Parte 15
Comentario: hola :> bueno, lo decidí avanzaré mas rápido este fanfic... la verdad creo que quiero llegar pronto a la parte que deseo escribir :D así que notarán que habrán bastantes cambios bruscos en los capítulos. lamento si no es de su agrado pero no quiero desviarme de la historia principal :> eso
byebye >w<
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Satanick llegó a su mundo y rápidamente el cielo se nubló, la lluvia comenzó a caer a modo de tormenta, era increíble que de un momento a otro todo el mundo se volvía oscuro y se podía escuchar cómo la gente corría hacia sus casas para protegerse del agua que caía torrencialmente, aunque a uno que otro demonio le encantaba salir a mojarse y los días oscuros eran perfectos para sus maquiavélicos propósitos. Envi que se encontraba en la cocina supervisando a Medouco notó de inmediato el cambio de clima al mirar por la ventana, por lo que supo que se trataba de nada más que su señor quien venía muy triste, tanto que estaba llorando, apretó sus puños enojándose de inmediato, ¿quién había osado en lastimar a su señor?, caminó serio por los pasillos del castillo, subiendo las escaleras para llegar pronto al cuarto del diablo, abrió la puerta sin siquiera pedir permiso, sentía una necesidad de protegerlo, de cuidarlo que le hacía estremecer todo su cuerpo. – Señor ¿está bien? –
-¡NO LO ESTOY!- gritó el niño con toda su cara deformada por el llanto, lagrimas decoraban sus mejillas, Envi sintió temor, hace mucho tiempo que no veía a su diablo tan lastimado, debieron hacerle algo horrible para llegar a esa situación, odiaba, sinceramente odiaba a esos seres que se habían atrevido a lastimar a Satanick, odiaba a Ivlin, la odiaba por haber lastimado a su señor y por haberle quitado la oportunidad de que este lo amara a él – señor todo estará bien... si gusta puedo encargarme de quien le hizo esto, me aseguraré de que no vuelva a suceder y le daré un fin digno, no se preocupe-
-NO- habló fuerte Satanick quien tiritaba – no...- hablo suave ahora, sin dejar de llorar, sus manos apretaban su corazón y su vista se desviaba tímidamente a la izquierda – no le hagas nada... yo... sé que esto se puede solucionar... pero... - Envi miraba a su señor con la esperanza que pueda recuperarse pronto – Duele...- dijo finalmente, la cabra suspiró y se mordió el labio por la rabia, un poco de sangre surgió de estos, su furia era incontrolable, necesitaba calmarse pero no podía, por más que lo meditaba no podía, salió entonces de la habitación de su señor, caminó violentamente por los pasillos, su aura indicaba muerte, su rostro pareciera ser el de un asesino en serie más por esos ojos rojizos que parecían bañados en sangre de sus víctimas, por lo que quien lo viese caminando huía despavorido, nadie quería o se atrevía a interponerse en su camino. Pronto llegó afuera donde comenzó a golpear una roca con sus puños hasta hacerla totalmente trizas, estaba furioso y eso era poco para lo que sentía, tenía ganas de estrangular a alguien y ese alguien tenía nombre, Ivlin, esta demonio era el origen y fin de todo su rabia acumulada hace años, de todo su pesar psicológico, sin ella todo sería perfecto en su vida, sin embargo, sin ella su diablo estaría muy triste, por ende tampoco es como si pudiese hacerle daño. Suspiró y trató de calmarse, además la lluvia había relajado un poco su malestar, respiró y exhaló profundo para luego mirar hacia la ventana de su señor, sabía que lo estaba mirando así que solo respiró profundo nuevamente y entró al palacio, no quería darle más preocupaciones a su querido diablo. Se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa y vendar sus puños que se encontraban ensangrentados hasta que escuchó una voz – ¿te... te encuentras bien Envi? ¿Por qué te enojaste? – Era su señor, al fin y al cabo si lo había preocupado, era un bastardo por causarle más problemas – lamento que deba preocuparse por mi señor, estoy bien, solo un poco molesto –
-¿Puedo saber por qué?-
-No sé si quiera saberlo realmente –
-¿Te molesta que sea tan débil?- dijo colocándose triste, después de todo sabía que era incómodo para Envi tener que soportar todos sus problemas sentimentales, no era un diablo el cual tuviese una actitud de hierro, al contrario, era extremadamente sensible a todo y solo con Envi podía mostrar su verdadero ser – para nada señor, agradezco que me tenga la confianza para mostrarse débil ante mí-
-Entonces dime ¿qué es lo que sucede?-
-Yo no soporto a Ivlin... siempre lo hace sufrir... y usted vuelve triste... le está haciendo daño –
-Jeje creo que tienes razón... esta vez no le perdonaré muy fácilmente lo que dijo... realmente me hirió-
-¿Y que piensa hacer?-
-No lo sé... no quiero saber nada de ella en un tiempo... quiero reflexionar el asunto ¿sabes?-
-Me alegro que al menos se aleje de ella, procuraré que pueda olvidarla si es que así lo desea-
-No sé si quiera olvidarla Envi... yo... yo solo quiero pensar mejor las cosas... aun soy joven creo que esto me ha superado por ahora... me imagino que a ella también, solo tiene 16 años ... tengo mucha vida por delante de ella y aun así es complicado para mi... - el de mirada rojiza iba a hablar sin embargo no pudo ya que un estornudo vino desde su interior, después de todo estaba empapado y aun no se había ido a cambiar la ropa- disculpe señor, si me permite iré a cambiarme de ropa, mi cuerpo se enfría rápidamente, cualquier decisión que tome yo siempre lo apoyaré – sin más la cabra entró a su cuarto para cambiarse las prendas, Satanick por su parte bajó las escaleras y se sentó en el sofá de su gran living se tomó las piernas y escondió la cabeza en ellas, no sabía qué hacer, todo era confuso en su interior, sin embargo lo que si sabía era que no quería volver a verla hasta que se le acabara el enfado y la tristeza por sus palabras o al menos hasta que madurara mejor la situación.
Mientras tanto en el mundo de Siralos, Ivlin estaba muy triste, quería disculparse a como fuese lugar con Satanick, había abierto la boca para decirle muchas tonterías y crueldades para hacerlo sentir mal sin siquiera pensarlas, tenía ese mal hábito, sabía que era una niña tonta y sin talento para muchas cosas, sabía que debía madurar. Miró hacia todos lados sin encontrar una respuesta, llevaba media hora sin saber qué hacer, no quería perder la amistad de Satanick, se había transformado realmente en alguien especial para ella, con él se sentía diferente, se sentía única para alguien, pero lo arruinó. Pronto se le ocurrió una idea y caminó hacia donde su señor quien sabía que algo andaba mal.
-¿Qué fue lo que pasó? – preguntó Siralos enrulándose el pelo y sin mucha preocupación.
-Fui una inmadura y le dije cosas feas a Satanick... lo... lo lamento señor Siralos... yo, yo lo arruiné... arruiné el regalo, arruiné el cumpleaños de Satanick... arruiné el viaje, arruiné el compromiso que usted formó para mi... yo... yo realmente lo siento... no merezco su preocupación, no merezco su misericordia – dijo la niña quien comenzaba a llorar, aunque trataba de no hacerlo, lo que menos que quería era causarle problemas a su amado señor Siralos, Igls por su parte miraba muy preocupada a su hermana pequeña, estaba esperando las ordenes de su dios para ver si podía ayudarla, ya que anteriormente éste le había dicho que no se metiera en los asuntos de Ivlin .
-Está bien, solo tienes que darte cuenta que le has hecho un gran daño a Satanick con las palabras que le dijiste, asegúrate de enmendar eso la próxima vez que venga-
-Lo haré... -dijo triste la demonio con la mirada en el piso y los ojos cristalinos – señor... ¿usted cree que volverá pronto? Dijo que no quería volver a verme-
-... Eso dependerá de él... debes ser paciente y si no regresa, deberás vivir con ese remordimiento como lección de vida-
-E... Está bien señor... gracias por sus sabias palabras – dicho esto la de pelo rojo grisáceo se sentó en la arena para mirar melancólicamente las olas reventar en la orilla de la playa – soy una tonta- se dijo mientras miraba sus pies.
Diez años pasaron desde aquel día en el mundo de Siralos, diez años que la Ivlin esperó que algún día volviese su preciado amigo Satanick, diez años donde pasaron muchas cosas, diez años donde se sintió horrible por haber dicho esas palabras aquel día, no podía dejar de pensar en Satanick y más por qué era el único ser que la trataba como un ser especial y único por sobre todos los demás, estaba segura que ya no volvería por lo que se había resignado a no poder disculparse ante él, muchas veces había pensado que quizás podría viajar a su mundo, no obstante su dios se lo prohibió, no podía dejar el mundo sin su permiso y por ahora no lo tenía, además ella sabía que Satanick venía desde el pasado a verla, no sabía cómo llegar a donde él. Por otro lado en el mundo de Pitch Black habían pasado 30 años, el diablo realmente se había enojado mucho con Ivlin, no quería saber nada de ella, se sintió muy dolido por muchos años, sin embargo después le daba miedo volver y que pasara nuevamente lo mismo. En un principio fue difícil esconder que estaba triste, cuando visitaba a Fumus, debía actuar realmente bien para que este no se diera cuenta y matara a Ivlin, puesto que sabía que lo haría aunque no se lo pidiese, posteriormente la tristeza pasó, después se dio cuenta que era una idiotez de niños, era obvio que Ivlin había dicho cosas estúpidas porque él la molestó y además que no solía pensar antes de actuar, era bastante bruta en ese sentido y él lo sabía, la conocía de sobra para notarlo. Finalmente con el miedo a volver y salir lastimado dejó que el tiempo pasara hasta que se sintiese más maduro y equilibrado emocionalmente.
Satanick ya no era un niño, se había transformado en un adolecente de apariencia de 14 años, su cuerpo había crecido bastante en este tiempo, sobrepasaba incluso a su hermano mayor Fumus llegando a medir 1, 72 metros, ni él sabía cómo había adquirido esa estatura, aunque por lo que sabía aun le quedaba mucho por crecer, sin embargo su estatura no era importante, sino la madurez y la confianza que el sentía que tenía ahora, realmente se sentía preparado para ir a conquistar nuevamente a Ivlin, a pesar de que Envi había tratado de convencerlo todos estos años por todos los medios posibles que era una mala idea continuar este plan, el seguía obstinado en la idea de conquistar a la demonio, sus sentimientos no habían cambiado nada en estos años así que se puso manos a la obra y abrió el portal, sin embargo cuando lo hizo pensó que tal vez Ivlin en 30 años ya lo habría olvidado, pero también quería castigar a la menor con bastante tiempo de espera, por lo que le pareció prudente abrir un portal con 10 años después desde que él dejo el mundo de los soles.
Ivlin no había cambiado mucho esos diez años, solo había crecido un centímetro y su cabello estaba un poco más largo, después de todo Ivlin seguía siendo una niña de apariencia de 12 años, esta se encontraba anotando algunos detalles que había observado en el área en el cual el territorio de los ángeles y demonios colindaban que le pareció bastante extraña, era un lugar en donde el sol no se hacía presente, había estado observando detalladamente ese lugar durante algunos días, tenía tanta curiosidad de por qué el sol no cubría ese terreno , además que todo aquel que pisara aquella zona simplemente moría, era una forma tan triste de morir, era como si los habitantes realmente necesitaran de los soles que rodeaban el mundo para que no menguara su existencia. Necesitaba ir a explorar el lugar, quería comprobar con sus propias manos si realmente morían por falta de sol o porque el terreno tendría alguna maldición. Abrió sus alas y emprendió el vuelo, sin embargo chocó con algo que apareció en el cielo e interrumpía su camino lo que provocó que callera por el impacto, no obstante sintió como una fuerte mano la sujetaba para que no callera desde lo alto, fue cuando sus miradas se volvieron a cruzar, Satanick miraba con sus violáceos ojos directamente a los ámbar de Ivlin quien estaba anonadada por verlo de nuevo, su cara se tornó completamente roja al notar que el diablo había cambiado bastante, ya no parecía tanto un niño, más bien se notaba que estaba adquiriendo rasgos bastante masculinos y eso no podía dejar de agitarle el corazón.
-¿Sa... Satanick?- preguntó aun sin poder creer que realmente era él – he vuelto – dijo mientras sonreía de lado y la atraía a su torso – he vuelto por ti - dijo autoritario logrando que la niña cada vez se viese más roja mientras era abrazada por los grandes brazos del mayor, su cuerpo tenía una fragancia que la hacía relajarse y querer estar cada vez más cerca del de pelo más oscuro, no sabía qué le estaba pasando, sin embargo se sentía embriagada por la esencia del mayor – yo... - trató de hablar hasta que se dio cuenta que estaba actuando extraño y se separó raudo del mayor y comenzar a volar por si misma – Satanick yo... yo lamento tanto lo que pasó... no sé si aun lo recuerdes... pero yo realmente actué como una tonta... lo lamento... no quería perder tu amistad... yo no sabía cómo pedirte disculpas...- dijo triste la demonio quien bajó la mirada, esta vez sintió una palma en su cabeza quien le hacía cariño y le revolvía los cabellos – estoy bien, eso ya pasó-
-Pero... te fuiste por tanto tiempo... pe... pensé que no volverías... te... te extrañé- lo ultimo que dijo la de cuernos rojos hizo que Satanick se emocionara y bajara la guardia, asi que desvió la mirada y dijo – yo... yo también te extrañé y bastante... aunque no puedo negar que si me sentí bastante mal... después entendí que lo dijiste por que estabas enojada... -
-Si... soy una tonta... no pienso muy bien cuando estoy enojada... aunque tu tambien tuviste la culpa... de todas maneras lo que dije fue muy feo ... tu...-
-¿Yo?-
-¿Tu quisieras volver a ser mi amigo?- el mayor abrío los ojos sorprendido por todo esto y desvió la mirada sonriendo, luego miró a Ivlin y contestó – no quiero-
-¿! Qué!?- la menor sintió como su corazón se destrozaba, vaya Ivlin perdiste su total confianza pensaba la demonio intentando no llorar, se sentía fatal, su cabello perdió gran parte de sus puntas rojizas tal como una llama a punto de apagarse – lo que escuchaste, no volví para ser tu amigo Ivlin... yo realmente nunca quise ser tu amigo-
-Yo... pe... pensé que- dijo con la voz tiritona aferrando sus manos a su ropa mientras sus ojos se cristalizaban y miraba directamente a los ojos desafiantes del mayor – pensé que- la niña miró hacia atrás intentando analizar el camino trazando una ruta con su mirada para poder huir antes que el corazón se le destrozara, ella siempre pensó que la amistad de Satanick era algo maravilloso que le había pasado, era su único amigo y lo apreciaba mucho, es más había hasta llegado a pensar que si podría ser un excelente esposo si se lo proponía en algún futuro, pasó todos estos años pensando en él y en como disculparse, no lo quería perder, sin embargo esto le superaba, ¿todo era mentira?. Hizo un ademan como si fuese a huir sin embargo el brazo de Satanick volvió a sostenerla -no Ivlin, tu y yo no podemos ser amigos porque yo siempre vine hacia ti en planes de conquista... yo no quiero ser tu amigo y nunca lo he querido ser, yo quiero ser tu novio, tu pareja, tu esposo, el futuro padre de tus hijos, ese hombre en el cual confiaras y amaras hasta que la muerte los separe- dijo con confianza y desición sosteniendo a la de alas de color ámbar quien lo miraba con los ojos brillosos y una cara de asombro, no estaba seguro si obtendría una respuesta de la declaración que acababa de hacer y mas por el rostro de ingenuidad de Ivlin, era como si todo hubiese sido borrado de su memoria y tuviese un vacío en el cerebro. Así que simplemente sonrió - no coloques esa cara fufufufufufu, sé que no lo voy a lograr de inmediato pero quiero que tengas bien en claro que es por esto que volví, así que sácate de la cabeza eso de ser amigos porque...- Satanick nunca pensó que Ivlin iba a reaccionar de tal manera, sin embargo la reacción que cortó sus palabras lo hizo enrojecer hasta las orejas ¿Estaba Ivlin besándolo? ¿Esto era real? ¿No le estaba haciendo una broma de mal gusto verdad? No lo podía creer, jamas pasó por sus planes, es mas en todas sus perspectivas de lo que había imaginado que iba a pasar ese día, un beso de Ivlin era casi imposible. Se alejó algo asustado y tímido para palpar sus labios y mirarla con la cara ruborizada.
- Quizás... esta vez pueda darte una oportunidad... - dijo la demonio mientras bajaba lentamente al suelo y caminaba rápido hasta el palacio que se encontraba bastante cerca del lugar, Satanick la observó aun sin poder creerlo, ya cuando entró en razón sonrió y voló hasta donde estaba la de cuernos rojos para abrazarla y luego tomarla de la mano para correr hasta el palacio del dios.
Meses pasaron desde ese día y fue cuando Satanick volvió a la casa con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja, sentía que podía volar en las nubes, ese día era el más feliz de su vida, Envi lo veía saltar de un lado a otro - por favor contrólese señor Satanick –
-Es que no puedo realmente no puedo – decía riéndose eufórico y bailando en la sala del trono, el día estaba radiante, es más había un arcoíris atravesándolo y todo era bello, se podía sospechar que el diablo realmente estaba dichoso de la vida – Envi déjame contarte lo que pasó hoy por favor – la cabra suspiró y miró a su señor – está bien... ¿quiere que traiga algo de jugo y galletas para conversar?-
-No es necesario será breve, además no puedo ni comer de las ansias de hablar que tengo – la cabra rodó los ojos y se sentó al lado del trono - ¿al menos puede sentarse y dejar de moverse de un lado a otro para entablar una conversación seria? –
-Oh si... fufufufu tienes razón jajajaja - se sentó en su trono para pronto empezar a relatar – todo comenzó en la mañana, ¿recuerdas que te había contado que tenía un regalo especial para Ivlin? Bueno, hoy se lo di, llegué temprano a su casa y lo primero que hice fue hablar con Siralos, el dios de ese mundo, el papá de Ivlin e Igls, para pedirle la mano de su hija, este en un comienzo me dijo con un tono algo pesado – cambió la voz a una más femenina mientas imitaba a Siralos hablar – ¿por qué me preguntas eso?, ya te he dicho que te podías comprometer con Ivlin –volvió a su tono de voz eufórica – entonces le dije que por esta vez quería pedirle noviazgo a Ivlin entonces me dijo - volvió a poner voz femenina -haz lo que quieras , es más si quieres casarte ahora con ella y llevártela a tu mundo por mi está bien – dejó de imitar a Siralos - entonces ensanché mi sonrisa y como toda la magnificencia que soy fui donde Ivlin y le dije con mi voz galán – forzó la voz para que le saliera un poco más varonil – disculpe mi hermosa dama, ¿me puede brindar un poco de su tiempo?, tengo un asunto muy importante que discutir con usted – volvió a su tono normal- fufufuf la verdad no dije esas palabras pero hubiese sonado mucho mejor fufufufuf, después de eso la llevé al campo de girasoles que ella ama, en ese lugar había preparado algo para ella, era una canasta con algunos alimentos para tener una cita al campo libre... aunque... no sabía que no podía comer frutas y verduras por problemas de gusto... así que eso fue un gran error y la cita se arruinó un poco jejeje, sin embargo el gran Satanick no se rinde fácil, claro que no, tenía un segundo plan y eso era el anillo de compromiso tadaa~- dijo lo último cantando – le pedí que cerrara los ojos por un instante y que me entregara su mano, fue tan tierno verla con su pequeña manito estirada mientras cerraba sus péqueños y delicados ojos y mas cuando el sol alumbraba su carita, realmente lucia hermosa, podría hasta recitar poemas de aquel momento, la verdad es que realmente tengo talento para escribir, debería crear una historia ¿no crees Envi? Podría ser un autor realmente famoso, mi seudónimo seria mmmm STNK, de Satanick ufufufuf, aunque... quizás no exprese la majestuosidad de mi existencia, ¿qué dices Envi? ¿Está bien ese seudónimo o es inapropiado para alguien tan increíble como yo? ¿Eh?- el de pelo verde grisáceo solo lo observaba y rodaba los ojos -podría continuar con lo que estaba contándome, la verdad es que no he leído mucho de sus historias, la verdad no son malas sin embargo estamos hablando de otros contenidos ahora –
-Oh tienes razón fufufufu me desvié del tema, en fin, le entregué el anillo y me arrodillé delante de ella, le dije – cambio nuevamente su voz a una galán – queridísima y estimada Ivlin, tu belleza a deslumbrado mis hermosos ojos color violeta y a ingresado a este humilde corazón de forma despampanante logrando que todas mis conexiones nerviosas se alteren hasta mi entrepierna – cambio la voz a una normal - aunque la ultima parte no le gustó para nada, además al parecer no entendió muy bien a que me refería con eso fufufufufufu es muy inocente aun, hablando de eso, hace un par de años encontré el libro que me dejó Satanick para aprender a masturbarme, ¿te acuerdas que una vez te lo pasé? fufufufufu ese día entendí muchas cosas fufufufuf -
-Señor... continúe la historia por favor... no quiero saber sus relatos de masturbación- aunque envi entre pensamientos se imaginaba a su diablo en esos asuntos y quizas él ayudando un poco a menguar ese calentamiento de formas indebidas, no pudo evitar incomodarse con aquellos pensamientos, sin embargo era algo que podía controlar, llevaba años soportándolos no era como si actualmente le hicieran tanto daño – aaah si, lo siento, entonces continuo – volvió a poner voz de galán – entonces señorita Ivlin, ya que usted tiene algo que me pertenece y me refiero a mi corazón y a mis sentimientos ... -cambió a una voz pervertida- y mis pensamientos por las noches de soledad fufufufuf, eso no se lo dije... pero lo pensé - volvió a su voz de galán – ¿usted quisiera casarse conmigo en un futuro no muy lejanos, sin embargo quedar comprometidos en hacerlo? – dicho esto se tapó la cara y se movió de su asiento vergonzosamente.
-No sabes lo mucho que latía mi corazón mientras le decía todas esas cosas, fue un momento de alta tensión para mí, nunca en mi vida pensé que me comprometería tan joven ¿sabes? – la mirada de Envi se iba apagando por cada palabra que el diablo iba mencionando, por cada sonrisa y detalle de aquel compromiso de boda el cual le aseguraba que nunca tendría el amor de Satanick, no es como si no supiese ese detalle, es más lo tenía bastante claro hace décadas, sin embargo aun seguía doliendo y dolería hasta que no se desasiera de esos profundos sentimientos - Ivlin me dijo que ¡SIIIII! – gritó eufórico Satanick saltando en su trono y luego volviéndose a sentar y colocándose más serio – aunque en un comienzo me miró y dijo un NO rotundo, casi me muero cuando me respondió con un no, después me dijo la razón –imitó la voz de Ivlin – no puedo casarme contigo sin la autorización de mi señor, lo lamento Nick – cambio a su voz- fufufufu si~ me dice Nick... ¿es un lindo apodo verdad? –
-Es una falta de respeto que lo trate de esa forma siendo usted de un linaje más puro que ella-
-No te aproblemes por esos pequeños detalles, además ella fue el primer demonio de su mundo, quizás nuestros linajes no sean muy distintos – Envi estaba irritado – bueno, me dijo que no podía y luego le conté que Siralos me había dado su total permiso de casarme con ella cuando quisiera, entonces ella se asombró, ni te puedo describir la cara que puso, era hermosa, adorable, perfecta, maravillosa – se quedó embobado recordando un rato y prosiguió- al final me dijo que si, que aceptaba casarse conmigo sin embargo lo haría cuando fuese completamente adulta que por ahora seriamos legalmente prometidos, siento que vivo en un paraíso Envi... ¿es extraño no? fufufufufuf que un diablo sienta que viva en un paraíso es realmente extraño fufufufu – Satanick se reía como imbécil mientras pareciera que volaba en una nube rosa, Envi por su parte simplemente lo miraba y no sabía que había pasado, pareciera que le hubiesen cambiado a su tierno y adorable señor de hace algunos años, ¿acaso serían las hormonas o la edad que lo hacía ver tan imbécil? ¿O esa era realmente su verdadera naturaleza y antes simplemente se sobre exigía demasiado? Suspiró y deseó que por fin esta pesadilla acabase.
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