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Parte 18

Comentario:  No me pude aguantar mas, este era el capitulo que mas deseaba escribir de éste fanfic xD, ahora por fin sabrán las razones de porqué es Ivlin y no Ivlis, entre otras cositas mas :> que si no entienden ahora se irán desarrollando en los siguientes caps 

Ahora que lo pienso, no sé si le queden muchos capítulos  al fanfic, pero yo cacho que máximo unos 6 caps mas dependiendo de que tan motivada me sienta puedo ir creando mas tramas mientras escribo el resto. Espero les guste ese capitulo y nos vemos en el siguiente  :> 

Spoiler: Para el cap 19 se viene el desmadre de fanservice (y auto regalo) que nani (necesita para vivir) ha querido escribir (desde que planeó el fic) hace tiempo :D   


La imagen pertenece UBUsagiBusagi (Deviant), quien me dedicó esta imagen hace tiempo por el anterior fanfic que había escrito, así que ahora la usaré para este *v*  <3  gracias <3 <3 <3   

  

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Un portal se abrió en el mundo Pitch Black, Satanick salió de éste de forma brusca, corriendo por el mundo sin siquiera mirar a su alrededor, todo aquél que se cruzara en su camino era tacleado por ese enorme ser que corría desesperado, su corazón bombeaba rápido y su cara estaba aún más pálida que de costumbre, tragaba saliva y sus manos sudaban, necesitaba cerciorarse que el aun existiera, tenía que verlo con sus propios ojos, no le importaba nada más que saber que su hijo existiera en ese mundo y no haya sido tan imbécil de borrar su existencia, por primera vez Satanick estaba totalmente desesperado, tanto que sentía mucho temor y miedo y su corazón se comprimía. Pronto llegó al castillo abriendo de un portazo la puerta, uno de sus demonios se encontraba justamente ahí para hablar con él, tenía asuntos muy importantes que tratar, se acercó a su diablo pero este simplemente lo empujó fuera de su camino, lanzándolo hacia una pared la cual se rompió inmediatamente logrando que el demonio quedara gravemente lastimado, el diablo ni siquiera había sido capaz de medir su fuerza en ese momento, no quería ni necesitaba interrupciones, esperaba que con ese hecho el mensaje quedara claro. Subió las escaleras y corrió por el pasillo principal, volvió a subir escaleras, era la hora que maldecía que su estúpido castillo fuese tan grande. Cuando llegó a la habitación de Glasses abrió de par en par sin encontrarlo adentro, sin embargo todo estaba como el solía recordar, la cama en el mismo sitio, el mueble con las mismas prendas, la misma decoración, aunque eso no era prueba de que su hijo mayor, su querido primogénito haya nacido ante los cambios que el mismo ideó que pasaran en el tiempo, pensó un momento de forma crítica, colocando todas las posibilidades en su cabeza de donde podría encontrar a esas horas a su hijo, la primera opción, trabajando, ese niño era un trabajólico, seguramente había sacado las mismas costumbres obsesivas de su hermano mayor, trabajar, fumar, y tener cara de culo todo el día, ese niño no se sabía divertir, pensaba. Segunda opción, con su novia Kiku, si, esa pequeña troll que tenía cautivo el corazón de su amado hijo, seguramente andan paseando por algún lugar, esas dos opciones eran las dos más probables a suceder, por ende comenzaría por buscarlo en su oficina, ya pensaría luego en otras posibilidades – ¡YAGI!- rugió el diablo mientras caminaba serio por el pasillo para salir de su castillo – ¡YAGI!- volvió a gritar sin escuchar respuestas, se estaba exasperando, si no respondía al tercer llamado fuese donde estuviese esa maldita cabra la exterminaría por no atender a su diablo, fue cuando llegó a la entrada que vió al susodicho entre los escombros del muro derribado – así que ahí estabas... ¿dónde mierda está Glasses? – El demonio respiraba exhausto, nunca le había tocado recibir la furia de su diablo y se sentía muy adolorido –ho...hoy –

-Habla de una vez- dijo sin paciencia el de tonalidades oscuras – hoy es su día libre cofcofcof, seguramente cofcof salió con su novia o cofcof está con Sullivan cofcof, a veces trabaja aunque esté libre cofcof – dijo a duras penas el más alto- escuchando esto Satanick se relajó Glasses si existía en ese mundo, eso le aliviaba de sobre manera, apretó los puños tan fuerte que le sangraron las manos, sentía tanta rabia e impotencia por ser tan imbécil de haber puesto en riesgo la vida de su propio hijo, algunas lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, mientras su cuerpo temblaba, le dio la espalda al albino y caminó mientras se limpiaba los ojos de una forma más relajada – no importa si Glasses no es mi hijo en este mundo, no importa si tiene otra personalidad, o si me odia, o si tiene alguna otra apariencia, el al menos existe – dijo tranquilo sin poder parar de llorar, fue a la cocina donde estaba su empleada y le pidió un vaso de agua con azúcar para relajarse, ésta obedeció de inmediato, hasta el momento nada había cambiado, se sentó en una silla del comedor mientras se sujetaba la cabeza y tomaba el líquido relajante, en eso sintió una leve presencia pero aterradora detrás suyo, ese debía ser Envi, cómo había extrañado a esa cabra, él era su mejor demonio y su mejor amigo si es que lo pudiese llamar así, la cabra siempre solía mantener un margen de jerarquía entre ellos – Envi... ¿soy un tonto verdad? Un tonto y un fracaso como padre- le dijo sin siquiera saludarlo, la cabra suspiró – ¿a que viene eso señor? ¿Ocurrió algo en su viaje? –preguntó el de mirada rojiza logrando que la mujer quedara con la duda, ¿en que momento su señor se había ido de viaje si solo habían pasado algunas horas desde que se marchó del castillo?.

El diablo suspiró y sonrió con tristeza – soy un imbécil Envi, casi pierdo a mi hijo por no pensar con suficiente inteligencia mis planes de conquista, realmente soy un estúpido – se lamentaba, la cabra lo miró confundido – pensé que estaba dispuesto a sacrificar todo lo que conocía por ese plan que tenía, es por eso que jamás se lo mencioné, pero pudo haber perdido todo el mundo que ha creado si algo resultaba mal –

-Lo sé Envi, me dí cuenta tarde... espera... ¿cómo sabes del plan? ... se supone que han ocurrido muchos cambios en la historia, ¿por qué sabes? ... espera, espera... -seguro es por qué cuando viajé le conté a mi yo del pasado, seguramente este le contó a Envi y por eso lo sabía, aunque Envi no tendría por qué saber lo que pensó antes que me fuera si ni siquiera yo sabía que estaba pensando para habérselo contado a mi yo del pasado, este asunto está raro... algo extraño está pasando aquí, pensaba como loco el diablo torturando su pobre cerebro por exceso de procesamiento – Envi, ve a buscar a Glasses y tráelo ante mí por favor... necesito hablar con él y estoy demasiado confundido para pensar en donde está –

-Entendido señor- dicho esto la cabra desapareció del lugar y minutos después apareció con el señorito en su hombro mientras pataleaba enojado – disculpe la demora señor diablo, su hijo estaba muy cerca pero no quería que lo trajera de vuelta, al parecer estaba de día de campo con su novia– dicho esto dejó al joven en el suelo y este hizo una morisqueta de disgusto – que quieres ahora estúpido padre... tengo asuntos pendientes que hacer y...- casi se le cayeron los lentes cuando sintió un abrazo profundo de su padre quien lo levantó del suelo tal como si fuese un niño pequeño mientras lo sostenía de la espalda y lloraba en su hombro... ¿su, su padre estaba llorando? ¿Qué le había pasado? Algo grave le estaba ocurriendo a su progenitor y no sabía qué, pero fuese lo que fuese debió haber sido muy doloroso, su padre no solía llorar de esa manera, no de esa manera tan ruidosa y menos en público, se compadeció de éste y lo abrazó de vuelta reconfortándolo ante su dolor - ya viejo... ya todo está bien papá... estoy aquí – dicho esto Satanick lloró un poco más, se sentía tan feliz de verlo y que seguía igual y que era su hijo, Glasses no había desaparecido –gracias Fumus – dijo en voz baja, pensando que tal vez su hermano se apiadó de él y por eso su familia no había sufrido cambios.

Ese día se dedicaría a pasarlo con Glasses, ya mañana podría ir a constatar el resto de las cosas que conocía y sobretodo, quería saber en qué condiciones amorosas estaba en estos momentos con su cucaracha, eso era lo que más le emocionaba ahora que sabía que Glasses vivía.

El día pasó rápido y aunque Glasses no quería Satanick durmió abrazado a su hijo esa noche, tal como lo hacía cuando había tormenta eléctrica y su hijo solía llegar a su habitación y dormir abrazado a él porque tenía miedo a esos estruendosos sonidos de la naturaleza, generalmente era su culpa por no central su enojo y desatar una tormenta de tal magnitud que lograba hacer llorar a su propio hijo.

El otro día llegó y el diablo se sentía listo para ir a explorar lo que le deparaba su larga jornada laboral en el pasado, estaba decidido a probar los frutos de su conquista, asi que se peinó, se perfumó y se puso su mejor traje, luego hizo un portal al mundo de Ivlis y apareció en éste, todo se veía igual, los mismos volcanes, los ríos de lava, el ambiente rojizo y caluroso, el gran castillo en la colina, los hermosos demonios que habitaban el lugar y esas extrañas criaturas con forma de flamas que abundaban la zona. –La magnificencia ha llegado -dijo con actitud, caminando con paso altanero por ese mundo que tan bien conocía, entró al castillo irrumpiendo las puertas – amor~~ -dijo con una sonrisa de oreja a oreja – estoy aquí mi vida, tu Satanick volvió para entregarte mucho amoooor~~~ fufufu – caminaba por el pasillo ya que nadie lo salió a recibir, quizás era muy utópico de su parte pensar que si cambiaba el pasado Licorice lo iba a recibir con un abrazo lleno de amor en la puerta, bueno, quizás el niño estaba en el kínder a estas horas, pensó el diablo hasta que dando vueltas por el pasillo un tridente se le clavó en el torso dejándolo atorado contra la pared y sangrando – cof...cofff... - tosió por la sorpresa, era Ivlis quien lo miraba con odio y tristeza desde el fondo del corredor – eso es por lo del otro día – dijo lleno de furia en sus ojos, Satanick no entendía que había pasado ¿se había peleado con su cucaracha? ¿Qué rayos había hecho? ¿Estaría bien el pedirle perdón? Después de todo estaba seguro que lo amaba para estas fechas, así que cualquier tontería que hubiese hecho quizás sería perdonada, se desenterró la débil daga, si, notó ese detalle, las lanzas de Ivlis seguían siendo bastante débiles, al parecer en este mundo también le habían arrebatado los poderes o quizás Ivlis realmente nunca fue muy fuerte.

Caminó donde el diablo quien amenazaba con volver a atacar si se acercaba, pero Satanick solo continuo y notó sus lágrimas en los ojos, entonces le sonrió y lo abrazó – discúlpame amor... quizás cometí un error hace unos días, prometo no volver a hacerlo – dijo actuando como un buen amante cuando realmente ni siquiera lo sentía, aunque al parecer servía ser bueno de repente, Ivlis se había puesto rojo y bajó la guardia ante el abrazo, Satanick notó que el de ojos ámbar tiritaba y colocaba su cola entre sus piernas, ¿qué pasaba? ¿Tenía miedo? ¿Pero que había pasado hace esos días para que Ivlis se comportara de esa manera tan tímida y llena de miedo?, entonces actuó nuevamente – ¿qué sucede cucarachita? ¿Por qué actúas con tanto temor?- le preguntó mientras que el otro bajaba aún más la mirada, se sentía cohibido – yo...- dijo sin poder terminar la frase, en su interior pasaban tantas emociones juntas que se sentía confundido, abrió sus grandes ojos y miró con tristeza los del más alto – yo... creí en ti- dijo por fin logrando que el de ojos purpura los abriera grandes y quedara más confundido, ¿acaso había decepcionado al otro diablo? Debió haber sido una pelea bastante fuerte, entonces siguió tanteando terreno para saber qué había ocurrido.

-¿Qué sucedió? ¿Por qué te decepcionaste de mí?-

-...-

-Vamos cucarachita no seas tímido, cuéntame que ocurrió –

-¿Po... Porqué me tratas con tanto cariño hoy? No quiero volver a caer en tus juegos donde terminaras lastimándome otra vez como todos estos años – dijo mientras temblaba y sus ojos lloraban torrencialmente, su corazón dolía y ni siquiera sabía por qué, ¿acaso sentía algo por el otro diablo? No, no podía ser eso, el solo fue engañado por una sensación de una noche, después de todo, terminó golpeado y humillado como siempre. – ¿cómo todos estos años?- preguntó Satanick notando un poco la situación, sus manos temblaban estaba inquieto, tenía una leve sospecha que algo había salido mal en sus planes, él había vuelto al día sub siguiente de cuando se acostó con Ivlis para su cumpleaños por lo que quizás el evento del que hablaba Ivlis ahora era que lo golpeó después de que terminaron de tener sexo ese día, si, se había comportado como un maldito idiota esa vez. Pero debía seguir constatado que estaba ocurriendo y si realmente se trataba de ese hecho - ¿fue por lo del golpe tras hacerlo para tu cumpleaños?- le preguntó sin tapujos y su presentimiento se hizo realidad cuando Ivlis asintió y comenzó a llorar nuevamente, entonces Satanick enfureció y lo empujó lejos, ¿cómo podría ser posible que todo lo que había hecho no hubiese cambiado nada la historia? ¿Qué mierda estaba pasando en este maldito mundo que nada había cambiado? Al menos Fumus tuvo que haber sufrido algún cambio, puesto que se encargó de que no molestara más a su yo del pasado, ¿acaso ese puto niño no había hecho su trabajo de enamorar a Ivlis? se sentía horrible, quería destrozar, destruir, matar, necesitaba calmarse, en eso vió a Ivlis votado en el pasillo y sí, el sería perfecto para desahogarse, hace un año que no lo tocaba, un poco de sexo con su diablo favorito no le haría nada de mal ahora, aunque no sabía en qué condiciones lo iba a dejar, quizás el pobre no pudiese volver a caminar en semanas.

Se acercó de una forma tétrica en dirección al menor, éste solo pudo proteger su cabeza mientras lloraba y tiritaba en el suelo cuando una lanza atravesó la cabeza de Satanick y varias le siguieron enterrándose por el resto de su cuerpo – Li...Licorice- dijo alegre Ivlis al ver como su hijo llegaba a su defensa y pateaba el cuerpo de su padre – estúpido diablo... ¿!qué mierda le hacías a mi amada madre!? Tu solo mereces morir, vete- el demonio hijo de ambos tomó a Ivlis en brazos y lo cargó hasta su habitación lejos de la mierda de padre que tenía.

Satanick quedó pensativo, Licorice tampoco había cambiado nada con él, todo seguía exactamente igual a como lo dejó, todo era una mierda, Ivlis no lo amaba, su hijo no lo respetaba, Glasses seguía siendo su hijo, el mundo era igual, Envi sabía de sus planes, todo era igual de malo que antes, esto debía tener una razón importante y solo había un ente que podía darle la maldita respuesta y ese era Vicers.

–Ese maldito de Vicers no dijo todo sobre la técnica estoy seguro – dicho esto se sacó las distintas lanzas que tenía en el cuerpo y abrió un portal hacia el mundo del nombrado – ¡vendré en unos minutos cucaracha así que espérame con el ano dilatado! – gritó antes de irse y antes de que su hijo fuese capaz de llegar al lugar para darle una paliza como las que solía darle y que a pesar de todo no eran letales para él.

Al atravesar el portal llegó al punto de inicio de su aventura, el palacio de Justim y Vicer, no tardó en aparecer Justim a su lado quien le sonreía de una forma amable como siempre – ¿a qué has venido ahora Satanick? –Preguntó el mayor acomodándose su cómoda bufanda alrededor de su cuello -¿quieres conocer más detalles de la técnica que buscabas hace unas semanas? ¿O quieres conocer otra técnica?-

-Dile a tu diablo que necesito conversar con él –

-¿Eh? ¿Por qué quieres conversar con él y no conmigo? ¿Soy poco interesante? La otra vez me trataste muy bien, ahora pareces enojado ¿sucedió algo? – dijo de forma amable pero a la vez en un tono de burla, sabía perfectamente la situación del diablo de Pitch Black no obstante era divertido molestarlo – ¿aceptarías acostarte conmigo?- preguntó de la nada Satanick quien lo miró con una sonrisa galante y el dios se ruborizó hasta las orejas y cambió de semblante, no lo esperaba, incluso hasta por un segundo abrió los ojos de la impresión – jeje... me sorprendiste con esa pregunta, pero la verdad es que no quiero-

-Entonces si no quieres, solo llama a tu diablo o dime donde está, no tengo ánimos de hablar contigo hoy Justim – el de pelo de tonos grisáceos se molestó por cómo le trataba el más alto, así que solo suspiró y lo desafió – ¿qué asunto tienes con Vicerz que no se puedan hablar conmigo? –

-No es nada extraño, solo quiero hablar sobre la técnica de viaje al pasado, algo falló y quiero que me explique el motivo por el cual sucedió esto, en su libro claramente explicaba como por trecientas paginas las distintas formas de cómo había cambiado ciertos acontecimientos que habían ocurrido en la historia y yo hice lo mismo que él, pero en mi mundo no cambió nada y en el mundo que más quería que hubiesen cambios tampoco, quiero saber el porqué de esto, que hice mal y el único que me lo puede explicar es Vicerz- habló el de cabellera oscura bastante irritado cuando una presencia lo aterró por un momento – estoy aquí – se escuchó hablar un ser desde atrás de un pilar que daba entrada al palacio – Vicerz~~ - dijo el de bufanda corriendo para estar al lado de su hermano mayor.

-Entra, hablaremos dentro y te explicaremos algunas cosas que quizás no leíste – dijo el dios siguiendo a su pareja para entrar a su hogar, logrando que el diablo se sintiera incomodo, ese tipo de amistosa cara sabia a la perfección que no se había dado el trabajo de leer todo el libro.

Una vez dentro todos, Justim les ofreció un té a ambos seres que se miraban sin decir una palabra, Satanick no emitía sonido por que esperaba una explicación y Vicerz quien estaba aterrado de miedo sin demostrarlo, aunque la presencia de Justim era realmente tranquilizadora para él por lo que se podía mantener fuera de la oscuridad – comencemos explicando en que consiste la técnica, ¿puedes decirme en qué consiste Satanick?- habló el cenizo como si interpretara lo que quería decir el de aura oscura que estaba sentado a su lado – es una técnica de viaje espacio temporal, consiste en abrir un portal con características distintas a uno normal, el cual es capaz de llevarte a otra época siempre y cuando sea el mismo día en el que te encuentras –

-Vaya, que buen resumen, pero hay muchas otras cosas que no abarcaste- sonrió el de bufanda emplumada cuando de pronto una voz tétrica se escuchó- pagina 508, volumen dos, contraindicaciones de la técnica de viaje espaciotemporal, línea 18 –

-Exacto- afirmó Justim, haciendo aparecer el libro en su mano y lo tiró donde Satanick para que lo leyera, el de ojos violeta abrió el libro y buscó la página que se le indicaba, justamente llegó a la parte de las contraindicaciones, contó las líneas hasta llegar a la 18.

"3.- El viajar por el tiempo tiene sus ventajas y desventajas, tal como hemos hablado en los puntos anteriores. Siempre se puede arreglar el pasado en estos viajes y es la principal razón por la que existe esta técnica, el poder solucionar problemas o acontecimientos los cuales han traído desgracias para el futuro o el día a día que estamos viviendo. Sin embargo ¿Qué sucede cuando el viajero del tiempo quiere arreglar su propio pasado? ¿Es bien visto que un diablo viaje para arreglar su vida sabiendo que puede perder su cargo de diablo en el proceso y por tanto alterar toda la historia conocida hasta el día de hoy? Bien, de esto relataremos a continuación. Esta técnica fue creada por las eminencias estelares para ayudar a reparar eventos del prójimo, es decir, usar esta técnica en beneficio propio se toma como un desaire hacia las máximas eminencias, por ende se rompen las reglas del universo conocido. Todo viajero que intente arreglar su pasado va a tener diversas consecuencias.

Punto número uno, el viajero no debe encontrarse con su yo del pasado, dicho de otro modo, no puede dejar que éste lo vea, ni entablar conversación con éste aunque sea la más mínima.

Punto dos, solo se puede permanecer 10 meses de estadía en el pasado por portal abierto, si se extiende el plazo se puede tomar como que se está cambiando su propio pasado sin interactuar con su yo del pasado de forma directa.

Punto tres, solo se puede cambiar el pasado del mundo del que se habita, si por alguna razón viaja a otros mundos mientras está en el pasado, se tomará como incumplimiento de la regla.

Cualquiera de estos tres puntos que se pasen a llevar generarán distintas controversias. Si el primer punto se rompe, se generará un universo paralelo, en otras palabras, al entablar una conversación contigo mismo en el pasado no altera tu pasado, simplemente crea un universo paralelo al del viajero, todo cambio que ocurra a la historia ocurrirá en ese universo y no en el que el viajero conoce, por lo que su futuro no se verá distorsionado por los cambios que se realicen.

Si el segundo punto se rompe por sí solo, el portal no se abrirá nunca más, pero si se cumple en conjunto con el primer punto el portal sufre un cambio y el viajero no es capaz de viajar a su propio pasado, cada vez que habrá el portal viajará al pasado del universo alterno que se ha creado.

Por último, si se rompe el punto tres, el mundo al que se viajó también se verá alterado de alguna forma, no solo su historia sino que habrá un cambio muy radical de cualquier parte del mundo el cual puede ser muy perceptible, si el punto tres se rompe en conjunto con el punto uno, ese mundo solo sufrirá cambios en el universo paralelo que se ha creado."

Tras leer esto Satanick abrió los ojos muy grandes y miró hacia todas direcciones, esto le estaba pasando por no leer todo el libro, era todo su maldita culpa, había roto las tres contraindicaciones, nada de lo que hizo en ese mundo alteraría su realidad, es decir todo su trabajo con ese maldito crio, todas sus enseñanzas, todo su plan se había ido a la basura por no leer atentamente el puto libro, pensaba exaltado – jeje... te dije que leyeras todo el libro antes de usar la técnica ~~- cantó Justim tras hacer desaparecer el texto de las manos del diablo que parecía querer estallar en frustración –aaah si, se me olvidaba, hay formas de viajar hacia el universo alterno que creaste en tu época actual ¿no te da curiosidad saber cómo resultó tu plan pero en otra realidad? ¿Eh?-

-Cállate... - dijo resignado ya el de grandes cuernos mientras suspiraba pesado y se rascaba la cabeza- no quiero saber, solo quiero volver a mi mundo... tal vez cuando esté más animado vuelva para despedirme de ese Satanick, al menos saber que está bien y que tendrá mejores oportunidades que yo... - dicho esto se esfumó del mundo de Justim y Vicerz sin siquiera despedirse, llegó al mundo de Ivlis y suspiró pesado, si, ya nada podía hacer, continuaría con su vida tal como la había dejado. Se dirigió entonces al cuarto del diablo, se escondió tras ver a alguien salir de ahí, era Licorice quien caminaba con un conejito de peluche en sus brazos, su hijo era tan lindo y pensar que aún conserva el conejito que papá le dio le hacía feliz, seguramente iba a dormir, después de todo ya estaba anocheciendo y los niños suelen dormir temprano. Una vez lo vió bastante lejos corrió hasta la habitación del diablo del mundo flama, cerró la puerta delicadamente y se encontró que éste estaba durmiendo, se desvistió sigiloso y se metió a la cama junto al de cuernos rojos, realmente lo había extrañado todo este tiempo. Se acercó al menor para abrazarlo y dormir calentito esa noche y fue al ver su rostro sereno que algo en su organismo hizo clic, no sabía realmente que era, pero su corazón comenzó a acelerarse de la nada, seguramente era una tontería o era cansancio, no sabía que era lo que le producía esa extraña taquicardia, no le tomó mucha importancia, por hoy dormiría plácidamente al lado de su cucaracha, bueno y si se despertaba quizás le haría más cariño, cariño que puede dejarlo embarazado nuevamente. Entonces despejó los cabellos del rostro de Ivlis y le besó los labios, ese dulzor era el que necesitaba para el resto de su vida, abrazó por detrás al de cabellera larga e inhalo su aroma, como amaba ese perfume que usaba, le embriagaba y por algún momento le hacía sentir vivo, nuevamente sintió ese clic y ya comenzó a sentirse raro ¿acaso se estaba convirtiendo en un dependiente de ese diablo?, no eso no era posible, el solo tonteaba con lo de amar a Ivlis, el realmente quería solo un esclavo sexual que lo idolatrara y le diera en sus gustos... nada más... pensaba confundido, volviendo a inhalar el olor del menor – mierda... dejé la bufanda de Ivlis en el pasado... - se dijo en voz baja para pronto cerrar los ojos y dormir, ya encontraría una oportunidad para ir a buscarla, por ahora quería recuperar todo el tiempo posible con el diablo de cuernos rojos, realmente lo había extrañado.

De esa manera pasaron tres meses, tal como continuaba su vida antes que se fuera, él llegaba a molestar a Ivlis, le hacia el amor, luego se iba, a veces iba a visitar a su hijo, éste lo golpeaba y así hasta que Ivlis comenzó a extrañar su bufanda, estaba desesperado buscándola, esa bufanda tenía un significado muy potente y especial para el diablo, llevaba días sin encontrarla –¿qué pasa contigo basura? - preguntó el más alto que estaba sentado en la cama del menor mientras tomaba helado – mi bufanda... no está – su cara era afligida y sus ojos llorosos, cualquiera que lo mirara diría que parecía un gato regañado con sus orejas gachas. Satanick dejó el pote con helado sobre el velador y se rascó la cabeza –yo sé dónde está - se colocó rojo, se sentía extraño, últimamente su relación con Ivlis había mejorado un poco, al menos le hablaba más, su corazón no paraba de latir ¿qué rayos era este sentimiento? Al parecer ya lo había experimentado en el pasado, pero por alguna razón su mente lo tenía bloqueado, pensaba -¿la escondiste para verme sufrir? –Preguntó el de ojos ámbar aun triste, a lo que Satanick tragó saliva y contestó – la tengo yo, pero te la devolveré con una condición –

-¿Quieres que me acueste contigo?- preguntó cabizbajo, mientras comenzó a desabrochar tristemente su uniforme, el más alto tragó más saliva aun y se puso de pie para detener a Ivlis – no no ... no eso... yo... bueno... quizás si... pero, quiero decir – en su interior no sabía que le pasaba, era una buena oportunidad de pedirle que cumpliera sus fetiches, quizás que se vista de sirvienta, o que se vista de loli, después de todo su cabellera larga le quedaba perfecta para poder tener un lindo vestuario de niña pequeña, o uno de colegiala, pero no, su corazón quería otra cosa, lo necesitaba, sus manos sudaban y fue cuando tomó el mentón del diablo ajeno para acercarlo a su rostro – tienes que decir que me amas – susurró casi en sus labios, Ivlis abrió los ojos lo más que pudo y se echó hacia atrás chocando con el mueble en el que revisaba sus pertenencias – yo... - no era capaz de decir esas palabras, es decir él no las sentía y jamás pensaba sentirlas por el diablo de Pitch Black, sin embargo este mismo no le había pedido que se las dijera con sentimientos, quizás era lo mismo que hacer el amor con él, que se acuesten no quiere decir que el realmente quiera, bueno...tampoco es de piedra y hay veces que realmente le gusta que Satanick venga a jugar con él, quizás ya se le implantó la costumbre de sentir sus cuerpos juntos, cuando pasaba mucho tiempo a veces lo extrañaba, al pensar esto se dio cuenta de lo estúpido que era, en fin, le daría en el gusto de oírle decir esas palabras porque esa bufanda se la había regalado Rieta y no la quería perder por nada del mundo, esa bufanda era el significado de su nuevo amanecer y le daba fuerzas, tomó valor entonces y suspiró – te... te amo- le dijo de una vez sacándole una de las sonrisas más tiernas que le había visto esbozar a Satanick, el mayor se sentía feliz y reconfortado – sé que no lo dijiste con sentimientos, pero me hiciste muy feliz cucarachita – el de pelo oscuro se acercó a la madre de su hijo menor y lo abrazó – te traeré tu bufanda mañana, debo lavarla así que espera por ella – dicho esto le besó la mejilla y abrió un extraño portal que él de cabellera larga nunca había visto, luego desapareció por éste.

Ivlis tocaba su mejilla, estaba aturdido por la situación, se sentía ¿feliz? No lo sabía muy bien, sin embargo ese toque cálido del otro lo había reconfortado de una manera que no se había imaginado nunca antes, ¿su corazón se había acelerado?.

De esta manera Satanick llegó al pasado, tenía curiosidad de cómo estaban surgiendo las cosas entre Ivlis y el Satanick del universo paralelo que el había creado, así que viajó bastante tiempo después y de esa manera llegó al castillo de Pitch Black cuando su otro yo ya tendría aproximadamente un siglo y fue donde se topó de frente con éste.

-Hola~~ volví~~... ¿me extrañaste? ¿Pero qué mierda te pasó? Te dejo unos años solo y te vez así de estropeado... -

-¿Sa... Satanick? -

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