Los chicos regresaron a la playa, dejando escapar un suspiró de alivio al ver que el resto de los miembros de Akatsuki seguían acostados. Parecía que su pequeño incidente había pasado desapercibido por sus compañeros o al menos eso fue lo que todos aparentaron. 

A la mañana siguiente siguieron su camino hacia la base, los ninjas parecían estar más tranquilos, incluso bromeaban y conversaban. 

Tras varios días, por fin lograron llegar a su hogar, era justo como lo habían dejado. 

Tobi se adelantó un poco por el pasillo para abrir la puerta de su habitación. 

-¡Bienvenidos mis sempais!, ¡no sé preocupen, Tobi limpiará el cuarto!- gritó el buen chico haciéndose a un lado, para que sus amigos pasarán. 

Hidan y Deidara cargaron sus pesadas mochilas y con calma se adentraron en el espacio del enmascarado. 

-Aún no confían en nosotros- señaló Kakuzu. 

-Supongo que tardaran en volver a ser nuestros compañeros- comentó el pelirrojo, de verdad extrañaba la compañía de su aprendiz. 

El Uchiha sujetó con fuerza sus pertenencias y a paso rápido decidió ir con sus hermanos, dejando en shock a Kisame. 

"Parece que Itachi-san tampoco desea estar a mi lado" pensó el espadachín con una pequeña sonrisa, aún había mucho que enmendar. 

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En la habitación de Tobi, los chicos se quitaron las joyas junto con sus pesados abrigos, ya no los iban a necesitar más, ya que ahora volverían a portar el uniforme con nubes rojas. 

-Me encanta tenerlos aquí sempais, aunque no hay mucho espacio- dijo el enmascarado al ver que solo había dos camas individuales. 

-No te preocupes, cuando vivíamos con Ren había días que dormíamos en el suelo o compartíamos la cama, hm- habló el rubio para dejarse caer sobre el colchón. 

-Es cierto, podríamos turnarnos la cama, el pelaje que nos dió ese pulgoso es tan cómodo que si duermes sobre él es como una suave manta- dijo Hidan para sentarse al lado del artista. 

-¡Esto merece una celebración!, ¡Tobi irá por un pastel de chocolate!- a una gran velocidad el buen chico dejó el cuarto, sacándole unas risitas a los presentes. 

-Diganme loco, pero extrañaba las estupideces de ese pagano de mierda- 

-Hasta cierto punto, Tobi es agradable, hm- 

Cómo respuesta el Uchiha asintió dándoles la razón a sus compañeros. 

-Bueno, tengo que retirarme- aviso Itachi sorprendiendo a los chicos. 

-¿Qué?, ¿y a dónde carajos vas?, acabamos de llegar a la cueva- habló el creyente. 

-Lo siento, pero tengo que reportarme en Konoha, así que me iré por unos tres días- 

-¿No podemos ir contigo?, hm- preguntó Deidara estirando su brazo para tomar la manga del mayor. 

-Saben que me haría muy feliz que me acompañaran, pero mi aldea aún tiene una mala idea sobre ustedes, no es fácil eliminar sus antecedentes- sonrió el Uchiha. 

Hidan chasqueó la lengua a modo de berrinche, mientras que Deidara apartó la cara molesto por la decisión de Itachi. 

-Bien, ya lárgate- 

-Ve y quédate con tu gente de ojos raros, hm- 

Por unos cuantos segundos solo hubo silencio hasta que el poseedor del sharingan acercó sus dedos dándole a ambos ninjas unos golpecitos en la frente. 

Los chicos retrocedieron tocándose el área afectada. 

-¿Qué demonios fue eso?- preguntó el inmortal. 

-Una muestra de afecto que solo le doy a las personas que de verdad quiero- confesó el Uchiha. 

El rubio se ruborizó al oír eso, luego miró hacia un lado dándose cuenta de que el jashinista estaba en las mismas condiciones. 

-Estupida comadreja- susurraron los hermanos apenados. 

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Antes de que la noche cayera, el Uchiha había llegado a la entrada de la aldea de la hoja. Cruzó varias calles hasta toparse con el tramo que separaba ese lugar de su Clan. 

Cómo siempre el primero en recibirlo fue Sasuke, que no dudó en darle un fuerte abrazo para después sujetarlo de la mano y arrastrarlo al comedor donde sus padres reposaban. 

La cena fue como muchas otras, llena de historias y rica comida, terminando con una cálida bebida. 

-Iré a preparar los futones, debes de estar exhausto por el viaje- la mayor le dedicó una cálida sonrisa a Itachi antes de retirarse. 

-Gracias mamá- 

-Yo lavaré los platos- dijo Sasuke recogiendo los recipientes.

Y así, sólo quedaron Itachi y su padre. 

-Es reconfortante saber que esa organización te ha dado la oportunidad de crecer como ninja, pero creo que no deberías pasar tanto tiempo con esos sujetos tan problemáticos e indisciplinados- soltó el mayor haciendo que Itachi dejará su taza. 

-Siempre que el Clan ha necesitado de mi ayuda, he venido para servirles, por favor te pido que no hables así de mis compañeros- 

-No dejes que tus emociones te dominen Itachi, ellos no son tu familia, no les debes lealtad a esos soñadores, sino a tu gente con la que compartes sangre- 

-¿De verdad piensas que fuera de este Clan los demás no tienen ningún valor?- 

-Lo que digo, es que fuimos bendecidos con un gran poder y eso atrae enemigos- 

Sin mucho ánimo, el chico de cabello oscuro se puso de pie para ir a su antigua habitación y dormir un poco. 

"Ren, ya comienzo a extrañarte" pensó Itachi, deseando volver a la base para estar con sus escándalosos hermanos.

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