🌼Prímula🌼
Las nubes se movieron en el cielo hasta que quedó solo un poco de azul y sentí cómo mi corazón, que latía con fuerza, ahora estaba en paz.
El paisaje cambió a medida que nos adentrábamos en el corazón del bosque. Los árboles altos y densos nos rodeaban, creando una especie de túnel natural. El aire fresco y húmedo llenaba mis pulmones, y podía oír el suave susurro del viento entre las ramas.
Seguíamos avanzando en silencio, pero esta vez no me importaba. Estaba absorto en la belleza del lugar, en la serenidad que transmitía.
—Gracias —dije al fin.
—¿Por qué?
—Por todo. Me has acompañado en los momentos buenos y malos, todo lo que has hecho por mí dejó una huella en mi interior. Ahora sé lo que quiero y espero que tú también seas feliz.
Ewart sonrió, y su sonrisa parecía iluminar todo a nuestro alrededor.
—Lo soy —respondió con sinceridad—. También te agradezco por todo, Dom.
De repente, Ewart se detuvo y levantó la vista hacia el dosel de hojas. Me quedé perplejo, sin entender qué había captado su atención. Entonces lo vi: un destello de color brillante entre la vegetación.
—¿Dónde estamos? —pregunté.
—Solo continúa, Asher debe estar esperándote.
Deslumbrado, comencé el camino. Me volví para agradecer a Ewart, pero sus ojos me dijeron todo lo que necesitaba saber. No eran necesarias más palabras. Seguí el camino, sin mirar atrás.
El resplandor lejano del ocaso iluminó las tumultuosas nubes cuando llegué a un viejo puente de madera. Asher estaba ahí, sentado con las piernas estiradas sobre las tablas y el rostro inclinado hacia el cielo.
Subí los peldaños de la escalinata lentamente hasta que estuve cerca y pude sentarme a su lado.
—¿Puedo quedarme contigo? —pregunté, sorprendido del anhelo cargado en mi voz.
—No querría que estuvieses en ningún otro lugar —respondió con un tono lleno de ternura.
Puse la mano sobre la suya y él cerró sus dedos alrededor de los míos. El agarre fue pasajero, pero suficiente para transmitir una sensación reconfortante que me envolvió con calidez.
—¿Sabías que ayer Ewart terminó en una pelea con Reynold? —dijo de pronto y todo encajó en mi cabeza.
—Así que era eso —murmuré—. Aunque no me dijo el motivo.
—Él dijo cosas. Cosas desagradables sobre ti —continuó—. Estuve a punto de ser yo quien lo golpeara, pero agradezco que Ewart lo hiciera primero o no habría podido detenerme.
Aunque apreciaba su consideración, no pude evitar preocuparme por ambos.
—Preferiría que lo ignoraran cuando se pone pesado. No me gustaría que terminaran en problemas por mi culpa.
Ash negó con la cabeza enérgicamente.
—No es tu culpa, es la de él por ser idiota. Al parecer está interesado en Ewart y había hecho de todo para llamar su atención.
—Al menos puede decir que la tuvo —respondí con ironía.
Hubo un breve momento de silencio antes de que Asher hablara nuevamente, esta vez con una expresión de tristeza en su rostro mientras abrazaba sus piernas.
—Lo estuve pensando, yo... —murmuró y escondió el rostro entre sus rodillas— No quiero ser como él.
Le observé desorientado, hasta que comprendí lo que pasaba por su mente.
—¿De qué hablas? Claro que no eres como él.
Ash volvió a su posición inicial, en su rostro se reflejaba la culpa y el arrepentimiento. Reconocí su renuncia, y todavía me estaba tocando las fibras del corazón cuando agregó:
—De alguna manera lo soy, lamento no haber sido más amable y no pensar en cómo te hacía sentir con mi insistencia.
—Ash, no.
Quise interrumpirlo, negar sus palabras, pero él continuó antes de que pudiera decir algo más.
—Entiendo si he sido asfixiante, en verdad no he pretendido algo más, me queda claro que quieres a Ewart y es con él con quien debes estar y...
Mi voz se llenó de firmeza mientras lo interrumpía.
—Ash, basta. Es a ti a quien quiero.
Sus ojos se abrieron sorprendidos y alzó su rostro rápidamente.
—¿Qué? —preguntó con incredulidad y su mirada asombrada se clavó en la mía.
No pude contenerlo más, las palabras brotaron de mí sin reservas.
—Me gustas. Me gustas mucho. Me gusta cómo sonríes y cómo me siento cuando estoy contigo y que el mundo parezca mucho mejor cada vez que te veo y en realidad creo que amo todo de ti.
Sus dedos tocaron mi cara con suavidad y una sensación eléctrica recorrió todo mi ser. Mi corazón latía con fuerza, y en ese instante me vi impelido a escrutar su mirada llena de significado.
—¿Lo dirías una vez más? —pidió casi en un susurro.
—Me gustas, Ash —respondí, esta vez con más seguridad, dejando que mis palabras reflejaran lo que sentía.
Una expresión de alegría iluminó su rostro mientras sus labios pronunciaban las palabras que tanto había anhelado escuchar.
—También me gustas mucho. Aunque creo que eso ha sido más que obvio desde hace mucho. Y me gustaría verte más veces y salir.
—¿Salir como... ser novios? —pregunté, buscando una confirmación.
El cosquilleo que se producía cada vez que nuestra piel entraba en contacto se hizo más intenso. Él bajó las pestañas sobre el iris y asintió.
—¿Está bien si continúo amándote por el resto de mis días?
Los sentimientos se agolparon dentro de mí, y un suspiro escapó de mis labios mientras tomaba mi rostro entre sus manos, acariciando mis mejillas con suavidad.
—No desearía nada más.
El mundo a nuestro alrededor se desvaneció, como si no quedara nada entre nosotros salvo los centímetros de distancia y ningún sonido aparte de los latidos y la respiración del otro.
En el preciso instante en que las últimas luces del cielo se desvanecieron, nuestros rostros se acercaron hasta unir nuestras bocas febriles, dejándome hundir en el paraíso.
Asher era las estrellas y el universo, era sus dedos tibios sujetando mi rostro, su cercanía reconfortante y la forma en que nuestros cuerpos encajaban perfectamente. Sentí una sinfonía de amor dentro de mi pecho, una calma que llenaba cada rincón de mi ser.
Cuando finalmente nos separamos, nuestras miradas se encontraron y no pude contener el pensamiento que brotaba desde lo más profundo de mi corazón.
—Ash, te amo —susurré, dejando que mis palabras resonaran en el aire.
—Y yo te amo a ti, petirrojo.
Amaba la forma en que Asher me amaba como si fuera el aire que respiraba, las flores que atesoraba, el calor que anhelaba.
Pronto fue como si no importaran el pasado, el dolor y los tropiezos. Porque eso me llevaba al chico que me acompañaba en ese momento, el que cantaba "Black Rose" como si hubiese sido escrita solo para nosotros.
A partir de aquí comenzaríamos a escribir las páginas de nuestra historia, y aunque los días pudieran ser oscuros, sabíamos que encontraríamos la luz al final. Juntos.
。・。。・゜❁ ・❁ ・❁゜・。。・。
Ahhh! Yo lloro, gente bella. No es el final, aunque pueden imaginar que sí si es que no quieren leer los dramas que se vienen ;w;
Sí, bien podría ser un final, pero aún hay cosas que resolver: quién mandaba los mensajes a Dominick, ver qué pasará con su familia, si Jonathan y Rebeca se casarán, si su madre querrá recuperarlo. Descubrir el pasado de Ash uwu y darle final también a los otros personajes: Cami, Royce, Reynold... en fin, mucho que contar aún, además de mostrar los días de estos dos jóvenes que se aman <3
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