Iluminación vs Corrupción
—Cualquiera habría estado bien.
Belcebú entrecruzó los dedos de las manos, mientras observaba todo en silencio, en medio del único rayo de luz en su sombría habitación.
—Simplemente fue que aquello que buscaba estaba justo frente a mí...—seguía diciendo el gobernante de los malos espíritus, mientras tomaba una rosa de un forero y la acercaba a su rostro para percibir su aroma—. Y yo simplemente quería ver que tipo de flores iban a crecer en esa hermosa tierra...
El dios sostuvo la rosa mientras observaba com los pétalos de esta morían y caían delicadamente al suelo.
—Sí... cualquiera habría estado bien.
Todo el estadio miraba con horror al iluminado, cuyo escudo había sido completamente obliterado por el ataque del demonio.
—S-señor Buda...
—¡¡E-EL VIOLENTO GOLPE DE HAJUN LE HA SACADO EL OJO IZQUIERDO A BUDA!!
El iluminado retrocedió mentiras su rostro sangraba a chorros. Sus lentes cayeron al suelo, con el cristal roto en mil pedazos.
El báculo del ex-humano recuperó su forma original de rueda de oración, mientras que su portador respiraba agitadamente, presa de un punzante dolor.
Ares miró los acontecimientos, acobardado.
—¿A-atravesó ese escudo limpiamente?—murmuró—. ¿Ese que incluso bloqueó la Ono No Fukō?
Hajun miró a su oponente, con una gran y malvada sonrisa en el rostro. Y, llevándose una mano a la frente, comenzó a reír:
—Marvilloso...—reconoció—. Tenía planeado atravesarte la cabeza, pero te las arreglaste para esquivarlo en el último momento. Sin embargo...
El brazo derecho del monstruo comenzó a transformarse una vez más, con su cuchilla aumentando su tamaño hasta transformarse en una titánica hacha negra.
—Me pregunto qué tan lejos podemos llegar...—sonrió el demonio, abalanzándose sobre su enemigo—. ¡Castigo Divino!
Buda gruño por el esfuerzo mientras el Rokudō giraba alrededor de los Seis Reinos, adoptando la forma de la Espada del Rayo Indestructible.
El Iluminado bloqueó el primer embate del Berserker de los Infiernos, comenzando una vez más a intercambiar golpes, cortes, tajos y estocadas a diestra y siniestra en medio de una tormenta de ataques.
Loki se recargó sobre su rostro y miró el combate con desánimo.
—Bueno, parece que su ojo izquierdo está jodido—dijo—. Y su lado izquierdo está totalmente descubierto. Qué aburrido.
Buda había pasado a la ofensiva, balanceando su hoja de arriba a abajo, tratando de conectar un golpe en el enorme pecho de su enemigo.
Hajun detuvo sus goles, una y otra y otra vez, siempre estando un paso por delante de su oponente.
Buda lanzó entonces un sorpresivo corte ascendente, y luego un corte de izquierda a derecha.
El rey demonio arqueó la espalda hacia atrás, evitando el golpe casi por completo, ganándose solamente un pequeño corte en su garganta.
Y, estallando en carcajadas, la criatura se abalanzó hacia delante, al tiempo que lanzaba una estocada con su brazo-hacha.
Buda retrocedió con un salto, buscando evitar el ataque y marcar distancia, no obstante, la velocidad de su enemigo lo superaba, y antes de darse cuenta, ya había sufrido un profundo corte en el hombro izquierdo.
—Castigo Divino—sonrió Hajun.
Buda gruñó molesto y apuntó su espada contra su oponente, inclinando su cuerpo y peso a la derecha sobre su eje.
—¡¿Cambió su postura para cubrir su punto ciego?!—gritó Confucio desde las gradas—. ¡¡"Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cientos de batallas"!! S-supongo.
La espada de Buda volvió a chocare una y otra vez con el arma de Hajun, y mientras que el iluminado ponía todo de sí en el intercambio de golpes, el demonio sólo reía y se burlaba con diversión.
—¡¡UN FEROZ COMBATE!! SE VEN IGUALADOS, ESPEREN.... NO...
Hajun comenzó a aumentar la potencia y velocidad de sus golpes, abrumando rápidamente a su enemigo.
—Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-Ca-¡¡CAAAAAAASTIGO!!
El demonio alzó su brazo en alto y atacó con un demoledor tajo descendente, abriendo una enorme herida en el lado derecho del abdomen del iluminado.
La sonrisa de la criatura se ensanchó.
—Castigo Divino.
—¡HAJUN LLEVA UNA CLARA VENTAJA!!—anunció Heimdall—. ¡¡POCO A POCO EMPIEZA A DEBILITAR A BUDA!!
Ares miró con los ojos muy abiertos el campo de batalla.
—Está dominando a Buda a su enojo...—murmuró—. Cuanta fuerza, es sólo que... ¿qué demonios es él...?
Hades, desde el campo de batalla, alzó la mirada hacia el palco de los dioses,
—Ja. No me esperaba que alguien como tú lo entendiera—respondió—. La fuerza de Hajun es de una magnitud de la que muchos dioses ni siquiera pueden comprarse, ero en fin... Él es un auténtico monstruo, se dice que tiempo atrás destruyó la mitad de Helheim.
Ares chilló desde su asiento.
—L-L-L-¡¿La mitad del Helheim?!
Hades asintió con seriedad.
—De hecho, tal vez es mejor decir que lo dejó medio destruido—añadió—. Según las leyendas, un día, después de causar estragos considerables por todo Helheim, Hajun simplemente se desvaneció, pasaron muchos meses y años, pero nunca volvió a ser visto. Creí que sólo era un simple cuento de hadas, desde mucho antes que llegara a reinar Helheim.
Hermes miró a su tío desde el palco.
—¿Entonces, cómo es que el legendario Hajun está ahora aquí?
Adamantino miró sombríamente el campo de batalla.
—Sólo existe una explicación, se me ocurre que alguien adquirió pequeños que fueron dejados por Hajun, los cultivó, a través de algún método desconocido, lo transformó en algo parecido a semillas, y luego, tomó esas semillas de Hajun y las plantó en Zerofuku...
Hermes y Zeus guardaron un profundo silencio.
Ares apretó el puño, temblando de ira.
—¡¡¿Quién diablos podría hacer algo tan...?!!
Hades, en el campo de batalla, bufó y se encogió de hombros.
—Hmph, para poseer tal destreza técnica, y tener la excentricidad de desperdiciar tanta energía en algo tan frívolo, sólo podría ser él.
Ares lo miró, confundido.
—¿Él?
Hermes se dio un golpecito en la mano izquierda con su puño derecho al comprender a lo que se refería su tío:
—Ah... ya veo, es él...
En su oscura habitación, Belcebú dio un sorbo a una bebida caliente y miró sumamente interesado la batalla.
—Así que esto es lo que sucede cuando la tierra es buena...—murmuró.
Hajun había vuelto a atacar, asestando un brutal golpe descendente que Buda detuvo a muy duras penas.
El iluminado era habilidoso, pero a pesar de su gran dominio de la espada, estaba siendo acorralado.
Haciendo uso de todas sus fuerzas, el ex-humano lanzó un corte ascendente, aprovechando la cercanía con su oponente.
Sin embargo, su hoja sólo abanicó el aire.
Hajun se había dejado caer al suelo, abriendo las piernas en un split completo, no sólo esquivando el golpe, sino también apuñalando el pie derecho de Buda con el filo de su hacha.
—Castigo Divino—volvió a burlarse la criatura.
El monstruo trató de rematar a su enemigo, trazando un arco ascendente con su hoja.
Buda retrocedió con un salto, girando sobre sí mismo en apoyándose en sus manos, para luego aterrizar nuevamente de pie y alzar su guardia.
Sin embargo, la herida en su pie le arrancó un grito de dolor, obligándole a encorvarse y apoyar las manos sobre sus rodillas.
—Estás indefenso—rió Hajun.
El público comenzó a inquietarse.
—E-estamos perdidos...—decían los humanos.
—Buda no tiene ninguna manera de atacar...
—Hajun está mamadisimo...
Los dioses estallaron en vítores.
—No tengo idea de quién es este tipo... ¡¡Pero estuvo buenísimo!!
—¡¡Buda se lo merece!! ¡¡Sólo ladra y no muere!!
—¡¡Sigue presionando, Hajun!!
Buda se encontraba en un terrible estado, sangrando por sus múltiples heridas y respirando con dificultad.
Hades tomó su lanza con fuerza y se preparó para atacar.
—Voy a ayudar a ese insensato.
T'Challa lo miró, confundido.
—¿Ayudarás a Buda?—se sorprendió—. ¿Por qué tú...?
El rey del inframundo señaló al monstruo con Desmos.
—Hajun no distingue entre dioses y humanos—explicó—. Para él no hay aliados o equipos. Si esa cosa derrota a Buda, y en el pésimo estado en el que nos encontramos, acabará con nosotros sin ningún problema.
T'Challa sujetó su propia lanza y se puso en guardia.
—De acuerdo.
Hades lo miró con cierto orgullo, pero también con intriga.
—En tu estado actual, no sería aconsejable que pelearas—dijo—. No sé como es que tan siquiera te mantienes en pie.
La pantera sonrió.
—Algunas veces, amigo mío, un hombre puede hacer algo con sólo proponérselo—respondió—. Así que, si es el fin, y si está asegurado... ¿Importa como nos vamos?
El rey del inframundo sonrió y asintió con la cabeza antes de lanzarse al ataque.
Hajun alzó su brazo en alto, listo para dar su golpe final.
—Castigo Divino...
El hacha del demonio bajó a toda velocidad, pero jamas impactó contra su enemigo, en su lugar, echó chispas contra la punta de Desmos.
Hajun miró confundido a su nuevo oponente, mientras este se mostraba imponente.
—Así que finalmente nos vemos, leyenda de los infiernos.
El demonio sonrió con cierta petulancia.
—Así que mi nombre aún es reconocido en el infierno—rió—. ¿Quién eres tú entonces, pequeño dios?
El hermano mayor de los dioses apuntó su lanza.
—Lo descubrirás...
¡¡ICOR: EOS!!
¡¡¡AMANECER GUIADO POR LA SANGRE!!!
Hajun interpuso su hacha en el último segundo, consiguiendo evitar que el sorpresivo golpe le arrancase la cabeza.
La fuerza de la estocada de Hades mandó a volar a demonio varios metros hacia atrás, con sus pies dejando marcas en el suelo a su paso.
Los dioses guardaron silencio de golpe.
—¿Lord Hades acaba de...?
—¿Qué está haciendo?
—Si está atacando a Hajun... debe de ser por algo.
Los dioses griegos tuvieron reacciones más variadas respecto a la intervención de Hades.
—¿Q-qué está...?—comenzó a temblar Ares.
—Su ataque fue bloqueado con demasiada facilidad—se percató Hermes.
Adamantino apretó los puños.
—Maldición... está muy debilitado, su energía vital se está desbordando...
En el campo de batalla, Hajun detuvo su movimiento y levantó la mirada, frunciendo el ceño con cierto interés en su enemigo.
—Entones así es como va a...
En ese mismo momento, una mancha oscura embistió al demonio, mandándolo a volar contra la pared del estadio.
La Pantera Negra agitó su lanza, quitándole de encima la sangre del monstruo que se le había quedado impregnada.
Hajun emergió de entre el polvo y los escombros, rugiendo furioso.
Los tres luchadores se reunieron en un extremo de la arena, con los dos reyes apuntando sus lanzas protectoramente frente al iluminado.
—¡¿QUÉ ES ESTO?!—se sorprendió Heimdall—. ¡¡¿LOS REYES DE LOS MUERTOS SE HAN UNIDO A BUDA EN SU LUCHA CONTRA HAJUN?!!
—¿Qué están...?—logró pronunciar Buda—. ¿Por qué ustedes... Hades...?
—Somos hermanos en la Tierra—repuso T'Challa—. En vez de muros, hay que construir puentes, nuestras diferencias, nos unen más de lo que nos separan.
Buda tosió sangre.
—Amigo, las frases profundas son lo mío...—murmuró—. No me hagas demandarte...
Hajun se mostró imponente frente a los tres luchadores, con sus ojos brillando con crueldad.
—Castigo divino...
Hades se lanzó contra él, extendiendo su lanza y abalanzándose en una estocada frontal, al mismo tiempo que hacia girar su arma sobre sí misma, creando una espiral de viento a su alrededor, convirtiendo, a su vez, a Desmos en un enorme taladro.
¡¡ICOR: LORE!!
¡¡¡ROMPE TORMENTAS!!!
Hajun se lanzó contra él en respuesta, curvando su cuchilla y retorciendo su brazo sobre sí mismo una y otra vez.
¡¡¡TALADRO DEMONÍACO: PERFORADOR DEL CIELO!!!
El choque de poderes sacudió el Valhalla por completo, enormes pedazos del campo de batalla saltaron por los aires y el polvo cubrió la arena.
En medio de la tormenta de escombros, Hades retrocedió levemente y lanzó una estocada a los pies de su enemigo. Hajun retrocedió a tiempo para evitar ser apuñalado, sin saber que todo el ataque no era más que una distracción.
T'Challa emergió de entre las sombras, lanzando una estocada directo al craneo del demonio.
El berserker esquivó el ataque arqueando la espalda, quedando frente a frente con el rey de reyes cuando este aterrizó en el suelo una vez más.
Entonces, la lanza de Hades hizo de las suyas, cortando a través del pie derecho del monstruo, desequilibrándolo lo suficiente como para que T'Challa pudiese derribarlo con su embestida, enterrando su lanza profundamente en el pecho de la criatura.
Hajun se quitó a la pantera de encima con un golpe, mandando a rodar por el suelo.
Hades dio un enorme salto y apuntó su lanza, cayendo en picada a toda velocidad.
¡¡ICOR: KALLICHORON!!
¡¡¡MARTILLO DE GUERRA DEL INFRAMUNDO!!!
Hajun se reincorporó y salió despedido con un salto, evitando ser destrozado por el impacto.
No obstante, el suelo tembló y se resquebrajó, desestabilizando al demonio al momento de aterrizar nuevamente. Y eso no era todo, las ráfagas de viento despedidas por el ataque impactaron sobre Hajun, abriéndole una gran cantidad de cortes en el cuerpo.
Hades alzó la mirada, rodeado de su cráter de destrucción, sólo para ser recibido por un puñetazo con la mano izquierda del demonio directamente en el rostro.
El rey de Helheim salió despedido por el campo de batalla, rebotando un par de veces sobre el suelo para luego conseguir darse la vuelta y aterrizar de pie, respirando con dolor y apoyándose en Desmos como bastón.
T'Challa volvió a atacar por la espalda del monstruo, tratando de cortarle los tendones de Aquiles con las garras de su mano derecha.
El rey demonio apoyó la rodilla en el suelo, gritando de dolor.
El monstruo levantó una enorme roca desprendida del suelo sólo con su mano izquierda, y con fuerza, la arrojó contra la pantera.
El rey de los muertos pulverizó el proyectil con un golpe de su lanza, y antes de que Hajun pudiese hacer algo más, fue recibido por un tremendo golpe directamente en la cabeza.
¡¡ICOR: PERSÉFONE!!
¡¡¡TITÁN DEMOLEDOR DE LA TIERRA!!!
La sangre chorreó del rostro de Hajun, pero más allá de un duro golpe, no había sufrido de ningún daño mayor.
Hades notaba como estaba extremadamente débil, su fuerza vital se le estaba acabado, pero dejar de utilizar a Desmos tampoco era opción, estaba tan herido que sin la Cuarta Lanza del Destino Ensangrentada no sería rival para el demonio.
Hajun lanzó un corte a ciegas con su hacha, siendo evadido por el dios. Sin embargo, el demonio aún no había terminado, y estirando su brazo izquierdo, alcanzó a atrapar la pierna de Hades, pera luego dar una vuelta sobre sí mismo y mandarlo a volar, estrellándolo contra el suelo.
Antes de que el dios del inframundo pudiese reponerse, Hajun lo volvió a mandar a volar con una patada, incrustándolo en la pared del estadio.
La pantera tomó un puñado de sus dagas de energía y las lanzó contra el berserker de los infiernos.
Hajun desvió el ataque con un movimiento de su hacha, y acto seguido procedió a tratar de aplastar al humano de un golpe.
T'Challa interpuso la punta de su lanza, la cual estalló en mil pedazos, mandando al rey a volar lejos de la criatura y dejándolo inmóvil en el suelo.
El demonio comenzó a reír con diversión, sólo para luego volverse hacia Buda y señalarlo con su arma.
—Ya no te queda esperanza—se burló—. Ríndete y enfrenta mi Castigo Divino.
Buda se puso de pie con algo de dificultad, sujetó su espada con ambas manos y sonrió.
—Castigo Divino... en verdad eres tú el que está ahí adentro, ¿no es así?—dijo con confianza—. Vamos, respóndeme Zero.
Hajun se quedó mirando a la nada por varios segundos, como si tratase de recordar algo.
—¿Zero...?—murmuró—. ¿Zerofuku? ¿Te refieres a ese enano de cuarta?
El monstruo comenzó a reírse a carcajadas a todo volumen, cosa que inquietó a Buda de sobremanera.
—Él ha permanecido aquí, en mis entrañas—reveló el demonio—. Por mucho mucho tiempo.
Eso fue finalmente lo que rompió al iluminado.
Como Buda, su forma de ver al mundo era por medio de uno mismo, la felicidad dependía de ti y nadie más, los factores externos, como la suerte, la fortuna o las demás personas no eran relevantes, no importaban, no podían dañarte si así no lo querías.
Un pensamiento opuesto al que Zero había tenido toda su vida.
Buda había convencido al dios de ver el mundo como él, de que todo dependía de él mismo, y en ese mismo instante, un demonio, un factor externo sobre el que Zero no había tenido ningún poder lo había matado en un segundo de forma extremadamente dolorosa.
Zero había muerto engañado por Buda.
—No te preocupes—sonrió Hajun—. Él fue un espléndido banquete para mí. Un trato exquisito para un dios de cuarta como él peor que la mugre. De seguro debió estar llorando lágrimas de alegrí...
—¡¡CÁLLATE!!—rugió Buda, con la furia más pura y salvaje que el Valhalla hubiese visto jamás.
Todo el estadio guardó un silencio de muerte
La espada de Buda recuperó su forma original de bastón.
—Ya veo...—murmuró el iluminado—. Eso... lo hace mucho más fácil...
La rueda de oración del arma comenzó a refulgir y girar a toda velocidad, al tiempo que una peligrosa aura de poder emanaba de Buda.
—Claro... tú estás... ¡¡ESTÁS MUERTO, HIJO DE PUTA!!
Una salvaje luz se apoderó del estadio, al tiempo que el arma del iluminado cambiaba de forma.
EL BÁCULO DE LOS SEIS REINOS SE TRANSFORMA DE ACUERDO A LAS EMOCIONES DE BUDA.
¡¡QUINTO REINO: MUNDO PRETA!!
Sin embargo... la emoción en la mente de Buda en este instante, fue un pensamiento que había sido descartado hace mucho tiempo como "veneno".
ODIO.
Una terrible silueta se formó entre las manos de Buda, irradiando maldad y oscuridad de sí.
¡¡PODER DE AVALOKITESVARA SAGRADO!!
Por eso, el Báculo de los Seis Reinos se transformó en algo que ni siquiera Buda había visto antes, llamado...
¡¡¡SALAKAYA: HOZ DE GUERRA DEL DIOS SALVAJE!!!
Una gigantesca cabeza demoniaca de fuego se formó detrás del iluminado, enviando ráfagas de poder en todas direcciones, azotando las gradas y a los espectadores.
Loki abrió mucho los ojos y sonrió con emoción.
—¡¿Pero qué?! ¡¡Mierda!!
Incluso con su palco envuelto en llamas, Ares se inclinó para mirar todo desde más cerca.
—Una forma tan estremecedora.... ¿Qué demonios?
—No es exactamente un arma adecuada para un Buda como él—se rió Hermes.
Zeus se rió emocionado.
Adamantino miró el campo de batalla con preocupación, más específicamente a la zona en donde yacía inmóvil su hermano.
—Creo... creo que Buda quiere terminar con esto de un golpe—logró pronunciar.
El iluminado blandía una enorme hoz, la cual contaba con la cabeza de un León de Fu en la parte trasera.
Hajun se limitó a sonreír, divertido.
—Lamentable—anunció—. Darle un Castigo Divino a insectos como tú mientras se retuercen tratando de pelear contra un ser supremo como yo se siente tan... ¡¡Increíblemente refrescante!!
El monstruo se lanzó sobre Buda mientras se reía a carcajadas.
El iluminado lo espero, mirándolo en silencio.
Y finalmente, comenzó el choque de titanes.
Hajun lanzó un poderoso tajo descendente, Buda manipuló su hoz y gritó con todas sus fuerzas:
—¡¡Vamos!!
¡¡¡CICLÓN SAMSARA: DESTRUCTOR DEL KARMA!!!
De la boca del león en el arma salió despedida a toda potencia una ráfaga de fuego que le dió una increíble potencia extra al ataque.
Buda trazó un arco ardiente en el cielo, blandiendo su hoja directamente en dirección a la cabeza de su enemigo mortal.
Sin embargo, el hacha del demonio se interpuso en el ataque, bloqueándolo sin ningún problema.
—¡Hmph! Muy lento.
Buda no retrocedió, siguió presionando con más y más fuerza, arrastrando a si oponente por el suelo mientas ambos luchadores se debatían el todo por el todo.
Al ver como la hoja de Buda comenzaba a abrirse paso a través de su hacha, Hajun arqueó la espalda, permitiendo que el arma del iluminado le pasara varios centímetros por sobre la cabeza mientras sonreía y se burlaba.
—¡Lo ha esquivado!—se sorprendió Brunhild.
—¡¡Se acabó!!—chilló Göll, mientras se cubría los ojos.
Hajun se abalanzó sobre su oponente.
—¡Castigo Divino!
Buda sujetó su arma con todas sus fuerzas y miró con determinación a su enemigo.
—¡¡Un disparo más!!
La cabeza de león disparó su flama una vez más, impulsando un golpe final con toda su potencia.
Buda balanceó su cuerpo de un lado a otro, trazando un brutal arco flamante de destrucción.
¡¡¡CICLÓN DEL SAMSARA: DESTRUCTOR DEL KARMA ETERNO!!!
Hajun abrió los ojos de par en par, la sangre voló por el cielo, manchando el sagrado suelo del Valhalla.
El demonio alcanzó a alzar su brazo izquierdo en el último segundo, deteniendo el golpe con escamas de piel endurecida. La hoz de su enemigo estaba profundamente enterrada en su antebrazo, pero sin llegar a ser un daño real.
Por el otro lado, la punta del hacha de Hajun había atravesado el abdomen de Buda de lado a lado, salpicando la sangre del iluminado y horrorizando a todos los espectadores.
—Bien...—murmuró el Legendario Berserker de los Infiernos—. ¿Quieres decir tus últimas palabras?
Buda vomitó un gran chorro de sangre, para luego sonreír con su usual despreocupación, incluso mientras jadeaba de dolor y su cuerpo temblaba de cansancio.
—Pues... déjame repetírtelo...—pronunció, mientras se aferraba a su arma con todas sus fuerzas.
Buda se enterró aún más el arma de su enemigo, y dio un paso con su pie perforado para acercarse lo suficiente a Hajun.
—Si los dioses no los van a salvar, yo lo haré...
Todo el estadio fijó sus miradas sobre él.
—¿Por qué tú...?—comenzó el monstruo.
Buda lo interrumpió con un rugido de guerra.
—¡¡Y si algún dios se interpone en mi camino, lo mataré!!
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