
El guardián
Tras varios días, los mayores regresaron a la base con la intención de confrontar a sus compañeros y de una vez por todas reparar el daño que les habían provocado. Pero grande fue su sorpresa cuando al llegar solo se encontraba su líder con malas noticias.
-¿Qué-Qué fue lo que dijiste?- Kisame estaba realmente sorprendido.
Yahiko soltó un gran suspiro para volver a pronunciar aquellas palabras tan desconcertantes.
-Hidan, Itachi y Deidara dejaron Akatsuki-
Kakuzu sujetó con fuerza el puente de su nariz sin poder creer tal cosa, sabía que los chicos estaban molestos pero nunca pensó que su ira escalaría al grado de abandonar la organización.
Sasori se recargo en la pared tratando de mantener la compostura, ahora se arrepentía de haber ido a esa misión, debió arreglar antes las cosas con su aprendiz.
-¿Cómo pasó esto?, ¿te dijeron algo antes de partir?, solo no entiendo que los orillo a que tomarán una decisión tan extrema- el espadachín necesitaba respuestas.
El hombre de cabello anaranjado levantó la cabeza para empezar a explicar todo.
-Quise hablar con ellos, pero no quisieron escucharme, me culpaban por lo de esa noche, luego tuvimos una tonta pelea y admito que pude haber manejado la situación de otra forma pero yo- de golpe el líder fue interrumpido por la fuerte voz del tesorero.
-Un segundo, ¿por qué te culpaban?- soltó Kakuzu haciendo retroceder un poco a su superior.
En ese momento el pelirrojo observó los gestos de Yahiko comprendiendo el papel del líder en todo este embrollo.
-Fuiste tú, ¿no es así?, tú le dijiste a esos mocosos que se nos declararán en la fiesta- Sasori avanzó quedando cerca de él.
Con algo de temor el líder abrió nuevamente la boca.
-De acuerdo, es cierto, yo les sugerí que se confesaran pero- y sin aviso el moreno lo agarró del cuello hasta estrellarlo con la fría estructura.
Yahiko luchó por zafarse pero le era imposible, ya que Kakuzu había endurecido todo su brazo.
-¡SI QUE ERES UN COMPLETO IDIOTA!, ¿¡COMO SE TE OCURRE JUGAR CON LA MENTE DE ESOS CHICOS!?- gritó el avaro lleno de ira.
-Yo-Yo solo quería apoyarlos- dijo el hombre de cabello anaranjado.
-¡CLARO QUE NO!, ¡SOLO TE PROYECTASTE EN ELLOS!, ¡SACASTE TUS PROPIAS CONCLUSIONES SIN SIQUIERA SABER CÓMO NOS SENTÍAMOS AL RESPECTO Y AHORA ESOS MOCOSOS SE HAN IDO!- Sasori en serio quería hacer pedazos a aquel sujeto que solo buscaba la paz.
-U-Ustedes son unos cobardes- soltó Yahiko dejando a los presentes sorprendidos.
-¿Y ahora de qué estás hablando?- de forma brusca Kakuzu dejó caer a su superior.
Poco a poco el líder se incorporó para encarar a los ninjas.
-Si en serio no les gustan esos jóvenes, entonces, ¿qué han sido para ustedes todos estos años?, ¿por qué solo con ellos son tan felices?, díganme, ¿por qué solo con ellos parecen estar completos?-
Los mayores intercambiaron miradas sin saber exactamente qué responder.
-Yo no los perjudique, fueron ustedes y el hecho de que amar les asuste tanto-
El ex ninja de la niebla que se había estado conteniendo todo este tiempo le soltó un puñetazo en la cara a Yahiko haciendo que este cayera de espaldas.
-Incluso si ese es el caso, no tenías derecho a meterte, el vínculo entre nosotros y esos chicos, es nuestro asunto y de nadie más- aclaró Kisame con una sonrisa.
***************
Esperaron unas cuantas horas para que el resto de los miembros llegarán a la base y así poder contarles lo que pasó con los ninjas problemáticos.
-¡NOOOOOOOOO!, ¡MIS SEMPAIS, MIS HERMOSOS SEMPAIS HAN DESAPARECIDO!, ¡ALERTA ROJA, ALERTA ROJA!- gritaba Tobi mientras corría de un lado a otro agitando sus manos con desesperación.
Nagato y Konan se frotaban el rostro en un intento de no ahorcar a su mejor amigo de la infancia.
-Esta bien, tranquilos, podemos manejar esto, solo debemos encontrarlos antes de que hagan una locura- dijo la chica del origami.
-Nuestra ventaja aquí es que Itachi está con ellos- señaló el poseedor del rinnengan.
-Cierto, Itachi-san sabe cómo calmarlos- comentó el hombre con aspecto de tiburón.
-Nos dividiremos en dos equipos, Kakuzu, Sasori y Kisame, ustedes vendrán conmigo, iremos al norte- sentenció Yahiko tomando algunas de sus armas.
-En ese caso nosotros iremos al sur, si logramos obtener alguna pista de su paradero nos comunicaremos de inmediato- contestó Konan viendo como el Uzumaki atrapaba al buen chico.
-¡En marcha todos!-
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Por unas frías y enormes montañas, los ex miembros de Akatsuki trataban de cruzar sin estrellarse con algo.
Durante un rato todo parecía normal, pero el Uchiha comenzó a notar que el clima se tornaba más frío.
-Deidara, tal vez deberíamos regresar, algo en este sitio no me gusta- comentó Itachi.
-Vamos, deja de ser tan paranoico comadreja, te aseguro que mi arte nos sacará rápido de aquí, hm- dijo el rubio con mucha confianza.
-La princesa de la arcilla tiene razón, no hay nada de que- el creyente dejó de hablar al sentir que algo cayó sobre su nariz. Levantó la mirada para darse cuenta que comenzaba a nevar.
-Esto no puede ser bueno- dijo el poseedor del sharingan siendo agitado por una fuerte brisa.
"¡Maldición!, ¡es una tormenta!" pensó el chico de ojos azules tratando de hacer que su escultura volará más rápido.
-Deidara, aterriza, ya no podemos escapar de la nieve, lo más apropiado es que busquemos refugio- dijo Itachi para luego ponerse de pie junto con Hidan.
El artista descendió con cuidado tratando de no perder las pertenencias que guardaba esa enorme ave.
-Tomen lo que puedan y siganme, creo que por allá vi una cueva- les ordenó el Uchiha, señalando con su dedo una zona alta.
Cómo pudieron los tres chicos atravesaron el lugar hasta dar con su refugio, que no era grande pero si con el suficiente espacio para que cupieran sin problemas.
La noche cayó con rapidez, obligando a los menores a tapar una parte de la cueva para que el viento no apagará la fogata.
-No puedo creer que estemos quemando nuestras ropa- comentó Hidan arrojando al fuego partes de su vieja capa.
-¿Y qué esperabas tarado?, no tenemos madera cerca, si no hacemos esto nos congelaremos, hm- el rubio estaba agradecido de que entre los objetos que lograron salvar hubiera varias prendas.
Itachi que ya se había terminado de cambiar, estaba a por lanzar el uniforme de Akatsuki a las llamas cuando una presencia lo dejó quieto. Se giró un poco, notando que había otra persona a tan solo unos pasos de ellos.
-Vaya, vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?- se dejó escuchar una voz desde la entrada.
De inmediato los ninjas se pusieron en guardia listos para atacar.
-Ohhhhhh, pero si solo son tres adorables cachorros- volvió a hablar ese ser que por culpa de la escasa luz no se lograba distinguir.
-¿Qué carajos quieres?- dijo Hidan sujetando su afilada guadaña.
-¿Yo?, nada en especial, solo me llamó la atención que alguien estuviera merodeando en mis montañas y más en esta época, donde las tormentas te pueden sepultar- comentó el visitante con un tono burlón.
-¿Tus montañas?, hm- el rubio no entendía nada.
-Asi es, mi clan ha gobernado este lugar por varias generaciones y en lo personal no me gustan los intrusos, pero como ustedes son unos niños bastante tiernos, se los dejaré pasar jejejeje-
Eso relajó a los presentes, pues ahora sabían que no habría una pelea.
-Pero expliquenme esto, ¿cómo terminaron aquí?, ¿dónde queda su hogar?-
Los menores guardaron silencio, sintiendo una desagradable sensación en el pecho.
-Nos echaron, no tenemos a donde ir, solo pasabamos por aquí cuando el clima se volvió loco- explicó el fanático.
-Pero qué pena escuchar eso y más siendo tan jóvenes- comentó el sujeto de voz profunda.
-Da igual, podemos cuidarnos solos, hm- dijo Deidara para volver a sentarse.
-¿Por qué no vienen conmigo?, solo hasta que todo mejore, apuesto a que les encantará mi hogar, es cálido y tengo mucha comida- aseguró el guardián de las montañas.
Esa repentina invitación era bastante sospechosa.
-Acabamos de conocerte, ¿por qué debemos confiar en ti?- señaló Itachi.
-Bueno, porque en estos momentos soy su única opción, además, si se quedan aquí el frío los terminará matando- a paso lento ese extraño sujeto se fue metiendo en la cueva, donde las pequeñas llamas lograron darle a los presentes una imagen clara.
Decir que los ninjas estaban asombrados por el aspecto del mayor sería poca cosa.
-¿Cuál es tu nombre?- soltó Hidan.
El guardián de las montañas les dedicó una enorme sonrisa antes de responderle.
-En mi vida me han dicho de diferentes formas, pero ustedes cachorritos pueden llamarme...Ren-
Oh si señores 😎✨ Ren ha regresado y más peligroso que nunca 😂
Me mandaron varios mensajes diciendo que no les gustó esto de subir el capítulo por votos 😂 esta bien, no hay problema, regresemos al viejo sistema donde yo actualizó cuando ya no tenga flojera jajajaja.
¡Nos vemos! 💕✨💕✨💕✨💕
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