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La carga de la cima


—¡¡Es ahora, Lord Shiva!!

—¡¡Senador, acabe con esto de una buena vez!!

¡¡LA ARENA DEL VALHALLA ESTÁ LLENA DE EMOCIÓN!!

—¡¡Terminemos con esto de un golpe!!

Los humanos miraban sorprendidos al destructor de mundos.

—Maldición...

—Perdió un brazo... pero es duro...

Shiva sonrió, con los ojos sombríos.

—¿Listo para subirlo a otro nivel?

El dios extendió sus dos brazos inferiores, luego gritó mientras se golpeaba el pecho con sus dos brazos superiores a la vez!

—¡¡HAAAAH!!

Los dioses gritaron de emoción:

—Eso es... Eso es...

—¡¡Síííí!!

Con un bramido, Shiva comenzó a moverse con un ritmo inusual.

EL MOVIMIENTO DE SUS PIES IBA AL RITMO DEL COSMOS, UNA DANZA QUE SÓLO ÉL PODÍA EJECUTAR.

COMO TAL, ¡ERA UN IMPREDECIBLE E INCREÍBLEMENTE MORTAL BAILE DE GUERRA!

—Qu... ¿Pero qué...? ¡¿Shiva está bailando?!—preguntó Heimdall.

Armstrong hizo una mueca mientras veía los veloces movimientos del dios.

Shiva le sonrió en respuesta. Las sombras cubrían su rostro y pecho, dejando ver solamente una sonrisa y ojos brillantes de aspecto aterrador.

—¿Eso es...?—preguntó Vishnu, desde su lugar, recargado en un pilar.

—Sip...—confirmó Varna—. Es el movimiento que utilizó para vencerme.

Los dioses de la India empezaron a aplaudir, dieron palmadas, pisaron con fuerza y cantaron a todo pulmón todos al unísono:

TA

KI

TA

TA

TIN

GI

NA

THOM

—EN RESPUESTA AL BAILE DE SHIVA, LOS OTROS DIOSES DE LA INDIA... ¡¡COMENZARON A ENTONAR SU RITMO DE BATALLA!!

Mientras Shiva bailaba en el campo de batalla. Desde su lugar en el palco VIP, Zeus se rascó la barba pensativo.

—Jo... así que éste es el baile de guerra de Shiva...—murmuró—. Conocido como "El Tesoro Sagrado del Svarga"...



¡¡¡TA KI TA TATIN GI NA TOMU: TESORO SAGRADO DEL SVARGA!!!



—¿Baile de guerra?—preguntó Ares, mientras una gota de sudor nervioso caía por su rostro—. ¿Es eso lo que es? Hermes, ¿estás familiarizado con ese baile?

—Lo estoy—confirmó el dios mensajero—. Es el as bajo la manga de Shiva... que utilizó cuando unió a ese grupo tan variado en el Svarga. Lo veas como lo veas, es un ritmo verdaderamente único.

Armstrong se quedó parado, firme e impasible, mirando la danza del dios, quien le sonreía desde la distancia.

Entonces, Shiva se impulsó con un solo pie y se abalanzó sobre el humano.

Su movimiento no sólo fue extremadamente veloz, sino que cambiaba de lugar continuamente, era casi como si Shiva se teletransportara de un punto a otro mientras se acercaba a toda velocidad hacia su oponente.

El deva sonrió y liberó una tormenta de puñetazos que llovieron desde todos los ángulos a la vez, en diferentes partes del cuerpo a la vez, y con todos sus brazos buenos a la vez. Parecía que el dios atacara con mil brazos, puesto que golpeaba tan rápido que era como si varios Shivas embistieran desde todas partes.

Armstrong recibió los golpes de frente, tambaleándose ligeramente pero sin sufrir daños graves.

—¡¡LOS GOLPES FLUIDOS DE SHIVA ASESTAN LIMPIAMENTE EN SU OBJETIVO!!

El humano retrocedió levemente, sus ojos destellaron y se abalanzó hacia delante con un brutal puñetazo, balanceando todo su peso en ello.

—¡Muere, pequeño pedazo de mierda!

Shiva, con facilidad, lo evitó girando al son de la música sobre sí mismo, con el errado golpe del senador pasando a su lado sin hacerle algún daño.

Shiva entonces levantó su pierna derecha en lateral y lanzó una poderosa patada.

Armstrong se tambaleo torpemente, desequilibrado.

En el rostro de Shiva, relucía una sonrisa torcida. El dios lanzó un poderoso gancho ascendente con su brazo izquierdo. Luego lanzó un doble codazo con los brazos derechos. Acto seguido, un feroz izquierdazo.

Shiva saltó, giró sobre sí mismo en el aire, y lanzó una patada voladora ascendente giratoria. Armstrong seguía retrocediendo, habiendo perdido bastante terreno.

¡¡TA

TIN

GI

NA

THOM!!

Armstrong trató de mantenerse firme, pero su cuerpo comenzaba a verse abrumado por la cantidad y velocidad de puñetazos, por lo que su piel n estaba alcanzando a endurecerse lo suficiente a tiempo antes de ser golpeada.

"¡¡No... no se detiene!!"—pensó Raiden Tameemon, desde las gradas.

Shiva gritaba salvajemente, cada vez más motivado.

—¡¡ORA ORA ORA ORA ORA ORA!! ¡¡Vamos por todo!!

La tormenta de puñetazos de Shiva tenía a Armstrong acorralado en una burbuja de puños, que si bien resistía, no podía contraatacar.

—¡¡No pierdan el ritmo!!—ordenó Shiva con un grito—. ¡¿Lo han entendido?!

Los dioses de la India respondieron con gritos, vítores, y subiendo el volumen de sus cantos.

¡¡TA

KA

VI

MI

TA

KA

TA!!

Rudra se había unido al cántico, bailando al ritmo de Shiva y sonriendo con emoción:

TA

KI

TA

TA

TIN

GI

NA

THOM

Shiva se abalanzó sobre el senador, cubriendo cuatro ángulos a la vez con sus reflejos de velocidad.

Rudra sonrió y gritó a todo volumen apoyando a su amigo:

¡¡TA

KA

DI

MI

TA

KI

TA!!

Shiva sonreía ampliamente, liberó una nueva tormenta de golpes que Armstrong resistía cómo podía, luego un cabezazo que sacó al humano de balance, y después, una patada lateral con la pierna izquierda que impactó al senador en el costado derecho del abdomen.

—¡¡EL BAILE DE SHIVA AÚN NO SE HA ACABADO!!

Armstrong aguantaba los golpes y patadas, pero estaba atrapado dentro del violento torrente de Shiva, sin posibilidad de salir de allí.

Parado en su sitio, Ares se inclinó ligeramente para poder apreciar mejor la batalla.

—Y pensar que Shiva... que la Cima del Svarga... sería así de fuerte...

Los poderosos y veloces ataques del dios eran acompañados por la canción que ferozmente entonaban los dioses de la India. Una canción que despertaba el ánimo en todos los demás dioses.

Hermes daba pisadas al suelo al compás de la música mientras observaba la batalla con los brazos cruzados tras la espalda.

—Es una tonada bastante agradable, ¿no crees?

Zeus asintió, mientras danzaba y saltaba alegremente al ritmo de la música.

—¿E-eso? ¿Agradable...?—preguntó Ares casi con horror, el dios de la guerra hizo una mueca—. Yo... no puedo parar de sudar...

—Debido a su impredecible ritmo, Shiva puede golpear múltiples veces sin parar—explicó Hades, con voz fría—. En cuanto al humano... está bajo la impresión de estar siendo atacado por varios enemigos al mismo tiempo.

Hermes sonrió, mientras se llevaba una mano a la barbilla.

—Algún día... me encantaría bailar con Shiva también...

Desde su lugar, Göll se asomó por la grada e hizo una mueca de disgusto y preocupación mientras miraba el paisaje de la batalla.

—¡E-esto no se ve bien, hermana! ¡Es una pelea de un solo lado!—chilló—. S-si esto continúa así...

—Göll...—dijo firmante Brunhilde, mientras miraba todo con los brazos cruzados—. Presta más atención a los brazos de Armstrong.

El humano se había plantado firme en su sitio, con sus dos brazos flexionados frente a su cuerpo, protegiendo su cabeza detrás de ellos. Ambas extremidades eran de un color completamente negro y resistían los golpes del dios como si no fuesen nada.

—No te pongas tan engreído, hijo...

Shiva abrió bastante los ojos, mientras continuaba con su tormenta de ataques.

—¿Un escudo...?—murmuró, luego sonrió a ampliamente y aumentó la velocidad de sus golpes—. ¡Buena, hombre! Tu piel... mi baile... veamos cual... ¡¡Será superior!!

—¡OOH! ARMSTRONG HA ENDURECIDO SU PIEL EN LOS BRAZOS PARA PONER UNA BARRERA. ¡¡Y HA BLOQUEADO COMPLETAMENTE A SHIVA!! ¡¡UN VERDADERO MURO DE CARNE, HUESO Y METAL!!

Los reflejos de velocidad de Shiva habían cubierto por completo al senador, pero este seguía recibiendo y resistiendo cada golpe con una facilidad renovada. El humano notó como los puños de Shiva estaban prendidos en fuego, pero a pesar de eso el dios sonreía con total euforia.

—¿Qu-qué es ese humo...?—preguntó Ares.

—Está en llamas, literalmente—dijo Hermes—. Si tuviera que adivinar, su intenso baile está causando que su cuerpo se sobrecalente y combustione.

El sudor corría a chorros por el rostro de Shiva, quien seguía sonriendo y mirando con determinación a su oponente.

—¿D-dijiste "combustione"?—dijo Ares sorprendido.

—Sin duda—asintió Hermes—. Es uno de los secretos del Destructor del Svarga...



¡¡¡TĀNDAVA: DANZA DE REENCARNACIÓN!!!



La lluvia de puñetazos encendidos en fuego no se detenía, los gritos, palmadas, pisotones y cantos de los dioses aumentaban más y más. Armstrong estaba desapareciendo debajo del mar de fuego, y la mirada salvaje de Shiva estaba clavada en sus ojos mientras el dios seguía golpeando, golpeando, y golpeando.

En las gradas, Raiden Tameemon miraba con una mezcla de fascinación y horror el intercambio en la arena.

"¿Cuanto maldito tiempo va a seguir con eso?"—se preguntaba—. "No puedo creer que haya un mundo entero lleno de esos bastardos. Ese tal Armstrong no podrá resistir por mucho más tiempo"

El dios lanzó un último izquierdazo, haciendo retroceder al humano varios pasos, quedando desprotegido y justo en la posición que Shiva quería.

—Parece que ¡¡Mis movimientos ganan!!—celebró el destructor, mientras saltaba subiendo en alto su pierna izquierda y sonreía salvajemente.

Shiva bajó su pierna, golpeando con fuerza los brazos de Armstrong, y elevándose así en alto con el impulso. Por un segundo el mundo entero se quedó en helado: Shiva, alzado en el aire, con su pierna derecha extendida totalmente hacia arriba y encendida en llamas.

Armstrong lo miraba desde el suelo fijamente.

El destructor sonrió y gritó con ánimo:

—¡¡¡Acabemos con esto!!!

El pie encendido en llamas de Shiva bajó a toda velocidad, trazando un devastador arco de fuego descendente que iluminó los cielos por una fracción de segundo.



¡¡¡KRTTIVĀSĪ: DANZA LLAMEANTE DE LA GARRA DEL TIGRE!!!



Una gigantesca pared de llamas creció hasta el cielo, Armstrong retrocedió un par de pasos, y el publico guardó un silencio de muerte.

Shiva movió los pies alegremente y señaló a su rival mientras sonreía cubierto en llamas.

—¿Y bien? ¿Qué piensas? ¿Acaso mi baile te enardeció?

Los dioses de la India estallaron en vítores. Las demás deidades, un tanto más discretamente, estaban igualmente emocionadas.

Loki observó todo mientras permanecía cómodamente recostado sobre las paredes exteriores del estadio del Valhalla.

Las valquirias guardaban silencio.

Y en una habitación oscura, Blade Wolf y Raiden (el destripador) observaban todo desde una pantalla.

—Entonces ese dios hizo el trabajo por nosotros...—bufó el humano—. Supongo que habrá que agradecerle.

TODOS AHÍ ESTABAN CONVENCIDOS DE QUE LA HUMANIDAD HABÍA SUFRIDO SU TERCERA DERROTA

HASTA QUE...

El humo se despejó, y Armstrong se mostró completamente intacto aunque con la camisa un tanto chamuscada.

El humano se acomodó los lentes y observó a su rival, al tiempo que movía los brazos y el cuello, como si estuviese calentando los músculos por la mañana.

El dios lo miró casi horrorizado, sacudiendo las manos adoloridas.

—¡¿Por qué no estás muerto?!

Armstrong se carcajeo y se arrancó la camisa de encima, revelando su enrome y musculoso cuerpo.

Sin embargo, lo realmente importante era la extraña cicatriz que tenía en el pecho, justo por sobre el corazón, desde donde las venas y arterias brotaban hinchadas y ligeramente ennegrecidas.

El humano pasó su mano derecha por sobre la cicatriz y su cuerpo, con su piel endureciéndose y volviéndose metálica conforme a su movimiento.

—Nanomahines, son.

Armstrong se miró el brazo y apretó el puño.

—Se endurecen en respuesta al trauma físico.

Con un rugido, golpeó el suelo bajo sus pies, abollando y agrietando el metal de la maquina de guerra sobre la que estaba parado.

—No puedes herirme, Shiva.

La respuesta del dios: cargar de frente a toda velocidad y darle un puñetazo en el rostro a su oponente.

Armstrong se rió y se acomodó los lentes con tranquilidad una vez más.

—¿Qué es lo que acabo de decir?

Armstrong lanzó un gancho ascendente con el brazo derecho, impactando directamente en el cuerpo del dios, mandándolo a volar por los aires.

Shiva cayó violentamente al suelo, aturdido y respirando con dificultad.

Armstrong caminó lentamente hacia donde él, acomodándose los lentes nuevamente, y con enfado gruñó mientras se cernía sobre su rival:

—Time to end this.

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