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Capítulo 11: Recuerdos


Capítulo 11 Recuerdos

Un par de horas después de aquella fiesta, las cosas para la humana, parecían ser no tan complicadas, ahora tenía una cómplice que también la ayudaría a escapar, mientras que por fuera; Lendel haría lo que fuera para sacarla del planeta,por primera vez desde que llegó a Sanghelios la spartan sentía que ya no estaba sola,sin embargo no todo era favorable ya que aún quedaba un minúsculo problema, el lidar de aquel estado, por ahora lo único que tenía que hacer era sobrevivir de Thel.

Los días pasaban a un ritmo lento para la chica, a veces eran muy angustiantes ya que parecía que Thel que en cualquier momento terminaría por atacarla, siempre parecía que se encontraban en una situación incómoda e inoportuna.

Aquello provocó que la matriarca hiciera medidas un poco cuestionables para su hijo, todas las mañanas, Seis era llevada por Yunza al comedor para desayunar, pero como siempre él estaba ahí, el ambiente se tornaba hostil, era obvio para ella, que ante los ojos de aquel reptil era la "invasora", Thel la observaba de manera retante, esperando que la humana sintiera aquellas amenazantes y punzantes advertencias, pero para la guerrera era como un desafío que no podría simplemente ignorar, así que comenzó a contraatacar también.

ya lo hemos discutido madre

— Mientras ella esté aquí, será tratada como una invitada, ¡Deja d discutir conmigo Thel!

Todas las veces que ella entraba al comedor, sucedía lo mismo, aquel Sanghelios trataba de dialogar con su madre, la cual estoica ante su decisión le respondía de la misma manera

entonces, siendo asi, no desayunaré más contigo madre — dicho eso se levantó de su asiento dejando a las presentes con un silencio incómodo

Yunza a veces odiaba que su hijo actuara así, pero nada podía hacer para que su hijo entendiera que seis no era una amenaza si no lo hacía para que él también viera que atacarlos no era la una forma correcta.

— ¿De nuevo hizo su berrinche? —  pregunto seis algo divertida

— ya no sé cómo tratar con él — la voz de la matriarca sonaba muy agobiada

— tal vez si cierta, humana no estuviera aquí… su hijo estaría más cómodo mi señora —  la voz de Kasai llamó la atención de ambas

— ¡KASAI BASTA! — Contestó Yunza con cansancio

— no, honestamente tiene razón, si yo no estuviera aquí él estaría más "cómodo" después de todo esta es su casa —  seis se sintió un poco mal, odiaba a Thel, pero Yunza le había tendido su mano, ella estaba siendo demasiado hospitalaria, eso la ponía "con la espada contra la pared", aquella fémina mayor quería que su hijo estuviera con ella, su presencia hacía que las cosas estuvieran tensas en su propio hogar, solo les creaban problemas y conflictos entre ambos Sangheilis.

— Señora — dijo ahora Kamala mientras servía la comida — los pequeños ya han terminado de servir los alimentos ¿Quiere que llame a su hijo?

Por un momento el comedor quedo en silencio, esperando que la matriarca hiciera algún gesto.

— no — aquello provocó una tensa sensación —  iré a hablar con el

Yunza salió a pasos firmes y serenos del comedor, realmente tenía que convencer a Thel de que conviviera más con la humana, tenía la esperanza de que cambiara de opinión, hacerle ver que ellos no son la escoria del universo.

Thel, cariño ven conmigo a desayunar

Yunza trató de sonar lo más maternal posible

no iré hasta que esa "maldita cosa" se largue del comedor, ya tengo mucho conflicto con que esté aquí

yo no entiendo por qué tanto odio hacia un ser humano

—  ¡POR QUE SON ESCORIA, LOS SERES HUMANOS SON SERES QUE INTERFIEREN EN EL GRAN VIAJE POR ESO! – bramó Thel con tanta ira que hasta hizo que su madre retrocediera un poco

¡¿QUÉ TE HACE PENSAR QUE NOSOTROS HACEMOS LO CORRECTO?!

madre… si alguien te escuchara te llamarían… — no pudo terminar cuando la voz irritada de su madre lo interrumpio

—  ¿llamarían qué?

hereje — contesto su hijo desviando la mirada

hijo… entiende que ellos solo buscan defenderse

madre, no de nuevo, ya lo hemos discutido antes, por favor estoy candado de seguir peleando contigo — contestó cansado por todo el asunto

Por favor hijo ven a desayunar… te lo suplico

está bien, solo por ti señora Yunza de Vadam — mencionó aquel macho respondiendo ante aquellas tácticas de su madre

Yunza rio un poco, ambos regresaban de nuevo al comedor, por un lado, ella se sentía bien, aunque sabía que en el fondo había pisoteado el orgullo de su hijo, y aunque no lo demostraría, él se desquitaba con alguien para arreglarlo y esa: podría ser seis.

prepare tu comida favorita, deliciosa "ARGET" (una especie de pan con fruta dulce)

Te agradezco mucho madre

Thel frunció el ceño al ver a la inmunda humana sentada esperando por comida, realmente sentía como su ira volvía, pero tenía que controlarse y aprender a "convivir" y tolerar esa cosa. Tenía que mostrarse sereno y calmado, con un poco de paciencia ingreso al comedor, esta vez se mantenía sin alguna emoción o si no tendría otra pelea con su madre,  poco a poco él estaba comenzando a cansarse de seguir discutiendo con su progenitora.

— comiencen a servir—  ordeno la fémina al sentarse con su hijo a un lado, enfrente seis estaba viendo discretamente al Elite, sabía que tarde o temprano él se iría en contra de ella así que tenía que estar preparada para cuando él atacara.

Thel por su parte estaba demasiado incómodo, tanto que no disfruto de aquel platillo que su madre había ordenado a preparar.

—  ¿Qué te pareció el desayuno? —

Thel sabía que su madre esperaba una respuesta positiva, por lo que solo se levantó para retirarse — la comida estuvo, bien, si me lo permites iré a arreglar unas cosas pendientes a la oficina que era de mi padre, espero que lo disfrutaran…

Seis vio de manera extraña a Thel y volvió a ver a Yunza, acaso ¿había escuchado bien?, quizás se comportaba algo decente y civilizado por estar cerca de su madre.

—  ¿Qué voy a hacer con él? – replico Yunza en forma de reproche — parece que todo le incomoda últimamente

— creo que más bien, soy yo quien lo incomoda mi señora — respondió la humana un poco acombojada

— seis, yo solo trato de que vea que tú no eres una amenaza

— será difícil y complicado…

Yunza solo suspiro, la humana tenía razón, era complicado, en especial para alguien a quien le han inculcado desde niño que el gran viaje lo era todo.

Por otra parte, Thel realmente estaba molesto, ya tenía suficiente con tener que lidiar con que estuvieran ocultando a la spartan ¿pero seguir peleando con su madre por culpa de esa humana?, realmente estaba furico, al llegar a la antigua oficina de su padre, Thel sintió añoranza, una irremediable melancolía invadió el cuerpo del guerrero, posó su vista en aquella pintura del cuadro de su padre en medio de la pared.

— padre, a veces me gustaría que me dijeras que voy a hacer con esa humana, realmente no puedo seguir peleándome con mi madre, no quiero hacerlo, realmente ¿los humanos no son una amenaza? Creo que todo esto acabará conmigo algún día

Thel se sentó en la antigua silla que era de su progenitor, estaba algo confundido.

— eh visto como pelean esas cosas, eh visto como luchan, como se protegen como actúan ante nosotros, ¿acaso el Covenant nos miente?... tengo tantas dudas que ni yo sé si realmente son una amenaza, mi madre está protegiendo a una, ¿es una locura no? mi propia madre, protege a una humana, dime ¿Qué arias tú?, que me dirías si tu aun vivieras… ¿estarías orgulloso de mi? ¿o me darías la espalda? Vamos Xenos dame una señal

.•°•°•.

— seis, hoy tengo planeado algo para ti, solo que tendremos que ir a la biblioteca

— si mi señora—  la guerrera sentía como si algo no concordaba, sintió algo melancólica a aquella mujer

— ven, no te quedes muy atras

La humana solo asintió con la cabeza, continuó caminando atrás de aquella fémina

.•.

Thel abrió los cajones de una gaveta de su padre, estaba buscando algunos papeles, algo que le diera una respuesta, tal vez su padre había escrito algo para él en algún momento de su vida, antes de aquella tragedia. Pero no encontraba nada relacionado a su padre, tal vez estarían en aquella biblioteca, salió lo más rápido que pudo, no estaba dispuesto a encontrarse con la humana, ni tampoco quería que su madre se enterara de que él estaba algo confundido.
Subió tan pronto las escaleras, solo para encontrarse justo con lo que trataba de evitar, se aseguró de que ni su madre ni la humana lo hubieran visto.

— maldición —  se dijo a sí mismo, estaba a punto de retirarse cuando la conversación de su madre con seis llamó su atención.

.•.

La humana estaba sentada cerca de Yunza, no sabía exactamente que tenía preparado para ella, realmente ella no tenía ni la más remota idea de qué clase de "prueba" le haría pasar.

— Seis, voy a enseñarte algo, sólo espero que te ayude un poco

— ¿Qué es? – ahora la curiosidad se estaba apoderando de la joven spartan

— esto es Vadam… cuando era niña crecí en este lugar—  Yunza le mostró una pintura a color de un paisaje hermoso, tenían lo que parecía ser una montaña semi árida, en medio había un poblado con bastantes edificaciones, también había figuras de Sangheili en lo que parecían ser sus labores cotidianas.

— vaya, supongo que afuera debe ser así — dijo la chica asombrada

Yunza rio un poco, desconcertando a seis

— oh mi niña, afuera no es así, esto es Cali… un poblado del suroeste Vadam, nosotros estamos en Vadam norte

— oh ya veo… aun así es hermoso

— sí, yo extraño mucho ese lugar — aquello lo dijo llena de tristeza

— perdone que le pregunte esto, pero ¿Por qué no ha vuelto a ese lugar? – preguntó la humana algo asombrada

— es una larga historia… todo comenzó hace mucho tiempo, antes de casarme con el padre de Thel

Yo tenía 19 años, a mi edad muchas jóvenes eran inculcadas para casarse, mi padre era un general, la mano derecha del jefe de estado: Toharme Vadamee, él tenía dos hijos y una hija, el mayor Xenos el futuro jefe del Kaidon de Vadam del norte y su hijo Kep: futuro jefe del este, debido a que las mujeres no podían ejercer un cargo, Natem seria casada con algún miembro del Kaidon, que no tuviera parentesco familiar cercano.

Yo tenía una hermana mayor, Runmie, a quien mi madre preparaba para que ella fuera una esposa ejemplar, para que fuera lo que la sociedad llamara "la esposa indicada" debido a que mi madre estaba más ocupada con ella, mi padre me enseñaba a escondidas algunas cosas militares, política y diplomacia, yo sería considerada para cuidar a mi madre, si ningún Sangheili macho me pedía mi mano, yo quería casarme por amor, pero el destino es caprichoso, no siempre está a tu favor”

—  ¿Cómo fue  entonces que se casó?

Yunza solo suspiró profundo, volviendo a su narrativa:

Todo comenzó en una celebración hecha por el Kaidon, mi padre al ser la mano derecha del gobernante tenía que asistir junto con nosotras a aquella reunión, yo no conocía a los hijos herederos del estado, realmente solo conocía a su padre.

Recuerdo que los jóvenes se acercaron a saludar a mis padres, cada uno con sus armaduras blancas, excepto la hermana que usaba un vestido plateado con placas de metal. Recuerdo mucho que Xenos no apartó la mirada, pero al principio pensé que veía a mi hermana, ella sería la esposa perfecta para cualquiera de esos dos, era una joven muy hermosa.

— QUIERO AGRADECER A TODOS QUE HAYAN VENIDO, TENGO UN ANUNCIO QUE DAR, MI HIJO A LA EDAD DE 25 AÑOS SE HA CONVERTIDO EN UN CAPITÁN DE FLOTA, PRONTO RECIBIRÁ EL CARGO DE VADAM DEL NORTE, Xenos espero que pronto elijas a tu compañera —  dijo su padre

— creo que ya la he elegido, me gustaría que habláramos en privado, tú y el General Qreow

Al escuchar el nombre de mi padre pensé que mi hermana con traería las nupcias pronto, recuerdo ver a mi madre y a ella emocionarse, realmente estaban rebosantes de felicidad.

— vamos, ustedes vayan a hablar con ellos—  nos alentó mi madre mientras señalaba a los dos hijos del gobernante — su padre y yo tenemos que hablar

Ambas decidimos esperar la respuesta de nuestros padres

— creo que mi hermano tiene buen gusto —  me dijo aquella joven de forma cortes

— por supuesto que sí—  respondió mi hermana arrogante

— espero que sean una pareja ejemplar—  volvió a hablar para luego volver con su hermano, los dos nos veían felices.

— general quiero pedir la mano de su hija

— la mano de mi pequeña ¿estás seguro?

— si completamente… creo que amo a su hija — respondió seguro aquel joven

—  ¿Qué dices? ¿Aceptas? — ahora era el padre del joven quien presionó al general

— así que mi hija y tu hijo, no pensé que él… realmente no puedo creer que quieras desposarla a ella, aceptó

—  ¿Qué dices querida? – preguntó aquel gobernante a su esposa

— Si Xenos la quiere, no veo por qué no se casen…

— trato hecho mi hijo mayor se casará con tu hija menor

En cuanto salieron nuestros padres, el nerviosismo se puso a todo lo que daba, recuerdo ver a mi padre sonriente, pero mi madre estaba algo decepcionada, aquello me llenó de confusión.

Xenos—  escuche como su padre lo llamaba — ¿por qué no traes a tu prometida? al fin y al cabo, los padres han aceptado que te cases con ella — ordenó aquel macho con orgullo

Recuerdo que venía hacia nosotras, mi hermana estaba emocionada, en cambio yo, no quería apartarme de ella, le tomé el brazo lo mas fuerte que podía

Y justo cuando debía tomarla a ella, él me tomó a mí. La confusión pronto se apoderó de mi cuerpo ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué me tomo a mí y no a ella? Comprendí que no había pedido desposar a mi hermana, me había pedido a mí.

— tal vez no me recuerdas, pero, yo a ti si, te he visto incontables veces, que esperaba verte de nuevo — me hablo de una manera confiada

— no entiendo — respondí con mucho temor

— me gustas, desde hace tiempo — volvió a hablar de una manera tan segura.

Yo no sabía qué hacer, ni que decir, Xenos era atractivo, no lo niego, pero yo no lo amaba, ni siquiera recordaba haberlo visto antes.

— mi hijo a elegido a esta joven para casarse, en cuanto los padres decidan ellos dos podrán estrechar lazos

— será un mes después de su cumpleaños —  aquellas palabras hicieron que yo me rompiera desde adentro, mi padre, me había dado a alguien que no conocía a un completo extraño.

Todo mi mundo se vino abajo, todo estaba destruido…

Al llegar a mi casa recuerdo que no quise hablar con nadie, realmente quería que todo fuese una terrible pesadilla, recuerdo que estuve llorando toda la noche

— sabía que no debía confiar en ti ¿Cómo te atreves a hacerme esto a mi Yunza?

— yo, no hice nada, yo ni siquiera quiero casarme — le respondí a mi hermana, en medio de mi tristeza

— entonces ¿Por qué TE ELIGIO A TI Y NO A MI?

— yo no lo sé, solo me dijo que yo le gustaba desde hace tiempo, pero yo ni siquiera lo recuerdo — trate de razonar con ella

— mientes, tú de seguro le coqueteabas, mamá tenía razón, tú eres una presa fácil a la cual todos los hombres te seguirán

— cállate, a mi nisiquiera me gusta

En eso mi padre entró, estaba completamente irritado por todo el alboroto que mi hermana y yo estábamos formando

—  ¡YA BASTA USTEDES DOS! TU DEJA EN PAZ A TU HERMANA Y TU, TE CASARAS TE GUSTE O NO, SERAS LA PRÓXIMA SEÑORA DE VADAM, TE GUSTE O NO!

— pero, yo — trate de hablar pero mi padre me hizo cayar

— SIN PEROS

Una vez que mi padre se fue, me dejo confinada a mi cuarto durante unos días, realmente no amaba al padre de Thel. Para mí, mi vida ya estaba condenada, realmente esperaba que mi cumpleaños nunca llegará.

Pronto los días, se me hacían cortos, realmente no quería cumplir años, estaba a unos meses y de esos meses pasaron a ser semanas y las semanas a días, hasta que por fin llegó mi cumpleaños. Mis padres dejaron que la familia de Xenos la organizaran, para mí era una tortura, no tenía amigos, pero si vecinos con los que jugaba, ellos nunca faltaron a mis cumpleaños y ese día, solo aristócratas, conocidos de ambas familias, estaban ahí, no iban a celebrar mi cumpleaños, ellos iban a celebrar mi compromiso con él.

Yo realmente no quería que nuestro compromiso finalizara en una boda, pero fue demasiado tarde, nuestros padres estaban de acuerdo que ya nos casáramos lo más pronto posible.

—  ¿Cuándo piensan casarse? –

— en un mes—  recuerdo que él puso su brazo atrás de mi espalda y juntaba nuestros cuerpos como en señal de que ambos nos amábamos, pero yo a él, lo quería muerto.

—  POR LA HERMOSA PAREJA—  gritó uno de los invitados

— POR LA PAREJA—  le siguieron los demás

Ese día nadie recordó que era mi cumpleaños. Y eso me dolió más que nada en el mundo, había salido a llorar al patio de la casa en la que pasaría el resto de mi vida, realmente sentía que me estaban quitando mi libertad

— ¿Qué tienes? – la voz de su hermano Kep hizo que limpiara mis lágrimas, seria muy vergonzoso que alguien me viera en ese estado tan deplorable

— yo no quiero casarme con tu hermano

— pero, él te ama

—  ¿Cómo puede amarme si no me conoce lo suficiente?

— yo, no lo sé, pero si de algo te sirve, feliz cumpleaños —  sacó de su espalda una especie de caja forrada con una tela muy delgada, la cual yo tomé, en eso la abrí solo para darme cuenta que era un libro

— agradezco por el gesto—  fue todo lo que le dije

— no agradezcas, perdona que no te lo haya dado mi hermano personalmente, pero, está ocupado siendo felicitado por todos esos viejos fósiles — respondió el que pronto pasaría a ser mi cuñado

Xenos me había regalado ese libro, al parecer alguien le había dicho que yo amaba leer, para muchas mujeres preferirían joyas, algún vestido de tela fina, pero yo prefería los libros.
Ese día, me había regalado mi libro más apreciado, se trataba del que contiene las leyendas de todo Sanghelios, sus lunas, la leyenda de sus soles, y mi favorita, la leyenda del hermano perdido de Sanghelios.

Cuando por fin fue el día de la boda, yo me sentía que el mundo se había acabado, mi madre me había arreglado lo suficientemente hermosa para lucir perfecta para el día

— madre—  le repliqué con un toque de miseria —  ¿Por qué no puedo usar tu vestido? –

— ya le eh dicho, tu hermana lo usará cuando se case, tú en cambio usaras el de su madre, quédate quieta para que termine el arreglo

No sé qué era peor si ese día si el hecho perdía mi libertad, o el hecho de que mi madre no me estaba apoyando en nada. Seguía molesta, pero yo ni siquiera supe que veía ese sujeto en mí, para mi Xenos era un completo desconocido.

— ya estamos listas, andando que el sacerdote ya está listo para su unión — escupió mi madre con tanto veneno que me dolió

Yo solo deseaba que me tragara la tierra, pero no fue así, al contrario, parecía que la vida estaba conspirando en mi contra…

— queridos hermanos hijos de Vadam, estamos reunidos para celebrar la unión de dos almas, para dar vida a una sola, para unir a estos dos jóvenes en el sagrado vínculo que es el matrimonio

El sacerdote un viejo y sabio Sangheili decía todo lo referente con la boda tradicional, yo odiaba cada frase, cada palabra y sobre todo odiaba que confundieran todo esto con “amor puro”.

— Yo, Xenos Vadam hijo y heredero del Kaidon tomo a esta Sangheili para protegerla con mi vida, quererla, respetarla y sobre todo amarla hasta los fines de mis días, porque ella es como un sol que alumbrara mi camino, por siempre y para siempre — recitó tan alegre aquel macho que tenía en frente

Recuerdo ver a todos sorprendidos cuando terminó de decir sus votos hacia mí, realmente se había esmerado en eso, pero yo casi no le di importancia.

— hermanos, la unión de esta pareja, que ni la muerte separará, hoy le damos la bienvenida a la unión de dos seres, hoy son la señoría del estado Vadam

Todos estaban felices, ya era la esposa de Xenos. Mi vida estaba en sus manos ahora, no sabia que odiaba más, el hecho de que me hayan vendido o el hecho de que todos le creyeran a ese maldito que era mi nuevo esposo.

La tarde paso, en nuestra cultura se acostumbra a dar un banquete para dar por concluido la ceremonia nupcial, yo no quería estar ni un momento a solas con él, quería regresar a mi casa, con mis padres, pero ya no era posible, ya que, si la esposa regresaba, bueno era consideraba una ofensa para la sociedad, donde sería marginada junto con su familia, realmente no quería que todo acabara, pero me fue imposible.

El final de ese día había llegado, ahora la nueva pareja tenía que estar solos, recuerdo que él me mostró la casa, yo no le prestaba demasiada atención, realmente no quería hacerlo.

— yo sé que en fondo tu ahora no me quieres, pero yo se que:  apesar de todo algún día, yo podré ganarme tu amor, haré todo lo que pueda para complacer cuanto capricho estas acostumbrada, lo prometo

—  ¿Por qué me elegiste a mí? – pregunte sin rodeos

— porque, me pareces una fémina hermosa, una muy especial, porque sé que en el fondo hay una gran Sangheili que está llena de curiosidad, una que no se cansa de saber qué es lo que la rodea, sé también que hay una amorosa y noble criatura que está atrapada en un escudo que me encantaría atravesar

— pero ¿Por qué yo? – le reclamé molesta y confundida

soltó una pequeña risa la cual me hizo molestar aun más — me pareces especial — respondió con mucha ternura

—  ¿Y si no lo soy? — volví a cuestionar incredula

— yo no me equivoco, ahora descansa, mañana te daré un regalo de bodas que no olvidarás nunca

Al principio mi mente pensó en que él quería una sola cosa, y eso era intimidad, esa palabra me aterraba, se me había olvidado que las nuevas parejas tenían que concebir hijos lo más pronto posible, debían dejar un legado lo más pronto posible, el hecho de traer a una criatura a una casa sin amor me aterraba, yo no quería que mis hijos nacieran donde yo no aborreciera a su padre.

Sentía que mi tortura apenas comenzaba, esa noche pase abrazando mi cuerpo, creía que Xenos era un monstruo pero me equivoque, el padre de Thel, realmente me amaba, tanto así, que, ¿a que no adivinas que fue su regalo de bodas? Fue esta biblioteca, él mandó a construirla para mí, como un obsequio de bodas, como un altar de su amor por mí, él hablaba en serio cuando decía que realmente me amaba.

—  ¿te gusta? – me pregunto ansioso por la respuesta

— es preciosa — dije asombrada

— es toda tuya, supe que ves fascinante al conocimiento — me dijo con una sonrisa

— mi padre me enseñaba todo lo que aprendía en el exterior, siempre quiso un varón, pero, jamás tuvo uno, fui su único consuelo

— Yunza querida, esto es solo una prueba para demostrarte que puedo ser digno de tu amor, quiero decirte que serás la luz de mi vida ahora, realmente creo poder decirte que te amare, por favor, permíteme darte todo lo que desees, aunque en ello me cueste la vida.

Y no mentía en aquella frase, realmente me amaba de verdad, pero siempre fueron mis miedos quienes no me hacían ver todo el esfuerzo que Xenos dedicaba para complacer cada capricho hecho por mí,pero todo cambió hasta aquel día; cuando realmente me sentía sola, él había partido a una batalla, yo estaba en contra de la guerra, él en cambio era fiel a todo lo que le indicarán, realmente me estaba encariñado a la presencia de mi esposo, odie todo el tiempo que estuvo ausente, hasta el día que llegó. Ese día yo exprese todos mis temores en lo único que mi cuerpo me lo permitió lo abrace hasta que mis brazos podían, esa sola muestra de aprecio hizo que él se sorprendió bastante, no pensó ni se imaginó que yo lo extrañara tanto.

— tranquila ya estoy aquí — me respondió tan cohibido ante las muestras de aprecio que le había dado

— pensé que te había pasado algo  — Dije al borde de las lágrimas

El solo sonrió, estaba demasiado extasiado, no pensó en la magnitud en la que yo lo llegaría a extrañar, realmente me encontraba tan emocionada  en tenerlo de nuevo.

Poco a poco me enamore del padre de Thel, los esfuerzos que Xenos había puesto en cortejarme habían dado sus frutos, con el pasar del tiempo, la trinidad solar nos había bendecido con un hijo, la felicidad finalmente nos estaba dando dando un regalo,  aun recuerdo el día en que Thel nació, fue el día más feliz de nuestras vidas, mi esposo nuevamente se había marchado, pero en cuanto supo que su primer hijo nació, dejó la nave, regresó a Vadam solo para vernos, yo estaba agradecida al ver que él había dejado todo por estar con nosotros, realmente él nos amaba a ambos.

E incluso cuando supo que yo podría ser madre por segunda vez, él me quiso, con todas sus fuerzas."

Seis observó como Yunza poco a poco comenzaba a derramar unas cuantas lágrimas, realmente no pensaba que la historia de aquella fémina fuera algo triste, pero al final, termino cediendo al amor del que alguna vez aborrecio en su vida.

— Yunza ¿está bien? – preguntó la spartan algo preocupada

— Lo estoy, recordarlo siempre me trae recuerdos

Si me permite preguntar ¿Cómo fue que Xenos ya no está con nosotros?

Aquella frase hizo que hasta Thel se quedara estático

Como ya lo habrás deducido él era un comandante de flota, Thel tenía 9 años cuando pasó aquella tragedia.

– Durante una guerra contra algunos rebeldes, habían llamado a mi esposo para traer sobrevivientes de un planeta donde la batalla había dejado innumerables bajas de Sangheilis, Xenos estaba consciente de que esa no sería un simple rescate, él sabía que sería peligroso, más porque la zona, había contrabandistas, pero a él le importaba más las vidas de los demás que la suya, así que acepto. No tuvo problemas al salir, el problema fue cuando regresaba.

En el camino de regreso a casa, uno de los motores de la nave dejó de funcionar, nadie sabía el porqué, pero Xenos haría lo que fuera para que sobrevivieran todos a los que habían rescatado, cumplió con su palabra pero con un sacrificio, el padre de Thel murió tratando de salvar a todas aquellos que iban a bordo. En cuanto supe la noticia yo quedé devastada. Me habían quitado al ser que más amaba, realmente, me sentía destruida, mi esposo había muerto, pero fue para salvar las vidas que le habían confiado, él tampoco era como los demás, él no pensaba en lo que era lo más honorable para él, pensaba en lo mejor para todos, realmente el hizo lo que pudo para rescatarlos, aún si su vida estaba en riesgo.

Y una tarde sus generales y tropas a cargo, me contaron que él, se sacrificó para salvar a todos aquellos que iban a bordo, se de antemano que él pensó en mí hasta el último momento de su vida…
como verás, él era un Sangheili ejemplar, yo no he encontrado a alguien así, y sabes, es irónico lo mucho que lo llegue a amar, a querer y a extrañar, después de todo yo lo aborrecía al principio, ahora desearía tenerlo una vez más conmigo — respondió melancólica aquella fémina mientras se limpiaba las lágrimas

— entiendo

— dime pequeña ¿alguna vez has amado a alguien?

— quizás, pero no supe si solo fue cariño o admiración que sentía por  aquella persona, pero… él no está con vida, murió por tratar de salvarnos a mí y a un compañero,  era mi comandante, realmente no se si me había enamorado de él, pero tras la guerra que viví en… Reach, yo perdí más que un amor imposible, también perdí a mis amigos, a los que consideraba mi familia, y ahora perderé la oportunidad de ver a los míos, de ver a un viejo amigo, al cual también extraño mucho

—  seis, quizás algún día puedas volver a verlos, solo hay que luchar por lo que queremos, y eso es algo que Xenos me enseño

— sí, eso lo sé, al parecer todos aprendemos algo de aquellas personas que se van… ¿usted? ¿cree que Xenos me habría matado? — pregunto curiosa ante la situación

— ay pequeña, Xenos no era tan brutal como los demás, estoy segura de que él hubiera tratado de ayudarte a salir de aquí, y que volvieras con los tuyos

—  ¿usted lo cree?

— de eso estoy completamente segura

Seis sintió un mar de emociones, era la primera vez que ella se sentía apreciada, irónicamente fue en la casa de su mayor enemigo donde quería verla muerta, quizás algún día ella volvería a su hogar… con los humanos.

Thel había escuchado cada palabra que había hablado su madre y la "demonio", regresó a la oficina de su padre, de camino pensaba en la plática dé amor ellas dos

—  ¿Esa es tu señal? – pregunto al ver nuevamente el cuadro

Estaba realmente confundido, desde la muerte de su padre, su educación tanto militar como "religiosa" había sido hecha por otros, él hubiera querido haber sido educado por su propio padre, pero el destino le había jugado en su contra.

.°•°•°

La tarde había pasado, la noche estaba naciendo, Yunza le había dado permiso a seis para que ella estuviera afuera en el patio, no quería tenerla encerrada como una prisionera o como un animal, en la noche era la única forma de que la humana no fuera vista.

madre, ¿Qué hace la "demonio" afuera? – pregunto molesto aquel Sangheili

— yo la deje salir, déjala en paz Thel — contestó su madre irritada

Una vez que madre se fue, lanzó un pequeño bufido ella tenía mucha confianza en aquella criatura, Thel en cambio temía por que ella escapara o de que alguien la viera.

Lejos de aquel Sangheili, la humana estaba sentada sobre el pasto, sintiendo la brisa y el aire recorrer su cara, extrañaba mucho esa sensación, aquella probada de libertad

Un recuerdo de ella llegó de repente…

— Zeta  —  dijo para ella misma con añoranza

Él había sido uno de los pocos amigos que siempre estuvo con ella ¿Qué habrá sido de aquel chico?¿Se convirtió en spartan?

—  Me pregunto si aún sigues con vida —  dijo la spartan para luego tirarse al pasto —  ¿Qué será de ti? 

Cerró un poco los ojos, hasta que se sintió observada por alguien y ese era: Thel.

La spartan ya no le tenía miedo, ahora ella estaba segura de que pronto las cosas, cambiarían, ella saldría de ese planeta, con o sin ayuda, ella tenía que mantener sus promesas y eso las cumpliría, aunque le costara la vida, cumpliría su misión sin importar lo que pasara, ella ya no se rendiría, estaría dispuesta a afrontar el peligro, volvería a hacer la misma de antes.

— será mejor que vuelvas adentro –  exigió aquel Elite para luego dejarla sola

Seis hizo caso omiso, solo observaba el cielo, este era estrellado, con las dos lunas encima, por un momento le hizo recordar a las noches en Reach

— como desearía que estuvieran con vida… en especial usted comandante 

En eso no muy lejos de ella divisó una nave tipo phantom, pensó que estaría en problemas así que decidió ir a explorar, solo para darse cuenta que 3 Sangheilis de armaduras extrañas bajaron de este y se dirigían hacia ella, comenzó a correr de nuevo a la casa, necesitaba darle aviso al élite.

—  ¡THEL! – gritaba fuertemente la spartan, en eso descubrió que aquellas criaturas ya estaban cerca de ella —  ¡MALDITA SEA! 

Seis comenzó gritar más fuerte, el pánico comenzó a corroerla, estaba indefensa, la única salida que se le ocurrió era ir por su traje y enfrentarse a ellos, mientras volvía adentro se topó con él.

—  ¿Qué te ocurre? – pregunto molesto 

— Thel, hay invasores en la casa — contestó angustiada

— Lo se, para la desgracia de todos mi madre te protege

— no, yo me refiero a que hay otros 3 Elites aquí, vamos tenemos que defender tu hogar

— Vaya ¿Qué les parece? Hay un humano aquí…—  dijo uno de ellos quien se apareció en frente de ambos

Thel con cuidado sacaba su espada, aquello lo tomo desprevenido.

— demonio, saca armas de mi habitació…— dijo por debajo 

La spartan se sorprendió un poco ¿Realmente estaba considerando que ambos pelearan juntos?

— no te necesito, sé que les ganare, pero estoy seguro de que trataran de matar a mi madre también, has lo que te ordené, de lo contrario no yo mismo acabaré contigo 

— no sé dónde está tu habitación – contestó algo molesta

— en la biblioteca hay dos repetidores en la parte de debajo de la mesa, eran de mi padre, en cuanto te de la señal, ve lo más rápido que puedas

Mientras Thel hablaba con Seis, los otros dos aparecieron con espadas

no sabes lo mucho que disfrutaremos verte caer Vadam

más bien dudo que lleguen a sobrevivir—  bramó Thel antes de lanzarse sobre ellos, estaba peleando con su espada, mientras eso pasaba la humana salió corriendo hacia la biblioteca por los dos repetidores, con pasos torpes entró al lugar, buscó aquellas dos armas, tal como él le había dicho, debajo de la mesa, había dos viejos repetidores de plasma.

Seis, tomo como pudo aquellas dos pistolas, volvió al lugar, tal vez podía tomar su traje y pelear junto a él, pero era una tarea imposible, eran tres contra Thel, si él salía herido, Yunza podría quedar devastada, además de que los expondría ante los demás.

Con ambas manos apenas podía cargarlos, con mucho trabajo, en cuanto llegó al mismo punto donde estaba Thel, logró apuntar  directamente a uno que estaba de espaldas, con una solo brazo levantado dio un tiro, el disparo se había lanzado de manera equívoca a el Elite, a duras penas lo había tocado, solo dio un fuerte rugido lo cual alertó a los otros dos, el Sangheili herido se lanzó hacia seis, ella seguía disparando ahora con los dos

—  ¡¿PERO QUE CARAJOS ESTAS HACIENDO?! — vociferó molesto Thel

— TE ESTOY AYUDANDO—  gritó desesperada la spartan

En eso aquel Elite la había empujado haciendo que seis cayera, estaba a punto de clavarle la espada, pero en un intento desesperado la guerrera le había dado una patada en la cara a aquel Elite, haciendo que este perdiera el equilibrio cayendo para atrás, con un movimiento rápido, seis se puso de pie, seguía disparando aquella criatura, pero para su desgracia uno de los repetidores estaba dejando de disparar puesto que la plasma se había agotado, con su último recurso siguió disparando con el otro.

Thel estaba ocupado con los otros dos, quienes lo tenían arrinconado, aunque era bueno, tenía que cuidar cada punto ciego, ellos también traían espadas, por lo que no dejaba de luchar con aquellos dos, siguió peleando hasta que por fin vio la oportunidad y logró clavarle la espada en el brazo de uno, arrancándoselo con ella.

Un fuerte rugido fue lo que aquel Elite hizo, haciendo que los otros dos se distrajeran, cosa que la humana aprovechó para dispararle en la mano y así soltará aquella arma, para asi quitarle la espada al Elite

—  ¿ahora no te sientes tan rudo? – la humana  comenzó a dar movimientos algo torpes con la espada, hasta que por fin logró clavársela en el estómago mientras estaba distraído.

Aquel Elite solo se desangraba e intentaba quitársela, en un momento de adrenalina ella volvió a disparar, aquel élite finalmente había sido abatido.

Volvió a donde estaba con Thel quien aún seguía batallando los otros dos.

Seis daba disparos, quería llamar la atención de alguno, hasta que finalmente lo hizo, uno de ellos iba corriendo hacia ella,  justo cuando seis estaba a punto de jalar el gatillo la munición dejo de ser útil, ya había agotado el plasma de aquel repetidor, la desesperación de la humana era evidente, en un momento de desesperación aquel Elite le dio una patada en el estómago, haciendo que ella cayera.

Al igual que el primero, estaba dispuesto enterrar la espada sobre el cuerpo de la chica, pero entonces observó que Thel lo había atravesado, con un movimiento rápido Thel había cortado gran parte del cuerpo de aquella criatura, mientras que la chica se estaba retorciendo del dolor, sin su armadura no podía amortiguar bien el golpe de aquel Elite.

aparece cobarde—  dijo Thel bastante molesto, ya que el otro había activado su camuflaje, ni siquiera sabía si él seguía ahí — levántate humana

— me duele horrible… debí ir por mi traje

— no, tu debiste estar a salvo—  sin cuidado, aquel Sangheili la levanto del brazo, provocando que la chica se quejara del dolor

— sin mi ayuda te hubieran matado — respondió ella con mucho pesar en su voz

— no, tu solo complicaste las cosas, además tu movimiento de espada es pobre e insolente

— ah… agradece que lo mate a él

— y ahora hay uno suelto… dudo que no quiera atacar

Al ver que la humana no lograba pararse sin quejarse, aquel macho la llevo cargando a la habitación que su madre había acondicionado para la humana.

— ¿Quiénes eran ellos? — preguntó la chica aún con el dolor que invadía todo su torso

— no lo sé, eran Ultras, son asesinos en discreción…

— pensé que serían Zealot…

— Ja, un Zealot te habría aniquilado en una fracción

—  ¿podrías bajarme? — dijo la spartan algo apenada

—  no hasta que lleguemos a tu cuarto y te quedes ahí

—  ¿no sería mejor ir a ver cómo está tu madre?

— por los...—  en eso Thel salió con seis en brazos rumbo a la habitación de Yunza

Sin embargo no habían llegado a la habitación de la matriarca cuando la encontraron a medio camino, ella estaba angustiada por el fuerte alboroto de hace un momento.

—  ¿Thel? ¿que ocurre? – pregunto ella con mucho temor

—  Madre me temo que un asesino cerca, tendremos que resguardarte junto con las otras jóvenes

— ¿Un asesino? ¿seis?

— ¿podrías bajarme ya? –

Thel con brusquedad tiró a la spartan

— madre pondré un perímetro de guardias, tiene que aparecer tarde o temprano, seis quédate con ella, regresare a la amanecer, por ahora tendrán que permanecer a salvo en una de las habitaciones – Ordenó aquel Sangheili para después desaparecer

— pero ¿Qué pasó exactamente? – la mirada preocupada de Yunza hizo que la humana no supiera qué decir, ¿Cómo le explicaría que estuvieron a punto de matar a su hijo?...

Pronto el alboroto hizo que las Sangheilis más jóvenes se acercarán a la matriarca, quien también esperaba respuestas por parte de la humana.

Continuará...

Buenas mi querida audiencia, la verdad perdón por la tardanza, he tenido algunas cositas por hacer, la verdad es que ya casi estoy a la par de Fanfiction así que ya es un logro.

Ya se que este capitulo está medio cursi pero pronto vendrá lo bueno jóvenes.

Por cierto, si le cambié el nombre del amigo de seis por "Zeta" pero es para evitar derechos de autor y problemas con OC's ahora Zeta es de mi autoría.

Espero leerlos pronto.

See you Later ~

Les dejo una bonita imagen en la que me inspire para la familia de Thel, que por cierto quien empiece a decirme que en el canon no sucedería, déjenme argumentar que mi fic no es 100% fiel al canon, trato pero no lo es tanto.


Bueno, cuidense y nos vemos luego

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