Capitulo Veinte.
—¿Estas seguro de esto?
Con una sonrisa en sus labios, Damon aferró mejor la mano de Blue mientras traspasaban las puertas del Danger, el club de Wolf. Aun no era demasiado tarde en la noche, pero el lugar era bastante popular, aun antes de que la relación de Wolf y Nick se hiciese pública y saliese en las primeras planas de todas las revistas de chimentos de Inglaterra. Eso le dio un impulso al nivel de clientes, pero ya desde antes era bastante bueno. La abarrotada pista de baile era algo bastante usual, aunque aun fuese temprano.
Intentando no perder su agarre sobre Blue mientras cruzaban la pista de baile, Damon lo acercó colocandolo frente a él e inclinandose para hablar en su oído sobre el sonido de la música—. Estoy muy seguro —respondió—. Tengo un recuerdo muy bueno de como se sentía tener tu cuerpo pegado al mío mientras bailabamos esa noche, quiero revivir eso.
Blue le sonrió, girando la cabeza hacia él para ser escuchado—. Así nos metimos en este problema en primer lugar.
Riendo, Damon besó suavemente su cuello—. ¿Vas a decirme que no te gustó?
Deteniendose, Blue giró en sus brazos y levantó la mirada. La iluminación del lugar era escasa, las luces de colores brillaron sobre el bonito rostro del menor mientras este le sonreía de esa manera que solo indicaba problemas. Y maldición si a Damon no le encantaba esa sonrisita. Y esos ojos... Damon estaba completamente perdido por esos brillantes ojos celestes. Con Blue, eran una forma segura de saber su estado de animo, eran claros y brillantes cuando el chico era feliz y oscuros y opacos cuando estaba triste.
Esos ojitos habían estado oscuros y tormentosos cuando había abierto la puerta para él solo unas horas atrás. Había roto un poco el corazón de Damon el ver esa expresión el joven normalmente alegre. Y por esa razón es que se había esforzado por hacer de esta una increible cita. Había llevado al joven al cine y lo había dejado elegir la pelicula que quisiera, luego lo llevó a cenar, un breve paseo por la ciudad y para terminar la noche, el club.
En realidad, eso último había sido un invento de ultimo momento para no tener que decirle adios al joven tan pronto. Por la expresión del rubio, estaba funcionando bien para él.
Y entonces Blue se empezó a mover con la música y Damon estaba malditamente perdido. Esa había sido la primera cosa que lo había atraído a él, la forma en que Blue bailaba debería ser jodidamente ilegal y solo para mayores de dieciocho años. La música retumbaba desde los altavoces estrategicamente colocados, retumbaba en las paredes, Damon apenas logró reconocer la canción, demasiado ocupado en sentir las manos del rubio sobre él.
Estaban en una pista, rodeados de personas moviendose, pero Damon solo tenía ojos para el hermoso rubio en sus brazos, el cual ahora parecía en una misión para volverlo completamente loco. Él se lo había buscado y él malditamente lo estaba disfrutando.
Blue puso sus manos sobre su pecho, deslizandose hacia arriba, burlandose brevemente de sus tetillas a traves de la tela de su camisa. Cada toque, cada movimiento, se sentía como una corriente electrica corriendo por sus venas. Brevemente se preguntó si era normal estar tan afectado por otra persona, pero en ese instante simplemente no le importaba.
Las manos bajaron, los dedos jugaron suavemente con el borde de sus jeans, colandose un mero centimetro entre la tela y su piel, dando la sensación de que iba a seguir adelante, antes de retirarse y volver a arriba. Blue hizo el mismo movimiento un par de veces, moviendose como si solo estuviese bailando con él y no provocandolo como el diablillo que era, siempre sonriendo como si estuviese desafiando a Damon a detenerlo.
Y entonces se acercó, sus dedos desabrochando el primer botón de la camisa y un segundo después su aliento estaba sobre la piel caliente de Damon. Suaves labios primero se presionaron contra su piel, una de las manos bajó, yendo a parar sobre su entrepierna y masajeando su erección. Mientras la otra subía, enredandose en el cabello de su nuca y jalandolo hacia abajo. Soltando un pequeño sonido, Damon se empujó hacia la mano en sus jeans mientras se preparaba para tomar la pecaminosa boca en un beso que estaba seguro iba a desequilibrarlo.
Pero Blue no se lo permitió, en vez de eso, apartó la cara un momento antes con una sonrisa diabolica en su rostro. Dejó un beso en el borde de sus labios antes de pasar a su mandibula, su mano seguía masajeandolo al tiempo que besaba y mordisqueaba su barbilla.
—Estas jugando con fuego, Gatito —advirtió.
—Talvez quiero quemarme. —dijo en respuesta antes de liberarlo, girando en sus brazos y moviendose contra su pecho, su culo empujando directamente contra la entrepierna de Damon mientras bailaban.
Ah, el jodidamente iba a morir.
Soportó tres canciones antes de pedir un tiempo fuera. Estaba caliente, sudoroso y Blue no estaba haciendo más que provocarlo, manteniendolo duro para su diversión personal. Él jodidamente necesitaba un descanso antes de abandonar su fachada de buen chico y llevar al joven al lugar privado más cercano para tener su mal camino con él.
Blue lo miró con curiosidad cuando detuvo sus movimientos y le hizo un gesto a la barra—. ¡Tengo sed! —dijo, haciendose escuchar sobre la música.
El rubio elevó una ceja, obviamente incredulo si la sonrisa de satisfacción decía algo. Aun así se dejó arrastrar por entre los bailarines, la barra estaba bastante llena y Damon sabía por su experiencia trabajando allí, que si quitaba su atención de Blue por siquiera un segundo, los malditos coyotes estarían sobre él en un segundo. Confiaba en que el rubio no se iría con otro, pero diablos, la mayoría de estos tipos los había visto bailar y estaba seguro de que solo estaban esperando su oportunidad para atacar.
Y Damon jodidamente no iba darselas.
Y así que, haciendose paso entre los clientes con su cuerpo más grande, sentó a Blue sobre la barra y se metió entre sus piernas antes de que el chico, o alguna de las personas que los observaban con curiosidad, pudiese protestar.
—¿Que quieres tomar, Gatito? —interrogó, con su mano ya levantada para llamar a la barman al otro lado de la barra. La música estaba bastante atenuada aquí, debido a que habría sido imposible escuchar los pedidos de haber sido más alta.
Blue tomó su mano y la bajó, rodeando su cuello con sus brazos y acercandolo—. No puedo beber alcohol, Mono —le recordó, besó su barbilla antes de morder suavemente el lobulo de su oreja—. Y si quieres que te bese en un futuro próximo, entonces tú tampoco.
Dejó salir un sonido de queja, pero la sola esperanza de poder besar a Blue en algún momento lo hizo asentir—. ¿Agua?
—Agua —afirmó, dejando un breve beso en sus labios antes de sonreirle.
Haciendo un gesto para llamar la atención de Nancy, la cantinera, le pidió dos botellas de agua, recibiendo una mirada extrañada de la joven de cabello violeta. Estaba bastante seguro, de que en el tiempo que ella había estado trabajando allí con él, Damon jamás había perdido la oportunidad de beber. Bah, él podía dejar ese vicio si los labios de Blue eran el premio.
Tomando las botellas, abrió una y se la dio a Blue antes de abrir la propia. Había vaciado más de la mitad del contenido cuando captó la silueta de Wolf al otro lado de la barra. Sonrió al ver que Nick estaba con él, aunque por la forma en que el mayor estaba sobre el moreno, como si lo protegiera de todas las personas a su alrededor, practicamente encerrandolo entre su cuerpo y la barra, era dificil distinguirlo.
—Tu primo esta aquí —dijo, logrando que Blue mirara sobre su hombro, justo a tiempo para captar la forma en que Wolf se inclinaba y atrapaba los labios de su novio en un beso.
Blue sonrió—. Creo que esta ocupado ahora mismo, le enviaré un mensaje luego.
Arrojando la botella a la papelera del otro lado de la barra, Damon arrastró sus manos por los muslos de Blue, apretando suavemente, antes de seguir subiendo y colarse bajo la tela de la camiseta del rubio—. Yo planeo tenerte muy ocupado luego, así que ese mensaje va a tener que esperar.
Blue tenía una expresión perversa en su rostro, sus ojos oscurecidos cuando se inclinó y plantó sus labios sobre los suyos—. ¿Como piensas mantenerme ocupado? —murmuró en medio del beso.
—Creo que ya tienes la idea básica —empujó su lengua entre los labios del rubio al tiempo que sus manos bajaban para apretarle el culo, casi levantandolo de la barra.
Estaba bastante sumido en el sabor de Blue, en la forma en que el chico empujaba, jugando con él en el beso, que el golpe en su brazo lo sorprendió bastante. Rompiendo la conexión, miró sobre el hombro del joven, arrojandole una mirada asesina a Nancy, que a su vez se la devolvía con igual intensidad. Antes de que pudiese preguntar que demonios se le había metido a la chica, esta hizo un gesto hacia el final de la barra, donde Wolf estaba dedicandole una mirada asesina.
Ah, si, nada de obscenidades dentro del club, al menos no frente a los clientes, casi se había olvidado de esa regla.
¡Maldición!
Volvió a ver al joven en sus brazos, con las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes, no pudo resistirse a dejar un nuevo beso en sus labios—. ¿Que dices, Gatito? ¿Quieres quedarte un rato más y bailar, o quieres volver a tu apartamento?
—Mm —fingió pensarlo, ese pequeño giro malvado en sus labios le dijo la respuesta antes de que hablara—. ¿Quieres bailar conmigo otro rato, Mono?
Ah, Damon estaba malditamente perdido, no podría haberle negado absolutamente nada a esa vocecita—. Podemos bailar toda la noche si eso quieres, cariño.
Aunque se corriera en sus pantalones en el proceso.
(...)
Damon estaba caliente, así de simple.
Estaba jodidamente caliente, y por la forma en que Blue estaba besandolo de vuelta y aferrandose a sus hombros, como si estuviese a dos segundos de simplemente escalarlo, también lo estaba. Estaban frente a la puerta del apartamento del joven, ni siquiera sabía como había logrado conducir de vuelta hasta allí con las ganas que tenía de simplemente parar y hacerlo allí mismo, pero lo habían logrado. Ahora estaban frente a la puerta, Damon presionando a Blue contra la pared mientras se besaban hasta agotarse el oxigeno.
—Llaves —Blue jadeó al cortar el beso, tenía los labios rojos y brillantes con saliva, las mejillas sonrojadas y la piel pálida alrededor de la boca irritada debido a la barba de Damon. Parpadeó esos oscuros ojos celestes hacia él, sus pupilas estaban practicamente tragandose el color—. Puerta. Tengo que abrir la puerta.
—Abrela —respondió, viendo al chico meter la mano en el bolsillo de sus jeans y regresar con un llavero.
En cuanto se giró para poder abrir, Damon se pegó a su espalda, una mano bajo su camiseta, acariciando la piel del abdomen de Blue, la otra desabotonando los jeans oscuros que llevaba. Sus labios encontraron el camino al pálido cuello, besando, lamiendo y mordiendo todo el espacio que logró alcanzar.
—Damon —Blue se quejó, retorciendose y a su vez empujando el culo contra la erección de Damon—. Debemos entrar. Vas a hacer que me echen del edificio.
—Si te echan, te vienes a vivir conmigo. —solucionó.
Blue rió sin aire, atrapando un mechón de cabello y jalando hasta que Damon se apartó—. Dejame abrir la puerta.
De mala gana, Damon se apartó, permitiendo al joven moverse. Una vez abierto, empujó al joven dentro, cerrando la puerta detrás de ellos y pegando a Blue contra la misma. En el momento en que volvió a besarlo, Blue lo recibió con la misma intensidad. Sus manos volvieron bajo la camiseta del joven, pero esta vez, simplemente la arrancó de su cuerpo y la arrojó sobre su hombro, sin importarle donde cayera.
Se apartó un poco, obteniendo una mirada completa del más joven—. Dios, Gatito, eres hermoso.
—Podría decir lo mismo de ti, pero llevas demasiada ropa —se quejó, jadeante mientras jalaba la tela de la camisa de Damon.
Cediendo, se quitó la misma, dejandola caer y regresando al beso. La piel de sus cuerpos se rozó, caliente y a la vez tan suave. Damon se apartó de sus labios, besando un camino por su mandibula hasta su cuello, tomandose un momento allí para besar y morder la piel antes de bajar, besando el camino que sus manos estaban recorriendo. Se detuvo en cada tetilla, dandoles la misma atención hasta que quedaron rojas e hinchadas, los dedos de Blue enredados en su cabello empujandolo más hacia abajo.
Con una sonrisa, Damon abrió la bragueta y bajo los jeans por las pálidas piernas, llevandose la ropa interior con él. La polla de Blue saltó libre, tan pálida como el resto de él, tan dura por las atenciones de Damon. Lamiendose los labios, Damon se adelantó, pasando su lengua por la cima, escuchando a Blue gemir suavemente antes de volver a hacerlo.
—Deja de jugar —Blue gruñó, sus dedos jalando con más fuerza su cabello—. Por favor, Damon.
Y solo por esas dos palabras, Damon tuvo piedad de él y llevó la cabeza a su boca, chupando suavemente mientras rodeaba la base con su mano. Chupó y lamió con esmero, metiendo un poco más en cada movimiento de su cabeza hasta que estuvo practicamente toda dentro de su boca. Blue gemía escandalosamente para ese momento, sus dedos aferrandose al castaño cabello del mayor, sus caderas moviendose por voluntar propia.
Damon se movió de ida y vuelta, dandole un ritmo al que el joven pudiese acostumbrarse. Su corrió entre los muslos del rubio, su dedo bordeando suavemente la ya humeda entrada antes de empujar dentro. Una, dos, tres veces antes de finalmente entrar. Sintió a Blue tensarse por un momento antes de que los gemidos se hicieran más escandalosos, su cuerpo moviendose de la invasión de sus dedos hacia la boca caliente en su polla.
—Damon —gimió. Sus ojos estaban mirando hacia abajo, su boca abierta en un jadeó—. Damon, m-me... me corro.
Damon no se apartó, sino que siguió adelante hasta que sintió la semilla caliente corriendo por su lengua y aceptó todo gustoso. Su dedo moviendose dentro mientras su boca seguía chupando hasta que no había nada que dar. Poniendose de pie, besó al jadeante joven, sonriendo cuando este se aferró a él con rápidez, sus manos yendo directamente al bulto detrás de la bragueta del mayor.
—Habitación —Blue murmuró.
Ayudandolo a deshacerse de los zapatos y los pantalones que seguían entorno a sus tobillos, Damon lo levantó en sus brazos y lo llevó en dirección a la habitación, sus labios unidos nuevamente. Ni siquiera se molestó en la luz, sino que dejó a Blue en el centro de la cama mientras terminaba de desnudarse. Observó al chico arrastrarse más arriba, contra las almohadas y encender la lampara sobre la mesa de noche, antes de subir también a la cama.
Besó cada trozo de piel en su camino arriba sobre el cuerpo del joven, sintió los dedos de Blue sobre los músculos de su pecho, sus uñas dejando rastros rosas sobre su piel. Su gatito estaba comenzando a usar las uñas, eso demostraba lo excitado que estaba.
Volviendo a sus labios, empujó su lengua dentro buscando la del joven mientras arrastraba su mano por su muslo y hasta su culo, devolviendo su dedo al humedo agujero. Blue gimió dentro del beso, moviendose contra la invasión. Siguió besando y mordiendo la piel pálida, volviendola rojiza al tiempo que agregaba dedos a su invasión, las uñas de Blue dejaban marcas más notorias sobre él con cada uno.
—Ya estoy listo —jadeó el rubio, abriendo más sus piernas—. Estoy listo, Damon, por favor.
—Gatito, ansioso —murmuró, dejando otro humedo beso en sus labios antes de quitar sus dedos. Recuperando sus jeans, sacó el preservativo de su billetera antes de regresar a la cama, rasgando con cuidado el envoltorio.
—Aquí, dame eso —Blue le quitó el mismo de sus manos, dandole unas breves caricias a la polla de Damon antes de deslizar el latéx por ella. Parecía estar a punto de inclinarse a chuparlo, pero a ultimo momento, se arrepintió, dejandose caer sobre las almohadas de espaldas y abriendo sus piernas con la misma sonrisa malvada de antes—. Vamos, Damon, cumple tu promesa.
Copiando la sonrisa, se dejó caer sobre el joven, manteniendo su peso en sus antebrazos a cada lado de la rizada cabeza rubia. Volviendo a besar, guió su polla hacia el humedo agujero y empujando suavemente dentro. Blue se aferró a sus hombros, abriendo la boca para su lengua mientras arrastraba las uñas por su piel. De alguna manera, esos suaves arañazos solo parecian hacer subir la lujuria de Damon.
Moviendose lento para no lastimar al más joven, pareció pasar una eternidad antes de estar totalmente dentro. Le permitió un momento de adaptación antes de comenzar a moverse, lentamente al principio y aumentando la velocidad en base a los gemidos y ruegos del joven, los cuales se mezclaban con los gruñidos de Damon y el sonido de sus pieles golpeando juntas.
Blue estaba duro de nuevo, Damon no había dudado que podía lograrlo rápidamente. Recibió los besos suaves y las mordidas del más joven sobre su pecho, sabiendo que iban a dejar marcas que estarían a la par con los moretones desvanecidos que su última pelea le había dejado.
Sintió su piel caliente y sudada con cada movimiento de sus caderas, observando el cuerpo de Blue retorcerse en un intento de emparejar sus movimientos. Sonriendo, se apartó, saliendo del más joven y girandolo sobre sus manos y rodillas, volviendo a su interior antes de que pudiese protestar. Lo mantuvo así por un par de empujes antes de cruzar uno de sus brazos por el pecho del más joven y otra por su abdomen, arrodillandose y llevando al joven con él, aun empalado en su polla, ahora sentado sobre su regazo.
Blue gimió escandalosamente, sus brazos yendo hacia atrás para aferrarse a su nuca y atrayendolo cerca mientras Damon lo hacia saltar sobre su polla. Inclinando su cabeza, Damon le dio el beso que buscaba, percatandose de lo cerca que el chico estaba cuando bajo una de sus manos para tocarse a si mismo. Alcanzando su brazo, volvió a colocarlo en su nuca antes de tomar el relevo, moviendo su mano en la polla del más joven al ritmo de sus empujes.
Duraron más de lo que había pronosticado, pero en cuanto Blue gimió el nombre de Damon y manchó las sabanas con su semilla, el castaño solo logró algunos otros empujes antes de que la presión sobre su miembro arrancara su propio orgasmo de su cuerpo.
Detuvo el cuerpo de Blue en sus brazos, alejandolo de la mancha de humedad y acomodandolo en la cama. Deshechando el preservativo, lo ató y arrojó a una papelera cercana antes de jalar las sabanas sobre ellos, acurrucandose en cucharita en la espalda del más joven.
Blue giró la cabeza, besandolo suavemente—. Definitivamente, vamos a bailar otra vez, Mono.
Damon rió—. Cuando tu quieras, Gatito, solo dilo.
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