Trabajar con Love era mil veces más difícil de lo que cualquiera se estaría imaginando.

Ella era una omega mandona, engreída y sobre todo con el ego muy pero muy en alto.

La odiaba tanto.

Todos los días volvería a ese martirio que hace años que no vivía, y todo por culpa del maldito alfa que en esos momentos dormía tranquilamente a su lado, tenía tantas ganas de despertarlo de un puñetazo, pero si lo hacía probablemente lo regañarian por desangrarle la nariz al actor en su primer día de rodaje.

-Me vengaré-. Susurró cerca del oído del alfa para asegurarse de ser escuchado.

-Cállate-. El castaño se rodó en el colchón para quedar dándole la espalda al omega pelirrosa.

-Ya Mile Romsaithong-. Tomó asiento rápidamente en la cama para después tomar una almohada y está parla contra el rostro del alfa.

No le haría daño, pero sí que le dolería si sabía aplicar fuerza, y Apo sabía hacerlo.

-¡Auch!-. Exclamó el mayor al sentir el impacto en su cabeza.

-No seas llorón, es solo una almohada-. Se levantó para entrar directamente al baño de la habitación.

Tomaría una pequeña ducha y se arreglaría antes de ir al set de grabación.

Primer día de rodaje, primer día de martirio.

Mile tardó un par de minutos en poder despavilar un poco el sueño, y es que el reloj marcaba recién las cinco y media de la mañana, pero tenían que estar en el lugar a más tardar las seis y cuarenta.

Quiso volver a dormir un poco, así que sin pensarlo tomó la almohada del omega y la abrazó para acurrucarse y nuevamente dormir.

-¡Más te vale estar despierto cuando salga!-. Gritó Apo desde la regadera. Mile bufó exhausto, pero sabía que esa actitud del menor se extendería prácticamente a todo el tiempo que dure el rodaje, esa era su venganza.

A duras penas se levantó y buscó la ropa de Apo que el omega había acomodado en uno de sus cajones.

Ellos eran así desde hace años, pasaban tanto tiempo juntos que poco a poco comenzaron a dejar sus cosas en la casa del contrario, aunque pasaban más tiempo en el departamento del alfa que en el de Apo

Sacó un cambio completo de ropa tanto para Apo como par él. Su ropa del día era completamente sencilla y abrigadora, ya que de todas formas se colocaria vestuarios diferentes durante todo el día para grabar las escenas.

El de Apo era otro asunto, decidió sacarle algo de ropa no tan formal pero que le diera un aire elegante, un abrigo largo y color rosa pastel para que fuera una combinación a juego con sus pantalones blancos y ajustados.

Lo único que no combinaba en todo eso, era la bufanda celeste, o la roja, no le parecía muy a juego, pero tanto él como Apo siempre la llevaban en días friolentos.

-Gracias-. Pronunció El menor suavemente mientras salía del baño y miraba la ropa ya preparada en la cama.

El pelirrosa solamente traía una toalla atada a la cintura, así que sin pensarlo dos veces, Mile le lanzó otra.

-Hace frio-. Tomó una tercera toalla e ingresó al baño para ahora él tomar una ducha rápida.

Sabían que sería un día largo.

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El frío golpeaba fuertemente sus rostros, y a pesar de traer una bufanda considerablemente grande, lo seguían resintiendo.

-Prometo tejer más bufandas que te cubran la cara entera-. Se burló el menor al ver la nariz roja del mayor.

-Si fueras tan amable-. El castaño se acurrucó en el omega para sentir el calor corporal del contrario. Apo se rio de la actitud de alfa y lo abrazó para pegarlo más hacia él.

Ese día habían ido a recogerlos unas personas que trabajaban para Build, así que no tenían que preocuparse por conducir o no morir de frío.

Mile estaba demasiado nervioso. No sabía que tan buena había sido su decisión, solamente quería que dejaran de complicarse la vida por pequeñas fallas en su pasado. Apo seguía bastante molesto, y es que en su mente planeaba las mil y un maneras de molestarle la vida a Love

Ambos estaban estresados, y sin darse cuenta comenzaron a inhalar el aroma del contrario para intentar tranquilizarse.

El aroma del omega y el del alfa se sentía ligeramente agrio, pero ni lo suficiente como para quejarse en voz alta.

-Llegamos joven Wattanagitiphat-. Dijo uno de los hombres que los resguardaban.

-Gracias-. Susurró, pues en algún punto del camino Mile había caído completamente dormido. El hombre alfa asintió y salió del auto, abriendo la puerta del lado de Apo esperando a que éste bajara. -Un momento por favor-. El hombre asintió y cerró un poco la puerta. -Mili -. Llamó el omega con una voz en tono bajito.

-¿Qué?-. Preguntó el alfa con una voz adormilada y sin abrir ni un poco sus ojos.

-Ya llegamos-. Anunció acariciando un poco los cabellos del mayor.

Esas palabras ahuyentaron el sueño por completo del alfa, los nervios volvieron a él comenzando a soltar un agrio y a la vez amargo aroma.

-Vamos- Apo a pesar de haberse mareado un poco con el aroma, decidió no decir nada pues sabía que probablemente comenzaría otra pelea con el alfa.

Ambos salieron del vehículo y caminaron entre la gente que llevaba lámparas enormes, micrófonos, carritos y vías completas para las cámaras.

El ambiente era muy familiar para ambos.

Estaban en un set de grabación construido especialmente para la película. A tan solo unas cuantas calles de ahí estaba un edificio de departamentos que serían el escenario de la increíble serie de Manhattan.

Apo quería llorar, quería volver a gritarle a Build sobre esas estupideces.

¿Quién rechazaba un papel de policía para ser un abogado enamorado en una comedia romántica?

Solamente esos idiotas.

-Deja de hacer esa cara, darás mala impresión

-No me importa, mi mal humor es tu culpa-. Y estaba seguro de pelear ahora porque su discusión era meramente de los papeles.

-Supera esa tonta serie

-Yo seré el fanático número uno de esa serie y de quien sea que sea el protagonista-. Declaró cruzandose de brazos, ante lo que Mile rodó los ojos.

-¿Y ya sabes quien es?-. Le preguntó el castaño ahora con una sonrisa.

-No, ¿tú si?-. Mile no dijo nada, solamente se limitó a reírse y negar con la cabeza.

Se detuvieron cerca de una joven con una tabla llena de hojas y un micrófono, la mujer les indicó a ambos donde quedarían los camerinos y cuál sería exactamente el suyo.

Ambos llegaron al bonito camper y se quitaron sus abrigos.

-¿Comida?-. Preguntó el alfa.

-La que pediste-. El omega pelirrosa comenzó a revisar todas las cosas del lugar para asegurarse completamente de todo. Las exigencias del alfa estaban completas.

-Bien-. Tomó asiento comenzando a desayunar, pues según tenía entendido aún tenía diez minutos antes de que llegarán las maquillistas y el personal de vestuario.

Apo solamente se sentó y comenzó a ver su celular.

-Come-. Ordenó el mayor.

-No tengo hambre-. Negó.

-No hagas berrinches por favor-. Pidió pasando frustrado las manos por su rostro.

-No estoy haciendo nada, te juro que no tengo hambre-. Y es que era verdad.

-Bien-. Siguió comiendo.

Pasaron menos de diez minutos y Mile ya estaba siendo maquillado y con sus tres vestuarios del día preparados impecablemente.

-¡No puede ser!-. Gritó el omega de la nada espantando de paso a los encargados.

-¿Qué sucede?-. Le preguntó el alfa sin abrir sus ojos ya que lo seguían maquillando.

-¡Jeff Satur es el protagonista!-. Bufó haciendo una pequeña rabieta en el momento. La ronca risa de Mile se escuchaba por todo el lugar.

-Si, él se quedó con el papel-.

-No es justo, ahora estoy más molesto-. Y es que no era una sorpresa para nadie la rivalidad que se tenían el asistente y el actor.

Apo por su actitud llegó a darle una mala imagen al famosísimo y joven actor, pero el alfa menor también tenía una actitud muy grosera hacia los demás.

Un par de descontentos en público y ahora Apo no podía asistir a casi ninguna entrega de premios.

-Build Jakapan no existirá más en este plano-. Pisoteo furioso. -Lo encontraré y lo mataré-.

-Ya Poo, vamos-. Miró a su amigo hacia ya completamente listo. -Es hora de grabar