Contexto:

Luffy es un fotógrafo con suerte y Hancock una modelo algo complicada de tratar.

Para Luffy ser un fotógrafo es un mero pasatiempo con inesperadas buenas ganancias; su fuente principal para comprar carne y pagar su comida en el restaurante de Zeff y Sanji. Ellos jamás le negarían un plato a pesar de sus quejas por ser un agujero negro, pero Luffy entiende que dejar en bancarrota no es ninguna opción. Además, Nami y Puding se enojarían, y ellas podían llegar a ser realmente intimidantes.

Entonces, si Luffy no es precisamente un aficionado de la fotografía ¿Cómo llego a ser un fotógrafo que incluso hizo una exposición de fotografía el año pasado? A Luffy no le avergüenza admitir que el mismo está sorprendido e intrigado de como sucedió. Luffy gano una cámara profesional hace algunos años en un sorteo de lotería local. Después de eso se dedicó a hacer fotos regularmente de cosas que le gustaban o llamaban su atención, que llegaban a ser personas o lugares bonitos en sus viajes con sus amigos. Fue Usopp quien una vez reviso su cámara y se sorprendió por las fotos. Tenía talento, le había dicho. Luego casi como un juego le inscribieron en un concurso de fotografía al azar, Usopp edito levemente las fotos para que se vean mejor y desde ahí todo se fue a la mierda. Luffy gano, y poco a poco, mientras se hacía más conocido, hizo una exposición. Desde ahí tiene trabajo regular como fotógrafo independiente.

Hoy es uno más de esos días. Hace dos días, un director de fotografía de publicidad le había llamado para una sesión de fotos.

—El tema es San Valentín —sonrió emocionado y le explico sobre los productos que quería vender y tenía que tener mayor consideración. Luffy asiente y da otro sorbo a su jugo de naranja. Esta debe ser la parte más molesta de su trabajo—. Respecto a la modelo, ella es realmente hermosa. Espero de tus habilidades que puedas resaltar su belleza de forma natural, y ya que el tema es San Valentín, quisiera que luzca como una mujer enamorada.

Luffy frunció el ceño sin entender cómo hacer lo último. Pero solo se encogió de hombros.

—Vale.

El director recordó algo. Su sonrisa creció con complicidad.

—Ah, al final del proyecto los invitare a comer algo delicioso.

Incluso en la industria se había corrido rápidamente el amor de Luffy por la carne.

Luffy sonrió.

**

Hancock salió de los camerinos con una bata blanca y el cabello adornado con pequeñas flores azules que hacían relucir sus ojos del mismo color. Ignoro la atención recibida por su sola presencia y avanzo hacia donde debería estar el fotógrafo. Al ver a un muchacho de espaldas, mirando a los lados como si estuviera a punto de cometer un crimen, y no quisiera ser visto, Hancock pensó en descartarlo como fotógrafo, pero al notar una cámara profesional colgada de su brazo, ella resoplo y se acercó.

—Hey, fotógrafo —llamo.

El chico se sobresaltó y giro con rapidez, mostrando chocolate embarrado en la comisura de sus labios. Hancock parpadeo, sus labios temblaron un poco ante la amenaza de sonrisa, pero lo evito con sencillez carraspeando y desviando la mirada a las cajas de chocolate para la sesión, una caja abierta completamente vacía.

El fotógrafo la miró con curiosidad.

—¿También viniste por los chocolates?

Hancock negó sin mostrar mucha expresión.

—Soy la modelo.

—Oh, yo soy Luffy.

—Yo Hancock. Si ya terminaste con los chocolates —dijo sarcástica—, ¿podemos hacer la sesión ya?

Luffy negó.

—Aun no termino. ¿No dirás nada? —dijo esperanzado— Podemos dejar solo una caja para las fotos.

Hancock frunció el ceño.

¿Qué demonios?

El director se acercó casi dando saltitos.

—Aquí están mis estrellas de hoy—le dirigió una mirada a Luffy—. Veo que ya probaron los chocolates.

—¿Qué? Yo no... —intento decir indignada.

—Estuvieron deliciosos, Osan —interrumpió Luffy campante.

—Genial, vamos a empezar ya. Hancock, prepárate.

Hancock avanzo al escenario preparado y se quitó la bata mostrando un vestido blanco con encaje azul hasta la mitad de los muslos.

—Recuerda, eres una chica enamorada.

**

En los siguientes minutos Hancock cumplió con el pedido, sonriendo brillantemente, siendo coqueta y algo seductora en cada foto, sin olvidarse de enseñar correctamente los productos. Aunque se sentía algo extrañada por la actitud del fotógrafo. En cada flash el chico se detenía para mirarla unos segundos, estudiándola, a veces frunciendo levemente el ceño quizá con algo de frustración.

A la mitad de sesión el director se quedó examinando las fotos y los mando a descansar en la cafetería.

**

—Deja de mirarme—dijo Hancock con molestia dando otro sorbo a su caffe, su ceño levemente fruncido mientras miraba a Luffy. Lo que le faltaba, otro hombre loco. Sin preguntar se había sentado en la misma mesa que ella y mirándola mientras engullía varios platos de comida, ahora incluso sin comer la miraba como si tuviera dos cabezas.

—Es que no lo entiendo —dijo Luffy.

—¿No entiendes qué?

—A ti —pensó unos segundos—. Bueno, a las modelos.

Si resolver sus dudas haría que la dejara en paz...

—¿Qué es lo que no entiendes?

—No sonríes de verdad.

—¿Te refieres a actuar? Es normal dentro de la industria, no puedes ser verdaderamente feliz cada vez que alguien te lo pide. Eres fotógrafo, ¿jamás te ha tocado fotografiar expresiones falsas?

—No. Lo odio.

Hancock frunció el ceño.

—¡Ahí está! —Se levantó y la señalo con su dedo índice— ¡Esa es la cara que querías hacer cuando te tomaba fotos!

Hancock abrió los labios sin poder creer lo que decía.

—¿Quieres tomarme fotos así? —se señaló a si misma— ¿Enojada?

Luffy asiente y sonríe.

—¡Si! Me gusta más que la sonrisa extraña.

Hancock negó sintiendo las mejillas arder y desvió la mirada. ¿Era alguna clase de cumplido raro?

—No puedes hacer eso.

—¿Por qué? —hizo pucheros—. Hare lo que quiera.

—El tema es San Valentín —dijo lentamente como si fuera idiota—. Debería lucir feliz y...enamorada.

—¿Entonces que te hace feliz? —ignoro la última palabra—. ¿Tal vez sea, la carne? —dijo con seriedad.

—No. Hmmm, veras...

**

—¡Piensa en Hotpot! Caffe! —le grito Luffy sin dejar de tomar fotos, ante una Hancock avergonzada y de mejillas naturalmente rojas.

—Esta es una técnica particular —murmuró el director viendo la escena con satisfacción— Pero funciona.

—¡Serpiente!¡ Salome!

**

A los días, el director vio atentamente las fotografías, había una gran diferencia en las expresiones de Hancock, más verdadera, ojos brillantes, sonrisas auténticas, era como si...

Él soltó una carcajada.

Luffy, te dijo que pareciera enamorada, no que la enamoraras jsjsjjsjs

Ha sido un poco largo, quería explicar un poco como Luffy se volvió fotógrafo sin salir del personaje y ... no se, creo que tiene un poco mas sentido así.

Esta historia llega a ustedes por la pedido/idea de Violetsengke  y porque tengo un trato con NubeRosita 

Me despido, chiquis 💃✨