Por fin estaban de pie frente a la enorme casa. Deidara salió de la marioneta al igual que Sasori, los inmortales se soltaron de la mano y Kisame se acomodo la ropa. 

Aquella enorme mansión tenía un aspecto tenebroso, los cristales estaban rotos, la madera ya pintaba de un tono gris, las raíces de los árboles se aferraban a los muros, sin mencionar que el fuerte viento hacía que todo crujiera. 

Yahiko paso saliva al notar todo esos detalles, ahora entendía porque las personas no se atrevían a pasar. 

-Será mejor que entremos, la lluvia no se detendrá- dijo el líder tratando de mantener su tono de voz normal. 

Pero para su sorpresa ninguno de los miembros se movió de su lugar. 

-¿Qué-Qué pasa?-

-Los líderes primero- hablaron al mismo tiempo Hidan y Deidara. 

Yahiko frunció el ceño y a paso firme se acercó a la entrada, subió las deterioradas escaleras y con cuidado giro la perilla. 

El ruido de la puerta abriéndose erizo los sentidos del mayor, ya adentro noto que el interior también estaba en pésimas condiciones. 

Los renegados siguieron a su superior y observaron todo a su alrededor. 

-Este lugar apesta- se quejó el religioso tapándose la nariz con una de sus mangas. 

-Y está lleno de polvo y telarañas, hm- dijo el rubio mientras tocaba uno de los muebles. 

Estaban tan concentrados en los detalles, que no se esperaban que la puerta principal se cerrará de golpe, sobresaltando a más de uno. 

-¡Hiiii!- Yahiko se escondió detrás de su mejor amigo y este solo sonrió divertido. 

-Debió ser el viento, tranquilos- hablo Itachi activando su sharingan. 

-Bueno, será mejor que vayamos por las cosas- algo en esa mansión empezaba a incomodar a konan. 

Yahiko respiro hondo para después dar las ordenes. 

-¡La clave en esta misión es no separarse, si permanecemos juntos estaremos bien!- sentenció el líder. 

Hubo un momento de silencio, hasta que Sasori decidió hablar. 

-¿No sería mejor separarnos?,de ese modo cubriríamos más terreno- el marionetista levantó una ceja, le empezaba a molestar el compartimiento infantil de su superior. 

-Sasori tiene razón, quedarnos juntos solo sería una pérdida de tiempo- el tono de kakuzu hizo retroceder un poco a Yahiko. 

-Podemos ir en equipos, si eso le parece más cómodo y seguro- sonrió Kisame avergonzando al discípulo de Jiraya. 

Los menores casi explotan de la risa ante los comentarios de sus compañeros. 

El uchiha suspiró cansado, estaba por relajarse cuando una extraña presencia lo puso alerta. 

"¿Que demonios es eso?" pensó Itachi. 

-Nagato, por favor acompañame- dijo el poseedor del sharingan, avanzando hacia uno de los pasillos. 

A todos les extraño el comportamiento de la comadreja, hace un momento no parecía nada alterado. 

El pelirrojo asintió para alcanzar al menor. 

-¡En ese caso, yo haré equipo con la rubia!- gritó Hidan tomando a su amigo de la muñeca. 

-¡Suéltame tarado, hm!- pero el artista ya era arrastrado por el fanático. 

Kakuzu y Sasori se encogieron de hombros para caminar en dirección contraria. 

La chica del origami sacó de su capa dos linternas, una se la entregó a Kisame y la otra a su amigo. 

-Podemos hacer equipo los tres- sonrió Konan para darle confianza. 

Yahiko en serio no quería quedarse solo en esa espeluznante casa, pero quería demostrarle a sus subordinados que él no era débil. 

-N-No está bien Konan, ve con Kisame, nos veremos luego- 

-¿Estás seguro?- 

-Claro que si jajajaja- se rascó la nuca para disimular sus nervios. 

-De acuerdo, aquí nos vemos- y así los presentes se retiraron. 

"¿Pero qué hice?" pensó el líder encendiendo rápidamente su linterna. 

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-Itachi, ¿qué fue lo que viste?- pregunto el pelirrojo con seriedad. 

El menor sin quitar la vista del camino decidió aclarar las cosas.

-No estoy seguro, pero cuando estábamos reunidos sentí una fuerte presencia, a lo lejos algo nos observaba- 

-¿Hablas de un fantasma?- bromeó Nagato tratando de suavizar el ambiente, como respuesta el Uchiha le sonrió. 

-Estoy seguro de que es humano o por lo menos un ser vivo- dijo la comadreja. 

*********

-¡Artista de cuarta, mira esto!, ¡es genial!- gritó el inmortal mientras sostenía una enorme espada. 

Los chicos escandalosos habían encontrado un cuarto lleno de armas antiguas y ahora jugaban con ellas. 

-¡No me digas asi estúpido descerebrado,hm!- dijo el rubio sosteniendo un hacha. 

Hidan le sacó la lengua divertido. 

-¿Podemos quedarnos con algunas?- 

-Los clientes no pidieron ninguna de estas cosas, pero dudo mucho que el miedoso de nuestro líder nos deje conservarlas,hm- Deidara rodó sus ojos imaginando el sermón de su superior. 

El religioso hizo una mueca de fastidio y de mala gana dejó las cosas en su lugar. 

-Espero que los ancianos estén bien- 

**********

A diferencia de los otros equipos, el marionetista y el tesorero llevaban varios objetos reunidos, se podría decir que en esta circunstancia eran el equipo perfecto, ya que a uno no le gustaba hacer esperar a nadie y el otro estaba ansioso por recibir su recompensa. 

Tomaron las pertenencias y las colocaron en la entrada donde antes todos se habían reunido. 

-Parece que tenemos la mayoría del encargo- sonrió Sasori. 

-Ahora solo queda esperar a esos inútiles mocosos- dijo el moreno. 

-¿¡A QUIEN CARAJOS LE DIJISTE INÚTIL, ESTÚPIDO VEJESTORIO!?- los mayores giraron sus cabezas para ver a sus chicos. 

Los menores traían cargando en sus hombros unos enormes sacos. Ambos los dejaron caer al piso con cansancio. 

-Que bien, parece que ya todo está listo- se escuchó la voz de Kisame y para sorpresa de los renegados Itachi estaba a su lado llevando el resto de la mercancía. 

-Uchiha, ¿que no se supone que estabas con Nagato?- pregunto Kakuzu cruzando los brazos.

El menor le entregó las cosas antes de responder. 

-Nagato y Konan están buscando a nuestro líder- 

Todos sonrieron divertidos. 

-¿Acaso esa gallina se habrá desmayado?- comentó Hidan haciendo reír a Deidara.

-No lo dudo, cuando Konan y yo lo dejamos ya estaba pálido- dijo el espadachín para después soltar una carcajada. 

-Si no fuera tan orgulloso lo hubiéramos acompañado- habló el marionetista. 

**********

En la tercera planta de esa construcción, Yahiko revisaba cada uno de los cuartos, pero todo lo que encontraba eran cajas vacías o papeles viejos. 

Iba a darse por vencido cuando al final del corredor vio una puerta dorada en buen estado. 

Al entrar a la habitación noto que todo varias cosas tenían encima sábanas blancas, quiso salir corriendo por tal escena, pero ¿y si algo importante estaba ahí?. 

Poco a poco fue quitando cada una de las telas, encontrándose con objetos de madera consumidos por hongos. 

Pero cuando retiró la última sábana, lo que vio lo dejó petrificado. 

**********

-¡KYAAAAAAAAAAAAAA!-

Aquel desgarrador grito puso a los Akatsuki en guardia. 

-¿¡Qué mierda fue eso!?- dijo Hidan sosteniendo su enorme guadaña. 

-¿¡Nos atacan!?- el artista ya tenía lista su arcilla. 

-No, ese grito lo provocó Yahiko- habló el avaro con la paciencia al límite. 

**********

El líder corría por las escaleras a toda velocidad, sus ojos estaban al borde de las lágrimas por el susto que se había llevado. 

Llegó al último piso tratando de encontrar a sus amigos pero no había rastro de ellos. 

-¡KONAN, NAGATO!- pero nadie respondió. 

-¿¡DONDE ESTAN TODOS!?- volvió a gritar Yahiko para después salir corriendo a uno de los pasillos y con su linterna iluminó  lo mejor posible. 

"¡DEBO SACAR A TODOS DE AQUÍ, ESTE LUGAR ESTÁ MALDITO!" 

El ruido de unos fuertes aleteos lo hicieron detenerse, giró todo su cuerpo y notó que varias aves empezaron a empujarlo y a bloquearle la vista. 

Lo hicieron retroceder de tal modo que llegaron a una amplia sala. 

Yahiko tropezó con algo y al caer al suelo su linterna salió volando. 

-¡Fuera, dejen en paz!- y de un momento a otro esos animales se le quitaron de encima. 

Abrió los ojos para ver a lo lejos una enorme figura oscura, parecía un monstruo. 

El mayor quiso levantarse y huir, pero algo en sus pies se lo impedía, como si el piso de madera se lo estuviera comiendo lentamente. Eso le provocó pánico, sacó de su capa una kunai pero ni siquiera eso lograba liberarlo. 

En un parpadeo, la enorme bestia ya estaba a unos metros de él, su cuerpo era completamente negro, su boca era gigante y de ella sobresalian unos enormes dientes afilados. 

-¿Cómo te atreves a entrar en mi casa?- la voz era simplemente macabra. 

Yahiko no podía articular ninguna palabra, todo su cuerpo temblaba, el sudor se hizo presente en su frente y su garganta comenzó a doler. 

Aquel ser de aspecto horrible empezó a reírse divertido. 

-¿Qué?, ¿acaso tienes miedo?-  al terminar aquella oración varios objetos filosos se elevaron en el aire para apuntar directo al pecho del líder. 

-¡Contesta escoria! ¿¡tienes miedo de un fantasma!?- 

En ese momento Yahiko ya no soporto más.

-¡ESTA BIEN, SI! ¡LE TENGO MIEDO A LOS MALDITOS FANTASMAS!- 

El monstruo paró su ataque, quedándose ahí mismo en su lugar. 

-¡Lo sabíamos, tuvimos razón todo este tiempo!- 

-¿eh?- 

Atrás de él, se acercaron Nagato y Konan sonriendo avergonzados, y con calma iluminaron a su oponente, dejando a Yahiko en blanco. 

Ese extraño ser, era solo un puño de hilos, que le pertenecían al tesorero de Akatsuki, donde estaba la boca salió de un brinco samehada, a los lados Deidara, Hidan, Itachi y Sasori se asomaron para después reírse con fuerza.

-¿¡PERO QUÉ DEMONIOS LES PASA DESGRACIADOS HIJOS DE PERRA!?,  ¿¡FUERON USTEDES TODO ESTE PUTO TIEMPO!?, ¿¡CÓMO DIABLOS LOGRARON TODO ESO!?- el líder estaba hecho humo. 

-Facil, las aves que te atacaron eran los cuervos de Itachi, por eso te trajeron a este lugar, caiste en la arcilla de Deidara lo que impidió que salieras corriendo, Kisame hizo que samehada se alimentara de nuestro chakra y asi lograr ese tamaño, los objetos fue flotaban los manejo sasori, comprimio sus hilos hasta volverlos invisibles y la voz la hizo el idiota de mi compañero usando uno de los objetos que reunimos- explicó Kakuzu regresando sus hilos al interior de su cuerpo. 

-Solo queríamos darte una lección- sonrió Sasori. 

-Para la próxima se honesto o te podría costar la vida, hm- 

Konan terminó de liberar a su amigo, que aun seguía muy molesto. 

-Si, si, muy graciosos señores, excelente broma, ahora diganme ¿como hicieron al monstruo del tercer piso?- 

Eso hizo que las risas pararán. 

-¿De qué hablas líder?, nosotros nunca subimos al tercer piso- dijo Hidan extrañado. 

-Es cierto, siempre estuvimos juntos, decidimos hacerle la broma cuando lo escuchamos gritar, hm- Deidara tampoco entendí de lo que hablaba. 

Yahiko al escuchar eso sonrió y sin más se desmayó. 

-¿¡Líder!?- 

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Afuera de la casa, sentado en la rama de uno de los árboles un joven de vestimenta oscura y máscara naranja observaba a ese grupo tan particular. 

-Tenías razón,son muy interesantes- hablo un ser de dos colores que salía del tronco. 

-Me parece que le diste al líder un buen susto, Zetsu- 

-No esperaba que me descubriera, quise hablarle pero salió corriendo- dijo Shiro apenado. 

-¿Qué planeas hacer, Obito?-pregunto Kuro. 

El enmascarado medito un poco su respuesta. 

-Pronto tendré que presentarme- 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ espero les guste.