Narra ________.

Una vez más nos levantábamos para seguir nuestro camino, cruzando lugares extensos donde no podrían buscarnos o eso creíamos. Avanzábamos distanciados, Hermione y Harry iban adelante, Ron y yo atrás pero él se veía molesto.

Cada noche que pasábamos en un lugar vacío, la radio estaba encendida, escuchando muchos de los casos que han ocurrido.

Nos ocultamos en una granja abandonada, donde pudimos escuchar el pasar de unos mortifagos hasta pasar una noche bajo un puente.

― No saben lo que hacen ¿Verdad? –

― Ninguno lo sabe –

Pude escuchar a lo lejos, donde Hermione curaba a Ron una vez más... yo estaba recargada en una de las grandes columnas del puente con el diario en mis manos, o el regalo que Dumbledore me había dejado. Desde que estamos escapando no he vuelto a abrirlo ni a escribir nada en él... aún tenía esa curiosidad de saber quién era aquel detrás del árbol. Tuve un pensamiento... de que tal vez era Draco pero ¿Cómo podría ser eso posible? Aquello fue solo un sueño.

Ya estaba anocheciendo, la tienda ya había sido puesta. Los cuatro estábamos ya dentro, Ron estaba acostado aun escuchando la radio, yo estaba en la otra cama también escuchando mientras que Hermione le cortaba el cabello a Harry.

― Ay por dios – expresó

― ¿Qué? –

­­― Te cortó mal – bromee sentándome en la cama

Harry llevó su mano a su nuca asustado y tocando su cabello, solo reí y volteó mirándome mal.

― No, no es eso. Luego les digo –

Se dirigió a un pequeño comedor que llevaba la tienda, me levanté siguiéndoles.

― ¿Y si nos dices ahora? – Dijo Harry

― La espada de Gryffindor la hicieron duendes –

― ¡Muy bien! – Miré a mi hermano igual de sorprendido pero sobre todo confundido

― No, no has entendido. El polvo y el óxido no afectan la espada, solo absorbe cosas más fuertes – En uno de sus libros nos mostró de lo que hablaba

­­― ¿Uh? –

― ¡Chicos! Ya destruyó un Horrocruxe ¿No? El diario de Tom en la Cámara de los Secretos –

― Con un colmillo de basilisco. Si me dices que hay uno en esa bolsa sin fondo que tienes... – Dijo Harry

― ¿No entiendes? En la Cámara de los Secretos, lastimaste al basilisco con la espada de Gryffindor, su hoja está impregnada con el veneno –

― Y absorbe lo que la hace más fuerte –

― ¡Exacto! Y por eso... –

― Puede destruir horrocruxes –

― Por eso Dumbledore se las dejó en herencia –

― Eres brillante, Hermione, lo juro – Harry igual que yo estábamos frente a Hermione, quien ella sonrió timida.

― De hecho, solo soy lógica por lo que veo más allá de los detalles externos y percibo claramente lo que los otros ignoran –

― Pero solo hay un problema con eso... –

Antes de terminar de hablar, la luz que utilizábamos se fue y apareció una silueta frente a nosotros.

Ron: Robaron la espada – Era Ron, devolvió la luz poco después para verle mejor y no se veía bien – Si, todavía sigo aquí. Pero continúen, no quiero arruinar su diversión –

― ¿Qué te pasa? – Preguntó Harry

― No pasa nada, no según ustedes –

Esto se estaba volviendo incomodo, miré a Hermione y ella a mí.

― Si tienes algo que decir, dilo ya –

― Está bien, lo diré pero no esperes que esté agradecido porque hay otra maldita cosa que buscar –

― Creí que sabías lo que estábamos haciendo –

― Yo también creí saberlo –

― Ron, lo lamento pero no entiendo que es lo que quieres ¿Qué parte de esto no cumple tus expectativas? ¿Creíste que estaríamos en hoteles de cinco estrellas? ¿Qué hallaríamos horrocruxes a diario? –

― Creí que después de tanto tiempo, habíamos logrado algo ¡Creí que sabían lo que hacían! Que Dumbledore les había dicho algo útil, que tenían un plan –

― Te dije todo lo que Dumbledore nos dijo y si no lo notaste ya encontramos un horrocruxe –

― ¡Si y estamos tan cerca de destruirlo como de encontrar los otros! –

― Ron, por favor quítate... ¿puedes quitártelo? No dirías eso si no lo hubieras llevado puesto todo el día – Hermione trató de acercarse pero Ron la hizo a un lado

Ron llevaba el guardapelo colgando, por eso estaba delirando...

― ¿Sabes por qué escucho la radio todo el tiempo? Para verificar que no digan el nombre de Ginny, o el de George o el de Fred o el de mamá... –

― ¿¡Y crees que yo no lo escucho!? –

― ¡No, no sabes lo que siento! ¡Tus padres están muertos! ¡Tú no tienes familia! – Gritó

Harry se abalanzó a Ron, comenzando a empujarse y golpearse, estaba sorprendida mientras que Hermione trató de detenerlos.

― ¡Basta! ¡Ya basta! –

― ¡Entonces vete! –

― Harry... – Traté de acercarme

― ¡Lárgate! – Gritó una vez más hacia Ron

Todo se volvió incomodo, Ron se quitó el guardapelo, cuando Hermione lo detuvo este la miró con una mala cara de molestia.

― Ron... -

― ¿Y tú? ¿Vienes o te quedas? – Le preguntó, ya llevaba su mochila frente a la puerta de la tienda

Hermione nos miró y después a Ron nuevamente.

― Ron, por favor... - Quiso convencerlo, pero no funcionó

― Bien... de todos modos, los miré juntos la noche anterior –

― Ron, no... no ocurrió nada – Dijo pero Ron se terminó yendo – ¡Ron! ¿Ron, a dónde vas? –

Hermione salió detrás de él, quedando solo Harry y yo. Podía notar cierta culpa en el rostro de mi hermano pero sabía que no cambiaría de opción tras ir por su amigo... aun escuchábamos los gritos de Hermione tras de Ron pero al volver, lo había hecho sola.

Quedando solo los tres ahora.

...

Narrador.

Por la mañana, ­_______ despertó saliendo de la tienda viendo el gran lago frente a ellos, en la orilla distinguió a su amiga y se dirigió a ella. A su lado, permaneció en silencio unos segundos viendo las montañas que los rodeaban en ese entonces...

― ¿Te encuentras bien? – preguntó Potter

― Si, es solo que... estoy preocupada –

― Seguro él estará bien, al final podremos encontrarnos de nuevo – Dijo y Hermione la miró con el ceño fruncido – ¿Qué? –

― ¿Te dices todo el tiempo eso? – Pregunta con una sonrisa burlona

― ¡Ay por favor! – Potter desvió la mirada, aun sintiendo la de su amiga – Tal vez... un poco – Cruzó de brazos

Escuchó la risa de Hermione, contagiándola igual hasta pasar esa mañana charlando como hace tiempo no pasaba. Después de los malos momentos, aun había tiempo para el tiempo de amigas.

Así duró, hasta que Harry despertó, los tres comieron en la tienda en silencio, hablando sobre su próximo camino.

Emprendiendo su camino, Hermione dejó su bufanda atada a un árbol mientras los Potter la miraban unos pasos atrás de ella. Seguía afectada por la ida de Ron. Volviendo, miraron por última vez el bosque donde habían pasado varios días, Harry y _______ tomaron la mano de Hermione, desapareciendo en ese instante.

Reaparecieron esta vez encima de un lugar rocoso, una montaña. Hermione no contuvo las lágrimas y empezó a llorar mientras los Potter la dejaban a solas, ________ la abrazó por unos segundos hasta irse. Harry empezó a hacer el hechizo de protección, mientras ­­­­________ sacaba la tienda del bolso.

Cayó la noche, ________ se encontraba fuera de la tienda viendo las siluetas donde Hermione y su hermano estaban, tenía la libreta en sus manos viendo una y otra vez el nombre de Draco. Una vez más viendo hacia la tienda, decidió alejarse de esta estando detrás de unas rocas para tener más privacidad y no llamar la atención de sus acompañantes.

― Veamos ¿Cómo puedo volver al bosque de la otra vez? Debe de haber algún truco –

Narra _______.

Estando lejos de la tienda, ni tanto, entre mis manos estaba el diario donde entre sus hojas estaba escrito el nombre de Draco... Trataba de hallar una manera de volver al lugar donde había estado antes, estaba segura que de un sueño no se trataba, todo era real.

Con mi varita en mano, pensaba en algún hechizo pero no tenía nada en mente ni sabía alguno que pudiera hacer lo que quería, el diario estaba en el suelo y yo frente a él, cruzada de piernas. Solo espero que Hermione y Harry no se preocupen por no verme... tal vez debería rendirme.

"Potter"

Un susurro me hizo sobresaltarme, levantándome de prisa apuntando a todos lados pero no había nada ni nadie más, solo montañas y rocas. Pero aquel susurro había llamado por mi apellido.

"¿______ Potter?"

De nuevo.

Otro susurro parecía estar sobrevolando a mí alrededor ¿Pero de dónde? Entonces, bajé la mirada viendo el diario, pensando en una posibilidad de que esos susurros vengan de ahí.

Y si, un destello parecía haber iluminado todo a mí alrededor pero para Harry y Hermione no pasaba nada, traté de tranquilizarme cuando comencé a desaparecer.

Abrí mis ojos de a poco sintiendo una suave capa debajo de mí, al ver por completo miré que no estaba en el bosque de antes... estaba en una habitación, en Hogwarts, y no era para nada la mía en la torre de Gryffindor. Todo era de un color opaco, había únicamente una ventana que apenas e iluminaba el lugar.

Me levanté de prisa, viendo el cuarto con más detalle, era una gran cama matrimonial, un ropero y dos cajones a los costados de la cama y no había más así que salí sin saber a dónde llevaría esto pero las escaleras después de un pasillo me dio una idea...

―No puedes hablar en serio, Draco. ¿Te gusta la chica Potter? –

Me detuve antes de bajar por completo, al escuchar ese nombre sentí mi respiración agitarse, seguí bajando hasta estar en la sala... pude reconocer que estábamos en la torre Slytherin, no cambiaba, como en segundo grado.

En los sofás que estaban en el centro, ahí se encontraba... era Draco, reconocía esa cabellera donde sea y estaba Blaise, quien miró hacia mí seguido de Draco. Yo me quede quieta, esperando que no fuera un sueño y que de verdad todo estuviera pasando.

― ¿Draco? –

Al parecer se sorprendió cuando hablé, se puso de pie enseguida y todo desapareció hasta Blaise quien se esfumó. Draco estaba a una corta distancia, viéndome y parpadeando seguidamente lo que provocó que me riera.

― ¿De verdad eres tú? Esto... es un sueño ¿No? –

― Al parecer... no –

Frente a frente, sin dejar de mirarnos, acerqué mi mano a la suya, él imitando lo mismo hasta entrelazarlas sintiendo nuestro tacto una vez más. Sonreí para abrazarlo después y ocultar mi rostro en su cuello, Draco enredó sus brazos en mi cintura así hasta quedarnos en silencio por un momento.

Un viento atravesó entre nosotros, sin notarlo habíamos sido de vueltos al bosque como la primera vez que aparecí, al separarnos Draco mantenía su mirada baja y un gesto de tristeza.

― ¿Qué ocurre, Draco? –

Tomé sus mejillas entre mis manos haciendo que me viera.

― ¿Ya estuviste aquí? –

― Sí ¿Eras tú quién estaba detrás del árbol? –

Asintió.

― Estaba preocupado... por ti y cuando Dumbledore me dio el diario esperaba verte aquí. Sé que hice mal ocultarte cosas y apartarte de mí pero era porque te quería a salvo, ­­_______ -

― A salvo es de lo que menos me siento ahora, pero ahora aquí contigo podría sentirme más tranquila. También estuve preocupada por ti... ¿Desde cuando tienes el diario? –

― Desde quinto grado –

Sonrió, seguía siendo el Draco tanto tímido e intimidante, sus ojos reflejaban arrepentimiento y miedo pero parecía estar tranquilo ahora mismo mientras aprovechábamos el tiempo que teníamos en ese lugar.

― ¿Nos volveremos a ver? Frente a frente, lejos de esta ilusión... porque sé, que no estás bien, Draquito –

― Eso espero, no quiero perderte otra vez, todo está saliéndose de control que temo a que te pase algo. Te amo, ­­_______ -

Sin dejar que hablara, me besó. Correspondí al instante, disfrutando del momento. Era un beso lento, más duradero y sin miedo como otros anteriores... se sentía tan bien, se sentía tan real.

― Estaré bien y prometo que nos volveremos a ver, de una u otra manera. Por ahora, mantengámonos como estamos –

Doy un corto beso. Estábamos frente al lago, nuestras manos entrelazadas y solo nosotros dos, como si nada estuviera pasado, nada estaba contra nosotros, nadie nos buscaba, nadie impedía nuestros besos.

Y ojalá fuera así.

...

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Mi computadora tiene algo en el disco duro y creo que no le falta poco para que algo falle y muera. Y en estos días es imposible llevarla a arreglar.

Así que espero y dure un poco más para terminar los capítulos que tengo, porque son largos.

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Olvidé por completo que iba a explicar que pasaba con el diario y sus ilusiones pero se me pasó y ya salió lo que salió.

Espero les guste.

VOTEN.