Aidan

Despierto y me sorprendo al encontrarme en una habitación blanca, analizo tratando de recordar lo sucedido hasta que recuerdo la llegada de los paramédicos, la despedida de los chicos y al poco tiempo me quede dormido.

Siempre he odiado los hospitales, pero me siento aliviado que por fin puedan curarme como es debido. Aunque Katia me ayudo mucho, no disponíamos de las herramientas necesarias y sé que con mi ayuda ella será una gran doctora. Sonrió al recordar su rostro, su sonrisa pero mis pensamientos son interrumpidos a escuchar la puerta abrirse y veo entrar a mis padres.

Nos observamos por largo rato, ellos están parados a la punta de la camilla y veo que sus rostros están demacrados, tienen grandes ojeras y mi madre ha perdido peso.

-Hi...jo- Mi madre está a punto de llorar, estiro mi mano y ella la toma haciendo que se acerque más a mí y me dé un cálido abrazo–Nunca perdí las esperanzas de que te encontraran vivo- dice entre llanto haciendo que mi corazón se oprima.

-Tranquila madre aun me queda mucho por hacer- Digo limpiando sus lagrimas.

-¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? – Mi madre empieza a examinarme como un niño pequeño, tomo su mano llevándola a mi mejilla dejándome llevar por la sensación tan increíble de volverla ver.

-Estoy bien madre ¿tu como estas? Te veo un poco delgada- Mi madre suspira.

-No podía comer bien hasta no te encontraran- Le sonrió – No sabes el susto que me dio cuando me dijeron que habían encontrado tu auto en el rio- Gime de dolor –No permitimos que pararan la búsqueda por más cuando ellos...- Aprieto su mano interrumpiéndola.

-Tranquila madre ya estoy con ustedes- Susurro con lagrimas en mis ojos, volteo a ver a mi padre que se ha mantenido al margen en el mismo sitio. –Papa acércate por favor- Los ojos de mi padre se llenan de lagrimas. Mi padre siempre ha sido un hombre fuerte y ha estado siempre para mí y verlo tan vulnerable me hace odiarme por todo el daño que les he hecho.

-Hijo...- No logra hablar pero me abraza fuerte haciéndome gemir del dolor. Mi padre se levanta asustado –Perdón por lastimarte – Susurra.

-Tranquilo padre, estoy bien- Digo mientras mis padres se abrazan.

-Cuando nos llamaron para avisar que te habían encontrado, sentí que mi alma volvía a mi cuerpo –Dice mi madre sentándose en el mueble al lado de la camilla –Lo peor es cuando llegamos y tu no despertabas, pensamos que algo malo ocurrida contigo- Dice.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?- Pregunto.

-3 días cariño- Dice mi madre haciéndome sorprender.

-¿Cómo que 3 días? ¿Tanto tiempo?- Pregunto preocupado.

-Los médicos dijeron que estabas débil y que no te habías alimentado bien, luego decidieron sedarte para terminar de curar tus heridas- Hace una pausa –Por cierto hijo ¿Cómo sobreviviste todo este tiempo?-

-Pues mira que me salvaron unos chicos...- No termino de decir ya que la puerta es abierta con brusquedad, viendo a mi pequeño hermano entrar a la habitación asustado.

-¿Estas... Estas bien?- Dice mi hermano asustado. Asiento y corre abrazarme haciéndome salir otro gemido de dolor.

-Ten cuidado Bryan, tu hermano aun esta lastimado- Le reprende nuestro padre.

-Lo siento bro, es que cuando no vi a mis padres en el pasillo, pensé que algo malo te había pasado- Dice despeinando su cabello.

Al ver a mi hermano me hace recordar a los chicos, mi hermano tiene 17 y esta a punto de terminar la preparatoria. Me olvido por el momento de ellos y empiezo hablar con mis padres y hermano sobre la búsqueda y por todo lo que han pasado. Nos reímos de las pequeñas broma de mi hermano diciendo que ya se estaba haciendo la idea de quedarse con mi apartamento y mis coches que tengo, que desgraciadamente le había echado a perder sus planes.

-Deja de molestar a tu hermano Bryan- Le recrimina mi madre y todos reímos.

-Papa cuando me recupere, quiero que vayamos de nuevo a pescar- Digo y todos me miran sorprendidos.

-¿Quién eres y que hiciste con mi hijo?- Dice mi padre haciéndonos reír.

-Familia- Hago una pausa –Quiero pedirles disculpa por todo lo que les hecho pasar, sé que no he sido un buen hijo ni hermano, pero les prometo que todo va a cambiar- Digo.

-Ohh hijo- Susurra mi madre con lagrimas en sus ojos –Lo que importa es que ya estas con nosotros y dejemos los errores en el pasado, ahora dime cariño ¿Cómo hiciste para sobrevivir todo este tiempo?- Pregunta mi madre.

Les narro toda la historiaría sin perder detalle en ella. Desde el momento que desperté y darme cuenta de que fui salvado por unos huérfanos, y la historia de ellos 6. Mi madre no deja de llorar en los brazos de mi padre y mi hermano tiene su rostro contraído.

-No puedo creer por todo lo que han tenido que pasar esos chicos- Dice mi padre.

-Por cierto familia ¿Ya los conocieron?- Digo con emoción, no veo la hora de ver a Katia y saber cómo están los mocosos, espero que no estén destruyendo mi casa. Pienso.

-¿Cómo que conocerlos? ¿Acaso ellos están acá?- Dice mi madre separándose de mi padre limpiando su rostro –Quiero verlos, quiero conocerlos ¿Dónde están?-

Empiezo a preocuparme al ver que ellos no tienen ni idea de ellos, pensé que ya los había conocido. Mi padre llama a mi departamento y mi ama de llaves le asegura que no ha llegado nadie a nombre mío, mi preocupación aumenta cuando hacen varias llamadas y nadie sabe de ellos.

Las horas pasan y mi paciencia va llegando al límite sin saber de ellos. Tengo ganas de salir del hospital y yo mismo buscarlos, pero no me dan de alta. Aún tengo las defensas bajas y por falta de nutrientes mi cuerpo está débil.

Mi padre va personalmente a la comisaria del pueblo y ellos niegan de saber de los chicos. Los días pasan y mis nervios aumenta, por fin me han dado de alta y no demoro en ir yo personalmente hablar en la comisaria y nada. Fuimos a hablar con los rescatistas que me encontraron ese día y ellos confirmaron que después de irme un policía se los había llevado, con su testimonio volvimos a la comisaria con mis abogados y los de mi padre. Como mi familia tiene conocidos empezaron al igual que yo, el mismo alcalde ordenar investigar y nos dimos cuenta que la persona que se los había llevado se encontraba de vacaciones y no podían dar con él.

Tenía mucha rabia y estaba desesperado a no saber su paradero, lo peor es que el que se los llevo era el jefe de policías. Pensamos que estaban en algún refugio, empezamos en la búsqueda en los que estaban cerca o lejos y nada. Como no sabía el apellido de los chicos, era difícil encontrar algún dato en el sistema, hasta que recordé de que ellos me comentaron de la persona que los había ayudado, si que fui a todas las farmacias del pueblo y nada. Luego fui a la biblioteca y me dieron el dato que ellos guardaban en el sistema, ya que ellos siempre llevaban y traían los libros que le prestaban.

El primero en aparecer en pantalla fue Benjamín Hanton, decía que se encontraba en una correccional de menores en el condado ya que le habían encontrado asaltado un establecimiento y también estaba acusado de tener estupefacientes y armas en su poder, lo peor es que el había confesado ser un criminal en potencia y aun no había dado un veredicto el juez, estaban esperando la audiencia. No creía que fuera él, pero no me detuve y fui a la correccional del condado y me lleve la sorpresa de encontrar al mismo chico que me había rescatado hacia unos días todo golpeado.

Cuando Ben me vio, vi rabia y dolor en su mirada. Sentí mucho dolor en mi corazón en verlo en ese estado, sin importar los policías que lo custodiaban, me acerque con mi bastón y lo abrace. Sentí su cuerpo tenso pero después empezó a llorar como un niño pequeño, lo abrace sin importar que aun e dolía mi heridas y cuando quisieron serparme de él mis abogados interfirieron.

-Ni se le ocurra tocarlos señor- Dice unos de mis abogados.

-Disculpe señor pero no es permitido que tenga contacto físico con un preso, es mas señor tenga cuidado que este chico es peligroso- Dice unos de los agentes que lo custodia haciéndome estallar de la rabia.

-¡¿Quién mierda dice que él es un criminal!? ¡¡¡Este niño no es ningún criminal y exijo que lo dejen libre en este instante!!!-

-Señor él es un criminal lo... - Dice uno pero lo interrumpo.

-¡Mas te vale que hagas algo ahora mismo y lo saquemos de esta mierda!- Les digo a mis abogados, acto seguido ellos se van a solucionar todo mientras yo sigo abrazado a Ben.

-¿Dime porque terminaste acá?- Alzo su rostro escaneando por completo su cara y me lleno de coraje al ver como lo han lastimado.

-Tu dijiste que nos ibas a proteger- Dice entre lagrimas –Tu lo prometiste- Susurra cerrando los ojos.

-Y eso iba a hacer, ustedes debían llegar a mi casa y no sé porque terminaste acá-

Mis abogados nos interrumpen mostrando un documento donde dice que él ha firmado una declaración donde el mismo confesado todo.

-Ben- Lo llamo pero Benjamín tiene la mirada perdida –Benjamín- El alza la vista mirándome a los ojos, le muestro el documento -¿Por qué firmaste esto?- Pregunto, desvía de nuevo su mirada hacia la ventana.

-Porque lo hice, soy un criminal y debo permanecer acá- Susurra. Golpeo el escritorio que esta al frente de mí haciendo sobresaltar a todos, en especial a él.

-¡Tu bien sabes que no eres un criminal!- Levanto la voz – ¿Ahora mismo me dirás que paso?- Hago un pausa –Ahora estoy acá y te voy a salvar a ti y tus hermanas, ya no me volveré a separar de ustedes- Ben me mira y baja su vista.

-Fue él- Murmura.

-¿Quién?- Pregunto.

-Cuando tú te fuiste, unos de los policías nos iba a llevar a la dirección que tú habías dejado- Susurra –Pero en el camino nos encontramos con el jefe de él y supimos que teníamos problemas-

-¿Por qué tienen problemas con el jefe de policía?- Pregunta el jefe de la correccional que se encontraba en una esquina junto a mi padre.

-Porque... Porque mi hermana le hizo una cicatriz- Dice entre lagrimas.

-Explícate bien chico, si no no podremos ayudarte- Interrumpe unos de mis abogados.

-Ese señor siempre ha acosado a mi hermana y sabe que somos huérfanos y nos ha estado buscando desde hace mucho pero siempre logramos escapar- Hace una pausa –Él tiene una obsesión con mi hermana Katia y un día el trato de violarla y ella saco una navaja cortando su cara- Dice.

-¿Qué paso después? ¿Cómo terminaste acá?- Susurro lleno de rabia.

-EL le dijo al señor que nos llevaba que se encargaría personalmente de nosotros, el no dijo nada y solo le entrego la patrulla y en el camino el nos dijo que nos iba a hacer pagar por todo- Dice dolido –Mis hermanos empezaron a llorar y Katia le suplicaba que nos dejara a nosotros en paz, que ella pagaría lo que sea pero que no nos hiciera daño- Suspira –Golpeo a mi hermana haciendo que pierda el conocimiento con el tablero del auto ya que ella iba en la parte de adelante si nosotros atrás, yo le gritaba que la dejara en paz y el solo se reía de nosotros.

<< Me dijo que como yo era el hombrecito de la casa tenía que sacrificarme por ellos, que si no lo hacía, mis hermanas iban a pagar por todo. A Katia la metió en el maletero, dijo que si yo hablaba en prostituir a mis hermanas y vender los órganos de los gemelos y a Maggie la vendería a una familia. Me hizo firmar una declaración donde me inculpaba de robo, drogas y armas. Me entrego a otro señor y luego termine acá y no sé qué paso con ellos- Aprieta sus manos formando puño al igual que estoy yo>>

-¿Quién te hizo eso en la cara?- Pregunto tratando de contener la rabia que me carcome.

-nos chicos de la correccional, pero ellos terminaron peor- Medio sonríe.

-Hubo una revuelta con una pandilla y descubrimos que lo estaban golpeando entre varios pero este chico se supo defender dándole una paliza –Dice unos de los guardias mirando a Ben con orgullo.

-Me lo llevare en este momento- Digo levantándome del asiento tomando su mano.

-Lo siento señor Cuper, hasta que no investiguemos de que lo que él dice es verdad no se lo puede llevar- Dice el jefe de la policía.

-Este niño me salvo la vida cuando estaba a punto de ahogarme, tenga la seguridad de que el no es un criminal-

-Pero...- No lo dejan ni hablar porque mis abogados interrumpe.

-EL señor Cuper y su familia son personas prestigiosas y respetadas no solo en este condado si no en todo el país, si el señor Cuper dice que el chico es inocente es porque lo es, así que deje que se lo lleve antes que se presente una acusación por no hacer bien su trabajo-

-Pero...-

-Les estaremos llamando- Dice saliendo de la oficina detrás junto a mi padre.

Salgo furioso, al lado de Ben quien está un poco aliviado de estar libre pero no por completo hasta no tener a sus hermanos a su lado. Al igual que yo, espero que no sea demasiado tarde en encontrarlos y que nada malo les haya pasado o juro que no me importara mancharme las manos de sangre.

Los encontrare lo prometo... Susurro.