VI
—Karol, ¿a qué se debe esta sorpresa, querida? ¿Ocurrió algo? —la joven toma asiento a su lado intentando calmar aquella aura de seriedad que tenía su contraria.
—¿Por qué has salido con ese farsante, Jess? ¿No te valoras, amiga? —se cruza ligeramente de brazos.
—Lo hago... Pero no puedo resistirme ante él, puede parecer tonto, pero nos amamos de manera carnal, y solo está por compromiso con Aylin.
—¿En serio te lo has creído? —suspira sacando su móvil para enseñarle unas capturas de pantalla. —Me han informado mucho de él, que suele ser así con todas las mujeres guapas que se le atraviesen por el camino, Jess, por favor, mira tú misma...
—No, Karol... —niega ligeramente con su cabeza antes de cruzarse de brazos. —Pueden hablar de lo que quieran de Parker, pero no lo dejaré, solo somos amigos, yo sé que no tengo futuro con él.
—¿Amigos? O más bien, ¿amigos con derechos?
—No puedo mentirte... Amigos con derechos, de esos que se besan y hacen cosas de adultos... —deja escapar una pequeña risa que no le da ni pizca de gracia a su contraria.
—Eso no da risa, Jess —suspira ligeramente.
—Tranquila, yo sé que no puedo enamorarme, y aunque suene estúpido, él me dejó en claro que me puede llegar a gustar a alguien más y no se va a entrometer —sube y baja sus hombros ligeramente. —Realmente lo quería antes para algo serio, pero, así como engaña a Aylin, sé que lo puede hacer conmigo cuando se aburra, por lo que yo personalmente no quiero quedar como cornuda nuevamente.
—Admito que esas palabras me tranquilizan un poco... —le mira antes de arquear su ceja derecha. —Entonces... ¿Solo lo quieres por el sexo?
—Uh... Si lo dices así, suena muy mal, ¿sabes? —ambas dejan escapar una pequeña risa. —Pero digamos que sí, es una fiera en la cama. —deja por último escapar su carcajada antes de recibir un almohadazo de parte de su amiga.
—No me interesan sus porquerías, así que cálmate —ríe un poco negando.
—Bueno, al menos te reíste y ya no andas de amargada —sonríe la menor abrazando el cojín. —¿Te quedas a dormir conmigo? Digo, si no prefieres irte a dormir con tu príncipe azul.
—Me quedo contigo si me invitas unos tragos y la pasamos muy bien esta noche.
—La despensa está a tus órdenes, Karol.
Ambas chicas disfrutaron de aquella noche de amigas, tomaron algunos tragos suaves, observaron películas con palomitas, e inclusive llegaron a realizar karaoke, estaban divirtiéndose a tal punto que parecía que se les había olvidado que al día siguiente debían de trabajar. Pero para su suerte y como muy pocas veces le ocurría, la resaca no pego tan fuerte al momento de despertar por el sonido de la alarma.
La mañana siguiente las dos se arreglaron, tomaron el desayuno y condujeron hasta la empresa donde trabajaban. Allí estaba él, agarrado de manos con Aylin, Jess estaba segura de que había ido por ella. Karol, ingreso junto a su amiga en la oficina, necesitaba de algunos documentos para confirmar la logística del evento, cuando iba a cerrar la puerta al retirarse, aquel hombre se adentró primero sin siquiera tener una invitación a pasar.
Por su comportamiento, y por qué se veía demasiado sexy con ese traje de tres piezas, la joven lo pego contra la pared, colocándole seguro a la puerta, manteniendo así su sonrisa ladina. Pero él rompió aquel silencio seductor que había entre los dos.
—Qué sorpresa de parte tuya hermosa... —le toma de la cintura antes de intercambiar de posición y ahora es ella la que está acorralada contra la pared. —Eres rápida, pero yo lo soy más.
—No es mi culpa que te veas totalmente comible con ese atuendo que te favorece muy bien —comenta pasando sus brazos por sus hombros manteniendo una sonrisa pícara.
—¿Quieres jugar con mi mente desde temprano? O... ¿Acaso me has extrañado? —sonríe ladino antes de robarle un beso corto.
—Eso te lo pregunto yo a ti, por qué ahora tú eres la que me tiene acorralada, Parker —sonríe antes de morderle el labio inferior. —¿Por qué no estás con tu prometida? No vaya a hacer que se enoje Aylin, así que soy todo oídos, ¿deseas algo?
—¿Qué sí deseo algo? La verdad es que sí, te deseo mucho a ti, Jess... —susurra cerca de sus labios colocando su voz más gruesa.
—¿Por qué no empezaste por allí? Estoy a tus pies y lo sabes... —sonríe la joven para terminar por empujarlo hasta el sillón y sentarse sobre sus piernas. —Espero te guste lo que te haré...
—Estoy seguro de que sí... Y te lo voy a recompensar muy bien... —sonríe ladino acomodándose.
Sin pensarlo dos veces, la joven empezó a acariciarle la entrepierna con su mano, aquellas caricias producían que aquel bulto se formara, el deseo se reflejaba en sus ojos, Jess iba a dejar que le hiciera un rapidin en su oficina, tenía gran cantidad de trabajo y podrían ser interrumpidos en pleno acto, pero solo esos detalles generaban cierta adrenalina en sus cuerpos.
Sus grandes manos no demoraron en hacerse presente en un toque lascivo sobre sus pezones, Parker se había desesperado por aquel bulto en su entrepierna, que de un tirón le arrebato aquel vestido que portaba el día de hoy, dejándola únicamente en bragas de encaje. La joven se colocó de rodillas frente de él con un cojín para evitar maltratarse, empezando así a lamer el falo carnudo tras retirarle el pantalón junto al bóxer, produciendo el objetivo final, que era realizarle un perfecto oral o eso lo podía demostrar él quien mordía un cojín para evitar soltar gemidos que los delataran. Parker estaba duro, por lo que los roles se intercambiaron y ahora Jess era la que retenía gemidos en el cojín.
Tras estar preparados, Jess miro el reloj, veinte minutos para la próxima junta, por lo que con gran desespero hizo que Parker la penetrara, lo necesitaba dentro, por lo que mordía el cojín y escondía su rostro en el sillón para evitar que aquella melodía excitante saliera de los dos. Las azotadas eran fuertes, y eran sin piedad, pero eso no impidió que pronto llegaran al clímax.
Al final tuvieron que tomar un respiro mientras recobraban la compostura. Ambos sabían que era una sensación inexplicable, sabían que lo que hacían era por amor y placer, pero no ese típico amor de escenas románticas, sino un amor de amigos, un amor de personas que solo se buscan para darse placer, sin faltarse el respeto o ser dominados por los celos; en retórica, un amor de amigos con derechos que solo se demuestran su afecto fuera de la vista de la sociedad, amigos que se consolarían y estarían juntos hasta que el tiempo decida.
¿Amor de pareja? No lo es todo, y toca aprovechar las circunstancias según se presenten, nadie sabe si al final la moneda muestre su otra cara.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro