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Capítulo Cinco


Capítulo Cinco.

Maximiliano.


La tira de tocino que me llevaba directo a la boca queda suspendida en el aire mientras veo a la mujer frente a mí que creo haber escuchado me ha señalado cómo un ejemplo de tentación. Su sonrisa entre avergonzada y divertida me hace saber que definitivamente no escuché mal.

—Me refiero a una tentación real —digo cuando reacciono y terminado de llevarme el tocino a la boca.

Soy más de desayunar avena, ensalada de frutas o panqueques esponjosos de avena, pero en una malísima suposición vergonzosa pensé que esto era un recordatorio de desayuno americano, trataba de ser amable y en lugar de ello terminé haciendo que ella se avergonzará cuando básicamente la llamaron flacucha y además de ello está comiendo algo que claramente no es el desayuno que esperaba. Muy bien hecho, Max.

Siempre atino y hago que las personas a las que cuido estén a gusto con las elecciones que tomo por ellos y facilitándole los que les gusta, soy bueno leyendo a las personas y trabajando con base a sus necesidades, pero claramente este es un tipo de rareza que mi sistema no reconoce y me hace actuar defectuoso.

—Galletas, tocino, donus, gaseosas, más de cuatro copas de vino, cerveza, café...Una larga lista de tentaciones que debo evitar—Termina por responder y come la tira de tocino—, pero mi debilidad mayor, aparte del café, son las galletas. No he aprendido a resistirme a ellas ¿Tienes algún placer culposo?

—No.

—Esa fue una respuesta muy rápida, tiene que haber algo que no quieres decirme, pero está bien, me conformo con saber que hay algo que te deleita demasiado, pero por lo que crees no debes caer.

No le doy más palabras al respecto y noto la mueca que hace con los labios antes de continuar comiendo al igual que yo. Me doy cuenta que se distrae viendo alrededor pese a que el local es bastante pequeño y aprovecho para detallar lo diferente que se ve a las veces anteriores.

La primera vez era una hermosa mujer extravagante con un horrible maquillaje, un raro peinado y luego esa misma mujer, pero con los pechos al aire y solo una minúscula ropa interior durante segundos.

La segunda vez era un bonito gato mojado por la lluvia, lleno de estornudos y mucho friz en el cabello...También con una camisa húmeda y muy fina que no dejaba dudas a la imaginación.

Y ahora es una atractiva mujer sudorosa, sin maquillaje, cola de cabello despeinada con rizos sueltos, rostro enrojecido y un suéter que podría tragársela, aunque antes de eso, era solo un sujetador deportivo y una lycra que parecía una segunda piel. Sin embargo, también la he visto en revistas y sus redes, por lo que sé que puede ser glamurosa, inalcanzable, seductora, divertida y todas las imágenes que proyecta. Se me hace difícil definir quién es, pero he de admitir que en cada aspecto la encuentro guapa e intrigante, como si quisiera conocer un poco más, pero no tengo tiempo para ello, tiempo es justamente lo que más escasea en mi vida y no porque BG.5 me explote, es solo que nunca he sabido cómo parar, estar en movimiento y trabajar ya se volvió tan básico cómo respirar.

Su mirada vuelve a mí y me atrapa en mi escrutinio, me da otra sonrisita y parece despreocupada, me atrevería a decir que se ve más relajada y que su vergüenza anterior parece haber sido olvidada.

— ¿Cuánto calzas?

— ¿Qué? —deja de masticar.

—Dijiste que tus pies eran grandes y siento curiosidad, cuánto calzas —Parece cohibida cuando se inclina y susurra el número—. Eso es una talla más que yo, pero una talla que tienen millones de personas en el mundo ¿Cuál es el drama sobre ello?

—No lo sé, pero me hacen sentir incómoda al respecto.

— ¿Qué hay de tus muslos? Dijiste que han dicho que son gordos ¿Hay una ley sobre cómo deben ser unos muslos?

—Obvio que no.

—Entonces no hay nada malo con ellos —Como otro poco más y recuerdo las otras quejas—. ¿Tienes implantes en tus pechos?

Según mis recuerdos eso es poco probable, pero no es que sea un profesional al respecto o pueda juzgar con una visión de pocos segundos.

— ¿Qué pasa si los tengo? Eso no hace a una mujer plástica o hueca.

—Teniendo en cuenta que los implantes no te darán más o menos cerebro, diría que es una suposición errada restarte o sumarte valor por ello.

Termina por negar poseerlos y su sonrisa se va haciendo más amplia mientras continúo con mis preguntas.

—Qué hay sobre la nariz ¿Quieres hacerte una rinoplastia?

—No —Se lleva una mano a dicha nariz—, sorprendentemente me gusta y estoy feliz con ella.

— ¿Las pecas?

— ¿No me hacen adorable? —parpadea continuamente hacia mí y rio por lo bajo.

—Las estrías son totalmente normales, muchas chicas y chicos se identificarían contigo por eso, pero si las van a tapar ignora las quejas sobre ello cuando lo hacen —Trato de recordar qué me falta y no tardo en encontrarlo— ¿Inyectaste tus labios?

— ¡No! No lo hice porque me gustan y cuando lucen más grande es por el maquillaje, los delineo por encima y relleno un poco más, obteniendo el efecto de labios más grandes ¡Cualquiera que vea un tutorial de maquillaje puede saber eso!

Asiento y tomo más comida masticando con lentitud mientras ella me mira esperando que diga algo más, pero no hablo hasta haber tomado otro bocado y haberlo tragado.

— ¿Te sientes mejor? —Mi pregunta la toma por sorpresa— Hice todas las preguntas que desearías todos hicieran antes de asumir y herirte con sus palabras que hacen crecer o aparecer nuevas inseguridades.

»Tal vez cuando entraste a la industria tenías tus dudas, pero todas ellas crecieron cuando te viste a través de los ojos de los demás, de lo cual no te puedo culpar. Las personas son maravillosas, pero también son horriblemente crueles y a veces olvidan que eres más que una cara bonita. Esperan que tengas un corazón de hierro y que nada te duela sin saber que podrías estar en una situación más vulnerables que ellos.

»Los malos comentarios y suposiciones sobre ti no desaparecerán y aunque te aconseje no prestarle atención, sé que es difícil, así que mi consejo verdadero será que aunque te aflija, acuérdate de animarte y recordarte que al menos tú conoces quién eres y tu verdad —Me encojo de hombros—. Esta industria es feroz, pero has sobrevivido años en ella así que eres fuerte y lo sabes solo que a veces se te olvida.

Cuando concluyo todo lo que hace es verme y luego hace una cosa totalmente inesperada: frunciendo los labios me arroja uno, dos...Cuatro besos.

—Uno para cada mejilla, otro para la punta de la nariz.

No pregunto en dónde se supone va el cuarto beso y eso no la hace feliz, pero continúa comiendo en silencio. Puedo sentir el zumbido de los teléfonos vibrando, pero me digo que puedo hacerlos esperar un poco más mientras desayuno, porque si no lo hago podría morirme de hambre ¿Correcto?

No me pierdo la manera en la que le sonríe a su plato mientras come y luego sacude la cabeza cómo si no pudiera creerse sus pensamientos, sobra decir que me encuentro curioso, pero no pregunto porque no se supone que me interese en saberlo. Sin embargo, no tengo que esperar demasiado porque poco después ella rompe el silencio.

— ¿Sabes, Max? Llevo dos meses en Londres y esta es la primera vez que salgo a comer con alguien que no sea mi representante o guardaespaldas, la primera comida real no basada en un evento o discusión de contrato.

»Estoy sentada aquí luego de exponer todas mis inseguridades físicas, sudada luego de ejercitarme y sin arreglarme, comiendo un montón de grasa de una comida que no está tan buena y haciendo el ridículo arrojándole besos a un hombre que ni siquiera los atrapa.

— ¿Debía atraparlos? —pregunto sabiendo la respuesta obvia, solo que de hecho ignoré deliberadamente esos besos.

—Sí, debías atraparlos y que sepas que el cuarto beso era para la comisura de la boca —Me señala antes de retomar su discurso—. Es genial tener este tipo de experiencia y encuentro, me siento relajada —Sonríe tanto que hay un hoyuelo en una de sus mejillas.

»Siempre estoy trabajando, esforzándome en mi imagen pública, lidiando con algunos problemas y llevando una vida solitaria, pero esto, esta reunión inesperada me ha gustado. Gracias, ha sido una linda mañana incluso si sudé horrible y pensé que mi entrenador era un sádico que quería matarme con la rutina de ejercicio.

Tengo un momento difícil encontrando qué decir porque algo de todas sus palabras me ha llegado, he hecho una breve pausa y me estoy tomando el tiempo de respirar durante unos minutos sin ir corriendo por el mundo y pensando en todo antes de que incluso suceda. Es una sensación refrescante, aterradora, pero bastante interesante que me intriga más que un poco.

Cuando decido dejar ir el tema, tengo el súbito recuerdo de haberla rescatado en la lluvia y sus palabras sobre no tener familia o amigos en la ciudad, solo a su representante que parece además ser su amiga. Estirar una bandera de ayuda –metafóricamente – no nos involucra sentimentalmente o significa gran cosa, así que decido hablar:

—Puedes tener mi número personal, parece que entrenamos en el mismo lugar, no tengo problemas en compartir algunos desayunos.

Meredith Allen Lynch es una modelo muy cotizada, deseada, famosa, reconocida, hermosa, sexy y menor que yo. Es una persona que podría hacer amistades fácilmente porque es espontánea y tiene una personalidad atrapante, aunque aterradora porque me recuerda a cinco desastrosos, sin embargo, tal vez teme confiar o no quiere apegos emocionales, la verdad no lo sé, pero ella no se lo piensa dos veces o se toma muchos segundos para darme una respuesta muy entusiasta:

—Eso me encantaría, Max. Me encantaría tener tu número y tener desayunos cómo este.

Y esa sonrisa...Sí, su sonrisa me hace cuestionarme si tal vez con esto no me estoy arriesgando demasiado en una espiral en la que ni siquiera sabía que estaba entrando.

—Bien, el próximo desayuno esperemos sea algo que te guste.

—Esto no está tan mal.

—Y tampoco está tan bueno —señalo haciéndola reír—. ¿Cuánto tiempo dices que llevas en Londres?

—Casi dos meses.

— ¿Y solo pasas tiempo con Loraine?

—Sí y con mis guardaespaldas...Yo no soy tan confiada y de hecho... —Se mordisquea el labio y ve hacia su plato—. Creo que todos se hacen una idea de mí antes de conocerme y huyen.

»De igual manera siempre estoy viajando y siento que abandono a las personas... Puedo desenvolverme bien con las personas y jugar bien mi papel público de modelo, pero si me suelto un poco más algunos piensan que es demasiado...Que soy demasiado.

— ¿Demasiado qué?

—Solo demasiado de todo.

La veo fijamente mientras me cruzo los brazos a la altura de pecho y decido ignorar la manera en la que me ve los brazos, me enfoco en lo que quiero decir y no en responder a su mirada mal disimulada.

—Eres una sumatoria de cosas buenas y malas. Sí, eres demasiado, pero puedo decir que no de mala manera.

—Tal vez es porque te caigo bien.

—Sí...No me caes mal —sonrío—. Eres encantadora, sí soy honesto.

—Tú eres encantador...Y muchas cosas más que por respeto a este desayuno inocente no diré —Los ojos repentinamente adquieren una mirada lasciva que me hace aclararme la garganta—. ¿Sabes restar verdad?

—Por supuesto.

—Entonces algún día si quieres puedes hacer una sencilla operación matemática en donde te des cuenta que los números no están tan altos entre nosotros —Me guiña un ojo— y si no te dan las cuentas, yo te ayudo.

—Qué amable de tu parte ofrecerte a restar conmigo.

—Bueno, si quieres sumar también me apunto.

—Lo tendré en cuenta, Allen —Muy a mi pesar rio por lo bajo.

Comemos tanto cómo podemos y pedimos lo que queda para llevar. Al salir del local le doy una breve mirada de reconocimiento a sus guardaespaldas antes de que caminemos de nuevo hacia el gimnasio. La escucho hablarme sobre cómo Loraine casi se hace en los pantalones cuando llegó a las cuatro de la madrugada aquella vez y la encontró en su cama esperándola. Esta vez cruzamos la calle sin tomarnos de la mano y estoy más al pendiente para no ser tan imprudente.

Escucho todo su relato sin interrumpirla y admito que me encuentro un poco fascinado por la manera fluida en la que relata sus historias y las risas ocasionales con las que se interrumpe mientras caminamos, cuando llegamos al gimnasio en el que ahora voy tarde a mi entrenamiento y por lo tanto un poco atrasado para mis próximas reuniones, algo por lo que no soy conocido, pienso que ha sido más que agradable todo este asunto de encuentro inesperado y desayuno improvisado.

Voy a decir algo al respecto sobre haber tenido un buen momento, pero ella toma mi muñeca y ve la hora en mi reloj diciendo una serie de maldiciones que muy bien pudieron haber sido dichas por Dexter.

— ¡Voy muy tarde a una sesión de fotos para mi portafolio! Y estoy hecha un desastre...Debo darme prisa ¡Gracias por el desayuno, Max! —Se inclina besándome una mejilla— ¡Espera! Son dos besos ¿Verdad?

No me deja responder cuando me besa la otra mejilla y se tambalea, perdiendo el equilibrio y dejando un torpe roce rápido sus labios contra los míos. Se aleja con rapidez.

— ¡Mierda! ¡Joder! Quiero decir ¿Lo siento? En fin, debo irme. ¡Gracias! —comienza a alejarse siendo seguida de sus guardaespaldas.

Pero parece que va en la dirección contraria porque uno de ellos la hace girar y caminar hacia la izquierda. Eso ha sido un poco loco, parece que en cuestión de segundos pasó de todo. En realidad toda esta mañana se ha sentido cómo subir a una montaña rusa, ha sido más de lo planeado.

Los teléfonos vibran y sé que si contesto veré que estoy atrasado y no entrenaré, por lo que tengo un minuto de incertidumbre antes de avanzar hacia el gimnasio y decirme que responderé un poquito después.

****

7 de febrero, 2016.

Mientras escucho al abogado hablar con el editor de la revista sobre nuestra contraoferta, me encuentro viendo por debajo de la mesa mi teléfono personal que acaba de vibrar.


Allen: ¿Tienes alguna comida favorita?


Podría verse muy mal abrir un mensaje y no responderlo, eso podría incluso destruir la confianza de una persona, así que respondo.


Max: ¿De la calle? Sushi ¿Casera? Me gusta todo lo que esté bien cocinado

Allen: bueno, comeré sushi en tu nombre ¡Buen apetito para mí!


Genial, ahora pienso en que no he comido todavía pese a que son las cinco de la tarde y deseo comer sushi ¡Genial!

Viendo la hora en el teléfono cálculo que a esta reunión le deben de quedar poco más de media hora, debo aguantar otro poco más por haber sido un terco que dijo que almorzaría después.


Max: ¡Buen apetito!


Apenas termino de enviar el mensaje, mi teléfono vibra con alertas con mi nombre. Abro una de ellas y respiro hondo:

"¿Max Greene va camino a encontrar el amor? Descubre lo que dicen fuentes cercanas sobre el corazón del amado representante de BG.5"

Conozco esas premisas y sé quiénes están detrás de esto ¿Hasta cuándo jodido cielo tengo que soportarlo? De inmediato me saco del bolsillo uno de los teléfonos del trabajo y redacto a toda velocidad un comunicado a nuestro encargado de relaciones públicas mientras trato de mantenerme al día con todo lo que se dice en la reunión. Antes de que pueda presionar enviar, mi teléfono vibra con varios mensajes. Primero abro el de Ethan por error porque nunca abro sus mensajes de inmediato.


Martirio: de nuevo haces de las tuyas, papi Max...Quién te viera con esa actitud trabajadora no creería tus conquistas


Lo ignoro sabiendo que eso lo ofenderá, pero no me importa. El otro mensaje es Andrew enviándome el link del articulo ¡Actúan cómo si no supieran de dónde viene el chisme! Siempre hacen lo mismo, pero él más descarado es Doug:


Pesadilla: Eres un hombre muy malo, papi Max. Tan malo.


Debajo de la mesa hago el gesto que no puedo evitar: estrangulo al aire mientras un nuevo mensaje llega.


Allen: Wowwwwwww

Max: s{i, bueno, eso tiene una larga explicación. Chisme falso

Allen: me refería a "wowww que genial que comeré sushi"

Allen: no era un "wowww éste tipo se come a una misteriosa actriz no identificada"


Presiono enviar en el otro teléfono el comunicado a relaciones públicas y respondo con la otra mano a Allen.


Max: Wooow y este es un "wow no entiendo cómo aun no los asesino"

Max: disfruta de tu sushi.


Relaciones públicas me responde un minuto después y respiro aliviado justo cuando el abogado de la revista dice mi apellido. Alzando la vista encuentro que el abogado de la revista, nuestro abogado y el editor me están viendo esperado una respuesta, Justin confía tanto en mí que se mantiene anotando en la Tablet cómo buen asistente.

— ¿Qué opina, señor Greene? —pregunta esta vez el editor.

—Opino que no es una buena locación para las fotos y ya ha dejado en claro que la banda tiene un alto reconocimiento y esa es nuestra oferta final. Y sí, ya me dijo que hay bandas nuevas muy famosas que podrían ocupar la portada apenas BG.5 rechace esta oportunidad, pero entonces ¿Por qué se esfuerza tanto en negociar con nosotros? —Sonrío complacido—. Porque sabe que necesita y quiere a BG.5 en la portada de marzo ¿No es cierto? Ya di nuestros términos, no es negociable, dígame si lo toma o lo deja porque nos quedan exactamente veinte minutos en esta reunión.

Hay unos tensos segundos de silencio y luego el editor suspira.

—Conversemos un poco más y tratemos de llegar a un acuerdo, señor Greene.

***

10 de febrero, 2016.

—Hola, papá, te ves enojado —digo a la pantalla mientras termino de comer una manzana.

—Me alegra ver que estás vivo y no muerto por el estrés o consumido por el trabajo.

—A mí me alegra verte —Le doy la más amplia de las sonrisas, pero el viejo terco no cede y frunce mucho más el ceño—. Escuché de una fuente cercana que no quieres seguir la dieta que te dio tu nutricionista y lo que te indicó el gastroenterólogo.

—Planeo morirme rápido para así no ver a mi hijo morirse de estrés.

—Papá eso no es gracioso.

—Bueno, no era un chiste —Pero finalmente sonríe—. Qué bueno es verte, Maximiliano incluso si es solo a través de una pantalla.

—Lamento haber tardado en hacer vídeollamada contigo, pero...

—Estabas ocupado trabajando.

—Lo siento —Me siento avergonzado porque soy consciente de que debo atesorar y aprovechar los momentos con él.

Papá ya tiene setenta y tres años y su salud es tan buena cómo puede ser la de alguien que tiene problemas de hipertensión, lo último que deseo es repetir la historia de mamá, todavía duele.

—Sabes que te regaño y me quejo porque te amo y me encantaría verte más seguido, Maximiliano —Hace una pausa y ríe acercando demasiado el rostro a la cámara, lo que me hace sonreír—. También me encantaría verte casado y con al menos un hijo, quiero morirme luego de que me des nietos.

—Bueno, aun no morirás por lo que tengo bastante tiempo para trabajar en ello.

—Sí parece que tú te comes el tiempo y ni siquiera lo masticas, hijo —suspirando se aleja un poco de la cámara— ¿Cómo están tus locos?

No puedo evitar reír por lo bajo porque desde un principio para papá han sido "los locos" y los clasifica en números. Le hablo sobre cómo se encuentra BG.5 de un modo familiar porque él sabe cuán cercanos somos y escucha atentamente mientras come una ensalada de frutas que Thomas le dejó antes de salir a llevar a Theo con su mamá.

— ¿Lo ves? Ellos que son menores que tú tienen hijos y ya le dieron a sus padres la alegría de ser abuelos, ya uno va por su tercer hijo ¡Te dejó muy atrás, Max!

—Eso no me inquieta, papá —aseguro divertido con su indignación—. No pienso en ello en este momento.

—Bueno, al menos consigue a alguien con quien casarte, una novia, algo. Llevas una vida muy solitaria...

—No estoy solo, siempre me rodeo de personas que me quieren y a las que yo quiero.

—Pero tu corazón es solitario, hijo. Tener compañerismo y complicidad es una de las mejores experiencias de cuando estás en una relación, tu mamá fue la mejor conmigo.

»Hay tiempo para todo, Maximiliano, pero necesitas bajar un poco el ritmo para que tengas la oportunidad de apreciar las pequeñas cosas y esos momentos que no se repetirán. Mujer u hombre, solo quiero que seas feliz.

—Uhm...Esa es una nueva táctica para que te diga que soy gay, pero te lo he dicho antes: no lo soy. Tal vez no me has visto con una novia en mucho tiempo, pero me gustan las mujeres, papá.

—Bueno, lo entiendo, no lo pregunto más.

—Ahora ¿Quieres decirme por qué no quieres venir a Londres?

—Mucha gente y tráfico, además, cuando voy vives corriendo y es imposible seguirte el ritmo. Prefiero que vengas porque trabajas un poco menos y te veo más.

—Prometo que será diferente, tengo un asistente y puedo tomarme más tiempo para ti, lo prometo, papá. No te dejaré plantado y me verás tanto que te cansarás y odiarás mi cara.

—Ya odio tu cara por decidir parecerse a la mía y no a la belleza de tu hermosa madre, una mala elección hiciste con tus genes.

»Serías un muchacho más apuesto si te parecieras a tu mamá, Thomas y tú no supieron elegir.

— ¿Me estás diciendo feo, papá?

—No, solo digo que si te parecieras a tu mamá estarías muchísimo más guapo, hijo.

—Gracias por tal consuelo —Rio—. Así qué... ¿Vendrás, papá? Tom y Theo están a bordo del plan, solo esperan por ti.

—Estás jugando sucio haciéndome sentir cómo el aburrido y culpable de arruinar la diversión en Londres.

— ¿Y está funcionando?

El teléfono decide justo ese momento para sonar, es el personal y enarco una ceja viendo el remitente.

— ¿Lo ves? Un adicto al trabajo que estará corriendo dejándonos en cualquier lugar como otras veces.

—Este es mi teléfono personal, papá y de hecho... —Decido arrojar una carnada, jugar sucio—. Es una mujer que estoy conociendo.

—No sé si creerte.

—Estoy siendo honesto —porque de alguna manera la estoy conociendo cómo persona, pero no aclaro eso.

—Atiende la llamada y ponla en altavoz, si es verdad, iré y querré conocerla.

Mierda, papá siempre lleva todo un poco más allá. Aparentando calma y sin saber por qué podría estar llamándome ella, contesto y activo el alta voz.

—Hola, hermosa, iba a llamarte al terminar de hablar con papá para que coordináramos mejor nuestra cita de mañana.

Hay unos largos segundos de silencio y luego un carraspeo de garganta.

— ¿Hola? ¿Si eres Max, verdad?

—Claro que soy yo, tú siempre con tus bromas —rio—. Oye, saluda a papá, le he hablado de ti y parece deseoso de conocerte.

Otro poco de silencio.

—Eh...Hola, señor... ¿Greene? Un gusto conocerlo, soy Allen.

No, no debía decir su nombre, sin nombre hubiese sido fácil conseguir a cualquier mujer o fingir que no funcionó, aunque no es cómo si papá fuera un tonto, él es bueno con la memoria y la voz ya se le debe estar grabando en la cabeza como una vieja película favorita.

—Oh, un gusto conocerte, Allen. Mi hijo justo me hablaba mucho de ti.

—Bueno, eso es inesperado, señor Greene —Ríe de forma breve—, espero hayan sido cosas buenas.

—Nada más que maravillas —asegura guiñándome un ojo cómo si dijera "mira qué bien cubro que eres un desgraciado que no habló de una posible nuera".

—Veo que estás ocupado, en realidad iba a hacerte una pregunta sobre una persona, pero puedo escribírtelo para que me respondas cuando puedas.

—No, no, no finalices la llamada, Allen. Mi hijo y yo ya hemos hablado —Otro guiño—. Organizaré con tu hermano cuando podemos ir a Londres, Maximiliano y estaré encantado de conocerte, Allen.

—Eh...Igualmente, señor Greene, aquí lo espero.

—Descansa, Maximiliano y se bueno con Allen.

—Hablamos pronto, papá, te amo, cuídate.

La llamada finaliza y cierro la laptop, desactivo el alta voz y cierro los ojos llevándome el teléfono a la oreja, esperando el momento en el que las preguntas caigan.

—Así qué... ¿Conoceré a tu papá, me llamas hermosa y tendremos citas?

—Bueno, hay una divertida explicación sobre eso, pero primero debo agradecerte porque me has ayudado con el milagro de hacerlo venir a Londres y lo segundo es disculparme por envolverte en esto sin preguntarte, casi hice algo muy Ethan.

—Bueno, qué bien que te ayudé y acepto tus disculpas si me cuentas qué está sucediendo.

Tras un largo suspiro le cuento cómo papá ha estado negándose a venir a verme y el transcurso de nuestra vídeollamada hasta que su inesperada llamada apareció y me aferré a ella con uñas y dientes para convencer al viejo terco que se iluminó de felicidad ante la idea de que haga algo más que trabajar.

—Tiene sentido que se preocupe por ti ¿Solo trabajas? Te ves cómo un hombre...Uhm...No quiero decir mujeriego, pero sí que podría tener mucha compañía.

—Sí, salgo, pero no siempre y eh...No asuntos serios, mantengo las cosas casuales cuando sucede, pero he estado...

—Trabajando y trabajando —Completa—. Entonces, tu papá vendrá ¿Y yo te ayudaré?

—Suenas entusiasmada al respecto.

—Creo que es divertido y tu papá suena agradable. Creo que ayudarnos nos haría... ¿Amigos? Y tú me has ayudado antes, puedo devolverte el favor... ¡Pero sin que la prensa lo sepa!

—Por supuesto, sin que nadie lo sepa, es solo para papá.

—Bien, siempre que mi agenda me lo permita, puedo ayudarte.

Quiero preguntar cuándo planea volver a Estados Unidos, pero en su lugar termino por preguntar la razón de su llamada y pronto me dice que se topó con una agencia que quiere asignarle un agente de ayuda para gestionar sus contratos aquí en Londres y reducirle trabajo a Loraine, pero en cuanto me dice el nombre de mi antigua agencia, me estremezco y le hago saber que aunque soy imparcial, si quiere mi consejo, debe desechar cualquier oferta de ellos porque las condiciones laborales y la presión con la que te hacen trabajar no son buenas.

—Oh, no estaba convencida y Loraine insistía en que no lo necesitamos, pero pensé que tú podrías darme una opinión, me alegro de haberte preguntado.

—Me alegra haberte sido útil.

—Así qué... ¿Quieres comer sushi?

La pregunta es tan inesperada que seguramente tengo una expresión de desconcierto, ella ríe por lo bajo.

— ¿Ahorita? —tanteo viendo los documentos que debo revisar y entregar a la disquera mañana.

—No, no ahorita. Tengo una reunión por Skype en una hora...Pero tal vez algún día ¿Qué tal mañana?

—Ocupado desde la mañana hasta la noche —Ni siquiera necesito ver la agenda para saberlo.

—Pasado mañana mi agenda está llena ¿Y luego?

—Reuniones con equipo de seguridad y disquera ¿El siguiente?

—Sesión de fotos —suspira—. Bueno, al menos lo intenté.

—Haz un último intento.

— ¿El quince? —se arriesga.

Seguramente tengo compromisos por la mañana o la tarde, nunca estoy libre.

—Sushi de cena, está bien el quince —Ya veré cómo lo hago encajar—, así podríamos...Ponernos de acuerdo sobre mi papá...

¡Mierda! De verdad sueno cómo si fuese algún BG.5 haciendo control de daños sobre mi vida. Me paso una mano por el cabello decidiéndome que en mi caso no es nada grave, es una pequeña mentira para que papá decidiera venir y no es tan grave "estoy viendo a alguien" o "saliendo con alguien" no explica solo romanticismo, es decir, no es una total mentira; no dije "tengo una novia" "voy a casarme" "me ando besuqueando hasta el cansancio con Allen", he sido honesto. Ya está, no es un desastre.

—Podemos mantener la historia original —dice ella y entrecierro los ojos desconfiando de tal declaración.

— ¿Cuál? —pregunto con calma.

—Que discutimos por un malentendido, luego me viste en bragas y las tetas al aire. Aw, amor a primera vista, no podemos pasar por alto el piercing.

De acuerdo, me siento Dexter: esto será un desastre.



Hellooooo, espero se encuentren súper bien, aquí les dejo más de estos dos❤

Redes: Instagram: DarlisStefany / Twitter: Darlis_Steff / Páginas de facebook: Darlis Stefany y "Saga BG.5 de Darlis Stefany" /En vivos en YouNow: DarlisStefany

Espero les guste.

Un beso.

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