Desde ese dia, la iba a dejar a su casa, todos los dias.
Hasta que un dia, no soportaba mas esta sensación, le dije,
-Te quiero.
-Yo también, respondió, eres una gran amiga.
-Si, igual tú, le dije, pero yo te quiero mas que como a una amiga.
-eh...
-No tengas pena, le dije.
-Es que, yo no puedo amarte asi, respondió.
Mi tristeza, llenó de lágrimas mis ojos y pedí disculpas.

Ese dia, sentí morir, llegué a mi casa, me encerré en mi cuarto y lloré.
A las 7 pm, me llamó y me dijo: Mañana, quiero que vengas a mi casa a las 9 am.
Yo, asustada, pensé, perdí a mi amiga, pero respondí, estaré alli.

Al dia siguiente, llegué a su casa a las 9 am.
Con cara de susto, entre a su casa y la vi, pedí perdón por lo ocurrido el dia anterior.
Ella, tomó mi mano y nos sentamos, me vió e inesperadamente, me besó.
Asombrada, sonreí y salió una lágrima de felicidad. La abracé y no queria soltarla nunca mas.