Caminaba por los pasillos del edificio con un porte que demostraba seguridad, audacia y sobre todo que era un actor reconocido. Aunque se estuviera muriendo por el dolor de cabeza por la resaca y con su corazón confundido.

Los lentes de sol y el saco negro camuflajeaban muy bien sus emociones, y ni que hablar de esa sonrisa algo de lado un poco traviesa que lo hacia pasar desapercibido por completo.

Todos los trabajadores del lugar lo saludaban con gracia y respeto, sin notar ni un poco lo que sentía por dentro.

Llevaba en su mano derecha un enrome ramo de rosas blancas, rojas y algunas otras pequeñas flores que decoraban el costoso ramo de flores. Lo miraban con sorpresa a pesar de todo, ya que el actor debería estar en el estudio de grabación y no en el edificio de su empresa.

Todos asumían que el enorme ramo era para Apo, pero casi todos mantenían la duda después de ver a la noticia con Love, no tenían certeza de nada.

Mile tenia un lío en su cabeza, pues estaba completamente seguro que ahora Build lo mataría y Apo lo odiaba. Solamente tenia ansias de salir corriendo y esconderse debajo de su camioneta para no ser visto por nadie más en un par de años.

Otro pendiente que tenía era que retrasaría por culpa de sus estupideces las grabaciones de la película, aunque también Love tenía la mayor parte de la culpa; mas bien tenia toda la culpa por arrastrarlo, pero tenía que admitirlo, era un idiota por hacerle caso y seguirla.

Su corazón estaba confundido.

Su lobo aullaba lleno de felicidad porque después de tantos años por fin había logrado darle un beso a su omega, a su precioso y perfecto omega.

Pero Mile estaba confundido. Sabia sobre el rumbo de sus sentimientos hacia el menor desde que su lobo había reaccionado mal con Love la primera vez, sintiendo una infinidad de veces como este lloraba día tras noche por haber aceptado a otra omega. Incluso recuerda como dejo de hablarle y de mostrar señales de vida desde su primera pelea con el menor. Incluso él quería tirarse de un puente después de haber hecho llorar tanto a Apo para que al final Love rompiera en piezas su corazón.

No había valido la pena la primera vez, ¿Por qué valdría intentarlo una segunda?

Tocó la puerta de la oficina de Build son firmeza, sintiéndose algo azorrillado

-Al fin llegas-. Miró el reloj en la pared dándose cuenta que ya había ido veinte minutos tarde.

-Lo siento-. Entró por completo a la oficina y se posicionó de pie frente al escritorio del alfa ubicando el gran ramo de flores en sus manos juntas frente a él. -¿Son para mí?-. Preguntó con un claro tono de burla.

-Claro que no, son para Apo-. Abrazo el ramo frente a su pecho.

-Ya lo se idiota-. Se levantó de la su silla y camino hacia el alfa castaño. -Estuvo muy mal lo que hiciste anoche-. Bajó su cabeza sintiéndose culpable. -Apo estaba muy asustado y lloro mucho, pudiste haber causado un escándalo más grande del que ya hiciste-. Confundido, levanto la mirada.

-¿De qué escandalo hablas?-. Build encendió su celular y coloco una noticia.

-Son el chisme del momento-. Miró el encabezado y la foto de él junto a Love

Un revoltijo se formó en su estómago haciéndole querer regresar toda la comida que o había ingerido. Su alfa gruño molesto de ver como la mayoría de personas lo ofendían diciendo que ya le había hundido lo suficiente su carrara a la omega como para querer hacerle más daño.

No quería eso, quería que Love se elevara en sus metas y volviera a actuar.

¿Por qué la gente idiota decía cosas sin sentido?

Pero le molesto aun mas el ver algunos comentarios burlándose de Apo sobre que Mile lo había dejado de lado. Pero se le hacían tan imbéciles todas esas palabras.

El escándalo había sido muy hablado al haber visto llorar a Apo mientras salía de su departamento años atrás había causado una gran controversia. Después de todo ambos eran bien conocidos en ese entonces y ahora lo eran más.

Nuevamente se burlaban de su asistente.

No.

Se burlaban de su amigo.

No.

Se estaban burlando de su omega.

-Espero que estés consciente de lo que acabas de ocasionar-. Lo miraba realmente molesto.

-Por favor bloquea esta nota-.

-Podemos hacerlo, pero ya todos hablan de eso-. Suspiro con cansancio retirando las gafas de sol.

-Lo jodí todo-. Tomó asiento en una de las sillas frente al escritorio del alfa, frotándose con desesperación los cabellos castaños y cerrando con fuerza sus ojos. De pronto sentía explotar su cabeza aún peor que hace unas horas.

-Tranquilo-. Se acercó para sobar su espalda tratando de consolarlo. Aunque hubiera hecho mal, no le gustaba ver a su amigo así. -Solo espero que entiendas las consecuencias de tus actos, esto podría llamar la atención a la película tanto como podría llevarla abajo por su imprudencias

Y lo entendía, solo no quería seguir siendo tan imbécil como para seguir actuando así.

Había lastimado a Apo, y si la película se iba a abajo junto con sus idioteces, Love saldría herida por no poder hacer su regreso.

Solamente seguía siendo un inmaduro incapaz de controlar sus emociones o sus actos.

-¿Tendré algún castigo?-. Preguntó aun tomando fuertemente sus cabellos, totalmente furioso consigo mismo.

-Lo tendrás, pero yo no determinare cual-. Lo entendía, seria un superior quien determinaría algún castigo para él.

Podía tener citas, eso había expirado hace varios años atrás en su contrato, pero hacer escándalos de ese tipo y haber preocupado de tal manera al omega pelirrosa hacia enfurecer a todos en la empresa.

Apo era temido por alfas, omegas y betas, hombres y mujeres de todas las edades; pero quien conociera el gran cariño que le tenía al alfa actor sabría que lo cuidaba como si de un bebé se tratara. Era una buena persona, era amable, servicial y cariñoso, eso era bien conocido.

Por eso, a pesar de ser algo temido también era muy querido y adorado.

Entendía que más que nada por eso sería su castigo.

-Por ahora puedes irte-. Hablo Build sentándose de nueva cuenta en la silla de su escritorio. -Ve y dale ese lindo ramo a Apo, y disculpate-. Le advirtió apuntándole con su dedo índice de la mano derecha.

Asintió desanimado y salió de la oficina, sin ánimos realmente.

Su porte seguro decayó y se podía notar por todo el pasillo de la oficina de su manager.

Presionó un botón del elevador para bajar por ahí, no tenia ganas ni siquiera de caminar.

Cuando las puertas se abrieron, un Apo bastante sorprendido le miraba desde el interior de esa máquina enorme. Levantó su mirada al sentir ese cálido y exquisito aroma tan cerca, dando con esos ojitos que tanto lo consolaban.

-Oh, pensé que estarías en casa-. Se hizo a un lado en el elevador en una clara señal para que el alfa entrara, eso hizo a Mile despertar de su ensoñación y detenerse de mirar eso lindos ojitos.

-build me llamó-. Ingresó rápidamente al notar como las puertas estaban a punto de cerrarse en su cara.

Todo se envolvió en su incomodo silencio para ambos, ya que no sabían ni por donde comenzar una conversación decente después de todos los sucesos de anoche.

Apo miró distraídamente hacia las manos de Mile, dando con el enorme y lindo ramo de rosas, preguntándose internamente para quien era tan hermoso arreglo. Su corazón sintió una punzada al pensar que probablemente serian para Love

Agachó su mirada hacia sus pies tratando de no pensar en nada; quería aclarar lo suficiente su mente antes de decir alguna palabra con relación a todo lo antes mencionado.

Mile notó la mirada de Apo en las rosas, pero quiso esperar a que el elevador se detuviera para dárselas, ya no quería quedarse con sus palabras a medias.

Cuando todo a su alrededor se detuvo, salieron en silencio del elevador.

Apo ni siquiera podía recordar para que había subido o tan siquiera porque había seguido al alfa hasta el último piso.

-Apo - Mile se detuvo en medio del lobby y carraspeo. Apo se miraba curioso, pero no más que todas aquellas miradas que los observaban expectantes, incluso había gente que había detenido su andar.

-Yo sé bien que anoche me comporte como un idiota, que te hice preocupar y que me pase más de la cuenta al besarte así-. Todos lo miraban sorprendidos, sin poder creer lo que había hecho.

Apo estaba perplejo, sintiendo todo un revoltijo en la boca de su estómago.

-Por favor-. Alzó el ramo hacia él mientras hacia una reverencia. -Perdóname-.

Había entrado en pánico, no sabía realmente que hacer.

Pensaba hablar con Mile sobre todo lo sucedido, aunque claro que en privado; no estaba en sus planes que ese alfa tonto dijera esas cosas tan a la ligera frente a toda la empresa.

Actrices, actores, productores, personal, todos los miraban con sorpresa, aunque parecían más emocionados que cualquier otra cosa.

No supo como reaccionar, simplemente se quedó ahí de pie mirando atónito hacia el ramo de flores. Eso en vez de una disculpa parecía más una propuesta.

Tomó el ramo con el rostro mas rojo que una cereza, completamente apenado. Pero en cambio su omega se meneaba emocionado por su interior, pidiendo a gritos otro beso del alfa. El idiota de su lobo estaba liberando feromonas por la emoción que sentía, dejando más en vergüenza a Apo

Mile levantó la mirada con una sonrisa hacia el menor. Pero Apo frunció el ceño antes de tomarlo del brazo y sacarlo rápidamente de ahí.

Todos los seguían con la mirada con distintas emociones, aunque la mayoría ya se esperaba algo así; después de tantos años y tanta química entre ambos sabían que no se quedaría en amistad.

El omega los arrinconó a un lado del edificio, casi dando la vuelta a la calle para evitar ser vistos, dejando a Mile realmente confundido.

¿Había aceptado o no sus disculpas?

-¿Eres tonto?-. Fue lo primero que pregunto el menor colorado hasta la coronilla, tratando de sonar furioso sin lograrlo, pues su voz temblaba presa de los nervios y emoción, pero no lo confesaría.

-¿No te gustaron las flores?-. Preguntó con un puchero, haciéndole a Apo rodar los ojos.

-No es eso-. Suspiró mirando el ramo entre sus manos. -Es solo que quería que habláramos de eso en privado, no que media compañía se enterara-. El castaño asintió comprendiendo, pero es que realmente a él no le había importado en absoluto si mas personas los veían, solamente quería que su tierno asistente perdonara tantas imprudencias de su parte.

-Tienes razón, lo lamento-. Bajo la mirada algo apenado con una sonrisita tímida jugando entre sus labios.

El pelirrosa lo miro atentamente mordiendo su labio inferior.

En realidad, había sido un lindo detalle.

-Esta bien, pero en serio tenemos que hablar de eso-. El mayor asintió de acuerdo. Claro que tenían que hablarlo.

Apo sentía que ahora tenia el valor que probablemente no tendría después. Y no, no estaba hablando de una declaración.

-Anoche me tuviste muy preocupado-. Levantó la mirada para verlo a los ojos, con esos ojos tímidos que casi nunca veía en el omega pero que lo miraban fijamente. -Por eso me enoje mucho al saber que estabas en un bar-.

-Si... Fue muy estúpido de mi parte seguirle la corriente-. Rasco su nuca nerviosa desviando la mirada.

-Pero me alegra que estés bien-. Sonrió siendo completamente sincero hacia el alfa.

-Te juro Apo que no estoy interesado en ella-. Lo dijo con tanta seguridad mirándolo directamente a los ojos con seriedad, que Apo no pudo evitar creerlo por completo. Ese alfa tonto no podía mentirle con algo así. Asintió.

-Aunque debo admitir que fue extraño que me besaras-. Al ver rostro sorprendido del alfa decidido reír y salir corriendo de ahí.

No esperaba que dijera eso.

-¡Hey no te burles!-. Lo seguido a paso veloz soltando una ligera risita.

{•••}

Sentía la resaca casi nula, pero no podía creer que casi todo el día perdurara ese dolor de cabeza.

-Ya te lo dije, dejo de ser resaca hace horas-. Tong alejaba el tazón vacío de la mesa frente a la omega y le dejaba un vaso de agua natural con hielos.

-¿Entonces por que me sigue doliendo?-. Preguntó con un pronunciado puchero entre sus labios sosteniendo su cabeza con fuerza.

-Por el claro rechazo de Romsaithong, es algo obvio-. Ella sabía que era cierto, pero no quería aceptarlo.

Había llorado anoche, no mentiría, se sentía fatal.

Su "plan de reconquista" no estaba saliendo como quería.

Sentía que nunca podría olvidar aquellas palabras que habían salido de la boca de un ebrio Mile

-¿Te digo algo?-. Sonreía para la chica con una miraba boba, algo perdida. -Apo me rechazaría si le dijera que estoy enamorado de él, ¿no es así?

Sentía esas palabras hacer eco en su cabeza, como un eterno martirio que le recordaría que ese alfa nunca había sido suyo.

Ella lo supo desde la primera vez, Mile quería demasiado al omega, pero sinceramente no se esperaba que estuviera enamorado. Sentía celos de verlos juntos porque Apo siempre había sido tan apegado a Mile que él parecía mas su pareja que ella misma; había convencido a Mile de eso al principio y le había ocasionado muchas peleas con Apo

No estaba orgullosa, se había sentido muy mal al respecto, pero sus celos eran más fuertes.

Al ver como la había dejado botada por ese omega había querido volver con él, así que ahí estaba, buscando amor donde nunca lo hubo.

-Deberías dejarlo por la paz Vee, él ama a alguien más-. Y sabia que solamente alguien ciego no podría ver lo que existía entre ellos.

-Solo dime si tienes algo mas en mente- Tong mordió su labio dudoso, todavía se sentía culpable por lo del bar.

Pero ella era su amiga.

-Bien-. Tomó asiento frente a ella. -Los restaurantes no funcionaron, ni las clases ni el bar-. Ella asintió mirando a su amigo con atención. -Solo nos queda hablar con nuestro CEO, con Bible y con Build-. Lo miró confundida al no entender a donde iba el plan.

-¿Para qué?

-Dragón Azul esta a la vuelta de la esquina-. Entonces entendió con una sonrisa.

¡¡¡¡Ya tiren de un puente a Love, por favor!!!! 🤌🏻💥