Jason, envuelto en la capa indestructible de Superman, intentaba observar el paisaje mientras era llevado en brazos, podría haber objetado sobre la posición incomoda, pero el calor que le proporcionaba el cuerpo del alfa hacía menos humillante el estilo nupcial con que era sostenido.

A pesar de lo especial de la tela kryptoniana, el frío lograba hacerlo tiritar un poco, la humedad del aire contra su cuerpo lo hacía encogerse y apegarse más al cuerpo de Clark, había perdido la cuenta de las horas de vuelo, la lentitud con la que el alfa lo llevaba lo desquiciaba, pero entendía que su cuerpo no podía resistir la fuerza o el frío viento, no como él que lo llevaba.

Durante el viaje más de una vez había lamentado aceptar venir a la Antártida con Superman, pero el fervor con el que Clark había insistido lo hizo dudar y una parte minúscula de Jason quería averiguar que explicación podría darle.

Dejó de contemplar el extenso color blanco a su alrededor y ocultó su rostro con la capa, los brazos lo estrecharon y permaneció inmóvil  un minuto, la sensación de ser sostenido con cuidado le resultaba tan ajena, al igual que el calido sentimiento que se iba formando en su pecho, ignorando eso, Jason se relajó aun más contra Clark, solo por el frío.

El calor que transmitía el otro cuerpo pareció aumentar, con la cabeza contra su hombro y rodeado del distintivo olor alfa de Superman, Jason no pudo ignorar el efecto que tenía en su cuerpo, sintió una ligera punzada en la marca de su cuello y la necesidad que le despertaba.

Cierta ira se abrió camino en él, acompañada de temor ante lo que desde que había despertado y huido del departamento del otro había intentado olvidar.

Ahora Jason era un omega marcado, le gustará o no, Clark Kent era su pareja, pertenecía a un alfa de clase alta, estaba emparejado con Superman.

La ira, el temor, la vergüenza y lo problemático de su condición provocaron que rechinara los dientes.

Percatándose de su malestar, Superman colocó un beso sobre su coronilla cubierta, el gesto lo hizo enfurecer por la sensación tranquila que lo invadió por un segundo.

Comenzaron a descender, quedando frente lo que parecía ser una fortaleza de duro cristal, lo que parecía ser un castillo de hielo abstracto resultaba hermoso e imponente.

—Fortaleza de la soledad —dijo Clark, Jason solo había escuchado rumores sobre el lugar.

—Te obsesionaste con Frozen —soltó burlón.

Escuchó la risa del alfa y un rara sensación lo hizo sentirse contento, Superman se acercó a una pared oculta al exterior por grandes fragmentos de hielo, en una especie de cuadro colocó su palma, después de un brillo las puertas que pasaban inadvertidas por el diseño se abrieron.

—¿Cómo? —quiso saber Jason.

—Tecnología kryptoniana —fue la respuesta tranquila.

El alfa dio unos pasos dentro de la fortaleza, la puerta se cerro tras ellos y Jason recordó su posición por lo que intento separarse de los fuertes brazos que lo sostenían, al ya estar en el suelo envolvió nuevamente la capa entorno a su cuerpo como si se tratara de una manta y le dio la espalda a Clark.

—Bienvenido, Kal-El.

La figura holográfica de un hombre mayor frente a ellos detuvo su avance.

—Este es mi padre biológico, Jor-El —señaló con una sonrisa —. Padre, este es Jason Todd, mi pareja.

La declaración hizo que Jor-El mirará a Jason de pies a cabeza, como si lo analizará de alguna forma, incomodo por la presentación que no aceptaba le dio una mirada molesta a Clark.

—Tomaste como pareja a un omega de clase baja, hijo —habló el holograma confundido, Jason frunció el ceño ante el comentario, una parte de él recordó las consecuencias que le trajeron su casta en su hogar, mucho antes de conocer a Bruce Wayne —. También presenta algo extraño en su cuerpo, las sustancias en su interior no son las que se deberían encontrar en un humano.

—Es porque estuve muerto, y en lo referente a mi casta, viejo, no tendrás que preocuparte mucho tiempo porque tu hijo este con alguien de clase baja —espetó.

—Generalmente los alfas de Krypton se emparejaban con otros alfas —dijo Jor-El, ignorando a Jason.

—Lo he marcado. —La felicidad que transmitía la voz de Clark lo hizo fruncir el ceño.

Lo dicho pareció sorprender a Jor-El, quien regresó la mirada a Jason para observarlo con nuevo interés y mayor detenimiento.

—No es una pareja simbólica —comentó sin dejar de mirarlo —. Increíble —murmuró.

Clark mostraba una sonrisa que le parecía estúpida, curioso, Jason esperó más información sobre lo sorprendente que le resultaba al viejo que su hijo consiguiera marcarlo.

Clark contento miró a su pareja, entendía la sorpresa de su padre y entendió la confusión de Jason.

—Podrías mostrarle la información de los cristales —fue más una orden que una petición, pero Jor-El asintió y comenzó a caminar frente a ellos.

El interior de la fortaleza pareció intrigar al omega, lo que le trajo una satisfacción extraña debido a que una de sus posesiones era del agrado de su pareja.

Dentro, el hielo estaba combinado con la estructura de una nave kryptoniana, que se dividia en secciones, se dirigían frente a los cristales y un panel, que parecía a simple vista una gran computadora.

—¿Qué es eso? —preguntó Jason señalando los fragmentos blancos que integraban lo que podría llamarse una pantalla.

—Los cristales funcionan como ordenadores kryptonianos que se integran a la nave y estructura de la fortaleza, son la principal fuente de energía e información sobre Krypton —contestó su padre.

—Todo lo que sé de mi planeta lo he aprendido de esos cristales, mi padre fue quien recolecto los datos y los coloco en la nave que me trajo a la tierra —aportó ante las preguntas no formuladas de Jason.

Acercándose tocó unos de los cristales, la información apareció en el panel en el idioma de su planeta.

—En Krypton la población omega era prácticamente nula, sin betas, un planeta lleno de alfas, donde marcar a un omega era prácticamente imposible, un alfa en Krypton no podía unirse a cualquier omega, debía ser aquel cuyo olor despertara ciertos instintos en el alfa, el omega desprendía un olor incapaz de ignorar para ese alfa y que aseguraba una compatibilidad debido que era el omega perfecto para llevar a sus crías. Debido a la escases de la casta, la forma de tener crías era artificial, y nunca se logró crear omegas de esa manera, solo la unión natural de un alfa y un omega podrían dar a luz a un omega o alfa superior —explicó Jor-El.

—Nunca el olor de otro omega me había afectado como el tuyo, Jason, comprendí después mi falta de control hacía ti, era la primera vez que estaba en presencia de tu olor sin supresores y además estabas en celo —al terminar de hablar, el omega lo miraba con confusión.

—Una de las principales razones por las que opte por la tierra como destino de Kal-El fue la cantidad de omegas y el propósito de que lograra emparejarse —dijo su padre mirándolo con satisfacción.

Clark se colocó frente a Jason sin poder contener su felicidad, sin embargo su omega ahora tenia una mirada recelosa.

—Creía que seria imposible dado de donde provengo, pero ahora te tengo a ti. —Clark notó algo parecido al convencimiento en los ojos verdes, aunque también detectó cierto temor que provocó dolor en su corazón por la inseguridad de su omega.

—Podrás crear descendencia de manera natural en este mundo —declaró Jor-El.

Entonces Jason retrocedió inmediatamente mirándolo con rabia, decepción y tristeza.

Un deseo de reconfortar y proteger dominó a Clark.

—¡Es por eso! —prácticamente grito recriminándolo.

—Jason... —intentó acercarse, pero solo consiguió que su omega se alejara aún más.

—Quieres que sea una perra de cría —escupió entre dientes dejando caer la capa al suelo.

—No, no es así.

Clark percibió la cruda decepción en Jason, preocupado y confundido por su reacción permaneció quieto.

—Tú sólo insistes en que sea tu pareja porque quieres embarazarme —soltó disgustado.

—Es esa la razón de todo emparejamiento —comentó Jor-El con obviedad.

—Debo decirte que no hay ninguna razón para que te esfuerces conmigo, Clark, no tienes que continuar diciendo estupideces para convencerme —dijo Jason con enfado y dificultad.

—¿Qué? —preguntó con confusión.

—Soy estéril.

Clark contempló la inmutable expresión que tomó su pareja al decirlo, el sentimiento de querer protegerlo hasta de si mismo se multiplicó.

—Entonces debes romper la unión hijo, quizás sea un error y existan otros con quienes seas compatible, debes buscar —dijo su padre de manera desilusionada.

—No requiero tus consejos en este momento —declaró bruscamente.

La imagen holográfica de Jor-El desapareció.

—Así que busca a alguien más y hagamos como si esto nunca hubiera sucedido.

Clark se percató de la nariz roja en Jason y de como su cuerpo temblaba, molesto por no haberlo notado antes rápidamente llegó hasta él y levantó la capa para envolverlo.

Clark acunó su rostro con cuidado, por un momento perdiéndose en el mar de emociones que su pareja intentaba ocultar bajo una mascara de indiferencia, comprendió que había tocado un punto sensible y lo había dañado.

—Llévame a Ghotam —exigió Jason, sin embargo no se aparto de sus manos.

—Eres mi pareja, tu lugar es a mi lado, Jason.

Bajó sus rostro hacia el de su pareja queriendo juntar sus labios, pero Jason giró el rostro negándose al contacto.

—Suéltame, encontraré la forma de largarme de aquí —gruñó.

—Te quedaras aquí, Jason —declaró sin ponerlo a discusión.

Clark necesitaba hacerle entender al omega lo valioso e increíble de su unión, más importante, debía mostrarle a Jason lo especial que era y lo afortunado que hacia a Clark.

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Linduras, me gusta tanto esta historia❤

Gracias por leer.