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Parte 21

Comentario: estoy mas dormida que viva... buenas noches a todos y espero les guste el cap -nani ya no duerme por las noches, entra en coma - 



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Satanick volvió a su época y mundo original tras una larga jornada en el pasado, pensaba en lo que había ocurrido con su otro yo y su corazón palpitaba con una frecuencia poco común, ese sería un adiós a una etapa de su vida, una etapa en la que pensó que podría conquistar de forma fácil a su cucaracha, por otro lado debía dejar ir a ese pequeño Satanick, si bien le había tomado cariño tras todo el tiempo que compartieron juntos no quería interrumpir más en su vida, además tenía otro problema que solucionar ¿qué se suponía que debía hacer con esos sentimientos que estaba notando hace algunos meses atrás? Si bien su plan en un principio era ayudar a que Ivlis fuese más manso ante su trato y fuese más participativo a la hora del sexo, su pequeño ser le había ayudado a corroborar que lo que sentía por la cucaracha no era una simple adicción o un juego, miró al suelo y luego acarició la bufanda del otro la cual traía de regreso a esta época, estaba tan gastada y mal oliente, seguramente el diablo flama se enfadaría al verla, debía lavarla y amononarla un poco, esperen ¿por qué estaba pensando en los sentimientos de Ivlis? se supone que es solo su juguete y nada más, bueno también es la madre de su hijo menor y el ser que le entrega cálidas noches cuando él busca cariño de alguien más o siente frio en las noches de invierno. Pronto su frecuencia cardiaca se exaltó, fue como si su cuerpo tratara de decirle algo, así que para evitar pensar tonterías decidió ir al cuarto de lavandería y meter la bufanda a la lavadora para luego ir a hablar con Envi quien estaba cocinando y de esa manera menguar el latir de su corazón.

– ¿Por qué estas cocinando Envi? ¿Qué pasó con Medouco? – Envi levantó su ceja visible y solo siguió en su quehacer – tenia añoranza de cuando cocinaba para usted señor ¿le gustaría probar mi comida otra vez?- El peli negro sonrió, su corazón se llenó de felicidad y a la vez de confusión, después de todo hace unas horas atrás se había propasado con su amigo, aunque de un universo alterno, no podía negar que le había gustado probar los labios de Envi otra vez, hace siglos que no lo hacía – ¿Sucede algo señor? Lo veo aproblemado –

-Fufufu no nada – tragó saliva al mirar al demonio y luego comió lo que éste le servía, era increíble cómo era tan diferente la historia de un universo con el otro, el nunca había notado nada más que preocupación casi como la de una madre por parte de Envi hacia él, mientras que en el otro universo se podía notar claramente una atracción romántica, era bastante extraño el pensar en Envi de aquella manera, lo prefería como un amigo y en alguien a quien confiarle su vida, sin duda esa cabra cumplía un rol muy importante en su vida, él le tenía mucho aprecio y cariño. – Envi... ¿podrías hacerme cariño en la cabeza?- dijo de forma infantil mientras que el de ojos rojizos lo miraba serio –señor, ya no tiene edad para que lo mime de esa manera – dijo acercándose – no le rehúses una orden a tu señor – dijo el diablo con un puchero en sus labios refunfuñando mientras su empleado le hacía cariño en sus oscuros cabellos y corazón se sentía cálido después de mucho tiempo – gracias- sonrió y cerró los ojos en paz dejándose mimar.

El otro día llegó y la bufanda de Ivlis estaba radiante, lavada, planchada y doblada, lista para ser entregada al otro diablo, el oji violeta no pudo evitar echar de su perfume encima para que su cucaracha pudiese sentir su olor a cualquier hora del día, aun no entendía porque, pero cada vez se sentía mas feliz de tan solo pensar que vería al diablo flama, tras el desayuno se despidió de su amado hijo con besos hostigosos y luego abrió un portal para dirigirse al castillo del aludido con el objetivo de regresar de una vez por todas el preciado objeto y claramente ver a su adorado juguete.

– Cucarachita~~ he traído algo para ti~~- fue lo que dijo al llegar al castillo del diablo, al primer ser que vió aparecer fue a Poemi, quien miró a Satanick y solo preguntó con un tono molesto – ¿vienesh a moleshtar a mi papi? –

-Claro que no pequeña Poemi, yo solo vengo a entregarle algo y a obtener parte de su cariño – sonrió mientras que la niña lo miraba seria – no te creo, shiempre que vienesh papi llora ¡Poemi te odia! – El diablo solo cerró los ojos y sonrió tratando de ser amable con la adorable loli – vamos, dale una oportunidad a Satanick, te prometo que seré bueno con la cucaracha, digo tu papi–

-Jamash, vete, no te quiero ver... ¡Emalf! ¡Emalf! - el joven demonio, niñero de los hijos menores del diablo apareció por la puerta y comenzó a tiritar al ver al tipo que suele molestar a su diablo- ¿Qué... qué sucede ejeje Poemi? Ejeje –

-Dile a eshte tipo que se vaya- ordenó la joven princesa del reino flama.

-Ejejje... ehmm... señor Satanick... ¿podría irse? –

-¡Esho no le da miedo ni a un caracol Emalf!-

-Es cierto, debes esforzarte más, fue realmente patético... ahora déjense de juegos y díganme dónde está mi hermosa cucarachita –sonrió de lado mientras que la niña lo empujaba para que se fuera del palacio – ¡no te diré donde eshtá papi por qué eshtá descansando en su trono!- el adolecente se puso más pálido al escuchar como la niña revelaba la ubicación exacta del diablo flama - emmm... Po... Poemi... tu... -

-Fufufu así que está en su trono, gracias linda Poemi, toma – le dió un dulce mientras la pequeña lo miraba triste – tranquila, realmente no le haré nada malo a tu papi – dicho esto caminó en dirección al lugar dicho y llegó al trono donde estaba el susodicho que buscaba con tantas ansias, Ivlis se encontraba sentado, con los ojos cerrados, acariciando el cabello de su hijo menor quien yacía dormido en su regazo – ¿qué haces...?- no alcanzó a terminar la pregunta cuando un "shh" lo hizo callar –shh, o lo vas a despertar, solo sigue con los ojos cerrados por un instante – Ivlis obedeció al que recién llegaba, por lo que volvió a cerrar los ojos sintiendo como Satanick se acercaba, sacaba algo de un bolso y lo rodeaba colocándoselo al cuello, esa sensación suave y cálida la conocía, era... era su bufanda, la tocó de inmediato después que se la habían colocado, abrió sus ojos y éstos brillaban de felicidad – mi... mi bufanda... - dijo contento con un tono de voz suave para no despertar a su hijo mientras la olía y la acariciaba, sus mejillas estaban de un tono rosa y su sonrisa era muy linda ¿era tanta la felicidad que podía dar un simple objeto o era lo que significaba éste el cual lograba que Ivlis sonriera de esa forma tan adorable? Fue entonces que el diablo de Pitch Black lo comprendió, él quería poder ocasionar esa linda sonrisa en Ivlis, él no quería volver a lastimarlo, el realmente quería que Ivlis lo viese y emitiera esa luz que esa simple bufanda había logrado dar, ¿cómo sentirle celos a un objeto? Era un estúpido, un estúpido que al parecer se estaba enamorando de verdad de la cucaracha, aun no lo podía creer y aun no lo sentía seguro –cucarachita... ¿estas contento porque volvió a ti? – Ivlis asintió como un niño pequeño cuando le regalan algo que anhelaban – y ¿estas contento por verme? – Ahí fue cuando todo se desmoronó y una cara de confusión llenó el rostro del oji ambarino – quizás me agrade que estés aquí, porque encontraste mi bufanda – dijo para luego desviar la mirada y tomar en brazos a Licorice – lo llevaré a dormir –trató de hacerle el quite a Satanick, éste por su parte lo notó de sobremanera y le dolía esa actitud por parte del más bajo. Suspiró profundo y sonrió con lastima notando su desdicha, tenía una hermosa familia la cual ni siquiera lo amaba o respetaba y todo por su maldita culpa ¿sería muy tarde para recuperarla? ¿Qué debería hacer? no se sentía bien con este sentimiento, necesitaba pensar y aclarar bien las cosas.

Siguió al de pelo bicolor a través del pasillo, hasta llegar a una habitación infantil, esperó un poco de tiempo para que Ivlis acostara a su hijo y luego se acercó a éste, tenía algo importante que hablar con él, algo que quizás le cambiaría la forma de ver las cosas, llevó al menor a su habitación para tener más privacidad y tomó las manos del diablo flama – cucarachita yo... bueno... quería preguntarte algo, se honesto... ¿tu... tu que sientes por mí?- le preguntó mientras su corazón saltaba, Ivlis por su parte no pudo evitar colocar una cara de miedo e incomodidad – yo... miedo- dijo mientras la temperatura de su cuerpo descendía, le ocasionaba tantos nervios lo que pudiese hacerle Satanick si le contestaba algo que él no quisiera oír – la verdad no sé muy bien que pensar de ti...- el más alto miró al suelo y le constató que no le haría nada, que realmente quería escuchar su opinión – bueno... yo creo que tú... eres una basura desagradable y que me gustaría no volver a verte, que eres lo peor que me ha pasado en la vida...- dijo desviando la mirada, tenía miedo que Satanick le golpeara por decirle aquellas palabras, sin embargo, si le había pedido sinceridad, ahí la tenía. El diablo de cuernos encorvados abrió los ojos y luego miró al suelo suspirando pesado, pronto sonreír – jeje era de suponerse ¿verdad? Jeje jeje... yo también creo que eres una basura jajaja ... solo eres mi juguete... y como juguete solo debes servirme... - Ivlis comenzó a tiritar y fue cuando el diablo contrario le dio un abrazo, ni siquiera supo por qué lo hizo, aunque tampoco quería corresponderle, últimamente siempre era así, Satanick hacia cosas extrañas y el solo se dejaba hacer para no desatar su furia. Pronto el peli negro miró el rostro del más pequeño quien lo miraba con sus ojos muy abiertos, atento a cualquier situación que ocurriera, éste simplemente le acarició la mejilla y desapareció.

Ivlis tenía ya el corazón casi en la mano ¿qué pasaba con Satanick? ¿Por qué había echo esas cosas con él? ¿Que se supone que estaba pasando? Por otra parte Satanick llegó a su mundo y se desmoronó, cayó al suelo, tomó tierra entre sus dedos y comenzó a llorar ¿desde cuando dolía tanto? ¿Por qué no se había dado cuenta antes de todos estos sentimientos que tenía guardados? ¿Sería tan idiota para no haberlos descubiertos antes? Estaba enamorado de Ivlis y no se había dado cuenta que era un amor tan profundo, si bien pudo sentir algún calor leve en su pecho al hace un tiempo, tras las palabras de su joven ser y la sonrisa que acababa de ver hacer a Ivlis había terminado de convencerse y dolía, escocia por dentro, era como si alguien le hubiese echado acido a su corazón y se estuviese quemando ¿pero que podía hacer? no era hábil para enamorar a alguien, es más, ni siquiera sabía si había alguien que lo hubiese amado alguna vez, necesitaba la opinión de alguien ¿pero quién?, era hora de ir a hablar con su ex esposa y averiguar algunos detalles necesarios, aunque primero necesitaba hablar con algún amigo y liberar este sentimiento opresor que sentía en el momento. Esa tarde la pasó con Yagi, quien le acompañó a tomar algunas copas mientras hablaban de romances, Satanick quería saber que era sentirse realmente amado, y no se refería a amor de amigos, amor de familia u otro más que amor de pareja, amor romántico, si bien el había estado casado debía aceptar que más que cariño, afecto, calentura y algunos que otros sentimientos no había adquirido por Lil, él la quería, pero no la amaba de la manera tan intensa como lo que estaba viviendo por Ivlis en estos momentos, de los sentimientos que le quemaban por dentro, Yagi pensaba que el diablo se estaba complicando demasiado la existencia, que en sí era mucho mejor estar soltero que tener una esposa, claramente él no le diría a Satanick que le tenía miedo a la suya y por eso huía de ella y prefería la soltería. Esa noche el diablo terminó hablando demás debido que la embriagues le aflojaba la lengua y lo sinceraba, Yagi estaba preocupado de su señor, jamás lo había visto tan nervioso por no ser amado por alguien, quizás ese sujeto realmente era importante para el pelinegro y pensar que él creía que solo era su juguete.

Al otro día el de ojos violeta amaneció con un horrible dolor de cabeza, recordaba que Envi lo había llevado a casa y lo habia acostado en su cama, realmente debía dejar de beber como idiota cuando algo le preocupaba o Envi se molestaría, y hablando de lo que le preocupaba, necesitaba conversar con su ex esposa, apenas se levantó y estabilizó su cabeza desapareció y apareció en un extraño lugar, le habían comentado que esa clase de sitio existía en su mundo, un lugar lleno de súcubos e íncubos, nunca se había dignado a visitarlo ya que él no acostumbraba a pagar por placer y esos seres solían venderse, lo más seguro es que su ex esposa estuviese por esos lados o al menos alguien la conocía, pronto una chica de voluptuosa figura apareció para coquetearle, lo había visto llegar y le agradó de inmediato lo que sus ojos veían, un sujeto alto, apuesto y de gran calidad de energía, todo un deleite a la vista de un súcubo – buenas tardes querido, mmm justo de mi tipo, me encantan los hombres altos y de tan bellas facciones como las tuyas mi amor~ creo que eres el chico más guapo que he visto aparecer en estas tierras, es más, si gustas puedo dejarlo gratis solo por ser tu, tengo técnicas de todo tipo de gustos, no te contengas – le guiñó el ojo de manera coqueta y le seducía con su hermosa figura, Nick se estaba descontrolando, ya casi se le caía la baba por la hermosa mujer quien le coqueteaba y le ofrecía sus servicios, sin embargo algo le impedía pasar a otros términos con ella y esa sensación era dada por el recuerdo de la cara sonriente de Ivlis que había visto el día anterior – lo siento... pero creo que ya amo a alguien, vengo por otros asuntos – ¿pero qué clase de mierda estaba diciendo? Él era un diablo, daba lo mismo si amaba a alguien, si lo quería lo tendría... Esperen ¿acababa de pensar que realmente amaba a Ivlis?, seguro estaba perdiendo el sentido común, la mujer era hermosa y quería con el... pero... pero Ivlis... sus manos tiritaban, su corazón se comprimía y su cerebro se expandía, al final se tiró al piso a respirar agitado, su cuerpo se lo pedía a gritos, quería poseer a esa hermosa chica, no obstante su mente no lo dejaba, la imagen de Ivlis sonriendo no se iba, se sentía enfermo, ¿qué clase de sensación era esta? jamás le había pasado de una forma tan extrema, respiró hondo y optó por preguntar rápido para salir de ese sitio lo más pronto posible – Ooh~ ... ¿Lil? Mmm bueno, hace mucho tiempo que no viene por estos sitios, aunque me han dicho que se había ido de vacaciones a la playa del este – fue entonces que Nick desapareció y apareció en la playa del este, ese lugar era grande, poseía un bello pueblo aledaño donde muchos turistas se alojaban, incluso seres de otros mundos, sería difícil encontrar a su bella ex esposa, sin embargo conocía perfectamente a Lil, ella estaría seduciendo hombres con su hermosa figura a la orilla del mar y exactamente eso estaba pasando, ahí se encontraba una hermosa súcubo de cuerpo escultural rodeada de hombres y mujeres quienes esperaban que la pelirosa les diera placer a cambio de entregar un poco de sus energías vitales.

-Ooh Satan~~ hace tanto tiempo que no te veía querido – dijo animada la mujer.

-Siglos para ser más específicos –

-Jeje, pasa muy rápido el tiempo, dime ¿para que viniste? ¿Está bien Glasses? -

-Oye, espera tu turno- exclamó un tipo de forma agresiva empujando a Satanick, éste levantó una ceja con desgano como si un pequeño mosquito le hubiese ensuciado su traje al tocarlo – tranquilo cariño, el solo viene a preguntarme algo, ten paciencia – dijo la súcubo guiñándole el ojo – la próxima vez que me toque lo mataré – dijo sonriendo feliz el diablo como si nada hubiese pasado, el tipo se cohibió al reconocer quien era el sujeto que lo amenazó de muerte, por lo que solo se escondió y no molestó más.

– Si, Glasses está bien, tiene novia... aunque sigue siendo virgen... he tratado de motivarlo de distintas formas, pero no hay caso, ese niño no sigue los pasos de sus padres... -suspiró frustrado y cambió la conversación – en fin, lo que quería preguntarte es algo más personal... -dijo sonrojado, Lil sonrió y habló con todos sus seguidores, le dijo que pronto los atendería a todos juntos, pero debían esperarla en la habitación, todos obedecieron y así fue como la demonio quedó a solas con Satanick y el único ruido que los podía distraer era el del suave oleaje del mar paradisiaco que se encontraba a unos metros de ellos – ya puedes contarme querido, ¿qué sucedió? –

-Bueno... yo... quería preguntarte si alguna vez tú... llegaste a amarme y si fue así, ¿qué fue lo que te enamoró de mí? –

-Mmm, es una pregunta muy fácil la verdad Satanick – se rió de forma elegante y se sentó al lado del mayor –la verdad es que si me enamoré de ti querido, en un principio te quería seducir para robar parte de tu poder ya que es delicioso, pero después descubrí que tenías grandes atributos bajo esos pantalones y eso me volvió loca y más cuando probé su desempeño jejeje, la verdad es que la habilidad que tienes en la cama enamorarían a cualquiera lindo – dijo mientras le guiñaba un ojo, el oji violeta se sonrojaba y sonreía como el pervertido que era –ajajajaja ya lo sabía... entonces para enamorar a alguien solo debo mostrar mis mejores habilidades en la cama... mmm si es así esa cucaracha no me ama porque aún no le doy con todo lo que sé hacer fufufuf... muchas gracias Lil, tus consejos me han alumbrado el camino que debo seguir fufufufuf-

-No tienes que agradecer cariño...siempre voy a estar ahí para ti, aunque déjame darte un pequeño consejo antes-

-Claro claro...-

-Bueno, ahora que encontraste a alguien a quien amar y quieres enamorarlo te recomiendo que no todos los días se lo hagas o lo aburriras, quizás debas dejar pasar unos días para que sienta que extraña tus caricias y de esa manera se acerque a ti para buscarlas, aunque eso pasará solo si él también siente atracción por tí -

Dicho esto, el pelinegro estaba decidido a conquistar a Ivlis con sus mejores técnicas sexuales, solo debía mostrarle cuan fogoso podía ser en la cama a ese diablo y esperar que él mismo lo busque, se fue muy contento de la playa, preparó su mejor tenida, se perfumó con estimuladores de feromonas para seducir al que robaba sus pensamientos y suspiros, y se teletransportó al castillo de Ivlis, iba con una sonrisa de oreja a oreja que nadie se la podía derrumbar, abría las puertas y caminaba seguro, nadie se podía interponer en lo que andaba buscando, cuando localizó su objetivo se teletransportó nuevamente, pero ahora hasta atrás del aludido para morderle de forma erótica la oreja –hola cucarachita – dijo con voz ronca y provocativa, logrando que el diablo se asustara, pero también se pusiera rojo, volteara a verlo y le otorgara una mirada de desprecio, duda, indiferencia y miedo –tranquilo, solo vengo a enamorarte –

-¿Qué... qué quieres decir con eso? ... ya vete Satanick... estoy ocupado... -

-No me iré sin tu amor, vamos cucarachita, vamos a hacer el amor – lo tomó de la cintura apretándolo contra su cuerpo de forma masculina, dejando su cara contra la del más pequeño, tomándolo del mentón y respirando muy cerca de los labios del contrario, Ivlis no pudo evitar exaltarse y reaccionar un poco tímido ante tales acciones, no podía negar que si no fuese Satanick quien le tratase de esa manera tan varonil, le gustaría. Su corazón se aceleró solo al sentir la tensión sexual del ambiente, tragó saliva y pestañeo lento, esos ojos intensos le quemaban la piel, se relamió los labios y desvió la mirada, sin embargo su intento de rehuir a la vista de Nick fue opacada por la mano del más alto quien le obligó a verlo a los ojos – vamos lindo, no rehúyas a mí y dame lo que ando buscando-

-Sabes que aunque te diga que no... igual lo vas a tomar –

-Asi es... pero quiero de tu participación esta vez, no es entretenido que solo yo haga todo el trabajo ¿no crees? –

-Solo tú eres el que quiere-

-Esta vez lograré que te enamores de mi querido y amado Ivlis, ya verás que vas a terminar rogando que te dé más, ya conseguí una vez que jugaras conmigo, puedo conseguirlo otra vez –

-...- Tragó saliva y antes que pudiese alegar más los labios de Satanick se posaron contra los suyos, sacándole uno que otro suspiro, hace tiempo que ya no se rehusaba a besarlo, si bien no quería que lo obligaran a hacer esa clase de cosas tan vergonzosas con alguien que no amaba, debía hacerlo para evitar futuros problemas y golpizas, lo que no sabía es que Satanick pensaba que había progresado con Ivlis y que éste le aceptaba poco a poco. Sus labios se rosaban de forma intensa, abriendo espacio para dejar entrar aire mientras las lenguas dentro de ambas cavidades parecieran que danzaban bajo la lluvia, cada rose provocaba un ruido obsceno seguido por jadeos de ambos quienes comenzaban a calentarse con tal acción, la gran mano de Satanick cubrían la delicada cintura del diablo de menor altura – hoy te haré sentir como nunca cariño - Ivlis tragó saliva, cuando el pelinegro se proponía ese tipo de retos en la cama, era porque realmente los cumpliría, jadeó nuevamente y desvió la mirada resignado a soportar lo que viniera, solo esperaba que no doliera, que solo fuese sexo y que al menos pasaran un buen rato, Ivlis no podía disfrutar totalmente del sexo con Satanick, siempre tenía miedo que terminara maltratándolo mientras lo hacían, era un miedo que le costaría mucho perder. Fue entonces que el mayor abrió un portal hasta su mundo y acostó a Ivlis en su cama – de esta manera nadie nos molestará mi amado Ivlis – sonrió con decisión, Satanick se veía seductor, hermoso y sobre todo varonil, la luz de la luna parecía resaltar sus facciones, el diablo flama se sonrojo y excitó como nunca, ni siquiera sabía que el otro poseía la tal habilidad para excitarlo sin siquiera desvestirlo y tocar su cuerpo – Satanick~- gimió.

Esa noche el diablo de Pitch Black se esmeró en hacer pasar la mejor noche de todas al menor, sin embargo no fue la mejor para él, ya que si bien Ivlis gritó, jadeo, gimió y se retorció bajo sus caricias, se notaba tanto que este no lo amaba, se podía ver en sus ojos, estaban vacíos, por primera vez Satanick sintió asco de sí mismo, de creer que podría enamorarlo, de creer que cabía una posibilidad que Ivlis adquiriera sentimientos por él, no obstante no se daría por vencido, él lograría que el diablo flama lo amara, no sabía por qué método ya que no sabía cómo amar a la gente, es más, todo lo que él decía amar terminaba odiándolo, eso le deprimía tanto que su condición emocional se hizo un lio.

De esa manera pasaron unos días y todas las noches visitaba a Ivlis para hacerle el amor de una manera fantástica y salvaje, tal como Lil le comentó, lo malo es que Ivlis cada vez se veía más exhausto y al terminar la semana el menor colapsó, el dolor en su trasero era demasiado intenso, tanto que lloraba y ahora entendía que esa clase de acciones por parte de Satanick no eran más que terror sexual y psicológico, una nueva forma de tortura, desgastar su cuerpo mientras lo usaba como un agujero, Ivlis se sentía demasiado usado y asqueado de su propio cuerpo, así que para evitar que el otro diablo lo viniese a buscar nuevamente comenzó a dormir junto a Licorice. Y lo logró, Satanick ya no le interrumpía el sueño y ya no le hacia el amor por respeto a su hijo, era un gran alivio para su trasero y su bienestar mental. Por su parte Satanick pensó que ahora podía dejar que pasaran los días tal como le aconsejó la súcubo, pasó un, dos, tres meses donde no tocó a Ivlis, le costó demasiado pasar todo ese tiempo sin actividad sexual más que la de su mano y uno que otro juguete sexual de su colección, sin embargo no fue fructífero, el diablo flama jamás lo fue a buscar desesperado por sus caricias y comenzó a deprimirse a medida que el tiempo transcurría, ¿cómo podía lograr ver de nuevo esa linda sonrisa que provocó esa tonta bufanda en Ivlis? ¿Qué podía hacer? ¿Desde cuando un amor no correspondido dolía tanto? ¿Acaso había tenido alguno para saber lo que se sentía de antes?... Ivlis ¿por qué no me amas como yo te amo? Se preguntaba todos los días.

Tres años pasaron desde ese día, tres años en donde el diablo más alto estaba cada vez más perdidamente enamorado del diablo flama, tres años donde este sujeto luchaba constantemente por hacer entender al cabeza dura de Ivlis que sus sentimientos eran reales, tres años donde el avance había sido bastante precario, sin embargo quizás en lo más profundo de la oscuridad si podía haber una pequeña luz de esperanza, solo que Ivlis debía ganar una batalla interna que todos los días le atormentaba, que todos los días le pesaba en el alma, algo que no le permitía amar y solo necesitaba que alguien le hiciera pensar que el mundo actual era lindo y que ya estaba listo para continuar su vida, que ya nada podía ser peor de lo que algún día fue, que el futuro estaba lleno de luz y esperanza y lo estaban esperando, que y que el sufrimiento solo fue un mal recuerdo.

Ese día Satanick se levantó temprano y fue a visitar al diablo flama, le llevaba algunas rosas con la esperanza que esta vez si las recibiera y no las quemara, sin saber porqué exactamente eso pasó, esta vez Ivlis recibió las rosas sin timidez, tomó las flores y le pidió a Emalf que se encargara de ellas, solo esa pequeña acción hizo que Satanick llorara, era un pequeño avance, sin embargo la tarde que pasó en aquel mundo no fue muy agradable, terminó siendo golpeado por una cachetada de Ivlis, algo que nunca había pasado, su cara de odio fue tan potente que el corazón del peli negro se apretó y huyo lejos de ese ser que seguía odiándole, no sabía en qué momento fue, pero ya dolía demasiado el estar enamorado de Ivlis, todo era su culpa, su maldita culpa, el mismo logró que lo odiara, al menos ya le perdió el miedo, de cierto modo creía que se estaba desquitando por todo el tiempo el cual lo torturó, de seguro ha de ser el gran karma acumulado el cual le estaba pasando la cuenta.

Tres meses sin aparecer por el mundo flama hizo que Ivlis sintiera como un Switch dentro de él, hizo un clic que jamás había sentido, en un comienzo notó que Satanick no había ido a su mundo en una semana y eso le emocionó, por fin se había aburrido de él, en la segunda semana sentía que su mundo estaba demasiado tranquilo y sintió miedo que el diablo llegase en cualquier momento a irrumpir su felicidad y a vengarse por el golpe que le dio, su ánimo decayó. Tercera semana empezó a recuperar la confianza que Satanick no volvería. Cuarta semana empezó a preocuparse. Quinta semana se sintió necesitado de atención, todo el mundo era muy monótono sin Satanick, monótono y aburrido. Sexta semana, realmente lo extrañaba, sin embargo no diría nada, tenía asuntos más importantes. Séptima semana, la poca atención sexual que había tenido en ese tiempo lo hicieron llegar a tener su primer sueño húmedo pensando en el otro diablo, ese hecho lo desconcertó y descolocó ¿desde cuando él pensaba de aquella forma sobre aquel sujeto quien solo había causado desdicha a su existencia?, debía estar volviéndose loco. Octava semana, tras varios sueños húmedos Ivlis no soportó más y se masturbó mientras simulaba con sus dedos que era Satanick quien lo envestía, no lo podía creer, pero en algún momento se había hecho dependiente de las caricias de aquel sujeto, tan solo imaginar esas grandes manos tocando su cuerpo, esa respiración agitada en su cuello, sus palabras sucias dichas al oído, y ese movimiento de cadera que lo llevaban a la gloria, si, ya no había duda, estaba caliente, quería que Satanick lo poseyera otra vez, sin embargo no caería en la trampa del otro diablo, seguramente él estaba buscando que le ocurriera eso, todo estos sentimientos eran parte del plan de Satanick, por lo que ignoraría su ausencia por un tiempo más, seguro pronto volvería y lo atacaría, aunque hace tres años que su cambio de actitud hacia él había sido muy notorio, de ser un tipo desagradable, bruto, psicópata, enfermo y pervertido, pasó a un pervertido y cariñoso acosador, a veces llegaba a ser ligeramente agradable. Un mes más pasó y ya Ivlis no podía parar de necesitar a Satanick en su cuerpo, pensaba día y noche en sus caricias, se masturbaba continuamente pensando en él, si Satanick supiera que el plan que intentó hace tres años por fin habían dado frutos quizas estaría más animado actualmente, sin embargo él realmente había abandonado el juego, sus esperanzas de enamorar a Ivlis eran nulas y se encerró en su oscuro mundo para perderse en su llanto.

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Comentario:  leve progreso 

ZZZzzzzzzZZzZz    ustedes se preguntaran ¿para donde va la historia  ahora? 

si me conocen estoy segura que responderán porno  lakjdlaskjdkad  ok no (estoy hablando idioteces, ni sé xq las escribo aquí ) 

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