Parte 14
Comentario: Holis :D mucho tiempo sin pasar por aquí ^v^ <3, bueno como había expuesto en el muro... emmm no sé como se llame la sección de conversación que se tiene en wattpad en el perfil, bueno había comentado que volvería en julio puesto que ahí salia de vacaciones de invierno :D he me aquí entonces, estoy de vacas :D yay
Mañana es mi primer día de vacaciones así que apenas llegué hoy de la ultima presentación me puse a escribir como loca este cap XD en sí me faltaban algunos detalles por eso lo subí rápido , ahora me iré a escribir el otro xD espero les guste y me verán mas seguido por aquí. Espero...
pd: había hecho un dibujito pero quedó feo ¬_¬ así que no pondré ninguna custion de dibujo...
ESPERO LES GUSTE :D
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Yagi ya no quería tener que ir al castillo, le daba miedo Envi, en realidad, no quería volver a verlo por un largo tiempo, no es que lo pasara mal con él, al contrario, sin embargo no le gustaba la parte que le tocaba en el jueguito que tenían, por eso desapareció por unos meses del pueblo y eso hizo que todos los planes del diablo se viesen afectados. Si Yagi no estaba, las fabricas no funcionaban y eso repercutía directamente en el tiempo libre del pequeño diablo ya que tendría que comenzar a trabajar de nuevo, por ese motivo ya casi no tenía tiempo disponible para ir a ver a su querida demonio Ivlin, se sentía muy mal, su horario estaba casi completo, por la mañana tenía dos horas de entrenamiento con Envi, posteriormente tenia clases con Envi, almorzaba, debía ir a trabajar y salía a las cinco de la tarde, después debía hacer la tarea y luego tenía tiempo de jugar, sin embargo estaba tan cansado que ya después de cenar se iba a dormir para volver a madrugar, así eran todos los días excepto los fin de semanas que se levantaba e iba a ver a Artamos, después de cerciorarse que su conejito preferido estaba bien cuidado, debía ir a almorzar con su hermano, de eso volvía aproximadamente a las 9 pm donde llegaba a dormir directamente y ya el domingo iba de visita a ver a Ivlin. Esos días eran los mejores para él, se contaban todo lo que hacían durante la semana y Satanick se sorprendía por que la niña también tenía su semana repleta de tareas. Ella debía levantarse sumamente temprano para limpiar el comedor mientras Siralos cocinaba junto a Igls el desayuno, posteriormente teniendo todo ordenado y limpio desayunaba y se iba a clases junto con su hermana, volvían a la hora de almuerzo para comer junto a su dios, posteriormente entrenaban ambas niñas mientras el dios hacia sus ejercicios de estiramiento en su gimnasio personal, después del entrenamiento iban a hacer guardia por el pequeño pueblo lleno de demonios y ángeles solares, ya cuando todo parecía tranquilo ambas niñas volvían a cenar con su dios, se bañaban y se iban a dormir, a veces surgían acontecimientos y debían partir a mitad de la noche a solucionarlos, así mantenían la paz de su mundo desterrando a los que solían traicionar las leyes del mundo sol, es decir condenarlos a una muerte segura ya que ningún ser era capaz de sobrevivir sin la luz solar, esta era su bendición y su castigo, por ende cualquier tipo de traición era condenado con la muerte. Ya los fin de semana despertaban temprano bailaban en el gimnasio de Siralos tal como él les enseñaba todas las semanas, una gran cantidad de coreografías y posteriormente se iban a vigilar el mundo anotando todas las cosas que creían podrían estar ocasionando problemas, por trato especial Ivlin tenía el domingo libre ya que Siralos le dejaba salir con Satanick, ese día lo pasaban juntos y esa era su laboriosa jornada aunque con el aumento de población en el pueblo el trabajo se veía cada vez más pesado, sobre todo para Ivlin que debía cuidar que los demonios se comportaran y no se sublevaran, era difícil para una niña tan pequeña controlarlos, eran bastante alborotados.
Ese sábado Ivlin estaba muy ocupada, el día jueves de esa semana había sido el cumpleaños de Satanick entonces quería regalarle algo ese domingo que venía ya que era el día que podían verse, aunque no sabía que podría ser, quizás podría ofrecerle algún viaje por las partes más lindas de su mundo, pero no estaba segura si eso le gustaría al diablo, fue entonces donde su dios para pedir ayuda – señor Siralos- dijo desde el umbral de la puerta del living donde se encontraba la deidad arreglándose las uñas – dime querida ¿qué sucede?-
-Satanick estuvo de cumpleaños y yo quería regalarle algo para mañana, pero no sé qué puede ser, usted que todo lo sabe ¿podría aconsejarme?-
-así que ese niño estuvo de cumpleaños... - comenzó a pensar el rubio imaginando qué podría darle de regalo – mmm... mañana haremos un paseo, además necesito broncear un poco mi piel, dile a Igls Unth que arregle bolsos para ir a la playa, llevaremos a Satanick con nosotros –
-Eso sería estupendo, muchas gracias señor Siralos, usted siempre tiene la respuesta para todo – se alegró Ivlin, aunque antes de ir a avisarle a su hermana escuchó nuevamente la voz de su señor- espera Ivlin, procura cocinar algo por ti misma para dárselo, seguro te lo agradecerá como detalle-
-¿Aunque cocine mal?-
-Debes aprender de tu hermana, tiene tu misma edad y cocina bastante bien, pídele que te enseñe por esta vez, luego tomaras clases de cocina Ivlin-
-Está bien señor, me esforzaré lo más que pueda- dicho esto, la demonio hizo una reverencia y salió corriendo en busca de igls. La encontró en el pasillo y la abrazó por la espalda, le dijo de forma animada – mañana iremos a la playa Igls, iremos de paseo junto al señor Siralos... - a la mayor se le iluminó la cara y sonrió – mañana será un hermoso día –
-Debemos hacer los preparativos, ha... por cierto, también irá Satanick... el otro día estuvo de cumpleaños y nuestro dios me dijo que debía cocinar algo para regalarle... ¿podrías enseñarme...? – la ángel la miro y sonrió con malicia– ya veo ¿quieres cocinarle algo rico a tu novio?-
-¡No es mi novio!- gritó sonrojada la más pequeña empuñando sus manos y cambiando el color de su cabello por un tono más rojizo, la ángel solo se rió y corrió hacia la cocina, Ivlin estaba muy roja, respiró un poco y luego siguió a Iglis quien se estaba colocando el delantal para comenzar a cocinar - bueno Ivlin, ¿que deseas cocinar?-
-El señor Siralos dijo que algo para el picnic estaría bien-
-Ese es mi trabajo, dime, que es lo que quieres regalarle a ese diablo para su cumpleaños- la menor se volvió a prender en vergüenza y bajó la mirada – quizás un pastel sea una buena idea... - la ángel sonrió y comenzó a hacerle cosquillas a la menor – ¿acaso quieres escribirle un gran te amo con la crema en vez de un feliz cumpleaños?-
-¡Ya te dije que no lo amo! ¡Él... Él es solo un conocido!... ¡no es mi novio! ¡No siento nada por el!...- los ojos de la menor lagrimearon y salió corriendo de la cocina para esconderse bajo la cama de su cuarto, Igls la quedó mirando y desvió la cara hacia el suelo, al parecer no debía jugar de esa forma con los sentimientos de su adorada hermanita, después de todo suele enojarse muy rapido, se sacó el delantal y caminó paciente hasta la habitación para acuclillarse al lado de la cama de la demonio – Ivlin... lo siento...-
-...-
-Realmente no lo hacía de mala intención, solo quería jugar un momento contigo-
-...-
-Sé que estás ahí abajo, no me ignores hermanita-
-¿Co... como supiste que estaba aquí?-
-Tu cola se asoma debajo de la cama-
-Ooooh...- salió de su escondite y miró a su hermana – eres una tonta... no vuelvas a molestarme de esa manera... Satanick solo es mi amigo... aunque seamos prometidos yo no lo aceptaré tan fácil... -
-Lo sé Ivlin, lo sé, tranquila, no te alteres tanto, vamos a cocinar – dicho esto, ambas volvieron a la cocina para terminar los preparativos, pasaron gran parte de la tarde cocinando y preparando todo para el día de mañana, posteriormente a eso volvieron a la habitación que compartían para dormir, solo faltaba un detalle, se supone que iban al mar, a Ivlin le daba vergüenza usar su traje de baño tan infantil, veía que su hermana tenía un traje de dos partes bastante atractivo, sin duda en su figura le luciría muy bello ese bikini blanco, sin embargo ella tenía un traje de una pieza de color negro donde la parte de abajo era similar a una falda y la parte superior poseía un listón rojo y le cubría su plana figura - tranquila Ivlin, tu traje de baño es hermoso, además te ves adorable en él, no debes incomodarte por esas cosas, solo duerme – le dijo la rubia a su hermana menor para aliviar su pensar, la había notado bastante afligida mientras esta empacaba su traje de baño en su mochila.
-¿Tú crees que me veo bien en él hermana?-
-Claro que sí, eres una niña hermosa-
-Me gustaría ser tan hermosa como tú- la ángel suspiró y se levantó de su cama, entró bajo la colcha de la cama de Ivlis y la abrazó por detrás, la demonio se puso muy roja, su herma era como una madre para ella, realmente la amaba- Igls tu...-
-No seas tonta Ivlin, no pienses en tonteras y solo duerme ¿sí? Hemos hablado muchas veces estos temas, cada quien tiene un desarrollo distinto, ya verás que cuando seas mayor serás una muy hermosa mujer, por ahora disfruta de ser una preciosa niña ¿sí?-
-E... Está bien, gracias Igls, te... te adoro-
-Lo sé- ambas cerraron los ojos hasta el amanecer del otro día, la niña rubia fue la primera en notar los cálidos rayos del sol que avisaban la hora de levantarse, era muy temprano, una perfecta hora para preparar el desayuno para sus dos seres amados, fue a la cocina para hervir agua y escuchó que alguien tocaba la puerta del palacio, caminó raudo hasta el lugar para ver quién era – Igls, hola.- dijo efusivo el diablo de Pitch Black quien saludaba desde la puerta, ¿que se suponía que estaba haciendo tan temprano ese día? – Hola Satanick, pasa ¿por qué llegaste tan temprano aquí?-
-¿Temprano?... ¿qué hora es?-
-Son recién las seis de la mañana –
-... Ooh... creo que me apresuré... si quieres vuelvo después-
-No te preocupes, puedes ir a despertar a Ivlin si lo deseas-
-¿! Está durmiendo!?- al mayor le brillaron los ojos, así que salió corriendo, ver dormir a Ivlin seria todo un privilegio, quizás duerma de una forma tan extraña que debe tener todo el cabello enmarañado, se reía el niño imaginándose la situación mientras corría y abría la puerta sigiloso para mirar hacia el interior – Ivlin~- dijo casi inaudible, entrando al lugar y cerrando cauteloso la puerta –estoy aquí mi vida- dijo mientras avanzaba en puntitas de los pies, la risa traviesa de su rostro mostraba maldad, sin embargo cuando llegó a la cama se calmó y la quedo observando por unos minutos, se veía tan relajada, tan inocente y tan feliz, eso lo hizo enternecer y sentir un nudo en su pecho –Ivlin... llegó tu príncipe- dijo acariciándole el rostro para que despertara, sin embargo esta no lo hacía, pronto se le ocurrió la brillante idea de despertarla con un cálido beso, quizás sea un buen comienzo en el día despertar de esa forma, pensaba, solo esperaba que no lo matase por hacerlo. Tomó el rostro de la menor con sus manos, tragó saliva y con los nervios a flor de piel pero con la convicción que no se arrepentiría de hacer esto, simplemente la beso, fue una tierna unión de labios que duró unos cuantos segundos y pronto se alejó, el resultado no fue el esperado, Ivlin no despertaba- pero que sueño más pesado tiene – sonrió maldadoso nuevamente, la meneó con los brazos para ver si se despertaba pero no lo hacía, esta era su oportunidad, pensó travieso, se sentó entonces al lado de Ivlin y empezó a besarle con tiernos choques de labios, besos infantiles, si bien era solo una pequeña unión, Satanick sentía como si estuviese viviendo la vida al límite por hacer eso, su corazón saltaba y la adrenalina se desbordaba, sus mejillas estaban rojísimas, comenzó a respirar rápido, quería que Ivlin le correspondiera, quería que Ivlin lo viera y sonriera para él, cosas pequeñas como esos detalles le harían el ser más feliz de la vida. Fue entonces que paró y sentado en la cama al lado de la demonio se tapó la cara, necesitaba pensar más relajado, además sentía mucha vergüenza, en lo que tomó valor para de una vez intentar darle un beso profundo a la chica, notó que ésta lo miraba con una cara de desprecio – ¿qué se supone que haces en mi habitación y sentado en mi cama?-
-Yo... - se puso de pie y trató de disimular lo mejor que podía- yo... vine a despertar a mi princesa de su largo sueño... – sonrió victorioso ya que la niña abrió los ojos grandes y se sonrojo –¿y quien... quien se supone que te dio permiso para entrar en la habitación? – dijo apartando la mirada hacia otro lugar, el niño sonrió y caminó hacia la salida – Iglis Unth me dijo que viniera a despertarte, como ya lo hice me voy... te ves realmente linda cuando duermes – dicho esto cerró la puerta de la habitación y se tiró al piso con las manos en la cara rodando por el lugar, su corazón estaba demasiado agitado, se había salvado de una muerte segura y lo mejor de todo es que logró besar muchas veces esos hermosos labios de la demonio, sin duda con esto estaría feliz todo el día.
Caminó hasta el comedor donde estaba Igls colocando la mesa – te vez algo rojo ¿sucedió algo?-
-Estoy bien... Ivlin ya despertó-
Dicho esto, alguien más apareció por el umbral de la puerta, una figura imponente y glamurosa la cual iluminaba todo a su paso – buenos días querida, ¡oh! Satanick, llegaste muy temprano hoy- el niño sonrió y se acercó al dios quien le hizo un poco de cariño en la cabeza – hoy iremos de viaje a la playa así que después del desayuno pregúntale a Igls que cosas necesitas para alistarte ¿sí?-
-¿Playa?... – en lo que preguntaba se escuchó a otra voz entrar al comedor – ¿nunca has ido a la playa?-
-... ¿Te refieres al mar verdad?- Iglis terminó de servir y se sentó a la mesa junto con su dios quien comenzaba a beber de su té – exactamente querido Satanick –dijo el dios invitándolo a sentarse en el puesto que comúnmente usaba la demonio, Ivlin, bajó la mirada por esto y solo reaccionó a sentarse al lado de su hermana mayor para comenzar a tomar su leche y unas galletas que habían en la mesa. El desayuno fue silencioso, Satanick nunca había tomado desayuno en una mesa tan llena, se le hacía muy cálido, aunque amaba tomar desayuno con Envi, no podía negar que en una familia era muy distinto. – supe que estuviste de cumpleaños – dijo el dios de repente para romper el silencio, Satanick volteó a mirar a Ivlin, seguramente esta le había dicho a Siralos sobre tal acontecimiento, la niña al notar que la miraban desvió la mirada y tomó su leche mientras su cara se encendía, entonces Nick volteó otra vez para mirar a Siralos – si, estuve de cumpleaños – el dios sonrió y se acomodó los lentes – hoy celebraremos tu cumpleaños yendo a la playa, ese es el motivo de nuestro viaje- el diablo abrió los ojos grandes, se cohibió por esta noticia, así que solo sonrió y asintió más que feliz, su corazón se sentía cálido y no era por todos esos soles rodeándole, sino por el cariño que sentía de ese conjunto de seres hacia su persona.
Terminado el desayuno Igls e Ivlin se encargaron de lavar las cosas, Satanick solo miraba, veía como Siralos se encargaba de envolver algo y lo depositaba dentro de un bolso – ¿puedo ayudar en algo?- dijo el azabache aburrido, Siralos quedó pensativo y le preguntó – ¿tienes traje de baño? – el menor lo quedó mirando ¿que se supone que era eso? El solía bañarse desnudo, al menos todos solían bañarse así en su mundo, el dios notó la ignorancia del menor así que lo llevó a su pieza – sospeché que no tenías así que compré uno para ti, aunque para ser niño eres bastante lindo y pensé que tal vez te verías bien en otro tipo de atuendos... ¿no te gustaría usar este traje de baño?- le mostró un bikini rojo con blondas en la parte de arriba, el niño abrió los ojos grandes muriendo de vergüenza al imaginarse a él con ese traje, aunque parte de él le decía que intentara probárselo de todas maneras – yo... creo que optaré por el que me compró-
-Tsk... Que lastima, si hubieses elegido este haríamos juego –
-Yo... yo podría probármelo si quieres –dijo muerto de vergüenza y con el corazón latiendo a mil por hora, no podía evitar pensar que era un juego y a Nick le encantaban los juegos, el rubio por su parte sonrió y se lo pasó- si tanto lo deseas no queda de otra ¿no es así? – Satanick tomó el traje y tragó saliva, sentía un calor inmenso en su cara, sin embargo esto le hacía feliz, colocarse ropa de mujer era realmente motivante para él, no sabía que era, sin embargo no paraba de reír de forma extraña, es más, nunca se había reído de esa manera. Entró al baño y cambió su ropa por ese atuendo, si bien su cara jovial lo hacía ver adorable, no era suficiente, no le convencía verse a él mismo con ese traje tan provocador, faltaba algo. Salió del baño y el dios no pudo evitar colocarse serio y levantar una ceja – vaya, sin duda tienes gran potencial Satanick, lástima que esto solo durará unos años, debo aprovechar estos momentos, ven quédate en esa posición, quiebra un poco más la cadera, si, exactamente, no te muevas –
-... ¿Qué... qué va a hacer?- el dios tomó un extraño aparato y apretó un botón, se posicionaba en distintos ángulos apretando ese artefacto – ¿qué... qué está haciendo?-
-Saco fotografías, cuando crezcas este tipo de vestuario no serán agradables en ti, aunque, ya han pasado bastante años, no recuerdo bien tu forma adulta, recuerdo que eras bastante alto y eso quita femineidad -
-...Ha....-
-Oh... ¿aun recuerdas como usar tacones?- dijo el dios caminando hacia el menor pasándole unos zapatos con taco aguja al más pequeño quien solo se los puso instintivamente. Así pasó el tiempo mientras las niñas dejaban todo ordenado y preparaban los bolsos para salir, la sesión de fotos fue todo un éxito, Satanick se sentía incómodo, sin embargo no podía negar que hacer eso le había gustado, quizás sea morbo, quizás era la edad, pero hace un tiempo había notado que esa clase de cosas vergonzosas le atraían demasiado, le producían un sentimiento extraño, pero de satisfacción.
Todos estaban listos para salir, los tres pre adolecentes abrieron sus alas mientras que el dios simplemente desapareció diciendo "los veo allá", dejando una gran cantidad de destellos y luz en el lugar – woow eso fue genial – dijo Satanick cegado por la luz del dios – nuestro dios es único, por eso puede hacer grandes cosas – dijo la menor de las hermanas quien tomaba un bolso y una gran tabla, Satanick se reía, Ivlin era tan plana como la tabla que tomaba, aunque lucía adorable, se le acercó una vez Igls emprendió el vuelo dejándolos atrás – te ayudo a llevar la tabla- dijo entre risas, Ivlin sabía que algo se tramaba ese diablo, sin embargo se dejaría ayudar – está bien, pero solo porque ofreciste tu ayuda, no es que realmente la necesite – el diablo sonrió aún más, tomó a Ivlin entre sus brazos y se la llevó volando mientras esta estaba muy confundida ¿acaso le estaba diciendo tabla a ella?- su pelo se tornó rojo furia junto con su cara –¡eres un tonto! – se escuchó gritar a la demonio, la rubia solo suspiraba, era entretenido ver a su hermanita tan animada, sería mejor dejar que jueguen un poco más, ella se adelantaría por si su dios necesitaba algo más, por lo que emprendió un vuelo rápido llegando a la playa donde su señor ya se encontraba en traje de baño de dos piezas, se veía magnifico como siempre, con su tersa piel al aire y su brillante y larga cabellera atada a dos colas –señor Siralos luce esplendido -
-Gracias querida- dijo sonriendo mientras se sentaba arriba de una manta que había colocado sobre la arena –este es un excelente lugar para admirar y deleitarse con sus perfecta creación señor-
-Tienes mucha razón Igls Unth- no podía evitar sonreír, le encantaba que lo alagaran, que aceptaran que su mundo era perfecto, la tranquilidad, el increíble paisaje, la belleza del entorno, todo era absolutamente perfecto y todo era gracias a su creación, sonrió engreído y miró a la ángel quien pareciera estar distraída admirando el sonido de las olas romper contra la costanera, sin duda Igls Unth era su orgullo, este mundo que había creado para ser alagado había sido un completo éxito, admiraba su creación y se sentía en paz. Sin embargo todo eso se vió interrumpido cuando escuchó a dos seres riendo quienes venían llegando al lugar ¿no podían entender que quería tranquilidad? Suspiró y se resignó, después de todo el mismo había planeado este paseo para Satanick, además Ivlin parecía feliz, sin duda el prospecto que había elegido para su creación era bastante apto, tenía curiosidad de qué podía resultar de esta unión, no podía negar que la demonio le ofrecería entretención por un tiempo más, quizás no haya sido un error haber creado un demonio después de todo, si se aburría de esto simplemente con una orden de él Ivlin dejaría a Satanick o quizás Satanick se la podría llevar fuera de su mundo y de esa manera olvidar que alguna vez la creó.
-Ya suéltame, ya llegamos- alegaba la menor alejándose de los brazos del diablo quien venía con una sonrisa de oreja a oreja, todo el viaje la menor no había dicho nada extraño, al contrario, se había portado bastante bien con él, al parecer solo le daba vergüenza ese tipo de situación cuando estaba en público, era tan adorable por eso, realmente le gustaba esa niña.
Una vez aterrizaron la de pelo gris se acercó a su hermana mayor para tomarla del brazo, hacerle una reverencia a su dios y caminar directo a los vestidores, ya pasado unos cinco minutos volvieron listas para el baño, Satanick no pudo evitar dirigir su vista a las niñas que recién llegaban, lo primero que vió fue a Igls Unth, lucia muy bien con su desarrollada figura y ese diminuto traje, era imposible no verla detenidamente, pronto noto a la pequeña figura al lado de tal hermoso ángel, era el ser más adorable que había visto, la pequeña Ivlin era encantadora, quería abrazarla, quería besarla. Sin embargo no podía negar sus instintos de preadolescente y no paraba de mirar a Igls, le parecía tan atractiva, el joven tragaba saliva y desviaba la mirada – ¿sucede algo? - pregunto el ángel cuando llegó al lado del diablo quien miraba incomodo –no... nada, solo... quería preguntar dónde se cambiaron el traje de baño-
-Ah... sí, es por allá- le indicó la rubia viendo como el joven azabache corría en esa dirección- ¿te diste cuenta Igls?... ni siquiera me miró...- dijo decepcionada la menor con la vista en sus pies notó además que Siralos sonreía por esta acción y eso le afectó aún más, al menos su desgracia servía para animar a su dios, eso la reconfortaba desde lo más profundo de su ser, así que lo dejaría pasar por esta vez, aunque no podía entender por qué se sentía tan celosa, sin duda quería crecer pronto, en eso algo pasó por su mente, ¿acaso quería impresionar a Satanick? ¿Para qué? ¿Cuál era el propósito de esto? ella no vivía para impresionar a ese tipo, para nada, entonces ¿por qué se sentía tan frustrada? Estaba bien, esto no era nada grave, podía continuar viviendo su vida porque Satanick no era nada para ella ¿verdad?
De esa manera pasaron las horas, Igls se quedó asoleándose junto a su dios mientras que el diablo y la demonio jugaban con la tabla de surf que había llevado la menor de todos, ambos intentaban montarse sobre las pequeñas olas que generaba el mar sin éxito, sin duda había sido una mañana agotadora para esos dos y ya era hora del almuerzo así que volvieron al lugar donde la ángel ya había adecuado para comer y se encontraba designado la comida para cada uno de ellos – ¿se divirtieron? – Dijo hogareña mientras los dos asintieron con la cabeza – señor Siralos, muchas gracias por permitirnos venir a disfrutar de su creación – dijo Ivlin haciéndole una reverencia al mayor quien sonreía alagado.
De esta forma se sentaron los cuatros sobre los manteles y almorzaron, la demonio aprovechó que todos estaban conversando para sacar el regalo que le había horneado la tarde anterior a su amigo, suspiró para tomar determinación y decirle de una vez que tenía un regalo para él, después de todo no estaba seguro si le gustaría o no – Sa... Satanick...- el nombrado volteó a ver a quien lo llamaba, Ivlin estaba roja y más porque sabía que el pastel que había cocinado no tenía una forma muy linda y ni siquiera sabía qué clase de sabor tenía – fe... feliz cumpleaños- dicho esto le entregó el pequeño pastel en sus manos – ¿e... esto es para mí? – la de cabello de puntas rojas asintió tímida, mientras Igls y Siralos sonreían – feliz cumpleaños Satanick – dijo de pronto Siralos dejando a sus dos creaciones anonadadas, su señor nunca había sido tan benevolentes con ellas en entregarle esa clase de sonrisas y decir palabras de felicitaciones – muchas gracias- dijo contento, para luego abrir el regalo - se ve... algo peculiar... fufufu –se rió el de ojos morados tomando el pastel dejándolo de lado, la verdad si tenía una apariencia bastante fea, sin embargo era algo que le había regalado el demonio que amaba así que intentaría comerlo, no obstante el resultado fue peor, el sabor era horrible, miró nervioso a Ivlin quien estaba esperanzada que todo saliera bien, no quería ser descortés – creo... que también tiene un sabor peculiar... - la niña bajó la mirada y pronto se levantó del lugar y salió corriendo hasta esconderse tras de una roca.
-I... Ivlin...-
-Que lastima, realmente se había esforzado en preparar algo bueno, yo creí que te gustaría – dijo el ángel algo triste – no está del todo malo, solo tiene un sabor extraño- dijo el de cabellera oscura colocándose de pie para observar por donde se había ido la demonio – ve con ella Satanick, ¿no estás aquí con ese propósito?- dijo el dios quien curioso miraba el horrible pastel que le habían regalado al diablo y reía, el de ojos morados no dudó en salir corriendo atrás de la de cuernos rojos para hablar con ella, mientras tanto Siralos se acordó de un pequeño detalle – ¿dejaste que Ivlin cocinara sola?-
-Le enseñé como hacer el pastel y me dijo que con eso era suficiente, que ella podría rellenarlo perfectamente sola –
-Pero Ivlin tiene disgeusia –
-... Yo... yo no sabía eso... lo... realmente lo siento señor Siralos, vigilaré más de cerca cuando Ivlin cocine nuevamente –
-Está bien, después de todo no tuve que comer eso, me pregunto con qué cosas lo habrá rellenado- se reía el dios con malicia.
Mientras tanto Satanick corría por la arena en dirección donde la vió correr, la encontró atrás de una gran roca llorando – Ivlin...-
-¿Por qué viniste hasta acá?-
-No quería dejarte sola –
-Pensé que te venias a burlar de mi-
-Claro que no, te esforzaste bastante en hacer eso para mi ¿verdad? –
-... Era primera vez que cocinaba algo de repostería –
-¿Ves? no siempre salen las cosas a la primera vez que las haces –
-Pero lo arruiné... se supone que era tu regalo de cumpleaños –
-...- Satanick suspiró y desvió la mirada colocándose algo rojo, se formó una sonrisa en su cara y miró a la niña – quizás tan solo con verte en traje de baño es un regalo para mí, te ves muy linda ¿sabes?-
-Eres un mentiroso – la niña desvió la mirada y la punta de su pelo empezaron a colocarse más rojizas - no miento, desde que te vi vestida así que quería decírtelo –
-Te estoy diciendo que eres un mentiroso –
-¿por qué dices que soy un mentiroso?-
-Estuviste todo el tiempo observando a mi hermana ¿crees que no lo noté? –
-Eso no evita que yo piense que te ves linda... -
-Pero se supone que yo soy tu prometida...-
-¿Acaso estas celosa?-
-¡Claro que no!, solamente quiero dejarte en claro que si sigues con esa actitud nunca lograras tu objetivo conmigo, así que pierdes tu tiempo-
-¿De que actitud hablas? No te he hecho nada malo, pero al contrario tu querías matarme con ese pastel que hiciste- Satanick se había empezado a molestar con toda esta conversación y no pudo evitar decir esas palabras que hirieron totalmente a Ivlin por lo que se enfureció completamente con el ultimo comentario y su pelo se tornó rojo intenso, sacó una lanza desde sus manos y la apuntó directamente al cuello de Satanick – ¡te mataré!-
-Inténtalo si puedes- la niña tenía el orgullo partido por la mitad, realmente le quería dar un lindo día a su amigo, realmente quería que el regalo fuese perfecto, realmente no quería hacer esto, sin embargo estaba demasiado enojada, quizás Satanick también lo estaba, por eso las cosas se salieron de control rápidamente, ambos jóvenes comenzaron a luchar en la arena, el de ojos morados sacó sus brazos de sombra y se protegía con estos, entre golpes y golpes insultos iban y venían, parecía que todo partió con una inocente pelea de niños, sin embargo había pasado a mayores, Iglis se puso en alerta y pensó en ir a ayudar a su hermana sin embargo Siralos le dijo que se volviera a sentar, que esos asuntos no les correspondían y que los dejara solucionar sus problemas sola, después de todo Ivlin era demasiado sobreprotegida por Igls y eso no le había permitido madurar bien.
-Eres un maldito pervertido, bueno para nada, no sé por qué aceptaría a alguien como tu alguna vez como esposo –
-¿Ah sí? ¿Y quien querría a una chica fea y plana como tú? – dijo Satanick mientras forcejeaba contra la menor quien perdió los estribos por los comentarios que habían destrozado su autoestima, de su boca comenzó a lanzar fuego así que el mayor se echó para atrás - ¡desearía nunca haberte conocido, desde que llegaste lo único que has hecho es crear confusión en mi vida, te odio, no eres más que un maldito diablo, debiste desaparecer el primer día que llegaste a este mundo a pedir mi mano, ojalá tu maldito hermano mayor te hubiese matado desde un principio!- gritó la menor con furia logrando que Satanick abriera los ojos grandes y un dolor en el pecho lo invadiera, entonces todo su enojo bajó y quedó con la guardia débil, al contrario Ivlin parecía ganar fuerza al notar como el otro decaía – así es, debiste haber muerto con tus padres, te lo tenías bien merecido, además así te ahorrarías el pasar una miserable y eterna vida sin nadie que te quiera- la niña iba a seguir diciendo lo primero que se le ocurría por el enojo hasta que notó que Satanick comenzó a llorar mientras tiritaba, al parecer había abierto una gran herida del pasado, la demonio flama no sabía que esos recuerdos eran muy fuertes para el diablo y que si se los había contado era solo porque le tenía confianza, entonces su enojo decayó, no obstante ya era muy tarde, realmente era una inmadura, había herido a su amigo en lo más profundo, había traicionado su confianza, se acercó para pedirle perdón, sin embargo este se alejó y le dijo llorando que no quería volver a verla nunca más, dicho esto abrió rápidamente un portal y volvió a su mundo herido por la persona quien más amaba.
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