"MEMORIAS ROTAS, LA VERDAD NO ES DICHA"

Dos hombres se miraban frente a frente, espadas en mano, liberando tremendas oleadas de poder a cada instante, sus miradas encontradas conforme se preparaban para un último choque de titanes.

—¡¡JACK EL DESTRIPADOR, ENVUELTO EN UN AURA AZUL, ENFRENTA NUEVAMENTE AL DIOS DE LA ESPADA, SUSANO'O!!

Entre el público, artistas de todas épocas y lugares se vieron conmovidos al presenciar aquel singular espectáculo de electrizantes colores y brillantes llamas cerúleas.

—Uh... es hermoso...—sollozó Bach.

—Qué azul tan intenso...—comentó Miguel Ángel.

—Ah... es como si... es como si su vida misma estuviese ardiendo—añadió Katsushika Houkusai.

"INCLUSO HE OLVIDADO MI NOMBRE"

Raiden apuntó su nueva hoja, sintiendo el enorme poder que corría sobre ella, la vibración de su hoja, su filo natural forjado hacía generaciones y que se mantenía en un estado perfecto. Llamas crepitaban sobre su cuerpo, encendidas por una sobrenatural presencia que acompañaba al asesino en su lucha.

—Muchas gracias por acompañarme—murmuró el cyborg.

"Este capricho tuyo es mi deseo"—respondió su compañera valquiria, sólo visible para él—. "No tienes que preocuparte por nada, desata tu espada tanto como desees. Yo soy una valquiria que ha estado al lado del alma de los espadachines. En este momento, voy a sacar lo mejor de ti"

Así sonreía Skalmöld, la sexta hermana valquiria, con sus manos puestas sobre el cuerpo del guerrero, prestándole su único poder.

—Raiden y la hermana Möld—murmuró Göll—. ¿Estarán bien? Cuando veo a los dos, algo... algo me da un mal presentimiento...

Brünnhilde se cruzó de brazos.

—Tú también lo sientes como valquiria, ¿verdad?

—¿Eh?

—Ganen o pierdan, para ambos esta será su última batalla como espadachines.

—¿Su última batalla como espadachines?

—Ese es el poder de Skalmöd. El tiempo que Raiden ha acumulado como espadachín, y el futuro que habría enfrentado como espadachín de haber seguido luchando por el resto de su vida. Todo el potencial de Raiden se está extrayendo ahora, en este momento presente, y se está forzando a salir.

—¿Se está extrayendo todo el potencial?

—Es decir, Raiden ahora apuesta todo su ser, su pasado, presente y futuro, en este momento, y ha adquirido un cuerpo completamente perfecto como espadachín—concluyó Brünnhilde—. Sexta hermana valquiria, Skalmöld. El poder que decide en su nombre rúnico es...

"EL TIEMPO DE LA ESPADA"

—Raiden ha decidido poner todo su ser como espadachín... ¡¡Está preparado para dejarlo todo en esta batalla!!

El cybrg miró a su oponente con seriedad, envuelto en rayos y llamas, y convertido en una ardiente figura de enorme velocidad se lanzó a la batalla.

—Let's dance!

"NO SÉ QUE MOMENTO ES O CUÁL ES LA RAZÓN"

Susano'o abrió los ojos de par en par, alzando su espada a dos manos conforme veía venir a su mortal adversario.

"¡¡Es muy rápido...!!"

¡¡¡LIGHTNING STRIKE: GOLPE RELÁMPAGO!!!

VS

¡¡¡SHINRA YAOYOROZU: MIRÍADA DIVINA!!!

Los sables colisionaron a velocidades increíbles, liberando un brutal estallido de poder. El dios contraatacó con un golpe ascendente, mas sólo consiguió abanicar el aire. Raiden ya estaba a su espalda, sosteniendo la espada con los pies, sus ardientes ojos fijos en su adversario.

¡¡¡STORMBRINGER: PORTADOR DE TORMENTAS!!!

Susano'o se revolvió como una fiera, trazando con gran celeridad con arco de destrucción. Para su sorpresa, Raiden nuevamente había desaparecido, colocándose otra vez en su punto ciego, tirando a matar con su arma.

¡¡¡SLIDING TACKE: EMBESTIDA DESLIZANTE!!!

Y otra vez, tras que el dios se defendiese a duras penas, el cyborg ya se había posicionado en el punto opuesto del encuentro, prosiguiendo con su imparable bombardeo.

¡¡¡SWEEP KICK: PATADA DE BARRIDO!!!

"¡¿Qué...?!"—se preguntaba Susano'o, los dientes apretados, esforzándose al máximo sólo por mantenerse con vida, viéndose acosado desde todas direcciones, acorralado como una bestia herida.

¡¡¡STORMBRINGER: PORTADOR DE TORMENTAS!!!

"¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué es esta cadena de ataques?! ¡¡Esto no es sólo rapidez!! ¡¡Aunque lo reciba o lo esquive, en el siguiente instante ya viene otro ataque!! ¡¡No puedo contraatacar, ni esquivar!! ¡¡No puedo...!!"

¡¡¡LIGHT ATTACK: ATAQUE LIGERO!!!

¡¡¡NINJA RUN ATTACK: ATAQUE DE CARRERA NINJA!!!

¡¡¡STRONG ATTACK: ATAQUE FUERTE!!!

¡¡¡RIGHT BACK KICK: PATADA TRASERA DERECHA!!!

¡¡¡TRIPLE KICK: PATADA TRIPLE!!!

¡¡¡FLURRY KICK: PATADA EN RÁFAGA!!!

¡¡¡TORNADO SLASH: CORTE DE TORNADO!!!

¡¡¡STAB KICK: PATADA PUÑALADA!!!

¡¡¡CROSS SLICE: CORTE CRUZADO!!!

¡¡¡LOW ROUNDHOUSE: GOLPE CIRCULAR BAJO!!!

¡¡¡TRIPLE KICK UPSWING: TRIPLE PATADA DE BALANCEO ASCENDENTE!!!

¡¡¡TROAT SLICER: REBANA-CUELLOS!!!

Susano'o rugía a todo pulmón, bramaba como un monstruo, como una tormenta, balanceando su espada de un lado a otro, chocando contra su adversario en innumerables ocaciones. El fuego y los rayos lo consumían todo a su paso, y el dios de la espada se veía tragado por un maremoto de reflejos de velocidad.

—¡JACK EL DESTRIPADOR DESATA UNA RÁFAGA DE IMPARABLES ATAQUES FEROCES! ¡¡SUSANO'O APENAS RESISTE CON LA DEFENSA INQUEBRANTABLE DE LA SHINRA YAOYOROZU!! ES... ES TAN RÁPIDO QUE YA... ¡¡NO ENTIENDO NADA!!

"ESTOY PARADO AQUÍ, SOSTENIENDO MI HOJA"

Zeus rió divertido, acariciándose la barba.

—Vaya... ambos son increíbles...

—Parece que la Shinra Yaoyorozu también está evolucionando durante la batalla—señaló Hermes.

—¡¿Eso significa que Raiden está superando esa evolución?!—cuestionó Ares.

—Simplemente increíble—concluyó Zeus, habiendo adoptado sin notarlo su forma de batalla—. Esas técnicas consecutivas, esos movimientos, ya han superado los límites humanos.

"UN LUGAR DESOLADO, SIN RASTRO ALGUNO"

Los sables seguían chocando, una y otra vez, cada vez con más ferocidad, cada vez con más desesperación. Raiden atacaba desde cada ángulo posible, saltando por el aire y deslizándose sobre el suelo, abrumando a su adversario, imposibilitándole el contraatacar, mucho menos permitiéndole preparar técnica alguna.

¡¡¡HEAD CRACKER: QUEBRANTA CRÁNEOS!!!

¡¡¡CRESCENT SLICE: CORTE CRECIENTE!!!

¡¡¡ROLLING THUNDER: TRUENO RODANTE!!!

¡¡¡AKLE SLICER: RABANA-TOBILLOS!!!

¡¡¡HEEL DROP: CAÍDA DE TALÓN!!!

"N-no tengo ni un momento para respirar"—pensaba Susano'o—. "¡¡Es como si estuviera siendo aplastado por una avalancha!!"

—Jack, tú... ¡¡¡Eres simplemente el mejor!!!

Trazó un arco de destrucción con su arma, su primer ataque en un largo tiempo, fallando una vez más, atestiguando a su adversario tomar una postura extraña, con su espada envainada, a la altura de su cintura, sus manos listas para el desenfunde, acumulando una enorme cantidad de energía sobre su hoja.

—Me has guiado hacia la cima... muchas gracias.

"SÓLO ES FRÍO VIENTO AQUELLO QUE SIENTO"

"ES A MÍ A QUIEN RECIENTO MIENTRAS ME LEVANTO A PELEAR"

El golpe que fue soltado después del desenvaine superó la velocidad de un dios...

Más allá de lo humano...

Atravesó la frontera entre lo humano y lo divino.

"LO ÚNICO QUE CONOZCO CON CERTEZA ES QUE HABRÁ DERRAMAMIENTO DE SANGRE"

Con una extraña sonrisa, acompañada de un gutural bramido de guerra, el demonio blanco desenvainó su sable con una velocidad del todo imposible. Susano'o se esforzó por bloquearlo, interponiendo su espada en el último momento. Una última explosión sacudió el Valhalla hasta sus cimientos conforme la incandescente luz de la lucha se tragaba el escenario.

¡¡DRAW ATTACK: MAX CHARGE!!

¡¡¡ATAQUE DE DESENVAINO: MÁXIMA POTENCIA!!!

Ambos adversarios, convertidos en poco más que barbáricas bestias, chocaron con todas sus fuerzas, con cada gota de sus respectivos espíritus. Luego hubo silencio, con ambos habiendo atravesado el escenario como relámpagos, emergiendo a espaldas del otro con sus armas en mano.

Raiden respiraba débilmente, encorvado, con dificultad.

El arma de Susano'o, con un estallido, se había roto en mil pedazos, consumida por las llamas que abrasaban la ciudad de Kioto.

—¡¡LA DESTELLANTE ESPADA DE JACK EL DESTRIPADOR HA ATRAVESADO AL DIOS Y SU ARMA DIVINA!!

Susano'o gritaba de dolor, con los ojos en blanco, herido de gravedad en el costado, vomitando sangre a chorros mientras se aferraba al mango despedazado de su, en antaño, hermoso sable.

—¡¡Vamos!!—celebraba el público.

—No... no puede ser...—se lamentaban los herreros que diesen forma a tan valiosa arma—. ¡¡La espada está hecha pedazos!!

—De... debe ser una broma...—murmuró Tsukuyoumi.

—Pequeño Susano'o...—llamó Amaterasu.

El propio Izanagi se había puesto en pie, la mirada perdida en una mueca de pura preocupación.

"EL HOMBRE EN EL ESPEJO ASIENTE CON LA CABEZA"

Mientras todos en la arena estaban seguros de la victoria de Raiden, sólo había una persona que sentía algo extraño...

Y ese era Jack el Destripador.

Susano'o recuperaba la compostura, mirándose las manos manchadas de rojo, temblando, recordando.

—Así que esto es... una verdadera batalla...—se admiró en voz baja.

"EL ÚNICO QUE QUEDE MONTARÁ SOBRE LA ESPALDA DEL DRAGÓN"

El dios dejo caer su inutilizada espada, alzando las manos al cielo, sonriendo de oreja a oreja, vencido por la emoción, por la euforia, como una luminosa figura que se alzaba orgullosa mientras los cielos se despejaban y el sol de un nuevo día emergía en el horizonte.

—Esto es el arte de la espada—exclamó—. Gracias a ello, finalmente he llegado hasta aquí...

"PORQUE LAS MONTAÑAS NO REGRESAN AQUELLO QUE SE LLEVAN"

—¿Qué es eso?—se preguntaba el público.

—¿Es una postura de rendición?

—No, no siento ninguna debilidad en esa pose...

—Ah... es majestuoso...

"OH NO, HABRÁ DERRAMAMIENTO DE SANGRE"

Es casi como una forma de oración. El dios de la espada apiló sus puños uno sobre el otro y los levantó al cielo. Suavemente simuló tomar el mango de la espada divina que pensaba haber perdido, y lentamente como siempre, él sostuvo la espada en posición vertical.

"ES LA ÚNICA COSA QUE ALGUNA VEZ HE CONOCIDO"

Y entonces, como si fuera un juego de niños, hizo descender una espada invisible.

Raiden, por puro instinto, retrocedió con un salto en un intento por ponerse a salvo. Todo el público estaba atento por aquello que quedaba por acontecer. El silencio era tan denso que podría haber sido cortado en pedazos.

"PERDIENDO MI IDENTIDAD, PREGUNTÁNDOME SI ME HE VUELTO LOCO"

Eso fue un milagro provocado por quien continuó amando la espada...

Raiden cayó al suelo, presa de un repentino dolor. Marcas aparecieron en su cuerpo inutilizando dos de sus extremidades, obligándole a arrodillarse mientras usaba su sable como un improvisado bastón.

—¡¿Qué...?!

"¡¿Mi brazo y pierna izquierdos han sido cortados?! No... ¡¿Es mi interior el que está siendo cortado?!"

Sus huesos se habían partido, sus músculos desgarrado a causa de una extraña presión. Su cuerpo temblaba, habiendo perdido por completo aquella ventaja que había creído tener tan sólo segundos atrás. El hombre miraba cómo el brazo le colgaba sin fuerzas, sintiendo una repentina sensación de nauseas.

—Shit... not again...

"PARA ENCONTRAR LA VERDAD FRENTE A MÍ DEBO ESCALAR ESTA CORDILLERA"

Envuelto en llamas y luz divina, con su aura de poder más viva y celestial que nunca, el dios Susano'o no Mikoto encaró a su derribado oponente.

—Finalmente he llegado a la cima de mi espada. Sin igual, sin pensamientos, sin armamento...

"MIRANDO ABAJO DESDE ÉSTA MORTAL ALTURA..."

—Esto es la Musouken.

"Y NUNCA COMPRENDIENDO POR QUÉ ES QUE PELEO"