Capítulo 9: Enemigo en casa
Capítulo 9: Enemigo en casa
Con el pasar del tiempo, la spartan empezaba acostumbrarse a la vida que llevaba en Sanghelios, realmente había ganado confianza en aquella casa, Yunza se mostraba igual de amable con ella, le había asignado como compañera de plática a Kamala, quien al poco tiempo había perdido su temor hacia la humana, pero por el otro lado estaba Kasai: la otra acompañante, la fémina no estaba de acuerdo con que la humana siguiera viviendo en aquella casa, no podía hacer algo para remediarlo, sabía de antemano las consecuencias podían ser peores para ella, ganando el odio de la Sangheili.
Aquella guerrera seguía aprendiendo cosas sobre Sanghelios había aprendido sus costumbres, tradiciones y gracias a Yunza entendió que ella no podía escapar fácilmente, Vadam sin duda era un estado de mayor importancia para el Covenant, en el estaban las mejores armerías junto con la academia militar más grande de todo Sanghelios realmente era una fortuna que Yunza la hubiera encontrado, traído y cuidado, realmente por su cuenta seis no hubiera podido sobrevivir, realmente estaba agradecida con ella por haberla salvado.
Año 2552;
Ubicación: Torre de Vadam.
Una pequeña nave aterrizaba en el patio de la prisión más grande e importante de Sanghelios el motivo, se le había informado a un comandante sobre la presencia de un humano, pero las cosas no eran exactamente buenas.
– Bienvenido comandante Vadam Thel – un Elite de armadura negra, estaba parado frente aquella nave, mientras veía como aquel Elite de armadura Amarilla descendía junto con dos de sus subordinados.
– Recibí su mensaje, más vale que sea de vital repercusión, estoy en un asunto importante, no me de la bienvenida comandante, exijo saber, ¿qué fue lo que pasó exactamente?
– Como desee, mi señor – de su mano izquierda le entregó un informe holográfico.
El aquel general llamado Thel no podía creer lo que estaba pasando, párrafo tras parrafo comenzaba alarmarlo más y más
– ¿Cómo que un humano estuvo aquí?
– aun esta, pero me temo que el humano escapó
– ¿COMO PUDISTE DEJARLO ESCAPAR IMBÉCIL?– Aquel comandante se abalanzó sobre aquel Elite de armadura negra, realmente quería matarlo, si no fuera por que salieron dos suboficiales, Thel realmente lo habría asesinado – buscaré aquel humano, yo mismo resolveré este maldito problema, tienes suerte de que no haya acabé contigo – amenazó furico aquel Sangheili – quiero todos los informes acerca del humano
Thel regresó hacia su nave, volvió a revisar el informe detalladamente, realmente esto se veía muy mal, un humano había pisado tierra sagrada, lo que era peor estaba suelto en cualquier parte de Sanghelios, tramando algo para la destrucción del planeta o lo que era peor, recabando información para así proporcionarles a las asquerosas alimañas la forma de destruir al pacto.
Una parte en el informe hizo que su semblante se endureciera aún más, aquello tuvo su total atención: no era un simple humano era un Spartan.
La mirada de Thel pronto cambio a preocupación, aun le costaba asimilar que un spartan estuviera en Sanghelios, era de vital importancia encontrarlo, tendría que acabar con esa peste como diera lugar.
Sabía que era un peligro desde el momento que recibió el primer mensaje, donde solicitaban su presencia en Sanghelios, decía que un peligro estaba cerca y que necesitaba urgentemente su ayuda para erradicar a "esa escoria", pero jamás creyó que fuera de una magnitud muy grande.
Un terrible dolor de cabeza fue todo lo que le causo recordar todo lo que tuvo que dejar para que aquellos incompetentes no hicieran bien su trabajo, realmente necesitaba un descanso, pero su deber hacia qué tan siquiera la palabra "descanso" se le borrara de sus planes.
– comandante, eh aquí todos los informes del "demonio"
– esto va hacer muy agotador – dijo entre dientes, comenzó a leer cada uno de las "hazañas" que el supuesto demonio había causado, enfureciendo más y más a aquel Elite que ya estaba harto de los humanos y su terca resistencia.
Ahora realmente él necesitaba encontrar al humano, para poder acabar con su vida con sus propias manos, descargaría su ira en contra del "demonio"…
Mientras tanto…
Seis estaba con las dos jóvenes acompañantes, Yunza les había ordenado a ambas enseñarle un poco de tejido, aunque Kasai aún no estaba de acuerdo que ella siguiera viviendo en aquella casa, no podía hacer nada en contra de la palabra de la matriarca, por otro lado Kamala; había ganado confianza suficiente para poder entablar una conversación con la humana, realmente creía que la humana no presentaba peligro alguno. Seis se había dicho asi misma que si quería permanecer con vida tenía que hacer todo lo que aquella adulta le ordenara, además veía que solo era una Sangheili curiosa, no le haría nada malo, después de todo ella solo quería saber que había más allá de Sanghelios.
– maldita… sea, no de nuevo
Ambas féminas voltearon a ver a la spartan, quien batallaba de nuevo con el grueso hilo y aquellos dos palos de madera en forma de aguja, kamala rio un poco, y se le acercó a la humana para ayudarla con su enredo, en cambio Kasai, solo veía con desprecio aquella humana.
– Sin duda eres la única que le tienes paciencia – dijo entre soltó con mucho veneno
Kamala observó a Kasai, bajo la mirada, realmente era cierto, ella quería que la humana no se sintiera excluida, aunque sabía que la spartan no debía estar ahí, no podía dejar de pensar en todo lo que ya había sufrido antes, le había platicado por todo lo que paso antes de que Yunza la encontrara, sentía pena por Seis, si ella hubiera vivido lo mismo no aguantaría ni un solo minuto.
– listo, creo que ya puedes volver a continuar
– gracias Kamala
Ambas volvieron a lo que estaban haciendo, notaron que un grunt corría a toda velocidad, mientras gritaba hacía movimientos con sus brazos, la menor de las dos féminas se levantó y corrió a alcanzarlo, al parecer algo importante estaba pasando.
Yunza estaba supervisando en la cocina, desde que la spartan había llegado a su morada, ella había dejado de supervisar algunas cosas importantes de su propia casa, realmente aquella humana le había quitado tiempo que debía cumplir pero no estaba arrepentida, al contrario se encontraba muy satisfecha y a la vez, muy feliz de haber encontrado a Seis, aun tenia tantas dudas que siempre quiso saber sobre el espacio, pero sobre todo acerca de los humanos, realmente no eran como el Covenant lo describe.
– Yunza señora mía
– ¿qué ocurre Kamala? – preguntó tranquila aquella matriarca
– una nave, ha aterrizado en la entrada – soltó preocupada la menor
– ¿estas segura? – aquello emocionó un poco a Yunza
– sí – volvió a sentir mucho temor – la buscan señora mía
Yunza abandonó tan pronto sus piernas se lo permitieron la cocina, realmente no sabía que pasaba exactamente, pero quizás alguno de ellos le traería noticias sobre su hijo, deseaba con todas sus fuerzas saber que fue de él, si aún estaba vivo, a pesar de que conocía el gran papel desempeñaba, el temor de perderlo hacía que sus miedos crecían. Realmente quería que algún día él llegara.
Justo cuando llegó a la entrada, tal como le había informado la menor, una nave estaba en la entrada, Yunza se acercó hacia esta, lo que vio realmente no tenía precio.
– creo que tengo malas noticias para Seis – dijo Kamala mientras regresaba a la casa, corriendo y tropezando por llegar al cuarto donde había dejado a seis con Kasai
– ¿Cuál era la emergencia? – preguntó sin mucha emoción la otra Sangheili
– tenemos que hacer algo, hay peligro – contestó alarmada aquella menor
– ¿a qué te refieres? – volvio a cuestionar la otra acompañante mientras fruncia el ceño
– no estoy segura pero… creo que él está aquí
– ¿te refieres a?…
Yunza no se podía contener de la emoción, ya no aguantaba las lágrimas vio como de aquella nave bajaba un Elite de armadura amarilla, ella corrió lo más rápido, en cuanto estuvo enfrente de él, lo recibió con un calido abrazo.
– me alegro que el gran viaje te allá traído con vida a tu hogar, bienvenido hijo mio
– madre – aquel Elite sonrió con la misma intensidad, devolvió aquel afecto a Yunza, era más alto que ella, realmente era una escena emotiva para cualquiera – eh regresado, pero me temo que deberé irme lo más pronto posible, solo estoy aqui para arreglar un problema de estado, en cuanto lo resuelva yo retomaré de nuevo a mis labores con el pacto
– ¿Qué problema de estado? – aquello provocó que ella cortara con aquel abrazo
– uno que después te explicare en cuanto esté resuelto
– Thel, hijo mío me alegra que estés aquí – volvió a sonar tan amable como siempre
Ambos entraban a la casa, Yunza realmente estaba feliz, por fin su hijo estaba en casa – Thel ha vuelto – dijo aquello en voz baja mientras algunas lagrimas aun rodaban por aquellos orbes.
Kamala sin dudarlo tomó a la spartan del brazo, comenzó a jalarla a toda prisa, mientras que Seis sorprendida por un momento se paró, provocando que Kamala cayera por la fuerza que ejerció la humana.
– ¿Qué ocurre Kamala? – la voz sería de la guerrera exigia una respuesta
– son malas noticias, por favor déjame ayudarte, ven sígueme, hoy dormirás en mi cuarto – contestó preocupada aquella fémina
– ¿de qué hablas? – ahora era la humana quien estaba realmente confundida
Por un lado Kasai estaba escuchando la conversación, la cual decidió comprobar si era cierta su teoría, salió lo más rápido posible donde escuchó a lo lejos la voz de Yunza junto con otra voz de alguien más, era un Sangheili macho, por lo que dedujo que era su hijo –"tú ahora ha llegado demonio"– salió de nuevo a buscar a Kamala y a la humana, quienes seguían en el pasillo, notó que Kamala estaba aterrorizada, podía ver que caminaba en círculos alrededor de aquella himana, mientras ella observaba preocupada a la menor de las feminas.
– Kamala, Yunza quiere que vayas a verla, yo me encargo del humano
– ¿Nuestra señora quiere verme? – su preocupacion junto con su temor la estaban matando
– Tienes que ir ahora, de lo contrario Yunza o su invitado podrían molestarse contigo
– Seis, te pido que hagas lo que Kasai te diga, ella te mantendrá a salvo – confio en la palabra de su compañera, para despues perderse por el pasillo lo más rápido que pudo
– ¿Por qué Kamala esta tan alterada? – Cuestionó la humana
– ya lo veras– dijo en voz baja aquella fémina, la cual solo hizo una seña para que la siguiera…
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El estar lejos de casa hizo que Thel añoraba cada parte de su hogar, las ventanas, las pinturas cada detalle era mucho mejor de lo que el recordaba, estaba al fin en su casa, una sonrisa departe de Yunza salió, su felicidad se desbordaba realmente extrañaba demasiado a su hijo.
Thel seguía observando cada parte de la casa, sus recuerdos fueron llegando, realmente estaba orgulloso de aquel recinto que perteneció a sus generaciones pasadas y en algún momento pertenecería a sus futuras generaciones.
– Madre, no sabes lo mucho que extrañaba este lugar
– Por supuesto que lo se, este es tu hogar – Acto seguido ella se acercó hasta su hijo
– y algún día este será el futuro hogar de tus nietos, te prometo que serán grandes Sangheilis de la cual puedas estar orgullosa
– con que sean tus hijos yo estaré orgullosa, no me importa quién sea la madre de ellos, mientras seas feliz con ella junto a tus hijos, yo siempre estaré orgullosa, dime ¿Cuanto tiempo vas a quedarte?
– madre, no quiero te ilusiones pero estoy aquí por aquella encomienda
– ¿Exactamente de que se trata cariño?
Thel suspiro, no quería entrar en detalles, el hecho de recordarlo hacia que su ira regresaba, realmente él no quiera tratar ese tema con su madre, ya mucho tenía con que no la viera en un largo y pesado tiempo.
– Es un tanto, confidencial
Al cabo de un rato, entró al comedor donde varios Grunts lo veían y lo saludaban respetuosamente.
– ¿quieres que te preparen algo para comer? – le preguntó gustosa aquella femina
Thel sonrió ante aquel acto maternal
– extrañaba mucho sus comidas, mi querida Yunza, madre
Yunza tomo aquel afecto, las lágrimas comenzaron a brotar de nuevo, jamás pensó que volvería a tener de nuevo a su lado a su hijo.
– y yo te he echado de menos como no tienes idea – dijo ella mientras acariciaba su rostro
– el sentimiento es mutuo, pero sabes que debo defender el honor familiar
– ese honor– Yunza comenzó a sentir tristeza, realmente, odiaba que pensaran en la guerra como algo honorable, cuando millones de vidas se perdían, solo para complacer a los jerarcas.
Pronto fue sacada de sus pensamientos cuando vio cómo su hijo se dirigía a los pasillos que conducían a la duela.
– Yunza, señora mía, aquí estoy ¿Qué se le ofrece mi señora?
– ¿Kamala? ¿Qué haces aquí? Yo no te he mandado a llamar deberías estar con…– aquel recordatorio provocó que Yunza volviera a la realidad, recordó que una humana estaba en una parte de la casa, no quería ni imaginarse que sucedería si la veía su hijo…
– ¿Dónde está seis? – preguntó preocupada aquella femina adulta
– con Kasai pero ella me dijo…
Ambas féminas cruzaron miradas para salir corriendo en busca de aquellas dos
Thel por su parte iba caminando rumbo a su habitación, observando cada parte de la casa, sonriendo y recordando todo lo que vivió de pequeño, sus recuerdos iban y venían, algunos buenos, otros malos, otros felices, algunos tristes, pero aquella era una sensación de añoranza, extrañaba mucho su hogar, sin embargo pronto noto algo extraño al fondo había una figura desconocida, aquella figura estaba sentada en uno de los muros, se acercó lo más rápido y cauteloso, cuando de la nada notó que se movía, sin más fue corriendo hacia aquella figura.
Seis permaneció sentada en uno de los muros de la casa, Kasai le había ordenado que se quedara ahí mientras iba a buscar a Yunza, no entendía el porqué, así que lo hizo, si eran órdenes de Yunza tenía que obedecerla puesto a que era ella quien la cuidaba.
Kasai se había ido en busca de Yunza, la humana no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo, un bostezo fue lo único que hizo antes de voltear a ver como un Elite de armadura amarilla se acercaba velozmente hacia ella. La spartan se paró e intentó correr pero estaba paralizada. Sus piernas parecían que no respondían, cuando por fin reaccionó era demasiado tarde aquel Elite la avía tomado del cuello levantandola del suelo con una sola mano, la estaba asfixiando, la humana enterraba sus uñas en el brazo de aquel elite para tratar de salir de su agarre pero era inútil.
Seis seguía luchando y forcejeando pero el aire se agotaba de su cuerpo, ahora estaba segura que era su fin, valla fin, algo que ni ella espero venir, aunque sabía que este día llegaría realmente sabía que no saldría viva de esta.
Ya estaba empezando a desfallecer, alcanzó a oir el grito de alguien al cual ella no pudo distinguir hasta cuando la soltó, cayó al suelo bruscamente, empezó a jalar grandes bocanadas de aire mientras veía como Kamala se acercaba a ella. Notó a Yunza a un lado, gritando en su lengua natal mientras que aquel otro individuo también gritaba, más que gritos eran rugidos, parecía que en cualquier momento ambos se agarrarían a golpes.
Seis observo como Kamala intentaba ayudarla a que se parara para poder regresar a la habitación que le habían asignado, con sumo cuidado se levantó y se apoyó en la menor de las Sangheilis..
Al llegar Kamala, le ayudo para que se recostara en la cama, realmente temía por la vida de la humana.
– ¿estás bien? – preguntó aquella femina muy preocupada
– Creo que si ¿Quién era él? – cuestionó ahora Seis
– él es Thel, el hijo de Yunza
Seis quedo impresionada, a la vez que comenzó a temer por su vida, realmente estaba en serios problemas.
Mientras que en otra parte de la casa madre e hijo discutían sobre lo que había pasado
– ¿un humano? ¿Es en serio madre?
– sí, mientras este en esta casa, no quiero que la toques ¡Es mi invitada!
– madre, es justo por lo que vine, ese humano es un…– trató de continuar pero Yunza se le había adelantado en hablar
– LOS HUMANOS SON QUE ¿QUE SON EXACTAMENTE
– UNA ENORME AMENAZA PARA TODOS, EN ESPECIAL PARA SANGHELIOS– contestó colerico aquel macho
– SI FUERA UNA AMENAZA ¿NO CREES QUE YA NOS HABRIA ACABADO YA? – ahora era el turno de Yunza para contraatacar
– Me llevare al humano – bramó molesto aquel macho mientras le daba la espalda a su madre
– ni te atrevas a tocarla – Dijo de manera autoritaria aquella hembra
– yo soy quien decide sobre qué hacer o no sobre mi casa, lamento informarte madre que si yo digo que se regresa a la torre yo…
– pero yo soy tu madre, esta aún es mi casa – volvió a tomar su voz autoritaria aquella fémina – y lucharé por ello si es necesario
Harto por no hacer entrar en razón a su madre decidió mostrarle todo el reporte que le habían dado
– mira lo que tu adorable humano hizo
Yunza aun molesta no tomo nada, ni se dignó a verlos siquiera
– madre, aquel demonio robo una nave en gran caridad e hizo explotar una donde venía rumbo hacia acá, en el transcurso mato a un Elite mayor, tomo de rehén a un Sangheili joven e hizo destrozos en una celda de la torre…
– Mientes– dijo ella interrumpiendo –ella no es capaz de tan semejantes atrocidades, ella solo quiere sobrevivir – le cuestionó nuevamente
– madre ¿Cómo te hago saber que ella es una amenaza? – preguntó molesto aquel Sangheili
– Para mi ella no es una amenaza y punto
Aquella fémina se estaba hartando de la actitud de su hijo, realmente no había peleado con él nunca en la vida, y ahora ambos podrían dejar de hablarse por el orgullo que ambos poseían, Thel al ver como su madre se distanciaba decidió seguirla y abrazarla por la espalda
– por favor entiende que lo que más me preocupa es que, alguien más la encuentre y ya sabes cuál es la pena por mantener enemigos o por protegerlos, no quiero que les pase nada malo, no quiero que los maten – la preocupación de Thel era genuina
Yunza sabía desde un principio lo que era mantener a la spartan en su casa, pero no le importaba, ella tenía demasiada compasión, eso la hacía diferente de algunos Sangheili. Volteo a ver a su hijo quien ahora estaba un poco calmado, con su mano derecha paso sus dedos sobre su rostro, acariciando incluso parte del casco.
– solo quiero que respetes mi decisión
– madre, veo que esta discusión no acabará pronto – resignado se dio cuenta de que aquella matriarca no cambiaria – de acuerdo, puedes tenerla, pero no prometo protegerla de nada, mientras ella no me provoque, prometo que no la dañare
Yunza sonrió para despues abrazar a su hijo – supongo que esa era la misión tan confidencial que tenía, ahora sabes dónde está el humano, ¿Qué te parece quedarte en la casa por un tiempo?
– me quedare, pero no prometo que sea por mucho, me necesitan al frente, estamos en un importante movimiento que beneficiara al Covenant, esto atraerá una gran victoria para la familia Vadam
– mientras estés aquí no quiero escuchar nada de ese honor, ya suficientes desgracias nos ha traido el honor
– madre antes de que te vayas, quiero decirte que ocultes al demonio por un momento, vendrán a visitarme grandes generales junto con algunos jefes de otros estados, supongo que las noticias de mi llegada se han esparcido por todo Sanghelios
– Tengo entendido la enorme responsabilidad de tenerla aqui, cumpliré con lo pactado Thel, mientras tanto ordenare que te hagan un banquete especial por tu llegada– dijo Yunza mientras se dirigía a la cocina, realmente estaba habian sido muchas emociones por tener a su hijo cerca pero su enojo con sus acompañantes no había cesado.
Thel por su parte estaba con un humor terrible, realmente no quería volverse a encontrar con el maldito demonio, no podía decirle a su madre de que clase era, aunque él sospechaba que ella ya lo sabía, se detuvo frente a una puerta, involuntariamente una sonrisa se formó en sus mandíbulas, en cuanto entro no pudo contener un suspiro la cual le hacía traer numerables momentos que había vivido en aquella habitación –eh vuelto a mi hogar
Al llegar al pasillo donde se encontraba la habitación de seis, con paso firme entro a su cuarto a ver como seguía aquella humana, al entrar noto como ambas mujeres se le quedaron viendo aterradas, seis estaba acostada en la cama un trapo húmedo sobre su cabeza, respirando con cierto temor
– Kamala, llama a Kasai, búsquenme en la cocina
Aquella joven salió del cuarto lo más rápido que pudo, realmente veía a Yunza demasiado molesta, como para hacerle preguntas
– ¿Cómo te sientes seis? – Preguntó Yunza más cortés
– me siento mejor, aunque aún me duele la cabeza, señora ¿quien es él? ¿Acaso es su hijo?
– Él es mi hijo, me temo que te tendré por un tiempo encerrada, vendrán algunos Sangheilis a ver a mi hijo, seguramente a saber que hay de novedad allá afuera y de algunas tácticas de guerra… lamento mucho lo que paso – dijo ella mientras salía del cuarto para después cerrar con llave por primera vez – es por tu propio bien – Mencionó Yunzza mientras se alejaba a la cocina
Kasai, había observado toda la escena escondida en un muro al ver su plan fallido no tuvo remedio más que salir de ahí, pero en eso la pelea que escucho entre Yunza y su hijo realmente la hizo idear algo nuevo para provocar a Thel, hacer que él se deshaga de la plaga, pero para su mala suerte, Yunza la protegería aunque su vida se acabe en eso.
Estaba caminando de nuevo hacia la cocina cuando Kamala la encontró, se la llevo de la mano
– ¿Y a ti que te sucede? – Bramó molesta
– es Yunza y quiere vernos a ambas, y no parece muy feliz que digamos
Ambas féminas salieron lo más rápido posible, Kasai aria lo posible por parecer inocente ante Yunza
– hemos llegado Yunza señora– dijeron ambas al mismo tiempo
– estoy molesta contigo Kasai – Al deducir por el tono con la cual Yunza había hablado algo terrible se avecinaba
– ¿Qué ocurre mi señora? – contestó algo temerosa la Sangheili
Una bofetada fue todo lo que ella recibió de Yunza, Kamala jamás había visto tal comportamiento en su señora ama.
– ¿CON QUE DESCARO ME PREGUNTAS QUE SUCEDE?, TÚ SABES QUE CUALQUIERA PUDO HABERLA MATADO– Yunza realmente estaba molesta, su ira podía verse en aquellos orbes reptilianos verdes – Kamala ve con los unggoys, asegúrate que traigan todo lo que les he pedido, en cuanto a tí– dijo señalando a Kasai– por tú deshonroso comportamiento, serás castigada, tendrás limpiar todo el comedor, lavar y almidonar los manteles junto con los estandartes que se colgaran para la cena de hoy ¿está claro?
Ambas féminas salieron a cumplir su deber, una vez fuera de la vista de Yunza Kasai tomó a la fuerza a Kamala del brazo – que le dijiste a Yunza
– solo le dije lo que tú me habías pedido que hiciera
– mientes, más te vale que te cuides tú también porque aquella cosa me las va a pagar muy caro – comenzó a hacer presión cada vez más y más fuerte – si llegas a hablarle de esto a Yunza te juro que te ira peor Kamala
Por primera vez, la menor de las acompañantes estaba aterrorizada, realmente no quería que nada malo le pasaran ni a ella ni a la humana, algo dentro de ella le indicaba que debía protegerse, ahora las cosas estaban poniéndose extrañas y peligrosas, no quería ni imaginarse que tan atroz podría llegar ser Kasai. Solo deseaba que las cosas se alivianen un poco.
Seis yacía en su cuarto, viendo el techo, realmente estuvo a punto de morir en manos de aquel Elite que salió de la nada, ahora más que nunca debía idear un plan para poder escapar o cosas muy malas podrían aproximarse, vaya que suerte tenia, las cosas no parecían mejorar, o tal vez sí.
Realmente ahora estaba en un tremendo lio, mientras el este en aquella casa más Elites podrían venir, y podrían descubrirla, no se imaginaba la tortura que le esperaba si alguien ajeno a ellos la descubrían… pero ¿y si en realidad el planeaba entregarla de nuevo al Covenant? El dolor de cabeza pronto se volvió migraña, realmente de una u otra forma estaba perdida, ¿y ahora como se salvará de esta? Las esperanzas se le estaban yendo, otra vez se sentía la seis miserable que había llegado a Sanghelios.
Continuará…
Hola querida audiencia, una enorme disculpa por tardar mucho, la cosa es que últimamente no me he sentido con muchos ánimos de escribir, luego aquí mi compa el Wattpad no respeta el formato de escritura que tenía, tengo que volver a revisar y volver a ponerlos.
Pero bueno, ya por fin subí el capítulo, espero tener pronto el siguiente para que no pierdan el hilo de la historia.
Se les aprecia mucho que sigan disfrutando de esta locochona historia.
Gracias por todo 🖤
~see you later!
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