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🌼Gardenia🌼



Vi a Ewart parado en la entrada de la escuela, esperando a pesar del frío que parecía colarse por su chaqueta. El viento jugueteaba con su cabello, y una punzada de culpa me atravesó el pecho.

De repente, levantó la cabeza hacia mí. Mi primer impulso fue desviar la mirada, intentando escapar de la mezcla de emociones que brotaba en mi interior. Pero no quería ser desconsiderado otra vez, así que dejé salir lo primero que se me ocurrió.

—¡Buen día, Ewart! Quería agradecerte por lo de ayer.

Las palabras salieron apresuradas, y antes de que pudiera pensarlo mejor, giré sobre mis talones para alejarme. Sin embargo, apenas avancé unos pasos cuando escuché sus pisadas suaves detrás de mí.

—¡Espera, Dominick! —Frené ante su petición, recompensado con su sonrisa dulce y brillante—. ¿Cómo sigues?

—Lamento haber sido desagradable después de todo lo que hiciste por mí. En serio, te agradezco mucho, pero no entiendo por qué te molestas en ayudarme. Eres popular y todo eso, y yo... bueno, yo no soy exactamente la persona más agradable para estar cerca.

—A mí me agradas —respondió mientras sus ojos azules se entrecerraban.

—¿Por qué? —pregunté, aún confundido—. Hace mucho que no hablamos. No me sorprendería si te alejas otra vez.

Ewart dejó escapar un suspiro, como si liberara una carga pesada.

—Haberme distanciado fue un error —sus palabras sonaron suaves mientras colocaba un mechón de cabello tras su oreja—. Estos últimos días he estado pensando en eso. Así que, aun si prefieres mantener la distancia, quiero que sepas que para mí eres alguien muy importante.

Sentí un calor subir por mi rostro hasta hacerme sonrojar y tuve que respirar hondo antes de hablar de nuevo.

—También eres importante para mí. Lo que dije ayer era verdad. No sabes lo feliz que me hace conversar otra vez.

—Yo también me siento afortunado de volver a hablar contigo. Pero ¿te importa si ahora soy yo quien hace una pregunta?

—Claro, dime —respondí con curiosidad, intrigado por lo que Ewart quería preguntar.

Su sonrisa se desvaneció y me dedicó una mirada intensa que me hizo sentir inquieto.

—¿Asher y tú están saliendo?

Las partes heladas de mis mejillas se calentaron. No esperaba que preguntara algo así, pero respondí con sinceridad:

—No. Solo somos amigos.

Sus ojos coincidieron con los míos, y en su rostro apareció un atisbo de sonrisa. Su chaqueta ondeó al viento y sus cabellos se removieron acompasados.

—Entonces, ¿te importaría si te pidiera salir conmigo?

Di un paso involuntario hacia atrás, con la mano sobre la boca, inundado con la sensación de estar atrapado en un sueño febril.

No lograba concebir que pudiera fijarse en mí luego de ser rechazado incluso por mi familia.

—¿Tú... en serio quieres salir con alguien como yo? —fue lo único que pude articular.

—Seguro —respondió, con una mirada firme y sincera—. Eres agradable y divertido. Estaría más que feliz de salir contigo.

Mi corazón latió con fuerza ¿Realmente yo era agradable a sus ojos? Tuve que apartar la mirada hacia el apacible jardín.

—Creo que nadie antes me había dicho algo así —admití todavía incrédulo.

—Quizás porque no se han dado la oportunidad de conocerte mejor —dijo Ewart, sonriendo suavemente—. A mí me encantaría seguir conociéndote, si te parece bien.

Podía sentirlo: las mariposas bailando en mi estómago; el mundo desvaneciéndose como si solo quedáramos nosotros y su mirada con el azul del crepúsculo que me calentaba el alma. Antes de que lograra reaccionar, su voz me sacó de mi ensimismamiento.

—No tienes que contestar ahora, solo considéralo.

—Sí —murmuré sorprendido por lo dócil que sonaba mi propia voz—. Quiero decir, no estoy seguro si puedo ser un buen novio, pero... sí, me gustaría salir contigo.

No era bueno lidiando con las personas, así que siempre esperaba a que entraran y salieran de mi vida. Pero Ewart no se iba, y algo en mí no quería que lo hiciera.

Perdí el aliento cuando sentí su mano fría tomar la mía.

—Lamento haberlo pedido en una situación como esta, habría preferido que fuera algo más especial. ¿Puedo verte después de clases?

La vertiginosa espiral de pensamientos que había tratado de reprimir seguía latente, girando sin cesar.

—Sí. Me gustaría —respondí con un susurro incrédulo, sorprendido por lo que acababa de aceptar.

—Bien, hasta entonces —se despidió con una pequeña sonrisa y se encaminó hacia su próxima clase sin decir más.

La campana sonó, devolviéndome a la realidad. Me apresuré a ir al lugar que compartía con Asher y él sonrió al verme.

—Creí que no vendrías —dijo mientras me entregaba el portarretrato de dinosaurio que me enseñó por mensaje.

—Gracias, yo... —Los gritos en mi cabeza se dividían entre decirle o callar como siempre lo hacía.

«Solo son amigos, no estás obligado a decirle con quién sales».

«Si no es nada malo, ¿por qué te aterra tanto confesárselo?».

«Te rechazará porque tú lo rechazaste primero».

«Pero no lo he rechazado, solamente somos amigos».

«¿Y si de verdad está interesado en ti? ¿Si le gustas en serio?».

—Petirrojo, ¿estás bien?

—Sí —respondí, intentando que no me temblara la voz, todavía abrumado por mis pensamientos—. Me entretuve con algo.

Al final no fui capaz de decirle, pero a mitad de la clase de Biología me envió un mensaje preguntándome si estaba bien. Decidí contarle acerca de Ewart y yo; no podía dejar que mi ruidosa mente asumiera su respuesta. "Tengo una noticia que quiero compartir contigo" fue todo lo que pude contestar.

La última clase resultó ser un examen sorpresa. Contesté casi todo al azar para terminar rápido y luego me dirigí a esperarlo en nuestro lugar de siempre.

Me apoyé en la jardinera con desgano, sin poder decidir si estaba preocupado, avergonzado o atrapado en una mezcla de ambos sentimientos.

—Dominick —escuché una voz tras de mí—. Tenemos que hablar.

No necesitaba girarme para saber a quién pertenecía.

—¿Qué quieres, Reynold? —le espeté irritado.

Lo miré durante lo que me pareció una eternidad, hasta que sus mejillas enrojecieron y apartó la mirada.

—Veo que tus heridas están mejorando. Quería disculparme por eso, yo... —su tono bajaba a medida que hablaba—. De verdad lo siento y sobre lo que dijiste puedo jurarte que no te dejé porque seas un desmarcado. Eso jamás me importó.

—¿Entonces? ¿Descubriste que te van mejor las chicas? —Su mirada se posó en mí, confundida—. Te vi hace unos días.

—Ella y yo terminamos, y no, tampoco fue por eso —dijo y movió su antebrazo para acariciar mi muñeca.

—No me debes explicaciones —corté, retirando mi brazo de su alcance—. No me interesa.

—Realmente no quiero ser la causa de tu tristeza. Podemos intentarlo de nuevo. Sé que en el fondo todavía me quieres.

Me miró con arrepentimiento, como si eso significara algo para mí. Como si pudiera cambiar todo por lo que pasé esos meses.

—Claro que no. Y deja de buscarme, ahora estoy saliendo con alguien más —sentencié.

La incredulidad llenó su rostro. Mi determinación murió en cuanto su anterior expresión se volvió sombría.

—Mientes.

Jadeé cuando sus dedos se engancharon con fuerza en mi brazo libre. Su boca se abrió nuevamente y, antes de que hablara, lo empujé.

—Dominick, me esperaste. Vayamos a casa.

Tragué saliva al escuchar la voz de Asher y, con una imprecación, mordí mi labio tembloroso.

«Maldición. No se suponía que fuera así».

—Puedes ir a casa primero. No te preocupes por mí —le respondí, esforzándome por no desmoronarme.

No hubo respuesta.

—¿Me estás diciendo que él es tu novio? —inquirió Reynold. Pronto una chispa maliciosa brilló en sus ojos—. Dime, Domi, ¿ya le has mostrado todos tus talentos ocultos? Si necesitas un poco de ayuda para impresionarlo, estaré encantado de compartir algunas de tus mejores cualidades con él.

Las lágrimas nadaron en mis ojos. Me tambaleé un paso hacia atrás con la visión borrosa y un nudo en la garganta.

—Basta... —Mis palabras se ahogaron en un sollozo. El dolor comenzaba a picar bajo mi piel.

Podía sentir el pánico, mi respiración dificultosa y las emociones arañando en mi cabeza, como si intentaran abrirse paso y me asfixiaran.

La mano de Asher sobre mi brazo frenó la nube de pensamientos. Me miró amable y sus labios se curvaron antes de dirigirse a Reynold.

—Eres un poco corto, ¿no? Dominick no es tuyo ni mío, no le pertenece a nadie más que a él mismo.

La sonrisa de Reynold desapareció.

—Te recomiendo no ilusionarte. Dominick siempre vuelve a mí.

—Escucha —exigió él, sorprendentemente tranquilo, pero, aun así, el gruñido áspero en su voz delataba su enojo—. Vuelve a acercarte a él y juro que te arrepentirás.

La campana sonó y los estudiantes comenzaron a salir de las aulas. Reynold no se movió, así que Asher tomó mi mano para recorrer el camino a la salida.

Un viento crudo esparció las hojas secas bajo nuestros pies, apenas habíamos dado unos pasos cuando me estrellé contra su pecho y sus brazos se envolvieron alrededor de mí.

—¿Te hizo algo?

Intenté responder, pero las palabras se atascaban en mi garganta, así que solo pude negar con la cabeza. Aunque las lágrimas quemaban mis mejillas, mis manos seguían temblando, no solo por el frío.

El pulgar de Asher rozó mis nudillos. Sus manos estaban extrañamente tibias.

—Tranquilo. Estoy aquí —murmuró y pude sentir el roce de sus labios con la parte superior de mi cabeza.

—Lo siento —balbuceé—. No quería involucrarte en esto.

—No te disculpes. Me gusta estar aquí para ti. En realidad... soy yo quien debería disculparse.

El tono en su voz puso a mi mente a dar vueltas y cuando hablé de nuevo mi pregunta fue más baja que un susurro.

—¿Por qué?

—Lamento haber mentido cuando dije que era una broma que me gustaras, porque la verdad es que sí me gustas. Creo que me estoy enamorando de ti en serio.

Sentí una presión desconocida extenderse en mi pecho, como una mancha oscura que se esparcía, ahogándome en su intensidad. Tragué el nudo en mi garganta antes de poder responder.

—Estoy saliendo con Ewart.

Él me miró con una expresión dolida, como si le hubiesen roto el alma. Ese día, hundido en la pálida luz gris de la tarde, por primera vez sentí ser engullido por la oscuridad.


。・。。・゜❁ ・❁ ・❁゜・。。・。

♡Ewart y Domi♡

Lo siento, pero no lo siento :) este siempre fue el plan... aunque hay muchos más planes, así que espero con todo y eso la historia les siga gustando.

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