía ser reflejado por sus hermoso ojos color sol, simplemente una belleza andante. Suspiró y le revolvió el cabello de su hijo menor –iré a arreglar el problema de una vez, se un buen niño ¿sí? -
-Si papi, espero se puedan arreglar pronto. Aaah, por cierto, hoy... hoy saldré –
-¿Ah sí? ¿Y se podría saber a dónde vas? –
-Yo... yo ... yo iré a visitar a mi novio- dijo tímido el niño mientras salía corriendo y se perdía por el pasillo dejando en blanco al diablo quien no podía siquiera formular una palabra o realizar una acción para detener a Licorice... su hijo, su hijo, ¿su pequeño Licorice tenía novio? Esperen, ¿quién osaba ser el novio de su pequeño niño? Jamás se lo perdonaría, era demasiado pequeño para andar en esas andanzas, aunque... de tal palo tal astilla dicen por ahí, seguramente sacó sus genes de galán. Ahora con mayor razón quería hablar con Ivlis, necesitaba saber quién de los dos le había dado permiso a Licorice para que tuviese novio a tan temprana edad, era solo un bebé, al menos eso era lo que él pensaba, ya pronto averiguaría quien era el infeliz que le había quitado a su pequeño niño, ahora necesitaba encontrar al diablo flama.
Salió de la habitación de su pequeño hijo y se dirigió por el pasillo en búsqueda de su amado oji ambarino, ¿dónde se estaría escondiendo? Se puso a pensar por un instante, ¿dónde era que siempre le encontraba cuando venía a visitarlo? Había dos alternativas, o estaba en su habitación o en salón del trono, ¿a cuál iba primero? Reflexionó por unos segundos y decidió avanzar en dirección a la habitación de su amado, ésta estaba al otro extremo del castillo, por lo que caminó rápido por éste, en ese lugar estaba la puerta que daba paso hacia la pieza de Ivlis, posó su mano en la perilla y empujó para entrar – Satanick está aquí mi amada cuc... - dijo, aunque después se quedó callado al notar que no había nadie en el cuarto, sin embargo de inmediato se dio cuenta que algo extraño pasaba en aquel lugar, la decoración era bastante distinta a la que solía conocer, el cuarto poseía dos puertas y dos ventanas, una de las ventanas mostraba un cielo rojizo mientras que la otra mostraba un cielo oscuro, claramente podía ver el mundo flama y Pitch Black desde el mismo lugar, ¿qué rayos estaba pasando en este sitio? ¿acaso habían unido ambos mundos entre los castillos? Corrió entonces hacia la otra puerta para constatar lo que él creía que estaba ocurriendo, abrió rápido y exactamente era eso, por una puerta entraba en el mundo flama y en el otro entraba en el mundo de Pitch Black , le parecía una excelente idea, una excelente y romántica idea, si llegaba a lograr su objetivo con su cucarachita, desarrollaría la misma idea en su castillo, unir ambos mundo en la pieza matrimonial era lo más lindo que podía haber visto, miró al suelo por un instante, algo de envidia inundó su cuerpo, realmente esta dimensión era una utopía para él, todo era tan tranquilo, todo era simplemente perfecto, sus hijos le amaban, su mejor amigo sonreía, los demonios le respetan, su hermano no le dañaba, incluso cuidaba de sus ángeles, está casado con el amor de su vida, su hijastra lo adora, al parecer el hijo de Ivlis jamás se fue de su hogar, el empleado de su cucaracha no le temía y conoció a un ente que jamás había visto, movió su cabeza para despabilarse, no sacaba nada sintiendo envidia por algo que no vivió, él podría crear una realidad mucho mejor para él también y se esforzaría por ello, ahora solo faltaba algo para concretar la revisión de ese mundo y era encontrar a su preciado diablo flama, rápido salió de la habitación y se topó con Poemi quien paseaba a su perro en flamas – papi Nick~ ¿bushcash a mamá? –
-¿Mamá?- a Satanick le extrañó de inmediato lo que Poemi había dicho, quizás empezó a decirle mamá por que Licorice le dice así, aunque en su dimensión siempre le ha dicho padre, en fin, no ganaba nada pensando tanto por eso, en una de esas la niña solo se había confundido en llamarlo así - si linda, ¿sabes donde esta? –
-Shi, pero te lo diré sholo con una condichión-
- ¿Y cuál sería esa? –
-Poemi quiere un dulche –
-Fufufufuf claro, ¿te gusta que papá Nick te de dulces verdad? –
-Shi~ - respondió feliz la niña mientras su perro corrió a su alrededor - está bien pequeña Poemi, ten, es la última paleta que tenía, no le digas nada a Licorice o se pondrá celoso – la cara de Poemi se molestó por un instante y desvió la mirada – ¿sucede algo? –
-Shi, deshde que Licorice empezhó a shalir con eshe tipo de orejash grachioshas ya no le gushta pasar tiempo con Poemi – la niña hizo un puchero triste y bajó la mirada, realmente le entristecía mucho que su hermano pequeño haya preferido tener novio antes que jugar con ella, Satanick notó la tristeza en la pequeña así que le acarició la cabeza y le sonrió – tranquila, ya verás que volverán a jugar juntos, ahora dime donde está Ivlis –
-¿Ivlish?... – la niña ladeó la cabeza, ¿se había equivocado en pronunciar el nombre de su mamá?, en fin, a cualquiera le puede pasar – eshtá en su trono, pero eshtá furiosa –
-Oh, ya veo... iré a tratar de tranquilizarlo, ve a jugar ¿sí? –
-Eshta bien – dijo la menor y salió corriendo seguida por su perro en flamas, Satanick por su parte tragó saliva, ¿cómo sería el Ivlis furioso del que todos hablaban? Ya le estaba intimidando el pensar en que iba a pasar cuando le encontrara, aunque, ¿que podría salir mal? Ivlis era extremadamente débil
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