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Acercamiento

Pov Lena

Si tuviera que decir cómo me siento en estos momentos diría que la palabra seria destrozada. Sentía vergüenza de que todas hayan visto lo que Lois me hizo, en especial Kara. Estaba en una habitación del hospital, con ella a mi lado, abrazándome. Yo era incapaz de moverme o de decir nada. Al llegar, habían insistido en que yo debía entrar sola para que pudiesen examinarme, pero me negaba a soltar a Kara. Cada vez que intentaban separarme de ella, gritaba tanto, que al final habían tenido que aceptar en que ella estuviese a mi lado todo el tiempo.

Mientras la doctora me examinaba, yo me tensé, llorando, mientras sentía a Kara acariciar mi rostro y secar mis lágrimas con ternura.

Kara: Tranquila, Lee. Acabarán pronto- susurró en mi oído, besándome en la mejilla.

Doctora: Parece que no consiguió penetrarla del todo. Pero sí lo suficiente como para hacerle daño.

Kara: ¿Se pondrá bien?

Doctora: Sí. Pero le llevará un tiempo. Es posible que rechace el contacto físico o no quiera ver a nadie ni hablar con nadie durante unos días. Pero es normal. No la obliguen, sólo conseguirán asustarla más de lo que ya está.

Kara: Entendido...- Ahora estaba en esa habitación, con Kara abrazándome con ternura mientras mi hermana me miraba, llorando.

Sam: Lena...- dijo agarrando mi mano. La aparté rápidamente, acurrucándome más entre los brazos de Kara.

No entendía qué me pasaba. Sabía que mi hermana no me haría daño, pero no podía soportar que me tocase nadie que no fuera Kara. Alex abrazó a Sam, que empezó a llorar.

Lena: No llores...- dije casi sin voz

Sam: ¿Que no llore? Lena, no me dejas ni tocarte. ¿Tienes miedo de mí?

Lena: Tengo miedo de todo el mundo- confesé.

Kara: La doctora dijo que esto podría pasar y que no debíamos forzarla. Sólo necesita tiempo, ¿verdad, cielo?- me miro unos segundos y luego giró su vista hacia las chicas- Vayan a casa, yo me quedo con ella.

Sam: No quiero irme. No quiero dejarte, Lena.

Lena: Estoy con Kara...- fue todo lo que pude decir.

Finalmente, Alex logró sacar a Sam del cuarto y yo me quedé entre los brazos de Kara. No sé cuándo me quedé dormida. Pero me desperté gritando y empapada de sudor.

Kara: Lee, Lee, tranquila.

Lena: ¡No me toques, no, déjame, no me toques, no te acerques!

Kara: ¡Lena, soy yo, Kara! Mírame... Por favor, mírame, cariño...- dijo sosteniendo mi rostro con fuerza entre sus manos.

Lena: Ojitos...

Kara: Sí... Estoy aquí, tranquila...- dijo abrazándome y acariciándome el pelo - Estás a salvo.

Lena: No me sueltes...

Kara: No lo haré... Hazme un sitio- Me moví un poco hacia el borde de la cama y Kara se tumbó a mi lado como buenamente pudo, abrazándome.

Lena: Gracias.

Kara: ¿Por qué?

Lena: Por quedarte conmigo.

Kara: Siempre estaré contigo. Ahora vuelve a dormir, no me moveré de tu lado, lo prometo.

Sujeté su mano con fuerza y cerré los ojos, aspirando su aroma. Pegué la cabeza a su pecho todo lo que pude y volví a dormirme, escuchando su respiración relajada. Pero no conseguía dormir más de diez minutos seguidos. No podía quitarme el rostro dolido de Sam al mirarme cuando rechacé su mano. Era mi hermana, quería darme su apoyo, y yo la había rechazado. La había hecho daño y me sentía fatal por eso.

Kara: ¿En qué piensas, amor? - dijo, mirándome, aún tumbada a mi lado, a pesar de que debía estar muy incómoda en esa postura, ya que tenía medio cuerpo fuera de la cama.

Lena: En Sam...- dije en un suspiro hasta que me di cuenta de algo- Espera, ¿Me acabas de llamar amor?- dije sorprendida.

Kara: S-si.- se puso roja y tomó una respiración profunda- Mira, sé que no hemos hablado sobre lo que sucedió entre nosotras. Pero quiero que sepas que yo me enamoré de ti desde que te vi en el aeropuerto- tomó una de mis manos y la besó- Digamos que Sam, me dio ánimos al darse cuenta de lo que sentía por ti y bueno... Soy consciente de que éste, no es el mejor momento, pero si me lo permites, quisiera estar a tu lado de forma romántica.

Lena: K-kara...- dije con voz llorosa- Y-yo no sé q-que decir. En otras circunstancias yo... Hubiese aceptado, pero yo no te merezco. Me siento sucia, indigna de ti.- baje la cabeza y sollocé.

Kara: ¡¿Pero qué dices, Lena?!- gritó haciendo que me encogiera del miedo y me tragara el llanto. Kara pareció notarlo y cambió el tono de su voz- Perdón, no fue mi intención asustarte. Entiendo que lo que pasó con Lois te afectó, pero tú no tuviste la culpa de eso. A mí no me importa, fuiste una víctima y eso no cambia el hecho de que te amo. Quiero algo serio contigo y voy a ser paciente, y esperar a que estés lista para dar ese paso conmigo.- dio un beso en mi frente y uno en mi mejilla.

Lena: Te amo mucho, ojitos. Eso no lo dudes, pero necesito tiempo para sanar y sé que vas a respetar mi decisión.- dije bostezando. Ya era tarde y tenía sueño.

Kara: Siempre, Lee. Ahora duerme, princesa.- Nos acomodamos mejor en la camilla, quedando yo encima de Kara y ella abrazándome para que no me cayese. Me dio un pico y nos dormimos.

Pov Sam

Me siento tan malditamente culpable de no haber llegado a tiempo, de ver a mi hermana tan rota y con tanto temor... Si tan solo hubiésemos llegado a tiempo quizás nada de esto hubiese sucedido y Lena no hubiera sido... No hubiera sido...¡Maldita sea! ¡Ni siquiera puedo decir la maldita palabra!.

Estoy dolida por el rechazo de Lena y a la vez molesta con Alex por no haber contestado las incesantes llamadas que hicimos entre Kara y yo. Si tan sólo ella hubiese respondido el celular, nada de esto estaría pasando.

El único consuelo que me queda es que Lena está con Kara y no está atravesando por esto sola. Espero que esto que pasó, no afecte en nada el poco progreso que tuvieron y que las haga juntarse de forma definitiva. Siendo sincera, desde la primera vez que vi a Kara en Liechtenstein, supe que sería la persona ideal para estar con Lena.

Ella tiene todas las cualidades que mi hermana busca en una persona. Es buena, amable, honesta y sobre todo, de buenos sentimientos. Tal cual como su hermana mayor, de la cual por cierto, estoy algo distante. Ahora me encuentro en la que es la habitación de Lena y Kara, porque de alguna manera quiero estar conectada a algo que fuese de mi hermana. Alex, por su parte está en la habitación que es de nosotras ya que le pedí espacio a la fuerza.

Comienzo Flashback

Después de salir prácticamente obligada de la habitación del hospital, Alex llamó a un taxi ya que con todo el lio de la tarde no nos ocupamos del auto, el cual quedó en la plaza. Todo el camino a casa fue en completo silencio con algunas miradas de la pelirroja en mi dirección tratando de buscar las palabras correctas, pero siempre que iba a hablar terminaba por suspirar y mirar hacia un costado.

Ya dentro de la casa, Alex, tomó mi mano y me guio al sofá, pero yo al apenas verlo, corrí hacia nuestra habitación. Me encerré y me tire a la cama a llorar porque por mi mente pasaron los recuerdos de Lena con la ropa hecha trizas, llorando y sin hablar a nadie. Se escucharon los acelerados pasos de Alex y detenerse justo en nuestra habitación tratando de entrar.

Alex: ¿Amor?- tocó la puerta- Ábreme la puerta y hablemos, por favor...- tocó nuevamente, pero yo no tenía ánimos de hacer tal cosa.

Sam: Vete, por favor y déjame tranquila. No quiero hablar contigo en este momento.- Hablé como buenamente podía.

Alex: Sam, por favor... No sé qué hice para que te estés comportando de esta manera conmigo- suspiró- Necesito que me expliques, porque no entiendo nada, mi amor.

Sam: ¡No quiero tocar ese tema ahora, Alexandra!- grité- Déjame sola.- al terminar la frase oí que se marchaba y me dediqué a seguir llorando hasta que me quedé dormida.

Me desperté y vi la hora en mi celular. Eran las 11:30 PM y me decidí por salir de la habitación para cenar algo. No quería encontrarme con Alex todavía, pero sabía que eso sería algo inevitable ya que vivimos en la misma casa. Fui hacia la cocina para hacerme un sándwich y servirme un poco de jugo porque sentía la garganta seca de tanto llorar. De repente, Alex apareció y yo me estaba dispuesta a marcharme de nuevo, pero ella bloqueó la salida con su cuerpo.

Alex: Tenemos que hablar, Sam. No puedes evitarme por siempre y lo sabes- dijo con un suspiro.

Sam: Alex, quítate de ahí, por favor- le medio supliqué.

Alex: No, hasta que me digas lo que está pasando y él porqué te reúsas a hablar conmigo- se cruzó de brazos y yo intenté moverla un par de veces para que me dejara salir, pero ella estaba firme y mirándome con seriedad. Ya estaba empezando a molestarme- ¿Qué te hice, Sam?- y ya no pude aguantar más.

Sam: ¿Quieres saber lo que hiciste?- le dije irónica- O mejor dicho, ¡Lo que NO hiciste!- la empujé- Pues ya que tanto insistes, te lo voy a decir- golpeé con mi dedo índice su pecho- ¡Resulta que por tu culpa, mi hermana fue violada! ¡¿Entiendes ahora o te lo explico con manzanas?!

Alex: ¿Q-qué?- dijo con la voz a punto de quebrarse y sus ojos aguados- ¿C-cómo puedes d-decir que f-fue mi culpa, Sam?- dijo apenas en un susurro- Yo no s-sabía que eso le i-iba a p-pasar...

Sam: ¡Si tu hubieses contestado el maldito celular a tiempo cuando tu hermana y yo te marcamos, nada de esto hubiese pasado y mi hermana no estaría como lo está ahora, Alexandra!- le grité furiosa- ¡¿Sabes lo doloroso que es que tu propia hermana tenga miedo de ti?!- le dije con todo el dolor y la ira que sentía. Alex, no respondió- ¡Exacto! ¡No lo sabes! Ahora quítate de mi camino.

La moví y esta vez, si se apartó del camino. Me fui rápidamente sin mirar a Alex a la habitación de Lena y Kara, cerré con seguro y me abracé al oso de peluche que Kara le compró a mi hermana y sin saber cuándo me dormí.

Pov Alex

Estaba en el cuarto en el que dormía con Sam y sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza. No sabía que hacer o que pensar, tenía un mix de emociones en este momento y entre ellos estaba la culpa. Quizás y Sam tiene razón, de haber llegado momentos antes de que la maldita bastarda de Lois le hiciera esa barbaridad a Lena, tal vez ella estaría a salvo y con esa alegría que la caracterizaba, puede que hasta mi hermana me odie...

Pasaban las horas y yo no podía conciliar el sueño, porque cada vez que me ganaba el sueño y cerraba los ojos, tenía pesadillas. Así que salí de la habitación, cuando vi el reloj de la sala eran las 5 de la mañana. En todo ese tiempo me la pasé vagando por toda la casa como alma en pena y terminé en el sillón de la sala donde todo ocurrió y la imagen que proyecto mi mente, terminó por romper el poco autocontrol que tenía.

Lloré por el dolor y la culpa que tenía, quería regresar el tiempo atrás y poder contestar a tiempo el celular, pero sé que eso no es posible. Agarré una botella de licor que había en uno de los muebles y me puse a beber hasta que perdí el conocimiento. Luego de lo que parecían ser horas, sentí que algo tocó mi cara, pero no quería despertar.

Sam: Alex...

Alex: Sam... - susurré, intentando enfocarla.

Sam: ¿Qué haces en el suelo? Anda, levántate...

Alex: No... Déjame aquí. Me lo merezco...

Sam: Alex...

Alex: Tienes razón – dije empezando a llorar – Debí haber estado más pendiente del teléfono. Debería haber estado ahí para ayudar a Lena. Para evitar que Lois le... - escondí el rostro entre mis manos – Lo siento tanto, Sam...

Sam: Alex... Ven, levanta – dijo tirando de mí, haciendo que me levantase. Me llevó hasta el sofá y ambas nos sentamos. Sam me abrazó y yo intenté apartarme, pero ella no me lo permitió. Acabé acurrucándome entre sus brazos, apoyando la cabeza en su pecho y llorando con fuerza – Tranquila... Puede que haya sido demasiado dura contigo. Tú no sabías que eso podía pasar, cariño.

Alex: Pero podría haberlo evitado. ¡Estaba a sólo unos metros de ellas! De no ser porque en ese momento me entró hambre, no habría entrado en la casa y....

Sam: Pero entraste. Y evitaste que Lois le hiciera algo aún peor a mi hermana. Tranquila.

Alex: ¿Podrás perdonarme?

Sam: Claro que sí... - dijo, haciendo que la mirase a los ojos – Mírate... ¿Qué has bebido?

Alex: No lo sé. Algo que encontré en el mueble -Sam miró la botella que estaba junto al sofá y sonrió.

Sam: ¿En serio te has bebido una botella de tequila tú sola?

Alex: Sí... - susurré – Bueno, puede que la mitad se me cayera en alguna parte. Y puede que también haya vomitado en esa maceta. ¿O era en aquella? No sé, ¿Cuál de las dos plantas está muerta?

Sam: Por ahora ninguna. Ven, te ayudaré a darte una ducha y te vas derechita a la cama. Debes tener un dolor de cabeza horrible.

Nos levantamos y Sam me ayudó a ir al baño, a desnudarme y a ducharme. Yo estaba con las manos apoyadas en la pared y noté que Sam empezaba a lavar mi espalda. En ese momento, sentí un escalofrío recorrerme por completo. Me giré y miré a Sam a los ojos, apartándole el pelo mojado de la cara. Entonces, me acerqué a ella y la besé, rodeando su cintura con mis manos.

Con un movimiento rápido cambié nuestras posiciones y la dejé a ella apoyada contra la pared. Me aparté un poco, esperando su reacción, asustada. A su hermana acababan de violarla, y a mí sólo se me ocurre pillarla por sorpresa en la ducha y besarla.

Alex: Lo siento...- susurré, bajando la mirada.

Sam: Alex...

Alex: No he debido... Tú... Lena... Yo...

Sam: Tranquila, no pasa nada. – dijo besándome esta vez ella a mí. – Sigue con lo que estabas haciendo. Necesito no pensar en Lena ahora, por favor.

Alex: ¿Estás segura?

Sam: Sí.

Alex: Está bien. Pero si quieres que pare...

Sam: Sé que lo harás.

Alex: Está bien... - dije, sosteniendo su rostro entre mis manos y besándola con fuerza. Luego besé su cuello, empezando a darle pequeños mordisquitos. Sentí a Sam jadear y sujetarse a mí con fuerza, mientras yo iba bajando y lamiendo sus pezones muy despacio. Muy, muy despacio.

Sam: Alex...

Alex: ¿Quieres que pare?

Sam: ¡No, ni se te ocurra! ¡SIGUE!

Sonreí y fui bajando con mis labios por todo su cuerpo. Dejando besos y mordiscos en su vientre, cerca del ombligo. Después me agaché y le separé las piernas con cuidado, lamiendo el interior de sus muslos, excitada. Sam también lo estaba, podía notarlo.

Metí la cabeza entre las piernas de Sam y empecé a jugar con mi lengua en su interior, moviéndola muy despacio al principio y aumentando el ritmo conforme ella lo iba pidiendo con pequeños apretones en mis hombros.

Alex: ¿Estás bien?

Sam: Pe... pe... perfecta... mente... Oh, Dios...

Cuando Sam llegó al orgasmo poco después, la noté temblar y sujetarse a mí con fuerza. Me levanté y la abracé, besando de nuevo sus labios y mirándola a los ojos.

Alex: No te merezco.

Sam: No digas tonterías... - dijo sonriéndome mientras me miraba a los ojos.

Volví a besarla, otra vez. Necesitaba hacerlo, necesitaba sentir sus labios sobre los míos. Mientras mordía su labio inferior sin hacerle daño, la alcé, haciendo que enroscara sus piernas alrededor de mi cintura. Con mucho cuidado, salí de la ducha y me dirigí hacia el cuarto que compartía con Sam, dejándola con cuidado sobre la cama.

Me quedé observándola durante algunos segundos. Era tan perfecta... Y era mía. No podía creerme la suerte que tenía. Con cuidado me puse sobre ella y volví a jugar con mis labios y mi lengua sobre su cuerpo, como había hecho en la ducha. Sam arañaba mi espalda y clavaba sus uñas, pero no me importaba. Era un dolor placentero. Con delicadeza, introduje un par de dedos en el interior de Sam, empezando a moverlos.

Sam: Alex... Me tocaba a mí... Darte placer a ti...

Alex: Hoy no, cariño. Esta es mi forma de pedirte perdón. Eres tú la que debe disfrutarlo.

Sam: Pues estás... más que... perdonada... pero hazlo más rápido. Por favor...

Alex: Claro que sí, mi vida... - dije moviendo mis dedos más deprisa y más profundamente, viendo a Sam arquearse y apretar las sábanas con fuerza cuando llegó de nuevo al orgasmo. Tras un par de horas, me tumbé a su lado, cansada, abrazándola.

Sam: Eres maravillosa... - dijo mirándome y acariciando mi mejilla con suavidad.

Alex: No, no lo soy. De haberlo sido, habría atendido antes el teléfono y...

Sam: No...– dijo, poniendo dos de sus dedos sobre mis labios – No hablemos de eso ahora...

Alex: Está bien. Intenta dormir un poco. Mañana iremos a ver a tu hermana.

Sam: Esta bien. Gracias... - dijo cerrando los ojos y apoyando su cabeza sobre mi pecho. Sentí su respiración relajada poco después y supe que se había dormido. Me quedé mirándola, hasta que el sueño me pudo y cerré los ojos, durmiéndome también.

Pov Lois

Me despierto en una habitación de hospital y cuando empiezo a mover la cabeza para mirar a mi alrededor y ver si hay alguien conmigo, pero me duele y dejo de hacerlo. Después traté de recordar lo que me llevó a terminar aquí y lo último que recuerdo es que estaba en casa de Lena disfrutando el hacerla mía, por desgracia la idiota de Alex apareció, después escapé y luego fui retenida por alguien cuyo rostro no recuerdo, me golpearon y luego nada.

Trate de moverme para ir al baño, pero me era imposible. Me dolía todo. Al ver el reloj vi que eran las 7: 45 de la mañana. Por lo que suponía que alguna enfermera vendría pronto para así yo poder hacer mis necesidades. Aunque me dolía hasta lo que no sabía que tenía, busqué mi celular hasta encontrarlo y marqué a Lucy, pero la muy perra no contestaba. Por lo que la llamé al fijo y al segundo tono contestó.

Lucy: Hola, ¿Quién es y por qué me despierta tan temprano? ¿Acaso no sabe la hora que es?- su voz demostraba molestia.

Lois: ¡Soy yo, Lois, pedazo de retardada! ¡¿Por qué no contestabas el maldito celular?!

Lucy: Pues digamos que ayer tuve un improvisto y los analgésicos y antinflamatorios que me tomé me tumbaron. ¿Y tú donde andas, eh? ¡No, ya sé! ¡Estás en algún motel con Lena y ya le vas a romper su estúpido autoestima!- y yo estaba que hervía de bronca.

Lois: ¡Cállate de una vez, que tus gritos me aturden, pajarraco parlante!- pero luego deje de hablar, porque mi propio grito me aturdió y solté un gemido de dolor agarrándome la cabeza- Y no, no estoy con la poca cosa de Lena, sino en un hospital y necesito que me traigas ropa para salir de aquí en cuanto me den el alta.

Lucy: ¿En el hospital?- dijo la muy tarada- ¿Y se puede saber qué haces ahí? ¿Acaso las cosas salieron mal?

Lois: ¿Tú crees que si las cosas hubiesen salido bien estaría aquí?- le dije con sarcasmo- ¡Pues no! Solo recuerdo que alguien me agarro cuando trataba de escapar de Alex y de ahí nada de nada.- ella se rio como foca y luego me dijo que vendría, que tardaría un poco porque tendría que pasar por mi apartamento primero para buscar mi ropa.

Al terminar la llamada entró la enfermera, me checó y antes de salir me dijo que estaba en serios problemas. ¿De que estará hablando? ¿Cuáles problemas? Esas preguntas y muchas más rondaban por mi cabeza y todas mis dudas se resolvieron cuando Lucy, entró toda exaltada media hora después.

Lois: ¡Hasta que al fin la reina decide aparecer!- dije molesta. Iba a seguir hablando, pero me interrumpió.

Lucy: ¡No me vengas con tus comentarios de reina del drama! Y dime ¡¿Qué diablos hiciste, marmota?!

Lois: Primero que nada, bájale a tu tono porque me estalla la cabeza y segundo, no sé de qué demonios me estás hablando.

Lucy: Pues para darte un panorama, tienes a dos policías custodiando la puerta y por poco no me dejan entrar- me tiro la ropa a la cara, por lo que hice una mueca de dolor- Y por lo que veo a ti te dieron una buena paliza, lo que me lleva a pensar que ellas llegaron a tiempo a impedir que Lena no se acostara contigo.

Lois: Pues de que me di el gusto de gozar de Lena, me lo di. Digamos que la tomé a la fuerza, no quería que la fenómeno me quitara el premio- dije con una sonrisa macabra al recordar esa parte.

Lucy: ¡¿Pero tu estas demente o qué te pasa,grandísima estúpida?! Está bien que le rompieras el corazón a Lena, alabandonarla después de que te acostases con ella de forma voluntaria ¡Pero deahí a violarla, es otra cosa distinta, mente de aca!- me pegó un puñetazo en elhombro y grite de dolor.

Eso alertó a los policías que estaban custodiando mi puerta, los cuales entraron para ver que sucedía, Lucy les dijo que me había golpeado por con la cabecera de la cama, que no pasaba nada. De paso, se me informó en cuanto me dieran el alta se me llevaría a la comisaria porque tenía una denuncia por violación hacia Lena.

A las 9 de la mañana se me dio el alta y de forma brusca me esposaron y metieron en la patrulla para que me llevasen a la estación de policía. Lucy nos seguía en su vehículo mientras yo estaba desesperada, sabía que estaba en problemas, pero tenía que pensar con la cabeza fría y no perder la razón. No tardamos mucho en llegar al lugar y me pusieron en una sala de interrogatorios. Solo diré que perdieron su tiempo, no solté ni una palabra y exigí que se me diese un abogado.

Pov Kara

Decir que estaba triste no era nada comparado con la furia que albergaba conmigo misma. Me sentía... Impotente, furiosa y en algún punto estúpida. Soy consciente de que hicimos todo lo posible con Sam, para evitar que Lois llegara a tiempo, pero nunca imagine que la muy malnacida la violaría. Haber presenciado a Lena, en el estado en el que estaba fue mucho más doloroso que cuando mi padre nos corrió del castillo.

Ahora estaba en la camilla observando la paz y tranquilidad con la que Lena dormía. Todavía me sigue doliendo en el fondo de mi alma, al recordar el miedo en sus ojos cuando la trajimos al hospital, el momento del chequeo y creo que el más triste de todos, el rechazo y miedo de Lena hacia su hermana. Eso debe de dolerles mucho más a ellas que a Alex y a mí. Pero de nada me sirve lamentarlo, ahora tengo que ser más fuerte que nunca y estar para ella.

Así que aquí estoy... Con la chica que ha hecho que todo mi mundo se pusiera de cabeza desde que llegué. Miro la hora en mi celular y son las 8:15 de la mañana. Tengo a Lena prácticamente encima de mí y de vez en cuando dice mi nombre en susurros y eso hace que sonría como tonta. Fijo mi mirada en su rostro y empiezo a pasar mis dedos por la mejilla que está expuesta y desde ahí bajé por el contorno de su mandíbula y por último sus hermosos, suaves y carnosos labios que a gritos pedían ser besados.

Estoy así hasta que la doctora llega para ver cómo sigue mi ojiverde y me dice que todo está bien, que no hay nada de que preocuparse. Me dijo que en cuanto se despierte podría irse a casa, por lo que para no perder el tiempo fui a firmar los papeles del alta. Luego regresé y me encontré con Lena despierta y mirando a su alrededor con terror y en un segundo estuve a su lado.

Kara: Tranquila, Lee... No pasa nada, estás en el hospital, ¿Recuerdas?- le dije tomando sus manos y llevándolas a mis labios para darles un beso a cada una.

Lena: Estas aquí... No fue un sueño- dijo llevando sus manos a mi rostro como si tratara de comprobar que estaba a su lado y de repente, se lanzó a abrazarme con fuerza - ¡Oh, gracias Dios que estás aquí, ojitos!- y su llanto fue tan desgarrador, que solté un par de lágrimas. Dejé que se sacara todo lo que llevaba dentro.

Kara: Ya, ya, mi cielo... Estoy aquí, no me fui ni me iré nunca de tu lado, mi vida.- besé su mejilla, pero luego cuando me alejé para mirarla me tomó del rostro y me besó. Fue un beso desesperado, pero no por deseo sino para terminar de confirmar que yo estaba aquí. El beso termino cuando el aire se hizo necesario y nos miramos fijamente por unos minutos hasta que Lena volvió a hablar.

Lena: Gracias por estar aquí, ojitos...- me sonrió- Y perdón por lo que tuviste que ver, es solo que cuando me desperté y no te vi, pensé que había sido un sueño y que nada de lo que paso anoche fue real.

Kara: Pues ya ves que no es así y si es necesario voy a estar pegada a ti como una garrapata- la abrace con fuerza y le hice cosquillas logrando que me maravillara con el sonido de su angelical risa- Por cierto, la doctora me dijo que si despertabas nos podríamos ir- dije con voz cantarina.

Lena: ¿En serio?- me preguntó- Esa es maravillosa noticia, no me gustan mucho los hospitales... Además me tengo que disculpar con Sam por lo de anoche, no sé porque reaccioné de esa manera.- su semblante paso a uno de tristeza.

Kara: Por Sam, no te preocupes. Ella sabe que es algo normal, porque yo se lo expliqué antes de que salieran de la habitación con Alex. Así que tranquilízate, mi amor.- ella sonrió y me dio un pequeño pico para luego soltar una risita.

Lena: Me gusta mucho cuando me llamas mi amor, ojitos- se sonrojo y ocultó su cara en mi cuello dándome un besito.

Kara: Pues es que eso eres, Lee. Eres mi amor, mi luz, mi todo. Y me haces la mujer más feliz del mundo al darme la oportunidad de conquistarte.

Lena: ¿Cómo no dártela, ojitos? Si eres una persona con un corazón enorme y a pesar de lo que...- trago saliva y sus ojos se llenaron de lágrimas- L-lo que L-lois me hizo...- cerró sus ojos mientras tomaba una respiración profunda. Yo tomé mi lugar en la camilla y la abracé- Tú sigues aquí demostrándome tu cariño y comprensión, pero sobre todo tu amor en cada oportunidad que tienes...

Se giró la mitad de su cuerpo para poder mirarme y darme un sentido beso, de esos que te dejan con la mente en blanco. Pero mi celular empezó a sonar, lo saque de mi bolsillo y contesté.

Kara: ¿Si...? ¿Quién habla?

Desconocido: Hola, buenas días su, Alteza. Me comunico con usted para informarle que se la solicita en la comisaria. Nos habían informado que usted quería estar al tanto sobre el caso de la señorita Luthor, pero hay un problema y posiblemente usted pueda ayudarnos.

Seguimos conversando y cuando termino la llamada, rápidamente le marqué a Alex para que vinieran por Lena, ya que yo me tenía que hacer cargo de un asunto que no podía esperar. Media hora después, las chicas junto a Winn y Eve llegaron para ver cómo estaba Lena, y yo me despedí de ella diciéndole que tenía que salir. No le especifiqué por qué y ella afortunadamente no preguntó. Con los chicos allí, yo me sentía más tranquila, así que salí rumbo a lo que sería el infierno mismo. 

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