Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Diez


Capítulo diez.

Maximiliano.

Los brazos de Allen se encuentran envueltos en mi cuello, su cuerpo pegado al mío y su mejilla recargada en mi hombro luego de que me diera un beso corto, húmedo e inesperado en la boca.

— ¿Por qué no la abraza? —escucho a papá preguntar—. ¡Abraza a tu muchacha!

Doy un respingo y casi de inmediato mis brazos se encuentran envolviendo a Allen. Cómo es posible que solo huela un poco a tequila, pero más a perfume cuando claramente va bastante ebria, es algo que no me explico, tampoco se tambalea. Además de sus ojos chispeantes y el arrastre leve de sus palabras, no hay evidencia de que seguramente está bastante ebria o tal vez no está tan borracha porque tiene uso de razón.

—Hueles tan bien —susurra contra mi cuello y me tenso en el momento en el que siento la humedad de su lengua—. También sabes divino y te sientes aún mejor.

¡Por favor! No me digan que es una borracha caliente y seductora, porque eso haría las cosas muy difíciles. Gracias al cielo al menos su voz se mantiene en un tono en el que solo yo la escucho.

— ¡Vaya! Parece que ella tenía pega y no se puede despegar de tío M, papá. Qué curioso.

—Muy curioso, hijo —Le responde mi hermano.

Ante el sonido de las voces, Allen retrocede y mantiene una sonrisa mientras pasa de mí y se acerca a mi pequeña familia. Papá la mira con una gran sonrisa de satisfacción, Thomas está demasiado sorprendido que de hecho mi supuesta novia imaginaria sea ésta increíble mujer (pese a que he dicho mil veces que es mi amiga y no mi novia) y Theo parece curioso, pero en gran parte decepcionado de que ella sea real y no un espíritu del mal.

— ¡Hola, familia Greene! Estoy lista para la fiesta —Alza los brazos.

Se hace un largo silencio en el que ella nos ve a cada uno de nosotros y ellos la ven a ella. Theo es quien acorta la distancia y la rodea hasta detenerse frente a ella y luego tomarle la mano.

—Ah, sí eres real. Soy Theo, un supero dotado jugador, futuro conquistador del mundo y papá me comprará un crucifijo para cazar demonios.

— ¡Qué genial! Me compraré uno para que cacemos juntos.

— ¿De verdad? Me gusta el plan.

—Yo no te compraré ningún crucifijo —habla mi hermano adelantándose y dándole una larga mirada a Theo antes de extender la mano hacia Allen—. Un gusto conocerte, soy Thomas.

—Meredith Allen Lynch —Le estrecha la mano—. ¡Qué sorprendente! Eres cómo una versión de Max con pocas diferencias. Tus ojos otro color y tu cabello más lacio, apuesto a que fueron bebés muy, muy lindos.

—Hubiesen sido más lindos si se hubiesen parecido a su hermosa madre.

— ¡Mierda! Señor, volvió a nacer en sus hijos, creo que Thomas se parece más —ríe caminando hacia él y dándole un abrazo—. Gracias por hacer que Max ganara la carrera.

—La carrera... —repite papá desconcertado dejándose abrazar.

— ¿Qué carrera? —pregunta Theo a su papá.

—La de los espermato... —Comienza a responder Allen y acorto la distancia atrayéndola a mi cuerpo, pegando su espalda de mi pecho—. Me gusta esto, Max.

—Tío M está rojo.

—No estoy rojo.

—Estás sonrojado, Max —Se ríe Thomas.

—Papá cómo llegó la novia del tío ¿Podemos comer? Tengo un montón de hambre y necesito comer para desarrollar mi cerebro.

— ¿Desarrollarlo aún más? No te imagino siendo aún más inteligente, hijo.

—No cuestiones la inteligencia de tu hijo, ya quisieras tú haber sido así de inteligente de pequeño, pero si te decía seis más dos, respondías tres —dice papá y Thomas jadea.

— ¡Eso no es cierto! Era un niño de lo más inteligente.

—Vamos, Theo, pongamos la mesa mientras tu papá trae la comida y se cree que sabía sumar.

Thomas está refunfuñando yendo a mi cocina mientras papá y Theo van hacia la mesa conversando. ¿En cuánto a mí? Retrocedo tomando la mano de Allen guiándola hacia el ventanal, saliendo al pequeño balcón.

Lo primero que hago es ponerle las manos en el rostro y casi rio cuando cierra los ojos y sus labios se levantan un poco porque la pequeña descarada piensa que estamos en alguna atmosfera romántica y caliente en donde nos besaremos.

— ¿Qué tanto has bebido? —pregunto y sus ojos se abren viéndome con fastidio.

—Varias copas, pero estoy bien, puedes besarme y recordaré cada magnifico detalle de ello.

— ¿Así cómo recordarás el beso que me robaste?

—Eso apenas fue un beso —suelta un bufido, tiene razón, apenas si fue una presión húmeda boca a boca.

—Sabías de este almuerzo y me dijiste que tenías una reunión vía Skype con tu grupo de relacionista público y tu equipo de trabajo ¿Cómo terminaste así? —retiro las manos de su rostro y una mueca triste se dibuja en su rostro.

—Porque a veces mi vida es una mierda y pensé que sería lindo evitar pensar en eso, pero que horrible que estoy medio borracha y aun lo sigo pensando.

— ¿Qué pasa, Allen?

Recarga la espalda del vidrio del ventanal y su vista se clava en el cielo, no creo que lo esté planeando, pero es algo impresionante que de hecho medio ebria se vea cómo en una pose para alguna sesión de fotos.

—Está libre —dice tan bajo que casi no la escucho— y no entiendo por qué ¿Quién deja que ande así por el mundo? Y mi tía ¡Dios! Mi tía no me quiere y si ella no me quiere ¿Quién lo hace? ¿Qué hay de malo en mí para no ser querida? —Su vista baja a mí y noto la humedad acumularse en sus ojos—. Hoy recordé una vez más que yo...Estoy sola y siempre lo estaré.

—No estás sola —Le hago saber y su expresión no cambia—. Me dijiste que Loraine es tu mejor amiga y estoy seguro de que te quiere.

—Tienes razón, me quiere, pero eso es todo, no hay nadie más.

—Tus fanáticos te quieren —Me paso las manos por el cabello, no sabía que hoy sería este tipo de día—. Allen, eres encantadora y supongo que todas las personas que te conocen se quedan prendados a ti y va más allá de tu evidente belleza. No sé quién se supone que dices es libre y ni idea de lo que pueda estar sucediendo con tu tía, pero tengo la certeza de que eres una mujer grandiosa que deja huella a su paso. No estás sola.

Se muerde el labio inferior tembloroso mientras me ve. Me hace sentir un nudo en el estómago percibirla con este repentino bajón de tristeza y también hay una sensación de confusión e impotencia de no saber exactamente qué la hizo sentirse de esta forma para beber a tempranas horas de la mañana.

— ¡Tío M! y... ¡Papá! ¿Le digo tía a M a ella? —escucho la voz de mi sobrino no muy lejos.

—Solo si el tío y la señorita Allen te lo permiten, Theo.

—Ah, vale, papá —pausa—. ¡Tío M y señorita Allen que podría ser tía M! Tengo mucha hambre, por favor dense prisa.

» ¿Crees que se estén besando, abuelo? Ella podría quedar embarazada si se besan con pasión.

— ¡Dios mío! ¿Pero cómo es que siempre dices algo que me deja en shock? —escucho a mi hermano.

—Tal vez la esté besando —Celebra papá—, pero no la embarazará con ello, nieto.

—Oh, lo sé, abuelo —Ríe—. Así no se hacen los bebés.

— ¿Sabes cómo se hacen los bebés? —La voz de mi hermano suena con precaución.

—Algo así, papá.

Las voces se vuelven más bajas y ni siquiera trato de imaginar cómo podría estar siguiendo la conversación. Cómo tengo la vista clavada en Allen me es imposible perderme la forma en la que sus dientes liberan el labio inferior y una pequeña sonrisa se despliega pese a que en sus ojos aún se vislumbra tristeza.

—Recién los conozco, pero suenan cómo personas geniales, Max.

Sé que se refiere a mi familia y asiento en acuerdo, porque aunque me enloquecen, no los cambiaría por nada el mundo.

—Me hubiese gustado tener eso, daría mi fama, dinero y reconocimiento por un poco de eso. Porque esta cosa, este vacío que a veces no puedo ocultar en mi interior, simplemente duele.

Hay una cosa que parece ser la idónea por hacer y ni siquiera tengo que pensarlo, es automático. Acorto la pequeña distancia y la atraigo a mi pecho envolviéndole un brazo alrededor de la cintura y sosteniéndole la cabeza con una mano. De inmediato su cuerpo se acurruca contra el mío y su nariz se presiona de mi cuello, su cabello se siente suave contra mi barbilla.

No hay palabras que pueda decirle cuando desconozco el contexto de sus palabras, pero puedo abrazarla y sé que un abrazo a veces es lo suficiente significativo para hacerle saber a alguien que lo apoyas y en el caso de Allen, eso parece ayudar, porque mientras no hablamos, su cuerpo poco a poco se relaja contra el mío.

—Gracias, Max —Deja un beso en mi cuello y me estremezco—. No sabía que necesitaba tanto este abrazo hasta que sucedió.

Tampoco sabía que necesitaba tanto darle un abrazo hasta ahora, pero supongo que las cosas a veces suceden así y está bien, no necesito enloquecer o analizar esto en este momento, no necesito volver las cosas un escándalo y protestar por todo, a veces solo está bien dejarse llevar.

—Normalmente soy una borracha feliz y divertida, pero eso es cuando las razones por las que bebo no son tristeza...Bueno, tampoco es que soy una borracha, pocas veces sucede, pero sabes a lo que me refiero. Prometo que seré una medio borracha educada.

Rio porque de hecho aún arrastra las palabras y cuando su rostro sale de mi cuello y bajo la vista, los ojos desenfocados de borracha siguen ahí.

—Entremos —dice dándome el esbozo leve de una sonrisa—. Theo podría venir porque está muriendo de hambre.

Sale de mi abrazo y la guío con una mano en su espalda baja, notando que se tambalea solo un poco en su progreso a la mesa. Cuando llegamos, nuestros tres acompañantes ya se encuentran sentados y hacen silencio mientras nos ven sentarnos lado a lado.

—Te serví un poco de café —dice Thomas asintiendo hacia la taza humeante—. Creo que podría ayudarte, Allen.

—Gracias —su sonrisa es bobalicona, pero es mejor eso a que se sienta avergonzada.

Papá está demasiado encantado con esto cómo para alarmarse por conocerla en estado de ebriedad, Theo no lo nota y a Thomas seguramente le resulta divertido e intrigante.

— ¿Cómo conociste a Max? —Pregunta mi hermano sirviéndole comida a Theo en el plato y rotando los bandejas de comida entre nosotros.

—Me subí a su auto y luego cuando bajé, me quedé en bragas, siempre lo recordaremos —Hace una pausa cuando le da un sorbo a su café—. Pensé que él era verdaderamente caliente y estaba muy enfadado, pero seguía siendo ardiente.

»Yo tenía frío, pero apuesto que si él me hubiese tocado, todo hubiese estado caliente.

Llevo una mano a su pierna apretándosela para que se detenga. Sí, definitivamente es una borracha seductora y escandalosa. Papá se encuentra sonrojado y ha dejado de masticar mientras nos ve, yo bebo de mi jugo y por suerte Theo está demasiado ocupado engullendo su comida con unos modales incluso envidiables.

Recordando en dónde se encuentra mi mano, se la retiro rápido de la pierna y la veo hacer un puchero con los labios, trato de ignorarlo mientras como.

—Qué original manera de conocerse —Termina por decir Thomas—. ¿Cómo encaja esto con tu agenda, Allen?

—Ah, así que sabes que soy modelo, una reina de la pasarela y una tigresa de la fotografía.

—Estás hablando raro y gracioso —Le dice Theo—. ¿Por qué hablas así?

—Ella es de otro país, hijo.

—Ah, pero papá, yo digo que habla raro, habla así...

Y dándonos un ejemplo, de hecho mi sobrino hace una entonación muy parecida arrastrando las palabras lentamente y pese a que no tiene ni una pizca del acento estadounidense de Allen, sí que es una imitación de ebriedad impresionante para un niño de ocho años.

—Está enferma de la garganta —Le digo a Theo.

—Qué lamentable —Son las palabras con simpatía de mi sobrino—. ¿Crees que vas a morirte a causa de eso?

— ¡Theo! ¿Qué rayos...? —Le dice mi hermano.

—Él solo tiene curiosidad —Lo defiende papá.

—No me moriré por esto, Theo —responde Allen llevando una papa a su boca—. Soy fuerte.

—Oh, igual si decides morir, te doy permiso de que aparezcas para mí, te ayudaré a cumplir tus tareas pendientes.

— ¿Por qué, Max? ¿Por qué él hace eso? —Me pregunta Thomas con el ceño fruncido.

Mi respuesta es encogerme de hombros porque yo tampoco lo sé y en todo caso, eso es culpa suya y de Cara, ese niño viene de ellos.

—Oh, es un trato, Thomas, al morir vendré por ti para que me ayudes —asegura ella.

Y para sellar el trato, Allen le muestra el pulgar a mi sobrino en acuerdo y él de devuelve el gesto. Qué el cielo se apiade de nosotros con estas dos personas habitando el planeta.

Cuando todos tenemos comida en nuestros platos, papá, mi hermano y yo le damos la atención a Theo que golpea con una pequeña cuchara su vaso de agua.

—Gracias por la comida en nuestra mesa, porque estamos juntos almorzando, por mi cerebro y por la bonita novia de tío M que vendrá por mí cuando muera. Amén.

—Amén —mascullamos los demás.

No tiene caso hacer alguna objeción sobre su peculiar palabras antes de comer, así que todos nos centramos en saciar nuestra hambre.

—Entendí mal a Thomas y tu respuesta ¿O eres modelo? —pregunta papá.

—Lo soy, señor Devin, me gano la vida caminando cómo dueña del mundo y con miradas de tigresa empoderada.

Las cejas de papá suben y por supuesto que Theo le pregunta cuál es esa mirada y desde luego que Allen, quien parece que el café súper cargado poco a poco le hace efecto, le da la famosa mirada. Me llevo un poco de comida a la boca para evitar reír de la mirada de impacto de mi sobrino.

— ¡Qué genial! ¿Papá viste eso?

—Lo vi, Theo ¿Quieres intentar la mirada?

— ¡Por supuesto, papá!

No contengo más la risa cuando mi sobrino entrecierra tanto los ojos que casi los tiene cerrados y hace un puchero con los labios alzando el mentón, Allen le aplaude y él parece encantado.

—Increíble, hijo, lo has hecho increíble —Le sonríe mi hermano.

—Eso es porque mi nieto lo hace todo increíble.

—Gracias, abuelo, eres afortunado de tenerme.

— ¿Qué pasa con la modestia, Theo? —pregunto.

—Aun no me la enseña mi papá.

—Muy bien hecho, Thomas —lo regaño.

— ¿Qué? ¿Cómo es que un regaño que debe ser para Theo termina en mí?

—Eso es porque tu hijo es más inteligente que tú —dice papá sin perder el tiempo de fastidiarlo.

Allen ríe y los cuatros volteamos a verla, su mirada risueña pasa por cada uno de nosotros.

— ¿Y cuántos años tienes? —prosigue papá con el interrogatorio.

—Veintitrés años, en marzo serán veinticuatro —Ella le sonríe aun de manera boba—, pero ¿Qué son once años con unos pocos meses de diferencia?

—No pensé que vería el día en el que Max tuviera una novia mucho menor que él —comenta mi hermano dándome una mirada divertida—. Qué interesante y además, ella es una supermodelo.

—No somos novios.

—Ah, cierto que hoy en día los jóvenes no lo llaman noviazgo —comenta papá sonriendo—. ¿Cómo lo llaman? ¿Amigos con beneficios? ¿Un revolcón?

—Papá, Allen es mi amiga.

—Con beneficios —agrega él cómo si me dijera que entiende que así le llamamos a nuestro "noviazgo".

—Una amiga, papá —repito.

—Con beneficios —dice ahora Theo—. Ya lo entendimos, tío —Luego ve a mi hermano—. Papá ¿Qué es una amiga con beneficios?

—Es tener una amiga que juega contigo sin molestarse ni complicarlo —La respuesta de Thomas casi parece automática antes de que ingiera un bocado de comida.

—Tal vez en el futuro quiera una, papá ¿Cómo la consigo?

—No son fáciles de encontrar, hijo.

—Oh... Genial por ti, tío M, encontraste tu amiga con beneficios.

— ¿Somos eso, Max? —pregunta Allen apoyando su cabeza en mi hombro.

—Somos amigos.

—Con beneficios —dicen papá, Thomas y Theo al mismo tiempo.

Un quejido sale de mí, pero es ignorado mientras papá prosigue con preguntas básicas que de alguna manera Allen se las arregla para responder de una manera distintiva, en ningún momento levanta su cabeza de mi hombro y tampoco come, pero eso tal vez se deba a que tiene licor en su sistema; en cuanto a su estado de embriaguez, durante el almuerzo mi hermano le consigue dos tazas de cafés más y poco a poco parece que va volviendo a la vida, su sonrisa ya no es tan boba y se parece más a la de siempre, pero sigue respondiendo cómo solo ella puede hacerlo porque esa es su personalidad.

— ¿Sabes de videojuegos? —Le pregunta Theo mientras mi hermano y yo retiramos los platos de la mesa.

—No, pero podría aprender si me enseñas.

—No puedo —escucho a mi sobrino responderle con un tono de voz serio.

Detengo mi caminata a la cocina para voltear a verlo, mira con seriedad a Allen mientras ella enarca una ceja.

—¿Por qué no puedes, Theo? —pregunta ella.

—Porque mamá dice que no tengo paciencia y me vuelvo un pequeño tirano. Intenté ayudarla y ella me dijo algo cómo "eres igual de impaciente cómo tu papá, pequeño tirano", lo tomé cómo un halago.

—Podría ser un halago —Le dice papá.

—Papá dijo lo mismo, abuelo, dijo que parecerme a él es algo maravilloso.

—Ya quisiera él —Se ríe papá.

Continúo el camino a la cocina en donde Thomas ya se encuentra cargando el lavavajillas, le doy los que he traído y luego inicia el ciclo. Apenas logramos unos pocos segundos de silencio antes de que por supuesto, él decide hablar.

—Debo confesar que pensé genuinamente que habías inventado lo de la chica, no porque te crea incapaz de conquistar a alguien, es solo que siempre parece que vives para trabajar y que no apartas algo de tiempo para ti —Me da una larga mirada—. Me preocupo por ti, Max. La vida está pasando y tú solo la dejas correr porque te pierdes en el trabajo.

—Tengo una vida aparte del trabajo, que no vaya por ahí contando cuando tengo sexo o salgo con una mujer no la hace inexistente.

—Conexiones al azar, sexo esporádico, una reunión por aquí y otra por allá, eso es lo que me dices que tienes.

— ¿Y qué hay de malo en ello? Hasta dónde sé haces mucho de ello, solo que no conoces de la discreción.

—La diferencia es que conocí genuinamente lo que es el amor, sé que el amor de mi vida es Cara y que de ello tenemos a un hermoso niño extraño que a veces nos asusta, pero que amamos —Su mano se posa en mi hombro.

»Si muriera mañana, me sentiría pleno de haber conocido el amor, haber conocido lo que es tener una compañera que te apoya, te ama y está contigo, de haber sostenido a Theo y haberme espantado de cada cosa que dice, habría experimentado muchas alegrías y algunas tristezas y sí, me iría con un arrepentimiento, pero eso es otro asunto.

Puedo imaginar cuál es su arrepentimiento: haberse separado de Cara, pero no es algo que dirá en voz alta.

—Si murieras mañana ¿Cuál sería tu arrepentimiento, Max?

—Ya tengo arrepentimientos, Tom, no necesito pensar en este momento en agregar más a la lista y es precisamente por ello que mientras mi trabajo sea tan importante, no me involucraré en ningún tipo de relación romántica.

— ¿Esto es por mamá?

—No quiero hablar de eso.

—Max, siento que crees que mamá murió con tu nombre en sus labios o maldiciéndote por no estar cuando su corazón dejo de latir y eso es absurdo.

—No quiero hablar de eso —repito.

—Antes trabajabas más de lo normal, pero desde lo de mamá es una cosa absurda la manera en la que trabajas...

— ¿Puedes entender que no quiero hablar de eso? —Lo corto.

—Puedo hablar de lo que me venga en gana con esta boca que resulta que es mía y de la que salen las palabras que yo quiera.

— ¿Así será? —quito su mano de mi hombro y pongo la mía en el suyo—. Entonces déjame hablar también sobre tu arrepentimiento con nombre y apellido, tal vez podamos decirlo en voz alta: Cara Moore.

Se hace un tenso silencio y luego suspira antes de sacudir la cabeza.

—Me preocupo por ti y aunque estaba bromeando sobre lo de amigos con beneficios, sé que eres honesto cuando dices que Allen es solo tu amiga y estoy seguro de que papá también lo sabe, pero a ambos nos gusta pensar que podría ser algo más, no todo es el trabajo, Max.

—No es solo trabajo, ellos también son mi familia, los chicos, los guardaespaldas, el equipo. No todo es trabajo, están las fiestas y reuniones familiares, salidas, simples reuniones sin fines de trabajo y hago mis cosas por mi cuenta.

— ¿Y eso es suficiente? ¿Sientes que es suficiente para ti cómo persona? Ellos también te tienen cómo familia y eso es genial y sé que ellos también son muy constantes, trabajadores, pero ¿Sabes? Sé que también tienen otro tipo de amor, que han construido sus familias y encontraron el tiempo para ser más que trabajo, tal vez deberías aprender un poco de ellos.

Sus palabras me llegan, pero no le respondo mientras me da un apretón en el hombro y camina hacia la salida, pero se detiene y dice mi nombre, me volteo a verlo.

—No es que decir Cara Moore sea imperdonable tampoco es prohibido, se trata de que hay cosas que a veces decirlas en voz alta las hace más dolorosas.

»Así que la próxima vez que amenaces con restregarme en el rostro mi arrepentimiento, te patearé el culo —pese a sus palabras, me sonríe, haciéndome saber que no habla en serio.

—Entendido y no me estás pidiendo mi consejo, pero escuché decir a Theo que su mamá aun dice cosas buenas de su papá y otras cosas más. No creo que sea tarde para redimirse, es cuestión de intentar.

—Tienes razón, no te pedí un consejo —Se ríe terminando de salir de la cocina.

Idiota testarudo, pero supongo que eso viene de familia porque no soy tan cínico para ignorar que yo también lo soy.

Permanezco en la cocina demasiado tiempo, pensando en las palabras de Thomas y tratando que estas no me golpeen demasiado cerca. Para cuando vuelvo a la sala, mi hermano se encuentra abrigando a Theo y papá poniéndose un abrigo.

—Tenemos entradas al cine y teníamos dos más para ustedes —anuncia Thomas—, pero dudo que sea algo prudente llevar a una supermodelo al cine, no creo que ella pase desapercibida, la he visto cómo en dos vallas publicitarias desde que llegamos.

»De haber sabido que era Meredith Allen Lynch a quien veríamos, hubiese hecho un plan más discreto y ya le prometí a Theo que iríamos a ver esta película.

—Así que, mi muchacho, quédate a solas con tu amiga con beneficios y no te preocupes por nosotros —Me guiña el ojo, mi papá de verdad lo hace.

—No... —Ni siquiera me dejan terminar de hablar, papá acorta la distancia dándole un abrazo a Allen.

—Espero verte antes de irme, cariño, ha sido un absoluto placer y tienes razón, once años no son nada cuando se trata de la persona correcta.

—Ow, qué dulce papá —Se burla mi hermano acercándose a darle un abrazo a Allen—. Me alegra haberte conocido, no dejes que éste idiota te quite la paciencia ni la cordura.

—Creo que se la quitaré yo a él —Le sonríe ella— y gracias por los cafés, me trajeron a la vida.

—Tranquila, aquí no juzgamos que te tomaras un par de tragos —Se ríe mi hermano.

Mi sobrino se acerca con una pequeña sonrisa mientras se sube el los lentes por el puente de la nariz. A veces siento empatía por el mundo que se enfrenta a Theo, nadie está preparado para él, pero todos nos lanzamos a amarlo.

—Aunque quiero verte en espíritu, espero vivas muchísimo tiempo y verte todo ese tiempo, Allen —Theo besa su mejilla cuando ella se agacha—. Sigue siendo la amiga con beneficios de tío M, porque espero volver a verte.

—También espero verte pronto, Theo —Ahora ella le besa la mejilla.

Intercambio palabras con mi hermano haciéndole saber que puede tomar uno de mis dos autos y que no dude en comunicarse conmigo ante cualquier inconveniente y que recuerden que tenemos planes para la cena con BG.5. Una vez ellos se han ido y el apartamento se siente más silencioso, le doy otro poco de café a Allen por si acaso aun lo necesita, aunque ella me garantiza que se encuentra más sobria que ebria.

— ¿Podemos sentarnos en la terraza? Aun no quiero que mi chofer venga a buscarme.

—Claro, no hay problema.

Tomo una taza de café para mí y casi la escupo cuando doy una probada porque estoy seguro de que así debe de saber el petróleo, pero tiene sentido cuando el café estaba destinado a traer a Allen de vuelta.

Mientras ella se adelanta a la terraza, voy en busca de una manta acolchada y me coloco un abrigo. Cuando la alcanzo, ya se encuentra sentada viendo la vista de la ciudad. No tengo mucho que pensar y tampoco pregunto si tiene frío cuando la cubro con la manta y luego me siento a su lado viéndola acurrucarse.

— ¿Y bien? ¿Qué te parece mi familia? —pregunto sonriendo tras unos segundos de silencio—. No te detengas de ser honesta.

—La verdad es que me encanta —Se acomoda para poder verme, nuestras sillas están lado a lado—. Tu papá es encantador y divertido, me hizo sentir a gusto y su disputa con tu hermano se ve que es algo de ellos, que lo disfrutan.

—Sí, siempre están en eso, pero no es nada en serio, papá ama a Thomas tanto cómo mi hermano lo ama.

— ¿Thomas está soltero? Porque tiene todo este aire de galán y es difícil no darle atención cuando habla porque es una de esas personas que parecen tener un encanto innato.

—Se divorció hace poco más de dos años —respondo—, no tiene una relación estable en este momento, pero tampoco se ha quedado muy tranquilo.

—Y sobre Theo, él es raro.

—Él es extremadamente raro, a veces nos da miedo, pero también es un niño increíble.

—Él me encantó, tiene ingenio, creatividad y me encanta cómo es un niño que no se cohíbe ni se siente intimidado por decir lo que piensa o querer aprender cosas nuevas, es muy extraño encontrar niños con esa confianza y espero siempre la mantenga consigo.

—También lo espero porque esa personalidad lo hace increíblemente especial.

—Tienes una familia genial y cómo si eso fuera poco, tienes a otra gran familia que se formó con BG.5 ¿Tienes idea de cuán afortunado eres? —Bebe lo que resta de su café antes de dejar la taza en el suelo—. Algunos no corremos con esa fortuna.

—Me siento agradecido con ello, cómo toda familia tenemos altibajos y a veces las cosas han sido difíciles.

—Pero al final del día son una familia —Subiendo los pies a la silla, se abraza las rodillas—. ¿Alguna vez has leído mi biografía?

Niego, porque la verdad no lo he hecho y sé que a veces las biografías están hechas para verse atractivas o llamativas, pero no de realidades.

Sabiendo que no hay forma en la que me beba este petróleo, dejo la taza a un lado en el suelo y le doy toda mi atención a Allen. Me fijo en que sus pies en sandalias se encuentran fuera de la manta y se los tapo, ella me sonríe ¿A quién se le ocurre usar sandalias en un día de llovizna en Londres? A ella.

—Te hablaré de ella, no es bonita, Max y me temo quela biografía que circula por internet no tiene realidad, te diré la verdadera.



Volveré... Cuando terminé de escribir y editar el próximo capítulo, pero eso no hoy, sin embargo, sí será pronto.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro