— Hola Binnie — saludó aquella persona saliendo de atrás de la casa, si es que le podia llamar así. — Sabía que volverías a casa conmigo — le sonrió extendiedo sus brazos

— Papá... — artículo Soo Bin sorprendido, su corazón se detuvo, nuevamente el miedo se apoderó de su cuerpo.

— Binnie — el instinto protector de Yeon Jun hizo abrazarlo fuertemente, el juró que lo cuidaría y protegería de todo aquel que lo quisiera lastimar. — Yo te cuidaré, tranquilo— le sonrió tiernamente.

A tan solo unos cuantos metros se contraba el señor Choi, Yeon Jun quería lanzarsele a golpes y así vengarse de todo el daño que provoco a Soo Bin pero tenía de controlarse para no arriesgarlo.

— No me sueltes por favor — le pidió Soo Bin aferrándose al cuerpo de Yeon Jun, como si su vida dependiera de ello.

— Jamás lo haré.

La sangre del señor Choi hervía de enojo y celos, no soportaba que alguién mas tocase a su hijo.

— Binnie, ¿qué dije que te pasaría si veía que alguién te tocaba? — le preguntó serio, estaba seguro que Soo Bin sentía miedo y le obedecería.

— No dejes que me lastime — gritó entre llanto, no quería ser tocando por su papá, ya no.

— Binnie...

El corazón de Yeon Jun se estrujo, tan grande era el miedo que sentía hacia su papá.

— ¡¡Que esperas para soltar a Mi Binnie!! — le ordenó el señor Choi matando con la mirada a Yeon Jun, estaba muy molestó.

— No lo haré — dijo decidido — Primero tendría que matarme.

— Imbécil — el señor Lee sacó un cuchilló de su espalda y comenzó a correr hacía Yeon Jun.

— ¡Al coche Soo Bin! — le ordenó listo para defenderse sin que Soo Bin corriera algún peligro.

— ¡¡Detente!! — grito el señor Choi corriendo hacia Soo Bin.

— ¡Yeon Jun! — soltó un grito.

— ¡¡No se atreva!! — Yeon Jun derrumbó a señor Choi quedando arriba de este y comenzo a golpearlo en el rostro. — ¡¡Entra al carro, ahora!! — grito mientras aventaba el cuchillo lejos.

Soo Bin hizo lo que Yeon Jun le ordenó, ahora se arrepentía de haber venido, su papá ya lo había encontrado y peor aún, Yeon Jun estaba en peligro.

— Lo siento, lo siento.... — lloraba por lo débil que era, por no poder ayudar a Yeon Jun.

— ¡¡Nunca más volverá a lastimar a Soo Bin, no mientras este yo!! — y le dio el último golpe en el rostro dejando inconsciente al señor Choi.

— Vámos a casa Binnie — dijo Yeon Jun entrando al carro y huir lo mas pronto de Seúl.

Durante el regreso a Busan ningún de los dos habló, ambos estaban metidos en sus propios pensamientos. Apenas llegaron a casa, Yeon Jun huyó del auto, dejando Soo Bin solo y confundido, para correr a encerrarse a su habitación.

— Yeon Jun... — sus ojos se llenaron de lagrimas por su indiferencia.

— ¿Qué le pasa Yeon Jun?, ¿pelearon? — pregunto el señor Park saliendo de casa y caminar hacia Soo Bin.

— Abuelo — lo abrazo — Yeon Jun me odia, me odia.

— ¡¿Qué?! — artículo sorprendido — Yeon Jun te ama Binnie, ¡Diós!, nunca había visto a mi hijo amar a alguién con tanta intensidad como lo hace contigo, ¿por qué te odiaría? — lo alejo.

— Por que hoy muere por mi culpa

— ¿Qué?, ¡¿Qué paso?!, ¿Yeon Jun esta bien?

Yeon Jun se sentía fatal por lo había pasado en Seúl por su culpa Soo Bin corrió peligro y sufrió al ver a su papá, por ello no tuvo compasión cuando lo golpeo.

— ¡¡Aahhh!! — grito golpeando la pared.

Por que cada vez que Soo Bin era felíz una desgracias venía a arruinarlo.

— ¡¡Ahh!! — golpeó nuevamente la pared.

Deseaba que con la golpiza que le había dado al señor Park estuviera un buen tiempo en el hospital a menos hasta que Soo Bin tuviera el valor de denunciarlo. Ahora lo que le importava y preocupaba era saber de la señora Choi, ¿por qué no estaba con el señor Choi?

— Ajuum — acostó en su cama, el pequeño rasguño que el señor Choi había logrado hacerle con el cuchillo en el abdomen, dolía. 

El dolor era insoportable que por eso había corrido a encerrarse en su habitación sin esperar a Soo Bin, pero no quería preocuparlo aún mas, bastante tenía con volver a ver a su papá, y lo que menos quería era hacerlo sentir culpable.

— Lo siento — dijo Soo Bin abrazándolo fuertemente.

Tan metido estaba en sus pensamientos que no vio entrar a Soo Bin y mucho menos sintió cuando se acostó a su lado.

— No tienes porque — lo envolvió sus brazos para pegarlo aún más a su pecho desnudo — Yo te cuidaré de todo aquel que quería lastimarte.

— Gracias por no soltarme.

— Jamás lo haría — le acarició la cabeza — Ahora prométeme que no volverás a Seúl, yo buscaré a tu mamá, te la traeré a tu lado... — lo abrazo aún más fuerte, sus ojos se llenaron de lágrimas — Por un momento tuve miedo de perderte, me aterró la idea de no tenerte a mi lado — su llanto incremento, que hizo a Soo Bin tambien comenzar a llorar — No puedo imagínarme una vida sin ti, te amo tanto Soo Bin que temo no ser suficiente para ti y que abandones..

— Jamas me iría de tu lado Yeon Jun — beso su cuello.

— Gracias — sonrió entré lágrimas — Yo cuidaré de ti — lo miro.

Soo Bin se sentía felíz por las palabras de amor de Yeon Jun, palabras que poco a poco lograban curar aquellas heridas, era como si cada sonrisa, beso, caricia y abrazo limpiara y curará su cuerpo pero si realmente quería tener a Yeon Jun hasta el último día, tenía que ser sincero y decirle por que huía de su papá.

— Tengo que decirte algo — soltó un suspiro — Mi papá a...

Yeon Jun no dejo terminar la frase, el ya sabía la verdad, no quería hacerle recodar cosas dolorosas por eso lo beso, acción que Soo Bin no rechazo, disfrutaba tanto de aquel dulce y tierno beso, un beso sin segundas intenciones, beso que transmitía ese amor que se tenía el uno por el otro.

— No digas nada — susurró en los lábios de Soo Bin — Me amas, te amo y con eso soy feliz...

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Ahhhh, muero de ternura!! 🥺❤

Espero les guste los capitulos de hoy!! ❤