Al abrazar a Carlos y llorar en su pecho.

Un dolor aún más fuerte que el miedo que sentía hace poco me invade por completo, me dan más ganas de llorar así que lo hago ya que en estos momentos no me importa

Las lágrimas arden en mis ojos y mejillas, el dolor del desprecio, el dolor de la poca importancia que te da alguien importante para tí. El dolor de un amor que se va perdiendo...

Carlos se safa de mi abrazo y me aparta de mi como si fuera una molestia

—¿Que creés que haces? ¿Venir a una discoteca y buscar quien te viole? ¿En que piensas Paulette? —me dice con odio e ignorancia en su voz

Por lo rojizo de sus ojos, el olor a alcohol y su comportamiento sé que esta borracho

—Me alejo de ti para que alguien más valioso llegue a tu vida, y para no ser quien te quite la puta virginidad. Y tu buscas a un maldito bastardo de una noche —mira con odio al chico inconsciente en el piso

—¿Qué? —digo estupefacta

¿Me iba a quitar la virginidad? ¿Por eso se fue?

—Tsk... Siempre has sido muy lenta para entender las cosas, ya me cansé de esto

—¿Qué estas...? —sus labios impactan con los míos callándome

El beso es feroz, rápido y hambriento. Imagino que la adrenalina del alcohol, porque la última vez que sentí sus labios el beso no era así

Nuestras lenguas bailan, ya que lo necesito tanto que puedo seguir su ritmo. Chupo y lamo su labio, a lo que él gime y muerde fuerte mi labio, siento un leve dolor pero no es nada del otro mundo

Disfruto tanto del beso que no me doy cuenta cuando Carlos mete su mano en mis pantalones dirigiéndose hacía esa zona, siento una corriente de electricidad al sentir su mano en mi vientre, y brinco cuando la siento en mi intimidad

Nos comemos los labios ignorando todo alrededor

—Te quiero mía —susurra en mis labios

Gimo como respuesta

Su mano cubre mi intimidad con delicadeza, y me causa un ardor excitante en esa zona

Y luego click es como si mi mente se desconectara

Lo beso mas apasionadamente y me monto en su cintura, quedando él cargándome, ya queda de su parte lo que quiera hacer luego

Camina hacia un lugar cerca y... Un auto

No tengo ni idea de donde lo sacó pero no me importa

Abre la puerta trasera y me acuesta en el asiento trasero

Pero... Para mi sorpresa él no entra

Cierra la puerta, y se asoma por la ventanilla que está abierta

—Lo siento, Paulette... No puedo hacerlo —me dice con dolor y arrepentimiento en sus ojos —No a ti... Tu amigo vendrá por ti, espéralo

Y con eso se va, y yo quedo sola en ese auto desconocido

Me inclino hacía delante y me pongo a analizar lo que acaba de pasar

Me odio... Me odio, me odio, me odio.

¿En serio pensé en perderla con él? Imposible.

Sé el valor de mi virginidad y no voy a perderla con alguien que no lucha por mi.

Estoy acostumbrada a llorar frente a Carlos, pero por razones diferentes, por esta no.

No debí llorar frente a él porque le demostré que me duele, que hace que mis días sean tristes pero también cuanto lo necesito.

Yo amo a Carlos, es mi primer amor y lo amo desde hace años.

Él es mi soporte, mi ayuda y mi consuelo... Pero se ha ido, porque él es mi todo pero yo ya no soy su todo.

Duele...

Me doy golpes mentales recordando lo torpe que soy y que fuí

Miro alrededor y veo una figura corriendo hacía acá, al estar más cerca veo que es Samuel

—viene por mi —pensé

En una idea rápida para salvar mi reputación me hago la ebria y desmayada

Vaya manera de salvar tu reputación, Paulette

¿Qué? Es mejor que, que sepa que hace unos minutos estaba dispuesta a ser desvirgada por un chico que ya no me quiere en su vida

Samuel llega agitado y jadeando, claramente cansado por la corrida que acaba de dar

—¿Paulette? —me llama asomándose por la ventanilla

Gimo actuando como borracha

Suelta un suspiro de alivio

—Por fin te encuentro, pensé que te habías perdido

Abre la puerta y con delicadeza me carga fuera y camina hacía la discoteca

En el camino, deposita un beso cálido en mi frente

—Que linda puedes ser estando ebria —susurra

Disimuladamente esbozo una sonrisa

Que tierno...

Al estar fuera Samuel llama un taxi, el cuál no tarda mucho en llegar.

Samuel entra en el asiento trasero conmigo en brazos, me acurruco en él, estoy sentada en sus piernas y recostada en su pecho

Él le dicta al chófer la dirección y este encamina el taxi hacia allá.

_________________________________________

Sin palabras...

La Pau Pau 💜