Era un día normal en la casa de Sonic y Tails, Sonic estaba comiendo un chilidog en su sillón, Tails estaba preparando un nuevo invento para el Tornado.

—¡He terminado! Ahora iré a ver a Sonic —exclamó Tails, después de tener unas horas de trabajo duro, al terminar decide ir a sentarse en el sillón donde se encuentra Sonic, al llegar, toma asiento.

—¡Hola Tails! ¿Qué pasa? —preguntó el erizo con curiosidad al zorro amarillo.

—Acabo de terminar mi invento, y pues era de suma importancia porque tiene algo que ver contra los ataques de Eggman.

—Espero que funcione, no quiero luchar con ese cara huevo en estos días.

Mientras tanto la coneja de color crema con su madre Vanilla y su mascota Cheese se encontraba en una relación con Tails, aunque ella estaba dudando si aún sentía algo por él.

—Oye Cheese, ya no siento casi nada por Tails, me siento mal por esto, no sé si sea él o yo, pero es que siento que perdimos esa chispa que teníamos hace mucho, también me hace sentir mal sabiendo que su antigua novia se mudó de ciudad, lamentablemente, tuvieron que terminar la relación —dijo Cream un poco desanimada.

—Chao chao —dijo Cheese.

—¿Por qué ya no me gusta? Mira, aunque él no quiere siempre mete en la conversaciones a su antigua novia, a veces me deja plantada porque tenía asuntos importantes de un invento. Mientras yo, soy menos cariñosa con él, tomo sus comentarios como una ofensa y últimamente nos hemos estado peleando mucho.

—Chao chao chao.

—Sé que tengo que meditar esto antes de tomar una decisión y pues ya lo hice, mamá pone mucho hincapié a qué hay que tomar buenas decisiones y ya estoy decidida, le diré por teléfono que lo quiero ver en un determinado lugar para decirle adiós a esta relación.

Tails seguía con Sonic en el sofá, en ese instante suena su teléfono.

—Disculpa Sonic, tengo que contestar —dijo Tails agarrando su teléfono para después contestar—. ¡Hola Cream! ¿Qué pasa?

—Hola Tails, me gustaría que nos viéramos en el parque hoy a la 1:30 p. m. —dijo Cream desde su móvil.

—Okay, ahí estaré.

—Hasta pronto —dijo Cream.

—¡Adiós! —dijo Tails colgando.

—¿Qué pasó? —preguntó Sonic.

—Cream me habló, quiere que nos veamos en el parque hoy a la 1:30.

—¿Qué querrá?

—No lo sé, pero espero divertirme allá.

—Eso espero, no quiero que a mí hermanito le pase algo malo.

—Je, je, je. ¡Gracias Sonic!

Sonic y Tails se quedaron platicando antes de que llegara la hora en la que Cream citó a Tails. Después de un tiempo, Tails se fue veinte minutos antes de la hora acordada. Al llegar Cream estaba también ahí esperándolo.

—¡Hola Tails! —dijo Cream.

—¡Hola Cream! —dijo Tails.

—¿Podemos ir a pasear?

—Sí, ¿quieres que te compre tu helado favorito de vainilla?

—Sí je, je, je.

—Está bien.

Tails y Cream tuvieron una tarde divertida en el parque, tuvieron conversaciones amenas, jugaron un poco e hicieron varias cosas. Lamentablemente, la felicidad no es para siempre, así que Cream estaba punto de decir lo que quería.

—Tails, te agradezco todo lo que has hecho por mí, los momentos divertidos entre los dos, pero... no todo es para siempre —dijo la coneja un poco decaída.

—¿A qué te refieres? —dice el zorro con un poco de esperanza de que lo que pasará después sea algo bueno.

—Pues... —Cream se queda callada y le comienzan a salir algunas lágrimas—. Ya no quiero seguir en esta relación, te llevé al parque para que pasemos nuestros últimos momentos en pareja.

—¿Qué?

—Perdón Tails, pero tú mismo te has dado cuenta que esto ya no es igual a lo que fue, me dejas plantada y yo cada vez me enojo más fácil contigo.

—Cream...

—Tails, esto es el adiós a nuestra relación.

—Estoy de acuerdo, me tengo que ir, tengo que cocinar.

—Adiós Tails...

Tails se fue caminando cuando se alejó lo suficiente de Cream, se fue corriendo y llorando en dirección a su casa, estaba desconsolado por lo que acababa de suceder. Llegó a su casa, azotó la puerta y se fue al taller, Sonic escuchó esto y fue con el zorro.

—¿Qué pasó Tails? —dijo Sonic preocupado.

—Cream m..., e..., dejó —dijo Tails triste.

—Bueno eso suele pasar, hay más gente en el mundo que puede estar interesado en ti, no solo es Cream, puede ser desde un amigo hasta alguien desconocido, aparte nuestra hermandad nunca se irá —dijo el erizo intentando convencer a Tails.

—Gracias Sonic. ¿Puedes cocinar por mí, Sonic?

—Sí, haré unos deliciosos Chilidogs.

—Iré a mi cuarto —dijo Tails yéndose del taller para ir a su cuarto, un momento después ya se encontraba arriba.

—¿Por qué Cream? Todo iba bien, aparentemente. No sé que pensar —dijo Tails con unas lágrimas.

«Hay Tails, no sé que decir, ya está disponible y pues básicamente puede ser de otra persona. Ya sé, le haré preguntas muy íntimas para él y le buscaré a alguien» pensó el erizo al mismo tiempo que cocinaba.

Sonic se sube al cuarto de Tails. Al entrar ve a Tails recostado en su cama viendo a la nada.

—Tails ya está la... ¿sigues triste?

—Sonic, n..., o ten..., go hambr..., e.

—Vamos Tails baja, comer te animará un poco —dijo Sonic intentando persuadir a Tails, Tails le hace caso y bajó con él a la cocina.

Tails y Sonic comienzan a comer pero Tails se seguía sintiendo mal.

—Se me ocurrió algo para motivarte, ¡vamos a correr! —dijo Sonic.

—Pero hay que limpiar la cocina —dijo Tails.

—No te preocupes por eso, vamos.

—Como tú digas.

Sonic lleva a Tails a un prado verde lleno de flores y rocas, había un lago el cual recorría el lugar dándole un tono más vivo.

—Mira, hay que correr y hacer una carrera —dijo Sonic.

—Pero me vas a ganar —mencionó Tails todavía con un poquito de negatividad en la cabeza.

—Bueno... ya sé, que tal si nos sentamos en esa banca y platicamos.

—Prefiero esa opción —dijo Tails para irse a sentar en la banca con Sonic.

—¿No crees que es mejor estar al aire libre y tomar un respiro?

—Más o menos, me hace olvidar un poco de lo que acaba de pasar con Cream, pero aún me siento un poco mal.

—Ya hicimos un avance. ¿Te podría hacer algunas preguntas?

—Sí Sonic.

—Gracias.

Sonic le hace preguntas a Tails y cuando termina le compra un dulce a Tails, más tarde, llegan a su casa.

—Creo que ya me siento con ganas de crear otro invento.

—¡Así se dice Tails!

Acto seguido, Tails se dirige a su taller. En eso llega Vanilla, toca la puerta de la casa de Sonic y Tails. Sonic al escuchar esto, abre la puerta.

—¡Hola!

—Hola Sonic, le traje esto a Tails sé como se siente por lo de Cream, ya que Cream me lo contó, la verdad lo quería como un hijo, pero en esto momento no creo que esté con ganas de escuchar algo relacionado con Cream así que di que se lo trajo otra persona —dijo Vanilla dándole una canasta a Sonic.

—No te preocupes le diré que fue otra persona.

—¡Muchas gracias! Adiós Sonic.

—Adiós Señora Vanilla —dijo Sonic cerrando la puerta.

Después llegó Tails en donde estaba Sonic.

—¿Quién era? —preguntó con intriga el zorro.

—El... cartero, había encargado esta canasta que tiene algo especial para ti.

—¡Gracias Sonic! No tenías que hacerlo.

—¡Recuerda que tu hermano siempre está aquí en las buenas y en las malas! —dijo Sonic dándole la canasta a Tails, después el zorro se va a su taller.

—Es hora de ir a mi escritorio —dijo Sonic entusiasmado, para después sentarse en su escritorio—. ¡Hora de anotar las preguntas y respuestas!

Sonic agarra un cuaderno y anota todo lo que le preguntó junto con las respuesta de Tails.

—Muy bien, he terminado, las leeré.

Sonic las lee, analiza a todos sus amigos e intenta saber con quién es el más ideal, en ello se percata que las respuestas que tenía era con las que más coincidían con él.

«¡Qué rayos! Las respuestas han coincidido en mayoría conmigo, aunque de que me sorprendo, siempre he sentido algo por él, siempre he intentado ocultar esa pequeña parte de mí, pero esto hace que me sienta más seguro sobre mis sentimientos sobre él» pensó Sonic.

Mientras Tails colocaba el invento en el Tornado, abrió la canasta, vio que había unas galletas y nuevas herramientas.

—¡Ay Sonic!, siempre encuentras algo para motivarme, iré agradecerle —dice Tails yendo hacia Sonic.

—¡Gracias Sonic! Por la canasta.

—¡Qué bueno que te gustó! —dijo con una sonrisa falsa, que, desde lejos se notaba que era forzada.

—Continuaré con mi invento, me falta hacer unas pruebas para asegurar su uso.

Tails se va a su taller, después le hace unas pruebas.

—Todo va perfecto, espera, hay un ruido extraño —dijo Tails abriendo el Tornado donde se encontraba el motor—. Es un papel, lo quitaré. Tiene algo escrito, dice, Tails eres el mejor zorro del mundo ~con cariño Cream.

Al leer esto Tails se volvió a sentir mal, lo que lo condujo a otra vez soltar unas lágrimas y quedarse en blanco por un rato.

—Ya no escucho que Tails esté haciendo otra cosa, iré a ver qué está haciendo —dijo Sonic caminando hacia donde está Tails, al llegar notó que él estaba viendo a la nada con unas lágrimas en los ojos.

—¿Estás bien?

—No Sonic, me sigo sintiendo mal por Cream acabo de encontrar una hoja que me hizo para mí.

—Tails no te preocupes, ella te dejó, es como si todavía tienes que ir viajando en un barco llegas a uno y tienes que subir a otro para llegar a el verdadero destino.

—No sé de donde sacas toda esa filosofía pero siempre logras animarme —dijo Tails poniendo su brazo en sus ojos para quitarse sus lágrimas.

—Je, je, je. Ya sabes todo por un buen amigo.

—Je, je, je. Continuaré con mi invento, intentaré olvidar lo de Cream. Utilizaré las herramientas que me diste, las galletas me las comeré más tarde.

—Sí, lo que yo te había regalado lo recuerdo perfectamente —dijo Sonic en tono sarcástico.

—Sabes que, ya me dio hambre, comeré una galleta —dijo Tails sacándolas de la canasta—. ¿Quieres una galleta?

—Sí, por favor.

—Toma —dijo Tails acercándole la canasta.

—Gracias Tails.

Tails se quita los guantes, para después comenzar a degustar las galletas que habían en la canasta.

—¿Por qué te quitaste los guantes?

—Tengo los guantes sucios —dijo Tails con una galleta en la boca.

—Ja, ja, ja. Se nota que tienes hambre.

Sonic y Tails se sientan en el suelo, para después comer galletas, gracias a Sonic, Tails se siente mucho mejor, aunque eso parecía.