Vínculos
Al final el grupo decidió esperar a los líderes junto con el guardián de las montañas.
-Vamos Ren, ya quiero comer, hm- se quejó el rubio que seguía al lado de Sasori.
El mayor le sonrió tratando de ignorar al grupo de chicos que rodeaban con descaro a sus hijos.
-Lo lamento mi dulce cachorrito- el tono de voz del hombre mitad lobo era tan suave que extrañó al Uchiha de grandes ojeras.
A paso lento Itachi se acercó a Ren para colocarle una mano sobre su hombro.
-¿Todo está en orden?, estás demasiado calmado-
El hombre de ojos oscuros no le contestó enseguida, ya que estaba observando como Hidan y Deidara avanzaban con sus parejas.
-Estoy bien, solo que, me siento un poco solo- confesó Ren.
Itachi frunció levemente el ceño ante esa respuesta, odiaba ver a sus seres queridos en ese estado, debía hacer algo para solucionar la situación.
-Papá, ¿qué te parece si hacemos una carrera?- aquellas palabras emocionaron demasiado al guardián, ya que muy rara vez el Uchiha le decía de ese modo o proponía un juego.
-¿¡En serio!?, ¡me encantaría bajar las montañas contigo!- casi de inmediato Ren cambió su forma para volverse esa bestia de pelaje oscuro.
Kisame que había escuchado toda la conversación, sonrió para quitarse del camino y dejar espacio para que ambos pasaran.
El primero en salir corriendo fue el portador del sharingan, que de forma rápida pasó a un lado de sus amigos.
Acto seguido, el enorme lobo levantó una gran cantidad de nieve la cual cayó encima de los miembros de la organización Akatsuki.
-¡Yo también me uno!- gritó el jashinista apresurando el paso.
-¡Esperenme idiotas, hm!- dijo Deidara tratando de alcanzar a su familia..
Kakuzu, Sasori y Kisame soltaron un gran suspiro ante ese espectáculo.
-Sigan caminando, o de otro modo será imposible encontrarlos- comentó Konan sacudiendo su capa.
Yahiko se estaba retirando la nieve del cabello cuando notó que faltaba el chico de la máscara anaranjada.
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Sobre la rama de un enorme pino, el buen chico contemplaba el bello paisaje.
-¿Cuánto tiempo debemos escondernos?- del grueso tronco apareció el sujetó de dos colores.
-Hola Zetsu, ¿acaso no te parece maravilloso este lugar?- dijo el enmascarado cambiando por completo la voz.
La enorme planta hizo una nueva sin entender el comportamiento de su aliado.
-Ya encontraron a los mocosos, ¿por qué no simplemente regresan a la cueva?- soltó Kuro.
-Quisiéramos, pero hay un lobito que se interpone en nuestros planes- señaló Óbito.
-Ah es cierto, el sujeto agresivo con complejo de mamá gallina- dijo Shiro soltando una risita.
-Jajajajaja, si ese tipo- con cuidado el Uchiha se levantó la máscara dejando ver su sonrisa.
-Por casualidad, ¿te gusta ser tratado como un bebé?, parece que le tienes afecto a ese perro- se burló la parte oscura.
-Con esa edad podría ser el padre de todos los que incorporan Akatsuki, además, no es malo, solo un poco dramático- comentó Óbito sin alterarse.
Zetsu decidió salir por completo del pino, quedando a un costado del menor.
-¿Cuál es el plan?-
-Por ahora solo debemos ser pacientes, en algún punto nos iremos de aquí-
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Regresando con los chicos, que seguían bajando del lugar a toda velocidad esquivando rocas y uno que otro animal.
El primero en llegar a la aldea fue Ren, aterrizando en su forma humana, luego llegó Itachi que casi choca con su tutor, en tercer lugar lo ocupó el artista de ojos azules y por último el creyente.
-Malditos...paganos...de mierda- dijo Hidan con mucha dificultad mientras se apoyaba en sus rodillas recuperando algo de aire.
-Que patético eres, hm- dijo Deidara cruzando los brazos.
-Necesitas entrenar más, sigues siendo muy lento- le señaló Itachi.
Ren sonrió para luego sobarle la espalda a su pequeño.
-Ya déjenlo en paz- pidió el guardián tratando de incorporar a su consentido.
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A los pocos minutos el grupo se completó para así iniciar su recorrido.
Al cruzar por las calles la gente saludaba y se inclinaba mostrándole respeto al guardián. Cómo respuesta el hombre de apariencia salvaje sonreía y agitaba su mano con amabilidad.
Los menores también eran bien recibidos por los aldeanos, que no paraba de halagarlos e invitarlos a pasar a sus puestos.
-Parece que todos aquí los aman- comentó el moreno tomando a Hidan de la mano.
El religioso se agitó un poco por la repentina muestra de afecto, pero no se apartó.
-La familia de Ren ha cuidado este sitio por generaciones, solo son agradecidos, hm- dijo Deidara sintiendo como su maestro lo sujetaba por los hombros evitando que las personas se le acercaran.
Incluso Kisame, que era el más tranquilo de los presentes, estaba incómodo con la atención que recibía el Uchiha y más porque la mayoría eran hermosas chicas.
El lobito giro un poco la cabeza divertido al ver lo celosos que eran los hombres con capas negras y nubes rojas.
-Bueno, mis tiernos y perfectos cachorritos, papá tiene que retirarse unas cuantas horas- anunció el mayor llamando la atención de todos.
-¿¡QUÉ!?- gritaron los menores al mismo tiempo.
-Lo siento pequeños, pero tengo que inspeccionar la zona, algunas plagas suelen ser difíciles de eliminar- soltó Ren sacándole un susto a Yahiko.
-De acuerdo, te esperamos en el puesto de siempre- dijo Itachi.
El lobo antes de irse le pidió a los ex compañeros de sus hijos que se acercaran a él. Ya cuando los tuvo a escasos centímetros les susurro la siguiente frase: Esperó que está vez no lo arruinen, mocosos inútiles.
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Tobi ya se había retirado, dejando a Zetsu vagar por los alrededores.
Ambas partes trataban de percibir algún peligro, pero se notaba que no había ningún humano cerca.
-Han pasado años desde que ese chico se unió a Akatsuki, ya ni siquiera entiendo lo que planea- dijo Shiro arrancando una corteza.
-Admito que es un idiota, pero debemos confíar en él, así como Madara lo hizo- comentó Kuro.
Shiro quiso volver a hablar pero noto que una presencia los cubría con su sombra.
Poco a poco Zetsu se dió la vuelta para ver qué enfrenté de él se encontraba un enorme lobo de pelaje oscuro y ojos amarillos.
Ren movía la colita de un lado a otro sin apartar la mirada de esa extraña planta.
El amigo de Tobi quiso retroceder pero eso provocó que la enorme bestia dejará a la vista sus colmillos.
-Li-Lindo pe-perrito, a-adorable ca-cachorrito- Zetsu levantó sus manos a modo de paz pero no le funcionó, ya que de un momento a otro el padre del año le soltó una mordida.
-¡AHHHHHHHHHHHHHH!-
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El resto del día fue increíble para los menores, lograron pasear con sus parejas sin sentirse ansiosos, como si ese acontecimiento en la fiesta nunca hubiera sucedido, dándole esperanza a los miembros de Akatsuki.
El cielo se pintó de un tono rojizo indicando que dentro de poco el sol se ocultaría.
Itachi llegó a un puesto de dangos dónde compró algunos para él y ninja con aspecto de tiburón.
Ambos degustaron su alimento, notando que a lo lejos Ren en su forma humana caminaba tallandose la boca.
-¡Papá, estamos aquí!- gritó el Uchiha.
El hombre de elegante vestimenta se acercó a su pequeño robándole uno de sus dangos de forma desesperada.
-¿Qué te sucede?- preguntó el poseedor del sharingan.
-No es nada, es solo que hace rato traté de cazar a un extraño animal de dos colores y su sabor fue tan desagradable que lo escupí al instante- explicó Ren llamando la atención de Tobi.
-Si no sabías que era, ¿por qué quisiste comertelo?-
-No lo sé, en su momento parecía una buena idea- dijo el guardián encogiéndose de hombros.
El chico de la máscara anaranjada se aguantó la risa al imaginar a Zetsu en la boca del padre sobreprotector.
"Pobre, esperó que este bien" pensó Óbito.
-Por cierto, ¿dónde están tus hermanos?-
-En la panadería del fondo, querían comprarte algunos postres-
Ren agradecido por el gesto de sus bebés, quiso ir por ellos y al llegar se topó con una desagradable escena.
Deidara y Hidan iban saliendo de la tienda cuando un grupo de chicos chocó a propósito con ellos tirándoles sus compras y lastimando el hombro del rubio.
-¿¡CUÁL ES SU PUTO PROBLEMA, PAGANOS HIJOS DE PERRA!?- gritó el jashinista colocando al artista detrás de él.
-Solo miren esto, parece que los rumores eran ciertos, los protegidos de Ren-sama son unos niños débiles y malcriados- se burló uno de los presentes.
-¿Qué pasa mimados?, ¿temerosos de que papi no está aquí para protegerlos?- eso hizo que todos alrededor comenzarán a reírse con fuerza.
El creyente estaba por arrancarles la cabeza, pero unos gruñidos hicieron que el ambiente cambiará, dando paso a un gran silencio.
-Hidan, mi hermoso cachorro, por favor, lleva a tus hermanos a lo más alto del río y espérenme ahí, tengo que aclararle a estos caballeros algunos puntos- dijo Ren con una sonrisa torcida y escalofriante.
El fanático tomó de forma rápida la mano del artista y ambos salieron huyendo.
Esperó a unos segundos y cuando ya no los vio, decidió sacar su afilada hacha junto con sus feroces ojos amarillos.
-Nadie insulta a mi familia y se sale en una pieza, esperó que estén preparados, porque su muerte será lenta y desastrosa-
Aquí les traigo el capítulo nwn ✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️esperó les guste.
-Siguiente capitulo: La despedida.
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