Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 10

Rato después de que Jex se fuera a casa algo preocupado, me comenzó a doler la cabeza, y el sonido cada vez iba aumentando más.
El dolor de cabeza no hacía nada más que aumentar, al igual que el sonido.

Pasado los minutos, el sonido se escuchaba con más claridad. Parecía una voz algo ronca y cansada.

Tengo que concentrarme para averiguar qué me quiere decir esa voz.

Me decía a mi misma.

Después de segundos, que se convirtieron en minutos, concentrada consegui descifrar algo.

Concéntrate —decía esa extraña voz.

¿Que me concentre? ¿Pero... en qué?
No entendía nada.
Intente concentrarme, de verdad que lo intente, pero no conseguí nada.

Empezaba a tener sueño y no sabía en qué me tenía que concentrar, no sabía ni qué tenía que hacer.
Al final, me di por vencida y me fui a dormir.

                        ☯︎     ☯︎     ☯︎

—¡Jex! Tengo que contarte algo —me dirigia para el a la mañana de camino a las clases.

—Si, dime —ya no estaba tan nervioso como ayer.

—Ayer... escuche una voz —no sabia si contárselo con todos los detalles. Haber es que me tomaría como loca —¿recuerdas el sonido ese que escuchaba? —el asintio con la cabeza —pues resulta que es una voz ronca y cansada.

—¿Que?

—¿Piensas que estoy loca?

—Haber, pues muy normal no es... ¿Por qué no dejas el temita de la voz... y te centras en los exámenes y proyectos? —respondió algo enfadado.

—Pero, ¿a ti qué te pasa? —tengo que admitirlo, me sentó muy mal el hecho de que no me creyese y pensase que estoy loca... haber, yo igual también lo habría hecho... pero, no habría respondido tan borde como el lo acaba de hacer —ayer estabas más raro que un perro verde, y estabas preocupado. ¿Y ahora te enfadas? Sin siquiera explicarme que cojones te pasa —esta vez se le quitó la cara enfadado y puso cara de espanto.

—Eh... ¿Ayer? Bueno...

—Si, ayer. Estabas muy raro y hoy también, ¿qué te pasa?

—A mi nada.

—Si, seguro. Mira, si no me crees lo entiendo, pero no seas borde conmigo, que no te he hecho nada, ¿vale? —me cambie de acera y fui por otro camino. Haber si se le pasaba lo que sea que le estuviera pasando.

Estuve el día entero sin dirigirle la palabra a Jex. Después de clase fui a casa a descubrir lo que me estaba pasando y que era ese sonido...

                        ☯︎     ☯︎     ☯︎

Venga Alaska, tu puedes, concéntrate.

Me decía a mi misma.

Muy bien, por fin me escuchas —me dijo esa voz.

—¿Quien eres? ¿qué está pasando?

Eso no importa. Tu concéntrate y piensa en mi.

—¿En ti?

Jajajajaja, es mentira, piensa en una puerta. Se que suena raro pero tu solo hazlo.

—¿Vale? —empecé a hacer lo que me había dicho. Y no pasó absolutamente nada.

—¡Hey! ¿Espíritu? ¿voz rara? ¿Hola?

Madre mía, esto va a ser más difícil de lo que pensaba. Y por favor llámame Deck.

—Vale, Deck. No me sale eso de concentrarme en una puerta.

Ya me he enterado, haber, concéntrate en abrir una puerta. Pero no una puerta normal, tienes que abrir un especie de portal. ¿Lo has entendido...? Eh... ¿Cómo te llamas pequeña maga en prácticas?

—Ja, ja, ja, me llamo Alaska.

¿Cómo el sitio?

Si —pongo los ojos en blanco.

Buah, que pringada, te tienen que hacer muchas bromas con tu nombre, eh, copo de nieve. Aún que a mi me gustas.

¿Cómo?

Que me gusta tu nombre. ¿Has escuchado otra cosa, copo de nieve? —se empezó a reír a carcajadas, y yo me enfadé, ¿quién se cree?—Venga, copito no te enfades conmigo.

¿Cómo sabes que me he enfadado?

Es secreto, copo de nieve.

Si no paras de ponerme motes te voy a empezar a llamar... eh...

—No se te ocurren motes tan buenos como los míos eh, copo de nieve.

Mira, déjalo. Solo... déjame —empecé a recordar las instrucciones de que tenía que hacer y empecé a imaginarme en mi cabeza como crear o abrir ese portal extraño.

De pronto, empecé a escuchar sonidos y una luz gigante cubrió toda mi habitación.

Cuando la luz empezó a desaparecer estaba en un lugar completamente distinto.

—¿A donde cojones me has traído, Deck? —era un lugar increíble.

Estaba soñando. Esto es imposible, estaba en un lugar alucinante.
El cielo se componía con morado por arriba y cuando ibas bajando la mirada se difuminaba ese rosa convirtiéndolo en azul.
En el cielo había... unos bichos raros, juraría que son... ¡¿dragones?!

En medio había una plaza gigante, estaba dividido en secciones. En un lado había un tanque gigante de un líquido rojo... de ese tanque salían muchos tubos. Sorbiendo de esos tubos estaban chicos y chicas con colmillos gigantes, ¿vampiros y vampiras?

—¿Deck? ¿Que lugar es este? —pasaron varios minutos y seguía sin responder. Yo mientras admiraba ese lugar extraño.

—¿Deck? ¡Eo! —varias personas que pasaban cerca se me quedaron mirando con cara de desprecio, pero Deck no me respondia, parece que me las voy a tener que apañar sin el...

—¡Ey! ¿Estas perdida? —me pregunto un hombre sin camisa... ¡Virgen santísima! Pensaba que no se podía tener un cuerpo tan... definido y... bueno, digno de admiración, la verdad. Cuando baje la mirada un poco más... teniay cuerpo de caballo. ¡Hey! ¿A que pensabas que me refería si no? ¿Donde cojones me he metido?

—Emm... Virgen santa—dije en voz baja, aunque creo que no tan baja, porque le salió una carcajada y yo me ruborice al instante.

—No te hagas ilusiones, ¿vale? —Al ver que se me quitaba la cara asombrada sustitullendola por una de desprecio.

—Tu tampoco —me enfade un poco y me di media vuelta dispuesta a irme. Si, tenía unos abdominales y un cuerpo asombroso, pero, odio los que van de chulos y de machos. Ya conocí muchos de ese estilo y son los peores.

—¡Ey! —me agarro de un hombro para darme la vuelta —Perdón, ¿vale? Y... ¿tu quien eres?

—¿Acaso te importa?

—Tranquila, ee. No te hecho nada —dijo alzando las manos expresando inocencia. Tenia razón, me he puesto a la defensiva sin casi motivo alguno.

—Perdón —dije en voz baja mirando al suelo.

—Te perdono, gruñona — le dediqué una sonrisa pequeña y el hizo acto reflejo —bueno, veo que no hemos iniciado de la mejor forma posible. ¿Cómo te llamas?

—Alaska, ¿y tu?

—Reggie —al ver que ninguno de los dos parecía decir algo más el añadio...

—Bien, Alaska, ¿de que sección eres? No, no, no, déjame adivinar... ¿Bruja?— ya casi me había olvidado que estaba hablando con un hombre con cuerpo de caballo.

—Eh, ¿qué? no...

—¡Ya se, ya se! Vampira

—Bueno digamos que...

—¿¡Dragona!? —dijo sin dejarme terminar

—Eh... soy humana

—¿¡Que!? No puedes estar aquí. ¿Como has entrado?

—Es... una larga historia

—Seguro que los elfos han querido darnos problemas... —dijo en voz baja, pero conseguí escucharlo —Pero ¿cómo lo han hecho?

—¿Elfos? Pero... si no existen. ¿Qué es este lugar?

—Mira te voy a llevar a mi casa, te lo explicaré todo, ahí veremos que podemos hacer... tu... de momento si alguien pregunta di que eres... bruja, ¿vale?

—Vale, pero po... —antes de poder terminar la pregunta ya estaba en su ¿espalda de caballo?

—Sujetate de mi pelo —vi la larga y negra melena que colgaba en forma de coleta y la agarre con cuidado, temiendo hacerle daño. El lo debió notar porque pronto me explico...

—Tranquila, los centauros no sufrimos daño cuando nos estiran del pelo, agarra fuerte —a si que se trataba de eso, era un centauro, ¿donde cojones me he metido? Empezó a galopar y rápido agarre el pelo mucho más fuerte.

—Y... cuéntame, ¿cómo has llegado aqui?

—Bueno... he abierto un ¿portal? —Reggie paró en seco, casi me caigo hacia delante —¡ay! ¿¡a ti que te pasa!?

—¿¡Has... abierto un portal!? —dijo con cara de susto.

—Si... ¿pero qué pasa?

—Pero... si eso es... imposible

—Pues... yo lo he hecho

—Haber... ¿qué cojones hago contigo?

—¿Me lo preguntas a mi? No sé ni que es este lugar

—Prometo que te lo explicaré todo, antes... bueno, mejor vamos a mi casa—empieza otra vez a ponerse en marcha y después de ver a todo el mundo mirándonos con cara rara llegamos a una puerta gigante de madera.

—¡Ya estamos aquí! —me bajo de su espalda de caballo y el toca a la puerta.

Nos abre una mujer pequeña, con pelo rosa pastel y ondulado. Tenia un eyeliner negro, largo y perfecto. Iba maquillada con mucho rubor, en la zona de la nariz y las mejillas, y iluminador en la punta de la nariz y en los dos lagrimales del ojo, iba preciosa. También tenía una nariz pequeña, al igual que su cara redonda y pequeña. Tenia una figura marcada, gracias a su corsé.

—¡Reggie! ¿Que tal estas guapo? —le dio un abrazo gigante de bienvenida.

—Maia... ya, ya —dijo Reggie mientras se apartaba de la pelirosa.

—¿Quien es ella? —dijo mirándome y muy sonriente.

—Soy Alaska, encantada —le devolví la sonrisa.

—Dame un abrazo, guapa —me dijo abrazándome. Madre mía, que chica más cariñosa.

—Maia, no estamos para abrazos... es una portadora.

—Pero, ¿qué dices? Están desaparecidas.

—Muertas —dijo un chico con aire despreocupado. Se encontraba sentado en el sofá. Sus brillantes ojos azules y desafiantes se encontraron con los míos durante unos segundos, el aparto la mirada mientras yo, al contrario, me quedé admirando su pelo negro carbon.

—Bueno, si, muertas —puso cara despreocupada Maia.

—Me ha dicho que ha conseguido abrir una puerta —dice Reggie a Maia.

—Dime que es una de tus bromas... ¿Reggie? —el chico no dijo nada —¡Reggie! ¿¡Es en serio!? —el centauro asintió —¡Chicos, chicas, es importante, venir!

—¿Que pasa, Maia? —le pregunta una chica algo enfadada, con pelo muy largo, negro y con flequillo.

—¡Eso! No me molestes para tus reuniones de abrazos... —dijo un chico peli negro, con ojeras y ojos verdes. Ese... ese es el chico que estaba en el sofá hace un momento... Volteé la mirada al sofá y si era el. ¿Cómo se había movido tan rápido?

—Es más importante que eso, Frank —dijo Reggie. ¿Frank? Así se llama el chico pelinegro, Frank.

Me sentía un poco excluida de la conversación, no entendía de que estaban hablando, ¿qué es ser una portadora y por qué tendría que haber muerto o desaparecido?

—Más os vale —respondió Frank —un momento, ¿quién es ella?

—Se llama Alaska —respondió Mia pasándome el brazo por el hombro.

—¿Habeis cogido a una tía y os la habéis traído a casa? —pregunto Frank.

—Es una portadora —dijo Reggie rápido.

—Nah es mentira —dijo algo despreocupado Frank —¿a que es mentira Reggie?, ¿Reggie?
El silencio de Reggie respondió a la pregunta de Frank.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro