Jū
Kōki no quería salir de la cama. Sabía que su madre no tardaría en llegar pero no quería verla... Mejor dicho, no quería que ella lo viera en ese estado.
Había estado llorando toda la noche.
Sus pobres abuelos se alarmaron al verlo llegar a esas horas de la noche y en un lío de lágrimas. Solo pudo decirles que no le habían hecho nada.
Fue a su habitación, y se encerró a llorar.
Sabía que era odiado por este Seijūrō Akashi, pero nunca imagino que se atrevería a decirle que era hermoso y menos a besarlo.
¿Por qué siempre era él quien termina rompiéndole el corazón?
Odiaba el día que ese Seijūrō que había aparecido.
-Jū-sama- sollozó.
Lo extrañaba. Siempre lo haría.
Su mejor amigo.
Era su primer amor, su primer beso.
Hasta que apareció, borrando todo recuerdo suyo.
Desde entonces fue odiado y despreciado una y otra vez hasta que ya no pudo seguir.
-Cariño. Mamá y Akashi-sama llegaron. Baja.
-Voy...
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Lo primero que vieron el par fue aun castaño orejoso y con signos de haber llorado.
-¿Qué pasa, kōki?
-Ha estado así desde anoche. Y no querido decirnos.
-No fue nada, mamá. Estoy bien.
-¿Seguro?
-Si. Buen día , Akashi-sama.
-Que hermoso estás. Ya tenía casi 2 años sin verte.
El pobre castaño se sonrojo un poco al ser abrazado de aquella manera por la pelirroja. Ella siempre había sido muy cariñosa -. Gracias .
-Traje el té.
-Oh si mamá me dijo que queria hablar conmigo.
-Si- sujeto las manos del castaño -Le dije a tu madre que quería decírtelo en persona. Sabes que te quiero mucho.
Asintió pero frunció el ceño ¿Era sobre lo de anoche?
-. El día del juego....
-Siento haber golpeado a Akashi-sama. Juro que no fue intencional- comenzó rápidamente a disculparse.
-Lo sé. Lo que intento decirte es que... - dudo un poco -.... Jū regreso.
-....- miro entre ambas confundido.
-Kōki, Jū-sama fue quien despertó ese día del golpe del juego.
-¿Qué?
- Seijūrō, te recuerda.
Lágrimas surcaron sus mejillas y negó.
-Si, cuando despertó lo primero que hizo fue preguntar por ti, por Ōk-chan.
Más lágrimas surcaron.
-Seijūrō te recuerda. Sin embargo, tiene problemas asociados con tus recuerdos. No recuerda nada de lo que te hizo en estos 5 años. Para él, tú, Tetsuya y él acaban de ir al parque de diversiones, son mejores mejores amigos.
-...
-Seijūrō tiene mezclados sus recuerdos actuales con los viejos en lo que respecta a ti. No recuerda la caída del caballo ni nada de eso. Simplemente es como si se hubiera levantado buscándote y no te encuentra. Le tuve que explicar lo que había sucedido entre ustedes, especialmente como te trato todos estos años. Obviamente está herido y confundido. Tarde o temprano intentará ponerse en contacto contigo.
Kōki recordó lo sucedido el día anterior y se echó a llorar más de lo que ya lo estaba haciendo.
Anoche, quien lo había besado fue su Jū.
-¿Qué pasa, kōki?
No entendieron nada lo que había balbuceado el castaño. Simplemente lo dejaron llorar hasta que se quedó dormido.
-¿Qué sucedió anoche ... maná dijiste que regreso? A dónde fue?
-Fiesta de Kuroko-kun.
Ambas se quedaron mirando, Seijūrō había salido anoche y no habia regresado a casa.
Sin duda algo había pasado entre ambos.
-Voy a hablar con Sei.
Vieron salir a la pelirroja.
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Escucharon el timbre insistente, tetsuya abrió los ojos y se levantó. El departamento era un desastre, fue un error dejar a Aomine sin vigilancia.
Camino en silencio lo más que pudo, la mayoría se había retirado pero algunos se quedaron. Y a otro de plano no pudieron hacer que se calmara.
-¿si?- Se sorprendió al verla - Tía.
-¿Dónde está?
-Se quedó dormido.- la dejo ingresar e hizo que lo siguiera. La guío a la habitación del balcón.
-¿Tan mal fue?
-Si. No se que paso exactamente, estaba inconsolable. Apenas y logré convencerlo que se sentará en la cama; estaba en el balcón.
-Ya veo.
-¿Sabe algo?
-Kōki está igual. Esta peor ahora que sabe que es Jū el de anoche. Se quedó dormido, vengo de su casa.
-Veo... Posiblemente Seijūrō no alcanzo a decirle que lo recordaba y algo más paso.
-Si.
-Voy. Prepararé el desayuno para todos.
-Gracias.
Se sentó al borde de la cama, estaba pálido, se notaba las marcas de las lágrimas y.... ¿Una mano marcada? Bien, definitivamente kōki lo abofeteó. No podía culparlo tampoco.
-Buen día, Sei. - dijo al verlo ojos ojos rojos. Definitivamente estuvo llorando toda la noche.
-Mamá.
-Tranquilo. Me doy una idea de lo que sucedió al ver tu cara, y el estado de Kōki.
-¿Lo viste?
-Si. Se ha quedado dormido.
-Ya veo...
-¿Me quieres decir que sucedió entre ustedes? - escucho atentamente a su hijo -. Comprendo. Pero definitivamente primero debiste decirle que le recordabas.
Asintió.
-Su reacción fue normal ante el trato que tu otro yo le daba. Definitivamente ha de haber creído que te estabas burlado de él.
-¡Pero no lo estaba haciendo!
-No. Pero Kōki no lo sabía.
-Lo sé.
-y... - los ojos rojos la miraron -. Ahora lo sabe.
-¿Qué?
-No sabía lo que había pasado anoche entre ustedes. Y hoy fui a decirle tu estado de los recuerdos mezclados, obviamente también le comenté que no recuerdas nada de lo le has hecho estos 5 años.
-¿Qué dijo?
-Ha llorado hasta que se quedó dormido. Ahora sabe que lo volviste a recordar.
Asintio pero estaba inseguro ¿Tanto daño le había hecho esos años? ¿Por eso lo odiaba?
-Todo estará bien. Kōki... Solo dale tiempo.
-Bien.
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Habían transcurrido dos semanas, kōki había hablado con Tetsuya. Hasta cierto punto había aceptado que Jū había "regresado".
-¿Se ha contactado contigo?
-No- murmuró mientras veía a Taiga pedir el postre. Había salido a pasear ese día a la plaza comercial, estaban en un local de hamburguesas, el favorito de taiga.
-Quizás tenga miedo- dijo al ver la mirada triste -. Quizás pronto se acerque a ti, y por favor, no lo vuelvas a bofetear.
Se sonrojo -. no me percate de ello, lo siento.
-Tenia toda la mejilla hinchada y roja.
-Lo siento - chillo aún arrepentido.
Tetsuya sonrió y se levantó para ayudar a Taiga con el postre.
Kōki soltó un suspiro y miró a través de la ventana del local -...- no pudo apartar la mirada, su corazón comenzó a latir rápidamente.
El acompañante también lo miro -Kō-chan.
Se escucho el chillido atraves del local, el pelinegro ingreso al local y Kōki se vio arrastrado en un abrazo.
-Mibuchi-sama.
-Nada de sama, Kō-chan. Mira que lindo estás.
Se sonrojo.
-Le dije a Sei-chan que eras muy lindo. Cambiaste mucho.
Ante la mención del nombre se tenso en el abrazo, y reo lo noto. Sonrió y miro entre ambos -Sei-chan ¿No dijiste que tenías que hablar con Kō-chan?
Kōki se vio empujado hacia el pelirrojo.
-A dos locales está una cafetería que tiene privados. Deberían hablar.
-Yo...
Seijūrō sujeto al castaño por el bordo de la camisa -. Por favor.
El corazón de Kōki latió cuando su camisa fue jalada de aquella forma... Un recuerdo de la infancia afloró en su mente -Esta bien.
Seijūrō sonrió y asintió, tomo la mano del castaño y lo guío, sin percatarse del gran sonrojo en las mejillas de Kōki.
Tetsuya dio la vuelta solo para ver qué Reo Mibuchi estaba en lugar que Kōki estaba sentado -¿Kōki-kun?
-Con Sei-chan...
Asintió y sentó le ofreció el helado de Kōki al azabache -. Espero se arreglen
-Yo igual. Sei-chan a sido todo un manojo de nervios toda la semana. Dudaba en ponerse en contacto con él, tenía miedo a que lo rechazara.
-Si, lo imagino. ¿Cómo nos localizaron?
-Casualidad. Sei-chan me acompaño al médico (tuve consulta) y pasamos aquí. Vimos a Kō-chan sentado. Así que hice que se reuniran.
-Ya veo.
-¿Crees que Kō-chan perdone a Sei-chan?
-No hay nada que perdonar, Seijūrō no tuvo la culpa, y Kōki-kun tampoco.
Es lo.... Tienen que entenderse.
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Siguio al pelirrojo.
-Un privado.
-Si. Por aquí - reconoció al pelirrojo de inmediato. Rápidamente los guío a uno de las mejores zonas y discretas pues obviamente eran pareja- El menú es electrónico, no tarda mucho en llegar el pedido. ¿Algo que les ofrezca mientras esperan?
-Agua.
-No gracias - respondió tímidamente ante el ambiente del privado. Parecía muy ... Romántico.
-Permiso.
El castaño fue guiado a asiento, y Seijūrō se sentó muy cerca.
El pobre corazón de Kōki se estaba saliendo de control.
No dijeron nada por unos minutos, el camarero entro con el agua.
Seijūrō miro al castaño, kōki miraba cualquier parte menos al pelirrojo. Tomo la tableta y pidió por ambos.
5 minutos después volvieron a ingresar.
Kōki se sorprendió al ver qué el mesero colocaba su pastel de fresas favorito.
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