Después de eso, si le hubiesen preguntado qué había pasado, el dios Ares habría respondido:

—Me da vergüenza admitirlo, pero déjame serte franco. No es por presumir, pero como dios de la guerra, conozco muy bien todos los estilos de pelea, su hablamos del "Grupo de Meteoritos Crepusculares" y el "Hacha Divina" de mi padre, un dios promedio apenas podría ver la sombra de la técnica. Mientras que yo, soy capaz de verlo claramente.

"¿Puedes seguirle el ritmo a esto?"—había dicho Zeus—. "Descubrámoslo"

—Sin embargo... ¿estás listo? Juro por los dioses que lo que voy a decir es verdad. En ese momento, pese a que mis ojos estaban fijados en la pelea, vi como mi padre levantaba su puño, y justo cuando ese pensamiento pasó por mi mente, la próxima cosa que supe, fue que su cabeza estaba mirando al lado contrario.

—¡¿E-EH?! QUÉ... ¡¿QUÉ ACABA DE PASAR?!—preguntó Heimdall.

Al ver el rostro deformado de su padre tirado en el suelo, Ares rompió la taza que sostenía entre sus dedos y se puso de pie completamente anonadado.

—¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué diablos sígnica esto?! ¡¡Lo estaba mirando fijamente y no vi nada!!—gritó furioso.

Hermes se llevó la mano al mentón de forma pensativa.

—Parece que el poder de ese humano supera nuestras expectativas...—murmuró—. Justo en ese momento, cuando Lord Zeus hizo su movimiento, simultáneamente, no, un momento más tarde, gracias a una fuerza desconocida, fue capaz de usar el poder de Zeus, y ademas, esquivó el puño de Lord Zeus con un gigantesco margen de tiempo antes de contraatacar con su puño...

El mensajero imitó en cámara lenta los movimientos que tendría que haber hecho el humano en su extremadamente fugaz ataque.

—Hermes...—dijo Ares sorprendido, para acto seguido sujetar al mensajero or el saco y levantarlo en alto mientras le gritaba furiosamente—. ¡¿Me estás diciendo que fuiste capaz de verlo?! A pesar de que yo, el dios de la guerra y tu hermano mayor, no pude.

Hermes sonrió serrando los ojos.

—Claro que no... sólo tuve este presentimiento por lo que vi...—entonces, el mensajero de los dioses abrió los ojos, dedicándole a Ares una mirada sombría y sumamente amenazante—...Querido hermano.

El dios de la guerra abrió mucho los ojos en sorpresa y soltó a Hermes de golpe.

El mensajero aterrizó glacialmente en el suelo y se limitó a volver a acomodarse apropiadamente el saco.

Ares desvió la mirada con incomodidad.

"En todo caso... no tengo la menor idea de lo que acaba de pasar"—pensó—. "Pero hay una cosa de la que me acabo de dar cuenta. ¡¡Aunque entrenara durante mil años, seguiría sin ser rival para ese humano!!"

Shazam miró con tristeza al cuerpo inmóvil de su rival.

—Lo siento mucho, abuelo—se disculpó—. Realmente no quería llegar a esto, pero no me dejaste otra alternativa. Espero puedas perdonarme, en donde quiera que estes ahora.

—¡¡EL PODEROSO ZEUS HA CAÍDO!! ¡¡ESTÁ EN EL SUELO!!—gritó Heimdall—. NO LO PUEDO CREER, ¡¡PERO ESTO NO ES UN SUEÑO, ESPECTADORES!! ¡¡LEVÁNTATE YA!! ¡¡ESTÁ FUERA DE COMBATE!! ¡¿ESTO QUE ESTAMOS PRESENCIANDO ES EL NACIMIENTO DE UN NUEVO MILAGRO?!

Desde su lugar, Geir observó con los ojos muy abiertos los sucesos de la batalla.

—Es fuerte... ese tipo es muy poderoso—exclamó—. Aunque posea el poder de Zeus, ser capaz de superar al propio dios original está a otro nivel... ¡¿Qué demonios es ese hombre?!

Brunhild sonrió sombríamente.

—Esa es la palabra clave, Geir—dijo la mayor de las valquirias—. El Capitán Maravilla posé el poder de Zeus, pero no del Zeus que conocemos, sino de la versión de él en su universo. Y aún con eso, si bien Shazam es un peso pesado en su mundo, sigue siendo insignificante ante la escala que algunos seres de su realidad manejan. Pero de cualquier modo, ten presente que incluso la mitad del infinito sigue siendo infinito.

Geir se quedó mirando pensativa al Mortal Más Poderoso que Existe.

—La mitad del infinito... sigue siendo infinito...

Sin embargo, a pesar del inconmensurable poder que Shazam ostentaba, Brunhild había cometido un terrible error al seleccionar a su campeón.

El Capitán Maravilla era ante todo lo demás un héroe, un héroe que mataría única y exclusivamente como último recurso. Esto significa, por supuesto, que aunque cada puñetazo del humano podría ser capaz de abrir un agujero negro, Shazam contenía todos y cada uno de sus movimientos en combate.

Y por más que hubiese podido acabar por sí mismo con todos y cada uno de los dioses del Ragnarök sin siquiera despeinarse, se adaptó a las reglas del torneo e intentó darle a Zeus la oportunidad de rendirse.

Pero cuando cada paso que das puede crear un terremoto, cuando cada respiración es capaz de levantar un huracán, y tus puñetazos crean estrellas que implosionan al instante, el contenerse se vuelve un trabajo en extremo complicado.

Si no lo consigues puedes arrancar de la existencia incluso al dios padre del cosmos, o, por el contrario, podrías ser demasiado blando, e incluso viéndose como un deforme pedazo de carne molida, tu oponente podría seguir con vida.

Pero claro, cuando se es tan poderoso como el Capitán Maravilla, noquear a un dios es un logró mucho mayor que el simplemente destruirlo.

—¡¡LA BATALLA HA SIDO CONCLUIDA!! ¡¡SHAZAM LES HA DEVUELTO A LOS DIOSES TODO SU PODER MULTIPLICADO POR CIENTOS!!

Brunhild se cubrió el rostro con una mano en un vano intento por ocultar la inmensa felicidad y emoción que estaba experimentando.

A su lado, Geir no hacía esfuerzo alguno por esconder su alegría, sus ojos brillaban con confianza y su mueca de nerviosismo se había ido para dejar lugar a la esperanza.

—¡¡Parece que ganamos el segundo encuentro!!—celebró—. ¡¡Sí!!

La voz de Brunhild temblaba mientras trataba de mantener la compostura.

—Tengo que admitir que la entrada de Zeus me hizo sudar, pero todo terminó bien.

"¡¡Lo que más me alegra es que ese viejo bastardo fue aplastado!!"

La mayor de las valquirias finalmente se quebró y empezó a carcajease incontrolablemente.

—¡¡No puedo creerlo!! ¡¡Estoy a punto de perder la cordura!!

Los humanos en las gradas estaban igualmente emocionados, gritaban con emoción y celebraban alegremente.

—¡Ese es el mortal más poderoso que existe!

—¡¡Tomen esa, malditos dioses!!

—¡¡Bien hecho!! ¡¡Así se hace!!

Heimdall esperó a que el público se cámara antes de volverse hacía Shazam y señalarlo con un bazo.

—¡¡BUENO, VOLVIENDO AL TEMA!! ¡¡EL SEGUNDO ENFRENTAMIENTO DEL RAGNARÖK VA PARA... ¡¿EH?!

Una gigantesca mano tomó a Heimdall por la cabeza, cercándole la boca de golpe.

Brunhild dejó de reír de golpe para volver a mirar con terror el campo de batalla.

Shazam miró sorprendido hacía sus espaldas, en donde se alzaba el gigantesco Zeus, aún con la cabeza mirando hacia su espalda.

Geir chilló aterrorizada mientras veía como lo que parecía un cadáver se reanimaba y caminaba otra vez.

Zeus habló con una voz cavernosa, con las cuencas negras que tenía en lugar de ojos perforando el alma todo aquel que las viera:

—Aún no hemos acabado...

En cuanto Heimdall se zafó del agarre del dios, echó a correr lejos de donde Zeus. Mientras todo, el dios padre del cosmos se sujetó la cabeza con ambas manos y de un tirón volvió a acomodar su cabeza mirando hacia donde debería.

—¡¿Lo regresó a su sitio?!—se sorprendió Geir.

Los dioses empezaron a vitorear con ánimos reanimados.

—¡¡Oh!! ¡Como se esperaba de Lord Zeus!

Ares sonrió de oreja a oreja con confianza y se cruzó de brazos en gesto de seguridad.

—¡¡Nuestro padre regresó!! ¡¡Sabía que lo haría!!

Hermes no se veía tan emocionado como sí lo hacía su hermano. El mensajero hizo una mueca y prestó más atención al campo de batalla.

—Pero parece que ahora lo está sintiendo.

Zeus jadeaba cansadamente, su cuerpo echaba humo y su piel estaba llena de golpes. Su cara, ya de por sí bastante horrenda, estaba terriblemente deformada. Ríos de sangre chorreaban por la boca del dios, mostrando la terrible cantidad de heridas internas que padecía.

Pero a pesar de todo, los amarillentos ojos de la deidad refulgían con emoción.

—Oh, anciano, gracias al cielo sigues con vida—suspiró aliviado Billy—. Hazte un favor y busca un hospital antes de que sea muy tarde, nadie te juzgará, es como si hubieras perdido con una versión más joven de ti mismo, teóricamente no es una derrota.

Zeus suspiró con cansancio y miró con un nuevo interés a su joven oponente.

—No hace falta que me lo digas dos veces...—murmuró—. Ahora veo que las palabras de tu presentación no fueron sólo para aparentar. Pero tengo que decir que has despertado mi interés...

Zeus señaló al humano con un dedo.

—Puedo sentir que, de haberlo querido, pudiste haber terminado con mi existencia antes de que yo tan siquiera pudiese empezar a procesar lo que sucedía. Pero te contuviste, intentas darme la oportunidad de irme con vida. Así que dime, ¿por qué?

Billy se rió sin poder contenerse.

—Viejo... esa es una pregunta muy estúpida—le dijo, para luego tomar una postura sería y elevarse un par de metros en el aire, con sus rayos eléctricos danzando sobre su piel y su voz retumbando como truenos—. Soy un héroe, eso es lo que hacemos. En ocasiones, siento que el peso de las responsabilidades del Capitán Maravilla es demasiado, tanto para mi mente como para mi alma, y es en esos momentos que debo ser más fuerte, no sólo por mí, sino por todos aquellos que encuentran inspiración en lo que represento. Y es por eso que te voy a dar una oportunidad que no mereces.

Shazam miró a Zeus a los ojos frente a frente.

—Retírate, atiende tus heridas, termina con esta locura y jura que jamás volverás a dañar a la humanidad, porque te aseguró que acabaré contigo si no lo haces.