Capitulo 2
Al día siguiente
Taehyung no podía dejar de pensar en Jungkook. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen se le venía a la mente, esa misma imagen que lo había mantenido despierto hasta altas horas de la madrugada la noche anterior. Sabía que Era difícil no sentirse atraído, sobre todo después de lo que había visto anoche, algo que había dejado una marca en su mente, un recuerdo vívido que lo tenía atrapado.
Se sentó en su cama, mirando el teléfono en su mano con la pantalla apagada. La claridad del dia. Taehyung había tenido el sueño interrumpido por el bullicio de su propio corazón, que aún latía a un ritmo irregular. Había algo en Jungkook que lo descolocaba, algo que lo atraía de una manera inexplicable, algo que lo hacía imaginarlo en situaciones más allá de la pantalla, situaciones que solo él podía visualizar.
- ¿Qué está pasando conmigo? -se preguntó en voz baja, mirando al techo de su habitación como si esperara una respuesta. Pero no la hubo.
Era un día cualquiera, o eso trataba de pensar mientras se levantaba de la cama, se estiraba y tomaba su uniforme. La rutina le ayudaba a despejarse, a concentrarse, a dejar de pensar en todo aquello que lo distraía. Pero mientras se vestía, su mente seguía volviendo una y otra vez a la misma escena: Jungkook, el cuerpo de Jungkook, las miradas intensas, los gestos atrevidos. No importaba cuánto tratara de concentrarse, esos pensamientos volvían con fuerza.
De camino al trabajo, Taehyung trató de mantener la compostura. La tienda estaba siempre llena de ropa por doblar, y su jefe, Hoseok, tenía un estilo de trabajo impecable que solía ponerle los pies en la tierra. No estaba dispuesto a fallarle, no en su primer trabajo "serio". Aunque, si le preguntaban a Taehyung, no estaba seguro de qué tan serio podía ser su trabajo cuando no podía dejar de pensar en un chico que solo ve en una pantalla.
Entró a la tienda y, como siempre, se dirigió al vestuario a ponerse su delantal. Mientras caminaba hacia su estación de trabajo, los sonidos de las perchas chocando y las conversaciones lejanas de los clientes lo rodeaban. Intentó centrarse, poner su mente en modo trabajo, pero ahí estaba de nuevo: Jungkook. El actor, su sonrisa traviesa, sus tatuajes, la forma en que se movía con tanta seguridad.
Se obligó a empezar a doblar algunas camisas, pero a cada rato, su mente volvía al recuerdo de la noche anterior. Se preguntaba si Jungkook siempre era tan provocador, tan capaz de encender la pantalla, o si su comportamiento en privado era diferente. ¿Qué pensarían de él los demás, si supieran de sus pensamientos? Pero no podía evitarlo. Había algo irresistible en ese chico.
Fue en ese preciso momento cuando Hoseok, su jefe, apareció detrás de él con una mirada severa.
- Taehyung -dijo, llamando su atención, y Taehyung se giró rápidamente, sintiendo que la presión aumentaba en su pecho-. Las camisas no se doblarán solas, ¿sabes? -le dijo Hoseok, su tono cargado de esa autoridad que lo mantenía a raya.
Taehyung asintió rápidamente, tratando de recuperar el enfoque. Estaba claro que, si continuaba en ese estado, no podría hacer bien su trabajo. Necesitaba calmarse. Tal vez el cansancio de la noche anterior, de no haber podido dormir, lo estaba afectando más de lo que pensaba. Se dio un pequeño golpe en la cabeza, como para intentar despejarse.
- Sí, jefe. Lo siento. Estoy en eso -respondió, mientras se apresuraba a doblar las camisas, intentando no parecer tan distraído.
Pero justo cuando se disponía a seguir doblando las prendas con más energía, una notificación iluminó la pantalla de su teléfono, dejándolo sin aliento. La foto en las redes sociales de Jungkook acababa de ser publicada.
Taehyung miró la imagen sin poder evitarlo, sus ojos recorriendo cada detalle. Jungkook estaba de pie frente a un espejo,con mascarilla y con la mirada fija en la cámara, su cuerpo medio desnudo, tan provocador como siempre. El brillo de la piel, el gesto desafiante, la forma en que su cuerpo se mostraba tan seguro y tan desinhibido, todo parecía hecho para captar la atención. Taehyung sintió cómo su corazón se aceleraba y, aunque estaba rodeado de clientes y de ropa por organizar, no pudo evitar sentirse completamente hipnotizado por la imagen.
En ese momento, olvidó todo lo demás. No importaba que estuviera en su trabajo, que su jefe lo estuviera observando o que hubiera gente a su alrededor. Solo importaba esa imagen, ese cuerpo, esa mirada que parecía estar dirigida solo a él, aunque estaba seguro de que no era así. De hecho, probablemente Jungkook ni siquiera sabía de su existencia.
Pero la distracción fue breve. Hoseok, quien se había acercado a la zona donde estaba Taehyung, observó el teléfono en las manos de su empleado con una mirada inquisitiva.
- ¿Qué estás mirando? -preguntó, con una sonrisa que, por alguna razón, Taehyung no logró identificar del todo.
Taehyung sintió una punzada de vergüenza y rápidamente escondió el teléfono en su bolsillo, rojo como un tomate. Su mente comenzó a trabajar a mil por hora, buscando una excusa, algo que lo sacara de esta situación incómoda.
- Nada, nada, jefe. Solo... -murmuró, sin saber qué decir, aún con el rostro encendido por el rubor-. Solo estaba viendo... eh... algo de trabajo.
Hoseok lo miró durante un par de segundos, luego sonrió, pero no dijo nada. Taehyung se sintió aliviado por un momento, pero aún con esa sensación extraña en el pecho, como si algo más estuviera pasando, como si algo estuviera cambiando dentro de él.
Se apresuró a doblar las camisas con más rapidez, su mente ahora llena de una mezcla de confusión y deseo. Sabía que no podía seguir pensando en Jungkook así, que debía centrarse en lo que tenía frente a él: su trabajo, su vida, y tal vez algún día, cuando todo esto pasara, podría aclarar lo que realmente sentía. Pero por ahora, solo quería que la distracción se desvaneciera... aunque sentía que, en el fondo, no quería que eso sucediera nunca.
El resto del día pasó lentamente, cada minuto pesando sobre Taehyung como una carga. A pesar de estar rodeado de clientes y compañeros, su mente no dejaba de regresar a Jungkook. Los sonidos a su alrededor se mezclaban con las imágenes del chico, como si todo estuviera filtrado a través de un filtro que lo dejaba ver solo lo que su mente quería enfocarse.
Cuando la hora de salir llegó, Taehyung respiró aliviado. El estrés del día, combinado con la confusión que sentía, lo había agotado. Pero cuando finalmente se despidió de Hoseok y salió al aire libre, se dio cuenta de que la sensación de desasosiego no desaparecía. Caminó hacia su casa en automático, sus pasos rápidos, pero su mente aún atrapada en los pensamientos que lo habían torturado durante todo el día.
Al llegar a su departamento, se dejó caer en el sofá, agotado pero incapaz de descansar. Sin embargo, no fue la cansada sensación de su cuerpo lo que lo mantenía en vela, sino el conflicto interno. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Jungkook? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?
Sacó el teléfono de su bolsillo, tan automático como siempre, y lo desbloqueó. Sin pensarlo, abrió su red social y allí estaba, una nueva publicación de Jungkook. Esta vez era un video. Un simple clip de unos segundos, pero la forma en que el chico sonreía frente a la cámara, la forma en que movía los labios... era como si estuviera enviando un mensaje solo para él.
Taehyung sintió una punzada en el estómago, una mezcla de deseo y ansiedad. ¿Por qué algo tan pequeño lo afectaba tanto? ¿Por qué esa sensación de estar atrapado en algo que no podía controlar?
Era imposible seguir ignorando lo que sentía. Había algo real, algo profundo que lo conectaba con Jungkook, algo que no podía dejar de explorar, aunque le aterrara el qué podría significar. ¿Y si este deseo era más que una simple atracción? ¿Y si realmente se estaba enamorando?
No sabía qué hacer con ese pensamiento. No sabía cómo debía actuar. ¿Era solo una fase? ¿O tal vez, esta era la nueva dirección que su vida tomaría? Decidió que no podía seguir con esa incertidumbre. Necesitaba respuestas. Y tal vez, solo tal vez, una conversación con Jungkook podría ofrecerle algo de claridad.
Con la mente hecha un torbellino, Taehyung no pudo evitar sonreír ante la idea, aunque sabia que en el fondo no tenía idea de cómo hacerlo. Pero algo le decía que, en algún momento, su camino y el de Jungkook se cruzarían. Y entonces, tal vez, él sería capaz de descubrir si lo que sentía era real.
Por ahora, solo quedaba esperar y ver hacia dónde lo llevaría este inesperado sentimiento.
Les traigo un nuevo capítulo
Ahora podré estar. Un poco más relajada
Espero les guste 🥰🫣
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