Pov Lena

Me desperté y vi los primeros rayos del sol filtrándose por mi ventana, me sentía tan relajada después de todo lo que pasó anoche. Kara es absolutamente maravillosa, ella fue tan desinteresada en ayudarme a pasar un buen rato después de consolarme del descubrimiento de ayer, que hace que esté teniendo un espacio muy grande en mi corazón.

Me iba a levantar para hacer mis necesidades y mi higiene personal, pero al momento de hacerlo, algo me lo impedía. Me di la vuelta para ver qué era lo que no me estaba dejando moverme y me topé con una Kara, profundamente dormida y a nuestro hijo de peluche atrás a punto de caerse de la cama. Le di un pequeño beso en la nariz y quite sus manos con cuidado para no despertarla y poder salir de entre sus cálidos, fuertes y cómodos brazos para luego colocar a Tyler en ellos. Y si, acabo de elegir el nombre de nuestro felpudo hijo.

Fui al baño, terminé lo que tenía que hacer y salí de la habitación para ir a la sala y ver un poco de televisión. Pasaron tal vez unos 15 minutos y apareció Alex en la sala.

Alex: Buen día, cuñada. ¿Descansaste bien?

Lena: Hola Alex. Si, dormí muy bien ¿Y tú?

Alex: Tuve una noche maravillosa, si sabes lo que quiero decir- movió sus cejas juguetonamente.

Lena: Me hubiera gustado no saber eso, pero me alegro por ustedes. ¿Sam sigue durmiendo?

Alex: No, ella se está bañando, ya viene para hacer el desayuno. Ahora nos toca a nosotras.

Lena: Okay, voy a despertar a tu hermana entonces- salí de allí para ir a mi dormitorio y despertar a la hermosa rubia que yacía durmiendo abrazando a Tyler. Pero antes de abrir la puerta me encontré con Sam.

Sam: Hola Len, ¿Cómo estás?

Lena: De maravilla ¿Y tú, hermanita?

Sam: Yo bien, pero ¿Estás segura de que tú lo estás? Porque anoche volviste con Kara- mi hermana me conocía muy bien, pero no quería hablar sobre eso ahora.

Lena: Segura Sam, además me divertí mucho con Kara. Ella es una buena chica.

Sam: Lo sé- dijo con una enorme sonrisa- Bueno hermanita, yo me voy a preparar el desayuno. Las espero.- con eso dicho ella se marchó y yo entré a la habitación.

Kara seguía durmiendo abrazada al oso de peluche y yo solo me tome el tiempo de admirar su belleza a más profundidad. Me acerqué a la cama y con mucho cuidado acaricié su rostro, recorrí cada curva, sus ojos, cejas, mandíbula y al final sus labios. Estuve un rato perdida en ellos hasta que mis caricias lograron despertarla, por lo que me aleje rápido de la cama e hice como que recién entraba.

Lena: Buenos días, bella durmiente. Arriba, que ya es hora de levantarse y si no lo haces, Alex con mucho gusto se va a comer tu desayuno.- ella se estiró y pude detallar algo raro en las sabanas. 

Si mi vista no me fallaba, eso era un bulto.

Kara: Buen día Lee- me dio una enorme sonrisa- Ahora me levanto, no más tomo una ducha y voy- pero yo seguía parada mirando hacia donde estaba esa protuberancia- ¿Qué sucede?- Pero cuando iba a preguntar, Alex entró a la habitación avisando que ya estaba listo el desayuno y que Lois estaba en la sala, así que no me quedo de otra que salir a ver a mi amiga.

Pov Lois

Estaba en mi departamento desayunando para hacer tiempo e ir a la casa de la estúpida de Lena. Cada vez se me estaba haciendo más difícil soportarla, odiaba a la gente como ella. Tan tierna, educada, habladora y sin una pizca de maldad. Simplemente aberrante, pero tenía que aguantar un poco más si me la quería llevar a la cama.

Pero por mucho que hiciera, la mosquita muerta no caía en mis redes.

Mire la hora en el reloj que estaba colgado en la pared de la cocina, busqué mi celular y una chaqueta, porque estaba un poco fresco y no quería resfriarme. Salí de la casa y cuando estuve a unas dos cuadras de la casa de la nerd, mi teléfono sonó. Al ver quién era, contesté.

Lois: Hola... Ahora mismo estoy de camino a casa de Lena... Sí, lo sé, pero esa monja no me la está haciendo fácil... No te preocupes, sé lo que tengo que hacer... Pues claro que va a llorar... Ya estoy llegando. Hablamos luego. Adiós.- dije colgando. Toqué al timbre de Lena y la tal Alex, me abrió la puerta. Dejé caer un par de lágrimas.- ¿Está Lena?

Alex: Sí, pasa... - dijo- Voy a buscarla.

La vi alejarse y vi que la hermana de Lena estaba poniendo la mesa para desayunar.

Sam: ¿Pasa algo?

Lois: Eso quisiera yo saber...

Lena: Lois... ¿Qué pasa?- preguntó al verme- ¿Estás... estás llorando? ¿Ha pasado algo?

Lois: No lo sé, dímelo tú.

Lena: ¿Yo?

Lois: Sí tú. Ayer desapareciste sin más en el parque y cuando te veo, tú y esa... Kara o como se llame, estaban muy cariñosas.

Lena: ¿Qué...?

Lois: ¡No finjas, Lena, las vi! ¡Vi cómo te abrazaba, y vi cómo se miraban! ¡Se lo estaban pasando en grande sin mí! ¡Hasta te regaló un oso!- grité, llorando- ¡Si querías estar a solas con ella, me lo hubieras dicho, tendrías que haberme dicho que ya no quieres saber nada de mí!

Lena: Yo no... ¡Fuiste tú la que no me hizo ni caso en todo el día, sólo estabas pendiente del maldito móvil!

Lois: ¡Tenía asuntos importantes que atender!

Lena: Y esos asuntos se llaman Diana, mi diosa griega, ¿no?- dijo burlesca- Ese asunto es más importante, para la mujer que dice querer algo conmigo estando con otra.

Lois: ¡Sí, más que tú! No eres el centro del mundo.- dije sin pensar- Espera, ¿qué? N-no sé de qué me estás hablando.

Lena: No te hagas la tonta, ni la desentendida.  Que ya sé que tienes novia o mejor dicho prometida- dijo molesta. Yo estaba tan en shock de que haber sido descubierta, que no fui capaz de responder- ¡Vi tu teléfono, Lois! ¡Vi los mensajes que te mandabas con esa mujer! ¿Acaso me crees idiota?

¿Cómo demonios pude haber sido tan descuidada? Ahora todo mi plan se vino para abajo. ¡Maldición! ¡Piensa rápido, Lois!

Lois: ¡Eso no es cierto! Eso te lo estás inventando para no darme una oportunidad- contraataqué haciéndome la víctima, para salir bien parada de esta situación- ¡¿Sabes qué pasa?! Que ahora te interesa la princesita por sus riquezas, su castillo y demás. Es eso, ¡¿no?! ¡No eres más que una maldita buscona desagradecida! ¡Eres una pu...!- Me tuve que callar, porque alguien me dio un bofetón. Cuando miré, vi a Sam delante de mí.

Sam: Vuelve a hablarle así a mi hermana y te juro que te...

Lois: Eres una... - dije, notando la sangre en mi labio. Empecé a caminar hacia el baño.

Sam: ¡¿Dónde vas?!

Lois: ¡Al baño, a limpiarme!

Sam: ¡Bien, y luego te largas de mi casa, ¡¿entendido?!

Lois: Si, si, si... Como sea.

Entré en el baño y cerré con un portazo. Escuché a Lena llorar y a Alex y Sam tratando de calmarla. En ese momento me volví y lo que vi me dejó de piedra.

Lois: ¿Pero qué mierda...?- dije mirando a Kara, que acababa de salir de la ducha, completamente desnuda- ¿Eso es un... Pene...?

Kara: ¿No sabes llamar antes de entrar?- preguntó cubriéndose rápidamente.

Lois: Eres un... monstruo... ¿Lena lo sabe?

Kara: No.

Lois: Pues lo va a saber...- dije saliendo y volviendo a la sala - ¡¿En serio prefieres a ese... engendro antes que a mí?!

Lena: ¿Cómo?

Lois: ¡Tu querida princesita rubia tiene un pene entre las piernas, ¿Lo sabías?! ¡¿De verdad la prefieres a ella?! ¡Es repugnante, es... asqueroso!

Lena: No hables así de Kara...

Lois: ¿En serio...? Lena, ¿me has oído? ¡Tiene un pene!

Sam: ¿Que tiene qué...?

Lena: ¿Es verdad...?- preguntó mirando a Kara.

Kara: Lena, yo... No era así como quería que te enterases de...-dijo corriendo a la habitación de Lena y cerrando con un portazo.

Lena: ¡Kara espera! - dijo, queriendo ir tras ella.

Lois: ¿Dónde vas?- pregunté cogiéndola del brazo- ¿Por qué va a tu cuarto, eh? ¡Será mejor que estés haciendo las maletas para irte de aquí, monstruo! ¡¿Me oyes?! ¡Lárgate y no te acerques a Lena, fenómeno!

Lena: ¡Ya basta, deja de insultarla!- me gritó- ¡¿A ti qué te importa lo que Kara tiene o no tiene entre las piernas?!

Lois: ¿No te da asco?

Lena: ¿Asco...? Asco me estás dando tú... Al menos ella se preocupa por mí, me escucha... ¡Y nunca trato de engañarme, como tú!

Lois: ¡Que eso, no es cierto!- volví a negar el hecho- Seguro que también tiene antenas o algo así detrás de las orejas, ¿La has mirado?

Lena: Vete de mi casa, Lois.

Lois: ¡¿Y ESA?!

Lena: ¡Esa, como tú le dices, se llama Kara! ¡Y ella se queda!

Lois: Piénsatelo bien, Lena...

Lena: No tengo nada que pensar...

Lois: ¡¿Te has acostado con ella?! Por tu bien, espero que hayan usado protección, ¿O acaso quieres tener pequeños monstruitos como ella?

Lena: ¡Basta ya!- gritó, dándome un bofetón- ¡Lárgate!

En ese momento, vi que la hermana de Kara se lanzaba sobre mí. Sam la había estado sujetando, pero ella se libró y me dio un puñetazo con fuerza.

Alex: Sigue diciendo eso de mi hermana y no te quedará ni un diente sano en esa boca de víbora que tienes...

Sam: Alex, para.

Alex: Lárgate, antes de que decida romperte el cuello.

Lois: ¿Vas a permitirlo, Lena?

Lena: Sáquenla de aquí...- dijo llorando- Voy a ver cómo está Kara...

Mientras Lena se alejaba hacia la habitación, Sam y Alex me sacaron a empujones. Me dolía la nariz. Esa bestia me la había roto. Me cubrí con un pañuelo y saqué mi móvil, marcando.

Lois: No te vas a creer lo que tengo... Tú tenías amigos en la televisión, ¿verdad? Pues esto les va a gustar...

Pov Kara

¿Cómo demonios pude ser tan idiota de no cerrar la puerta con seguro? Ahora Lena sabe mi condición y seguramente me debe de estar odiando y sintiendo asco de mí. Llore con más fuerza al saber que posiblemente no tendría posibilidades de estar con ella. Cerré la puerta con seguro y me lancé a la cama, abracé al oso de peluche que gané ayer para Lena y que era nuestro hijo.

Kara: ¿Qué voy a hacer, mi pequeño amigo?- pregunté con voz entrecortada por el llanto, mirando al oso- Tu madre debe de estar aborreciéndome en este momento... Ya no voy a tener una oportunidad de ganar su corazón...- seguí hablando con el oso hasta que el sonido de la puerta tratando de abrirse me llamo la atención.

Lena: ¿Kara?- tocó la puerta y yo no podía ver la cara que tendría- Kara, abre la puerta, por favor- Siguió tocando- Por favor ojitos, abre...- dijo con la voz que delataba que estaba a punto de llorar. No pude soportarlo, no quería que llorase por mi culpa. Me acerqué a la puerta, quite el seguro y abrí lentamente- Ojitos...- apenas me vio, se lanzó a abrazarme con fuerza- Siento mucho lo que pasó. Lois, no tenía derecho a tratarte de esa manera y mucho menos exponerte delante de todas...

Kara: Te juro que quería decírtelo, pero no te conocía del todo y tenía miedo de que me rechazaras por ser un fenómeno, un monstruo...- dije con la voz quebrada y bajando la mirada.

Lena: Kara, basta... No te digas más de esa forma. Tú no eres ningún monstruo- tomo mi rostro entre sus manos para que la mirase a los ojos- Escúchame bien, ojitos... Tú eres la persona más hermosa y encantadora que he conocido jamás- junto nuestras frentes- No me importa lo que tienes entre las piernas, solo me importa lo que tienes en tu corazón.- Y sin si quiera esperarlo, ella cerró el espacio que quedaba besándome con tanta suavidad y ternura.

Al principio no lo respondí, porque estaba en shock. No podía creer que Lena me estuviese besando y provoqué que Lena se apartara rápidamente. Ella iba a hablar, pero no la deje y la atraje por la cintura pegándola a mi cuerpo haciéndole saber que yo quería ese beso tanto como ella. Me sentía en las nubes, pero la maldita falta de aire hizo que nos separáramos.

Kara: Si este es un sueño, no quiero despertar jamás. He querido hacer esto desde la primera vez que te vi...- dije rozando mis labios contra los suyos.

Lena: No lo es, ojitos...- acarició mi rostro con sus manos- Y perdón si rompo este momento, pero creo que alguien más está contento por este momento.- dijo riendo.

Kara: ¿Qué? ¿Quién?- dije confundida mirando a todos lados. Lena solo apunto hacia abajo con una ceja levantada y sonrisa pícara. Yo seguí la vista hasta donde señalaba y mi cara se tornó rojo escarlata cuando vi a mi miembro todo animado por los besos que nos dimos- Y-yo lo siento, no puedo controlar a esta estúpida cosa- trate inútilmente de cubrir mi erección con mis manos.

Lena: Tranquila, Kara. No pasa nada, sé que es normal. Pero si no quieres que tu hermana te moleste, es mejor que te encargues de eso mientras yo voy a tranquilizarlas, ¿Está bien?- tomo una de mis manos haciendo círculos con su pulgar.

Kara: Esta bien, en unos minutos voy- dije encaminándome hasta el baño, pero antes de que cerrase la puerta Lena se acercó con rapidez y me dio un beso fugaz antes de irse, dejándome con una sonrisa de idiota.