"¿ALGUNA VEZ HAS CORTADO UN ALMA EN TIRAS?"

—O... oye... mira...

—El rostro de Raiden...

—¿Qué es eso...?

"¿ALGUNA VEZ HAS CREIDO EN UN ESPEJISMO?"

Jack el Destripador sonrió de oreja a oreja, contagiándose del éxtasis de batalla de su oponente. Envuelto en una ardiente aura rojiza, el cyborg se lanzó de frente a toda velocidad, cargando como un imparable relámpago.

—Sí... ahora puedo ir...

—¡EL DEMONIO BLANCO ATACA UNA VEZ MÁS! ¿CÓMO DESAFIARÁ AL GOLPE MORTAL DEL AMANOMA GAESHI DEL DIOS DE LA ESPADA?

Susano'o aguardó a su llegada, con su sable en alto y la mano abierta extendida, acumulando poder para lo que se antojaba como un verdadero choque de titanes. Jack seguía avanzando, nada más que un luminoso borrón carmesí que rompía con la negrura del campo de batalla, avanzando de cabeza hacia la espada de su adversario.

—Qué estúpido—suspiró Ares—. Lo único que va a lograr es que lo hagan pedazos.

"MIS OÍDOS ESTÁN ZUMBANDO CON UN SONIDO"

Susano'o balanceó su arma con enorme fuerza, trazando un mortal arco de destrucción. La oleada de poder barrió con todo a su paso, demoliendo el mundo bajo su devastador vacío. Jack dio un salto, balanceó su espada con fuerza a dos manos y respondió con un brutal golpe descendente.

Una explosión iluminó los cielos conforme el demonio blanco era mandado a volar de nueva cuenta.

—¡AHHH! ¡¿RAIDEN FUE BRUTALMENTE LANZADO POR LOS AIRES?!

El humano se deslizó hábilmente por el suelo, deteniendo su avance antes de lanzarse al ataque una vez más. Sin poder terminar de procesar lo que sucedía, Susano'o ya había bloqueado el embate, y ambos oponentes se veían cara a cara, con sus sables cruzados, forcejeando y empujándose mutuamente, luchando por no ceder tan siquiera un ápice de terreno.

—¡¡NO!! ¡¡EVITÓ UNA HERIDA MORTAL Y CONTRAATACÓ A SUSANO'O EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS, APUNTANDO AL PECHO!!

Vientos huracanados rugieron conforme ambos hombres aumentaban la presión, sonriéndose mutuamente, colisionando la pasión del dios contra la violencia del hombre.

"SIENTE LAS VIBRACIONES, MI CORAZÓN EMPIEZA A PALPITAR"

—Estás enfrentando de frente a mi mejor técnica—reconoció Susano'o—. Qué temerario. Hasta la imprudencia tiene sus límites, ¿lo sabías?

Jack se rió a carcajadas, rebosando sadismo a través de su ardiente mirada carmesí.

—La próxima vez lo haré mejor—respondió.

Riendo en respuesta, Susano'o aumentó la presión, golpeando con su mano la hoja de su espada. Para su sorpresa, el humano no retrocedió, sino que redobló sus esfuerzos, obligando al dios a retroceder, sus pies arrastrándose sobre el suelo, dejando profundas marcas en la tierra.

"ENTREGATE A LA OSCURIDAD, CUERPOS SE DERRITEN"

"Su velocidad... ha aumentado significativamente"—pensaba el dios.

—Muy bien...

Con un bestial bramido, el dios se sacudió a su adversario de encima, mandándolo a volar. Jack aterrizó sobre sus piernas, y dejando un rastro de destrucción a su paso volvió a abalanzarse contra la deidad. Ambos oponentes chocaron en el centro de la arena, intercambiando un poderoso golpe que hizo temblar el cielo.

"COMO JUGAMOS CON LAS CARTAS QUE SE NOS HAN REPARTIDO"

—¡¿Cómo puede recibir de frente el Amanoma Gaeshi y seguir luchando?!—preguntó Ares.

—¿No lo viste?—se burló Hermes—. En el momento en que lanzó el Amanoma Gaeshi, Raiden, que venía cargando hacia él, retrocedió para tomar distancia. Incluso la hoja de vacío generada por el Amanoma Gaeshi ve disminuida su poder a medida que se aleja hasta el exterior. Raiden se encontraba dentro del alcance del Amanoma Gaeshi, y evaluaba la distancia desde donde podría contraatacar para desviar la hoja de vacío.

—¿Evaluar? ¡Oye! La hoja de vacío no se puede ver, ¿sabes?—señaló Ares.

—Por supuesto, hermano mayor. Puede que sea así para ti, pero Raiden seguramente es capaz de verla—repuso el dios mensajero—. La alteración del aire provocada por el vacío que se aproxima, la anormal división en las partículas de polvo en el suelo, o el cambio en la densidad del aire, causa una ligera refracción de luz.

—¡¿Me estás diciendo que fue capaz de comprender todo eso con sólo ver esa técnica una vez?!

Zeus estalló en carcajadas.

—Y además, para evitar que acumulara fuerza en el tiempo necesario para usar esa técnica, optó por atacarlo cuerpo a cuerpo—añadió—. Como era de esperarse del más fuerte en combate real, no es sólo un título para alardear.

"BELLEZA... ES EL PECADO MÁS GRANDE DE LA HUMANIDAD"

Ambos oponentes chocaron una y mil veces en el campo de batallas, sangre, polvo y chispas volaban. Los vientos azotaban la arena conforme ambos sables viajaban de un lado otro, convertidos en mortales rayos, balanceándose, golpeándose, impactando y repeliéndose.

Susano'o lanzó una estocada. Jack trazó un arco con su arma. Ambos adversarios apretaron los dientes al verse heridos, el dios en el costado, el hombre en el cráneo. Sin poder evitarlo, ambos habían estallado en carcajadas, consumidos por la euforia, viviendo en su propio mundo en donde nada más que sus hojas importaba.

"BELLEZA... ESCONDIENDO A LA BESTIA QUE EXÍSTE EN EL INTERIOR"

Susano'o lanzó un fuerte golpe, pero no hizo más que abanicar el aire. Raiden se movía a su alrededor, esquivando sus embates, iluminando la noche de rojo.

—Asombrosos movimientos...—murmuraban los espectadores.

—Ese Raiden es totalmente diferente al de antes.

Un cerco de relámpagos sangrientos había atrapado al dios de la espada, que aferrado a su arma mantenía la mirada al frente, preparándose para el inevitable embate.

"¡¿Está yendo contra mis puntos ciegos con esta velocidad?!"

Entonces, para su sorpresa, el cyborg se detuvo, encarando al dios con una maníaca sonrisa en el rostro.

"¡¿Viene de frente?!"

¡¡¡STORMBRINGER: PORTADOR DE TORMENTAS!!!

Sosteniendo su espada con los pies, Jack giró sobre sí mismo a toda velocidad, creando una devastador huracán de cortes a una velocidad inusitada. El dios se vio incapaz de reaccionar al completo, únicamente consiguiendo saltar hacia un costado, salvándose de ser partido en mil pedazos, pero ganándose una serie de terribles cortes sangrantes a través de todo el cuerpo.

Con la mirada ensombrecida y aquejado por indecible dolor, Susano'o dio un traspié, desangrándose a chorros. El humano ya estaba en pie una vez más, habiendo emergido a espaldas de su oponente.

"COMPENSAMOS POR TODOS NUESTROS JUSTOS CRÍMENES"

Con el despertar de Jack el Destripador, la arena se convertía en una ola de emoción.

El hombre volvió su mirada, presintiendo un terrible peligro. Silenciosamente, la mano izquierda del dios de la espada había capturado a Jack el Destripador.

—¡Ahí voy, ¿eh?!

El dios balanceó su espada, liberando su descomunal poder destructivo mientras el público se ahogaba a causa de la sorpresa.

¡¡AMANOMA GAESHI: MUGEN!!

¡¡¡REVERSIÓN CELESTIAL DEMONÍACA: AVĪCI!!!

Jack sintió el brutal espadazo venir, cayendo sobre él como una tormenta, la adrenalina inundando cada uno de sus sistemas.

"¡¡Qué rápido!!"—pensó—. "No alcanzaré a tomar distancia"

El ataque del dios es imposible de esquivar. ¿Fue casualidad que Jack ya hubiese reaccionado al ataque?

No...

"PERO PARA MÍ YA ES DEMASIADO TARDE"

En aquel infierno, en guerras civiles e incidentes internacionales, combatiendo milicias privadas y terroristas, el dios de la muerte le había acariciado la mejilla reiteradas veces. Como esa experiencia, no hay otra.

Revolviéndose como un animal, Jack dio la vuelta a su cuerpo, cargó contra su adversario y lanzó un devastador golpe sobre la hoja de su rival. La inconmensurable energía que fluía a través de la espada del dios fue desviada, y mientras el cyborg se hacia a un lado, la devastadora furia que Susano'o había desatado golpeó el suelo, partiendo un edificio por la mitad, pero dejando intacto a su adversario.

"NO PUDEO NEGAR LAS VOCES DENTRO DE MI CEREBRO"

Los humanos estallaron en vítores mientras veían a su campeón rodar sobre la tierra antes de ponerse en pie, envuelto en rayos y sangre, tanto propia como ajena. Respiraba con dificultad, la ciudad de Kioto se desbarataba a sus pies, el paisaje cubierto de pilares de humo y nubes de polvo.

—Estoy agitado... ¿reaccionaste incluso al Mugen?—sonrió el dios.

—Me sorprende que puedas liberar un ataque desde una acumulación tan pequeña de fuerza—rió el hombre, con aquella voz rasposa y ahogada que brotaba junto a su sed de sangre.

—Aunque, por otro lado, su potencia disminuye—reconoció Susano'o—. Sin embargo, definiré esto en la próxima...

"NO ES UN SUEÑO... SOMOS UNO Y EL MISMO"

Susano'o adoptó su postura de ataque una vez más, sonriendo de oreja a oreja, cubriendo el campo de batalla con su monstruosa aura divina.

—¡¡Eso fue muy peligroso!!—se quejó la valquiria Hlökk—. ¡¿Qué fue aquella técnica? No sólo no había distancia, ¿sino tampoco ninguna apertura?

Se volvió hacia quien fuese su compañero de batalla.

—Oye, Bruce, si fueras tú, ¿qué estrategia planearías para ir contra ese ataque?

El caballero de la noche frunció el ceño, pensativo.

—Si tomas distancia, acumula fuerza y lanza un potente ataque capaz de destruir una ciudad. Si te acercas, responderá con un golpe conciso y sin movimientos preliminares—analizó—. Esa composición de técnicas es prácticamente impenetrable...

—Sin embargo...—interrumpió, inmovilizado, el hombre que en antaño tomase también el nombre de Jack el Destripador.

Las miradas de los presentes se volvieron hacia él.

—"Sin embargo" ¿qué?—exigió saber el murciélago.

El ojo derecho del asesino brillaba con intensidad, bajo la forma de una extraña aura carmesí.

—Sin embargo... si logras romper el núcleo de aquel ataque, creo que podría ser posible.

—¿En núcleo?—repitió Hlökk, confundida—. ¿De qué hablas?

El artista de la muerte hizo un esfuerzo por extender su brazo, con la palma abierta.

—Es decir, la mano izquierda.

—¿La mano?

El artista de la muerte adoptó una siniestra expresión.

—Cuando él apunta a su oponente con su mano izquierda, claramente se puede ver una sensación de confianza y certeza. Es probable que la mano izquierda sea la clave para un golpe seguro. El uso de la mano izquierda es indispensable para controlar la precisión de un ataque de esa magnitud. Por lo tanto, si fuera yo... me enfocaría en la mano izquierda, e intentaría desestabilizar el núcleo de la técnica... sí... usaría todos los medios para hacerlo posible, ¿verdad?

"DEBERÍAS SABER QUE UN ALMA NO PUEDE SER CORTADA"

En el campo de batalla, con ambos adversarios cara a cara, una enorme tensión se había apoderado del ambiente. El silencio sólo roto por las agitadas respiraciones de los guerreros y el crepitar de sus auras.

—El próximo movimiento lo decidirá todo...—repitió Jack.

—Me gustaría que este momento de felicidad durase eternamente—sonrió Susano'o.

El primero en atacar fue, nuevamente, el demonio blanco, Jack el Destripador.

—¡¡Qué velocidad!!—se asombró Ares.

—Parece que intenta desviar la posición de la mano izquierda para abrirse un espacio para atacar...—supuso Hermes.

—Si así fuera, es una estrategia imprudente—contestó Zeus—. Le está dando tiempo a Susano'o de acumular potencia al tratar de buscar la apertura. Esquivar el próximo Amanoma Gaeshi no será posible. Si falla, no tendrá ninguna oportunidad de sobrevivir.

"NO IMPORTA QUE HOJA SEA LA QUE BLANDES"

Jack se acercaba, moviéndose erráticamente de un lado a otro, dejando rayos carmesíes a su paso. Susano'o mantenía fija su mirada sobre él, con la mano preparada y su ardiente espada en alto.

—¡¡Justo ahí!!

El dios disparó su hoja de vacío, sólo para atestiguar como el cyborg le evadía dando un poderoso salto con el que se puso a salvo en las alturas.

—¡¡Qué rápido!!—exclamó Hirst—. ¡¡Lo esquivó por completo!!

—No... ¡¡Esto es malo!!—gruñó Percy.

Para esquivar el primer golpe del dios de la espada, Jack el Destripador se lanzó al aire, donde no hay escapatoria...

—El perímetro aéreo es una muerte segura—sonrió Susano'o, mientras apuntaba su mano una vez más, listo para el golpe de gracia—. ¡¡Este es tu fin!!

¡¡AMANOMA GAESHI: MUGEN!!

¡¡¡REVERSIÓN CELESTIAL DEMONÍACA: AVĪCI!!!

Tanto dioses como humanos creían que la batalla estaba decidida, a excepción de Jack el Destripador, quien sonrió burlonamente.

¡¡¡FALLING LIGHTNING: RAYO DESCENDENTE!!!

A pesar de encontrarse en el aire, el cyborg se vio impulsado a toda velocidad hacia su oponente, envuelto en una reluciente aura de poder que manaba de su cuerpo mecánico. Y así, para sorpresa de dioses, humanos y el propio Susano'o, Jack evadió la técnica de su adversario, al mismo tiempo que perforaba su pie izquierdo con la punta de su arma.

—Fa... ¡¿Falló?—chilló Ares.

Susano'o caía de espaldas, con la punta de su pie habiéndole sido limpiamente cercenada. Usaba su espada para intentar mantener el equilibrio, pero seguía cayendo, todo mientras su adversario volvía a blandir su hoja y se abalanzaba sobre él con un brillo asesino en su mirada.

El salto hacia el aire, completamente desprotegido, era en realidad una trampa de Jack el Destripador. En ese instante, Jack atacó al dios de la espada, Susano'o no Mikoto. Lo superó por completo...

O eso creía...

"SI SIGUES TU PROPIO CAMINO A LA JUSTICIA..."

"LA BRUTAL VERDAD SERÁ REVELADA"

—El perímetro aéreo es una muerte segura—habló la deidad, mientras apuntaba a su adversario con su pie herido—. ¡¡Te lo he dicho!!

Jack abrió los ojos de par en par, habiendo sido completamente tomado por sorpresa. La espada del dios se abría paso a través del suelo, sus ojos tirantes por el dolor, venas marcadas, músculos en máxima tensión, nubes de vapor brotando de su aliento.

"EL SONIDO SE HACE MÁS FUERTE..."

"Y MÁS FUERTE, Y MÁS FUERTE..."

"Y MÁS FUERTE, Y MÁS FUERTE..."

"Gyoujyu Zaga": el propósito de esta técnica es responder inmediatamente al ataque inminente de un enemigo en cualquier postura te encuentres. Esa es la esencia del "Iai".

Inspirado por las nubes en capas que se elevaban hacia el cielo, Susano'o le dio nombre a esta técnica, bautizándola...

¡¡AMANOMA GAESHI: YAKUMO!!

¡¡¡REVERSIÓN CELESTIAL DEMONÍACA: NUBES ACUMULADAS!!!

Un pilar de vacío salió disparado hacia el cielo infinito, tragándose con una tremenda explosión el cuerpo del humano. 

Completamente desgarrado, presa de un indecible sufrimiento y con los ojos perdidos, el demonio blanco caía rendido desde el cielo.

—Es una pena, Jack—habló Susano'o, habiendo recuperado su divina compostura—. Esta es mi victoria.

"DEBERÍAS SABERLO"