Daño
Ren estaba por arrancarle la cabeza al menor pero casi de golpe se calmó sin quitar su clara expresión de odio.
-De acuerdo, imaginemos por un momento que mis niños deciden regresar con ustedes, ¿qué es lo que van a darles a cambio?-
Esa pregunta confundió por completo a los presentes.
-¿De que estas hablando?- dijo Kakuzu mientras jalaba al líder para volverlo a acostar, alejando a este del peligro.
El guardián se acomodó mejor en el mueble para comenzar a explicarse.
-Si ellos quisieran quedarse conmigo, yo les ofrecería todo, mis tierras, mis tesoros, un sitio donde tener familia si así lo desean- aclaró Ren.
Eso dejó mudos a los ninjas, ya que no habían pensado en eso.
-Quiero saber que tienen para mis cachorros, ¿solo hay palabras y promesas sin sentido?, ¿o de verdad habrá algún cambio?, esos niños necesitan una esperanza, son fuertes pero se pueden romper con el más mínimo desprecio- señaló el hombre de afilados colmillos.
Hubo un largo silencio, hasta que el espadachín con apariencia de tiburón decidió hablar.
-No estamos seguros-
Y claro esa respuesta molestó a Ren.
-¡Si que son unos estúpidos mocosos!- gritó el mayor haciendo retroceder un poco a los hombres que tenía en frente.
-¿Qué?- en el fondo al moreno le molestaba que alguien pudiera llamarlo de ese modo.
-¡Si van a tratar de quitarme a mis bebés por lo menos den buena pelea, aclaren sus malditas ideas, no quiero oponentes mediocres!-
Ren estaba por decir algo más pero el peso de los menores hizo que se estampara contra el piso. Encima del pobre lobo los chicos lo pisaban sin piedad.
-Dijiste que te comportarias, apestoso saco de pulgas- la voz del jashinista era bastante tenebrosa.
-Hasta la cocina se escuchan tus berrinches, hm- Deidara estaba muy cansado como para soportar a ese adulto inmaduro.
Itachi que sostenía la charola con las bebidas notó como Ren levantaba la cabeza de esa fría superficie.
-¡Yo me porte muy bien, fue ese idiota el que comenzó a atacarme, dijo que se los llevaría lejos y luego me llamó salvaje, lo juro, yo jamás rompo mis promesas!- el mayor se retorcia exigiendo su libertad.
-Pero si la palabra "salvaje" te define a la perfección- se burló Hidan provocando que su padre estallara en llanto.
-¡MIS BEBÉS JAMÁS ESTÁN DE MI LADO!, ¡BUAAAAAAAAAA!-
De mala gana los chicos se bajaron de Ren para tratar de reparar el daño.
-Ya no llores, mira lo que conseguimos en el pueblo, hm- dijo el artista extendiendo su mano.
El hombre lobo giró su cabeza identificando el contenido de aquella bolsa de papel.
-¡Carne seca!, ¡yo amo la carne seca!- con mucha alegría Ren tomó su obsequio para empezar a devorarlo, ignorando a todos los presentes.
-Bien, eso lo mantendrá quieto- Itachi le pasó a sus ex compañeros las bebidas para luego sentarse en el mueble ya que su tutor decidió quedarse en el suelo.
Deidara y Hidan lo imitaron, también deseaban charlar con los miembros de Akatsuki.
-Espero que no les haya dado problemas, hm- dijo el chico de ojos azules.
-No, pero es bastante molesto, no sé cómo lo soportan- comentó Sasori
-Jejejejeje luego de un rato te acostumbras- sonrió el fanático.
Yahiko aprovechando que el padre sobreprotector estaba bastante ido, se puso de pie con la intención de ir a la salida.
-¿A dónde demonios crees que vas?- preguntó el tesorero.
-Iré a buscar a Konan y al resto de los chicos-
-¿Estás seguro de ir solo?- preguntó el marionetista viendo como su superior se agarraba al área lastimada.
-Estaré bien, no me tardo- contestó el líder antes de abandonar la cueva.
Ya que solo quedan ellos y el lobo escandaloso, era el momento perfecto para sacar ese otro tema.
-Ahora que ya hicieron las paces con Yahiko, ¿les molesta si aclaramos lo nuestro?- dijo Kisame avergonzando a los menores.
-Cla-Claro- contestó el creyente.
-Su-Supongo que ya es hora,hm- Deidara estaba igual de nervioso.
Itachi movió la cabeza sintiendo un hueco en el estómago.
Todos enfocaron su vista en Ren, el cual ya había terminado de comer.
-¿Por qué me miran así?- preguntó el guardián de las montañas sin entender la indirecta.
-Papá, ¿nos puedes dejar a solas?, hm-
Esa petición era completamente inaceptable para el sujeto de afilados colmillos.
-¡NO, NO, NO, NO, ME REHUSO A DEJARLOS CON ESTOS TIPOS, NO ME DAN NADA DE CONFIANZA, NO!- Ren se dejó caer al piso indicando que por nada del mundo dejaría ese lugar.
-Eres un imbécil, está bien, pero si te quedas aquí vas a estar calladito- le ordenó Hidan aguantándose las ganas de darle una patada en la cara.
-Eso si puedo hacerlo- sonrió el mayor para luego transformarse en un lobo, pero esta vez su tamaño era normal.
-Ohhhh, así que también puede modificar su altura- señaló el espadachín.
-S-Si- le contestó la comadreja.
Los primeros minutos nadie dijo nada, seguía siendo tan difícil como aquella noche donde todo se estropeo.
-Lamentamos mucho lo que les dijimos, pudimos haber manejado mejor las cosas, es que nos tomaron con la guardia baja- admitió Sasori.
-Eso es cierto, en ese momento actuamos como unos completos idiotas- habló Kisame.
-También fuimos cobardes, si lo hubiéramos platicado antes en lugar de evitarlos nada de esto hubiera pasado, no los culpamos si siguen molestos, nos lo merecemos- Kakuzu dejó a un lado todo su orgullo, lo que menos quería era volver a estropear las cosas con el chico de los rituales.
Hidan soltó una pequeña risita aligerando el ambiente.
-No estamos molestos, hace mucho que dejamos de pensar en esa noche-
-Las primeras semanas fueron horribles, pero tras pensar las cosas con cuidado también fue inmaduro de nuestra parte reaccionar así, al final, solo estaban siendo honestos, hm-
-Si no sienten lo mismo por nosotros está bien, en serio, ya no deben cargar con esa culpa- señaló el Uchiha.
Ren que estaba en medio de ambos grupos no entendía nada de la conversación, solo movía su colita sintiendo una gran curiosidad.
Los mayores suspiraron aliviados, era el primer paso para empezar a reparar el daño.
Poco a poco el lobo de ojos amarillos se arrastró hasta quedar sobre los pies de sus niños, esperando a que estos le prestaran algo de atención.
Y así fue, casi de inmediato los menores comenzaron a acariciar el pelaje y cabeza de su padre.
"Ese tipo si que nos dará problemas" pensaron los ninjas al ver lo manipulador era con sus ex compañeros.
Vamos a dejar descansar esta historia ✨ no quiero que se me haga costumbre actualizar tan seguido, ewwwww no, eso no es mi estilo 😎⭐ jajajajaja
¡Nos vemos! 💕💕💕💕
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