8 "El funeral"
Lucas despertó un poco adolorido, la cabeza le zumbaba y tenia el cuello acalambrado. Estaba vestido solo con su pantalón de pijama gris en medio de su cama. A su lado, la lampara de la mesa de luz le hizo notar que tan oscura estaba el resto de la habitación. Escuchó que la puerta se abría, Gladys entró sigilosa con una bandeja con tostadas y té.
- El Dr. Strim, dijo que coma algo livianito y que se diera un baño caliente para descontracturar su cuerpo golpeado. - se sentó en el borde de la cama con la bandeja cuando él se enderezaba despacio.
- No puedo creer la suerte que tengo, en este pueblo siempre me pasan cosas raras - Lucas se pasó la mano por el pecho.
- Claro que tiene suerte joven, por tenerme en su vida - ambos rieron.
- Gladys sonaste como mi madre.
- Ay no, ¡que Dios me libre! - exclamó santiguándose.
- ¿Dónde están todos? - pregunto antes de beber un sorbo de té.
- En el pueblo murió una tal Enriqueta, esposa de un tal Jacobo, y ya sabre que su madre no se pierde ningún evento social, así que se llevo a su marido y a la señorita Erika obligados a presentar sus condolencias en el funeral.
- Strim es una marioneta, pero que haya obligado a Erika no creo, si fue es por algo.
- Estaría aburrida, aquí sin tener nada para hacer como en la ciudad, y querría huir de su amigo - se paró para encender la luz principal de la alcoba.
- ¿ Cal está aquí? - pregunto curiosa dejando el plato de lado.
- Sí esta abajo con Angelica.
- ¿Angelica? - se bajó deprisa de la cama.
- Pero ¿que hace?, tiene que hacer reposo - la mucama lo ayudó a caminar unos pasos hasta que casi pudo solo.
- Iré a darle mis condolencias a Jacobo, conocí a Enriqueta y me siento en la obligación de ir. - caminaba como si tuviera patas de palo en vez de piernas de carne y hueso - la conocí en medio de una pelea entre ella y Flor por un lápiz labial, y aunque casi me saca un ojo era una mujer con carácter y que peleaba por lo que quería.
- ¿Esta huyendo? - Gladys tomo la bandeja con la taza y las tostadas intactas y lo miró con gracia.
- No estoy huyendo de ella, solo no tengo ganas de hablar de ciertas cosas - llegó lento al baño.
- No dije de que estaba huyendo, pero si me permite, este noviazgo se esta terminando.
- Eso esta por verse - susurro Angelica en el pasillo alejándose de la puerta de la recamara de su novio.
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El cajón, no tan parecido a un elegante ataúd, estaba a medio cerrar. Se veía claramente a través de esa abertura la piel pálida de Enriqueta, sus largas uñas pintadas de rojo, y sus largos risos canosos. Sobresalían además trozos de tul del vestido negro que Jacobo le había comprado para esa ocasión. Al pie del féretro, el viudo de mantenía en silencio, agradeciendo. En el otro extremo de la sala, el cura Nicolás ya se había vuelto popular entre las creyentes del barrio, aquel habito negro le quedaba muy bien.
- Pero mira si no es un sueño hermana, es guapísimo - Flor no dejaba de mirarlo.
- Sí, es tannn, cura - Sofia cerró uno de los botones de su chaqueta azul.
- No intentes matar mis ilusiones, se que estamos hechos el uno para el otro, el destino nos ha reunido - secó sus lagrimas con ayuda de un pañuelo rojo a tono con su capelina, contrastando con el negro de su vestido ajustado.
- ¿Cómo puedes saber eso? - Sofia se molestó cuando vio entrar a la familia Sheraton.
- Porque es algo que no necesito que ni las estrellas ni los demás me digan, lo siento aquí - Flor se puso la mano sobre el corazón, respiró hondo y se marchó a charlar con el cura que estaba con Rosita.
- ¿Como sigue Lucas?- Sofia se acerco a su ex familia política, pero al marcharse Erika a saludar a su amigo Nicolas y al ignorarla Clara, Strim le respondió cordial.
- Está bien, solo necesita reposo.
- Si querida, reposo, así que ni se te ocurra ponértelo entre las piernas.
- ¿Disculpe? - Sofia quedó tan sorprendida como Strim y Merlo que llegaba- ¿cómo se atreve a hablarme así?
- Tranquila amor - Merlo le paso un brazo por encima de los hombros - tía ¿por que le faltas el respeto así a mi prometida? - él la miro molesto.
- Si tienes dignidad, recuerda que tu futura esposa, fue la esposa de tu primo, mantenlos alejados - Clara le habló sin rodeos.
- Basta mamá - Erika llegó la tomo de un brazo y la arrastro por el salón.
- ¿Tu piensas como tu tía? - Sofia lo miró seria.
- Claro que no - dijo Strim por él mirándola con dulzura y luego a Merlo con rudeza - ¿no es así?
- Claro que no pienso como ella - al abrazarla, Strim se alejó.
Entró caminando lentamente y ayudado por un brazo amigo, pero al ver aquel panorama se le revolvió el estomago . Lucas se arremangó la remera gris.
- No sé como agradecerte, viniste solo a tocar en una boda y te traje aun funeral y a un pueblo de locos.
- No me debes nada hombre ¿somos amigos no? - Juan Pablo lo acompañó hasta donde se encontraba Erika y luego se alejó a buscar café.
Fermín se acerco al cura y le extendió la mano, se presentó ante él como el señor mas sabio del barrio y Nicolas sonrió por la importancia que le daban siendo solo un desconocido.
- ¿quieres uno? - Sofia le sirvió café a Juan Pablo.
- Si no es molestia - respondió él con una corta sonrisa.
- ¿Dos de azúcar está bien? - él asintió con la cabeza - no te había visto antes - le dio una taza esmaltada de la que escapaba un cálido vapor.
- Estoy de visita, mi amigo Lucas me arrastro a esta aventura, ¿lo conoces?
- ¿Lucas?, sí, lo conozco - Sofia bebió varios sorbos de café a la vez, al recordar las palabras de Clara y notar la presencia de Lucas en el lugar. - mi nombre es Sofía Altamirean ¿y el tuyo?
- ¿Tu eres Sofia? , todos hablan de tu boda - la miró sorprendido y ella sonrió - es un placer, soy Juan Pablo Carbenari, debes estar a mil con todos los preparativos.
- No tanto, la hermana de Lucas me está ayudando, mañana me llevará a elegir el pastel.
- ¿Sabes? - él miro a Laucas y Erika conversando a lo lejos - tengo experiencia en organización de eventos, me encantaría ayudarlas, si quieres te doy mi numero y me avisas a donde irán.
- Claro que lo haré, necesito compaña porque esa mujer es el demonio.
Lucas se sentó en aquel sofá verde desgastado con ayuda de su hermana ya que su cuerpo comenzaba a pasarle factura.
- No debiste venir, pero claro, te encanta ser caprichoso - le reprochó Erika sentándose a su lado.
- No tenía ganas de discutir con Angelica ni de escuchar todo lo que tiene para decirme, que el compromiso, que para cuando la boda.
- Lucas, sabes que creo que ella es la indicada para ti, aunque no es de mi total agrado.
- Primero, nunca nadie es de tu total agrado y segundo, te estas pareciendo a mama, tengo suficiente edad para elegir a la persona con la que quiero compartir mi vida - intentó pararse pero no lo logró.
- Claro que no soy como mama, que malvada comparación, es solo que Sofia nunca fue para ti y...
- Ya sé eso Erika - por fin entendió los miedos de su hermana - pero tu también sabes que yo nunca he estado enamorado de ella, todo lo que paso fue un error.
- Siempre hubo algo especial entre ustedes, y estos dos años no lo borraron, y s ahora si te enamoras de ella.
- Eso no pasará, ella será la mujer de mi primo. - le sonrió a su hermana acariciando su rostro antes de marcharse a donde conversaban Sofia con su amigo.
- Estás entero - fue lo único que pudo decir Sofia cuando lo vio llegar lento con ojos tiernos o cansados.
- Soy duro de matar - Lucas sonrió amargamente por el dolor en sus huesos - si querías deshacerte de mi hubieras enviado a alguien que hiciera el trabajo completo.
- ¡Ay no, nunca te haría daño! - Juan Pablo vio la chispa en su mirada y Lucas si apenas se dio cuenta de lo que sospechaba su amigo.
- Permiso, iré a saludar a tu hermana. - el cantante se alejó.
- Me cayó muy simpático - Sofia no sabia que mas decir.
- ¿Quieres que te arregle una salida? - Sofia lo miro horrorizada - es una broma, una broma .
- Veo que te recuperas deprisa, tu tonto sentido del humor no lo pierdes ni agonizando.
- ¿ Me estas llamando tonto? - la hicieron titubear el tono dulce de su voz y sus ojos tiernos.
- Sí, pero un tonto que sobrevivió, ¿qué te parece?
- Que el humor se me está volviendo un mareo interminable - Lucas entrecerró los ojos y se tambaleo hacia uno de sus lados - se me parte la cabeza - sintió la mano de Sofía en su hombro y le gustó tanto ese contacto, que sintió miedo de él mismo.
- ¿Te sientes mejor? ¿quieres que llame a Strim? - no podía aparatarse de él, no sabia si era su perfume o el calor que expedía por la fiebre.
-¿Qué sucede? - Merlo se paró en medio de ambos.
- Lucas se siente mal, ¿por que no lo llevas a su casa?, el te ayudó con tu borrachera el otro día - la calidez en el aire se evaporó.
- No no, estoy bien - Lucas quiso resistirse a que su primo lo llevara.
- Por favor, yo te llevo primo, vamos , te debo una - Sofia los observo hasta que desaparecieron.
Erika no se había movido del lugar en el que la había dejado su hermano, notó que el tal Juan Pablo, caminaba siempre en dirección hacia ella pero también siempre se detenía a conversar con alguien.
- Buenas noches señorita - dijo en tono encantador cuando al fin la alcanzó.
- No me dirija la palabra - se puso de pie siendo poco cordial - le advierto que no he hablado con mi hermano por el estado en el que está, pero mañana a primera hora usted se irá de este pueblucho.
- Señorita - Juan Pablo la detuvo por el brazo para que no se marchara - no le tengo miedo.
- Debería - rio irónica - se alejó hacia Sofia - ¿mi hermano? - le pregunto a secas.
- Se sentía mal, Merlo lo llevo a su casa - también respondió a secas.
- ¿Pero tu eres boba? ¿cómo dejas ir solos a dos hombres que se odian y cundo unos de ellos no puede moverse? - Erika se marchó sin darle tiempo a responder o siquiera tiempo para pensar una respuesta.
- ¡Cuidado, ahí viene! - Héctor, uno de los gemelos entró corriendo en aquella parte de la casa en donde se llevaba a cabo el funeral - ¡el perro de Fermín de escapó! ¡el Tano viene para acá!
Todo el mundo comenzó a gritar y a correr horrorizados. Rosita se escondió dentro del ataúd con Enriqueta y lo cerró. Flor se paró detrás del cura y Fermín detrás de ella, mientras Sofia no hacia mas que esquivar a las personas que corrían escaleras arriba. Juan Pablo se tiro por una ventana y desapareció, mientras Clara saltó a los brazos de Strim y este a los de Jacobo que continuaba inmóvil.
- ¿Qué está pasando - pregunto el padre Nicolas cuando vio asomarse a un perro salchicha con los ojos inflamados y la boca llena de espuma - pero si es solo un perrito - exclamó agachándose y mirándolo con ternura.
- ¡Amor mío! - gritó Flor cuando el perrito se le fue encima al cura.
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