La joven le había terminado de mostrar los diseños cuando la pelinegra le empezó a hacer preguntas extrañas, por lo que levanto su vista hacia ella.

—Señorita Jess, me gustaría hacerle una pregunta.

—Claro, cuénteme, señorita Aylin, ¿ocurre algo con los diseños? ¿Algún cambio? —le mira con una sonrisa antes de desviar su mirada a la pantalla por un correo que le ha llegado.

—En este poco tiempo he visto que usted es muy buena persona, pero es momento que sea honesta con usted —le observa detenidamente. —Así que por favor míreme a los ojos, detesto que no me vean cuando hablo.

La manera en la que cambio su voz le hizo observarle algo confundida, por lo que elevo su ceja. —¿Sucede algo?

—Aquí la de las preguntas soy yo, Jess. —se cruza de brazos levemente molesta. —¿De dónde conoces a Parker? Los vi darse un beso cuando llegaste.

—¿Disculpa? ¿A qué viene tu pregunta? —levanta su otra ceja sorprendida, si estaban hablando del mismo Parker, ¿ella que tenía que ver con él?

—No te hagas la tonta, sabes de quién te estoy hablando. Jess, querida, Parker no es un guardia de seguridad y tu andas de zorra acostándote con él, dime, ¿desde cuándo se acuestan?

—Primero que nada, te exijo respeto, que yo no soy ninguna zorra, segundo, sería bueno que le bajaras a tu tono, no entiendo por qué me hablas de esa forma, que yo sepa Parker, no tiene compromisos.

—¿Con qué con eso te mintió? Vaya, para que sepas, Parker es mi novio y futuro esposo, por lo que no voy a permitir que una mujerzuela como tú me lo venga a quitar. —se pone en pie demostrando su irritación, no sin antes sujetarla del cabello.

—A ver estúpida, a mí no me tocas. —de un impulso le dobla la mano haciéndole caer contra el suelo de nalgas, para así apoyarse en el escritorio mirándole con superioridad. —Mira que él no habla de que tiene una novia, deberías valorarte un poco más, por qué fue él quien se metió en mi cama, y tú vienes a buscarme pelea a mí, ¿en serio? —deja escapar su risa mientras la observa ponerse en pie. —Además, si te casas con él, no lo vas a disfrutar como lo he hecho yo, eres una patética. —toma los papeles que ya había acabado de revisar para entregarle las carpetas a su jefa e ir a buscar a Karol, ya era hora del almuerzo.

—Mi Jess, nena, ¿qué te pasó? Tienes esa cara de como si el diablo te quisiera llevar. —le mira elevando su ceja ligeramente.

—No estoy para juegos Karol. —deja escapar un suspiro mientras tocaba un poco su cien en molestia.

—Jess, ¿qué pasó? ¿Alguien te hizo algo o...?

—Parker tiene prometida —le suelta de golpe sin dejarla terminar de hablar.

—¿Qué? ¿Cómo qué prometida? —abre sus ojos en sorpresa.

—Aylin, la modelo esta nueva que llego recién es su prometida, me reprocho y hasta me jalo el cabello diciéndome que era una zorra por meterme con su prometido —rodea ligeramente sus ojos.

—Pero qué estúpida, está buscando problema a nombre de un hombre que ni la quiere.

—Me recuerda mucho a Drake —suspira tomando su bandeja para juntas recibir el almuerzo que al tomar asiento en la mesa la joven se encoge de hombros. —¿Por qué todos me ven la cara, Karol? ¿Acaso no soy una mujer suficiente o qué?

—No digas eso, mi Jess, perdóname lo que te diré, pero te estás llevando todo como que muy a lo extremo, solo tuvieron sexo de una noche, fue por tragos, no es que te haya pedido ser su novia o algo.

—No... Pero al menos no tenía por qué jugar conmigo, ahora me siento sucia...

—Tranquila, bonita, no pasa nada, ¿ok? No tenían nada, fue de una noche reitero y no es algo que marcara tu vida.

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Mi enojo era demasiado, pero era más por sentirme sucia, no sabía cómo reaccionar ante semejante noticia, pensé que había encontrado un hombre con quien intentarlo de nuevo, y me vengo por enterar de que tiene prometida... Eso me pasa por tonta y por ilusionarme, fuese sido mejor que esa mañana no fuese despertado a mi lado. Ahora mismo detesto a Parker con todas las fuerzas de mi alma, que inclusive, ninguna de sus llamadas conteste, todas lo enviaban al correo de voz.

Acabado mi turno llegué a casa bastante agotada, había sido un día bastante trajinado, y solo necesitaba descansar. Se acercaba el evento más importante de la empresa, el desfile de invierno, por lo que aprovechaba en tener una buena excusa para ignorar a Parker, ¿era cobarde? Quizás.

Pasaron dos semanas donde lo ignoraba de forma rotunda, en ocasiones lo veía merodeando por mi casa, pero siempre le cerraba la puerta en la cara, durante esas dos semanas lo veía en ocasiones también ir a buscar a Aylin la cual se sentía victoriosa, pero muy dentro de mí sabía que no iba por ella. Fueron dos semanas largas, pero debía afrontar esa situación o tendría a Parker como un fantasma acechándome, así que su llamada llego en el momento indicado.

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Llamada telefónica.

P: Jess, por fin, hasta que decides contestar una llamada mía...

J: ¿Qué esperabas que hicieras? Me tuve que alejar al enterarme de que estabas comprometido, ¿acaso no respetas a las mujeres?

P: Las cosas no son como parece, por favor... Déjame explicarte lo que ocurre —deja escapar un suspiro. —En tu cama se encuentra una caja la cual tiene un vestido azul que se te encantara, iré a tu casa esta noche a cenar, no te preocupes por la comida, yo la llevaré, solo quiero que te lo pongas y hablemos de forma tranquila, que en serio esto en verdad no es lo que parece.

J: ¿Cómo dejaste eso en mi cama? Eso en primer lugar y en segundo, está bien, acepto la invitación, pero espero me digas toda la verdad, no me gustan las mentiras ni que me vean la cara dos veces.

P: Lo de la caja es lo menos importante, y te prometo decirte toda la verdad esta noche.

J: Sí, como sea, adiós, nos vemos en la noche Parker.

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Después de colgar su llamada, dure toda la tarde pensando en que excusa tonta sacaría para explicar el tremendo error que había cometido. Pero tenía que escucharlo, mínimamente que tuviera esa oportunidad. Estaba en la empresa cuando su llamada había llegado, por lo que le comente las novedades a mi amiga, cancelando de paso nuestra noche de chicas, ella misma me motivo a que lo dejara escuchar y no lo obstinará con ataques. Me conocía tan bien.

Me dejo en casa y para mi sorpresa, si estaba la caja que él había comentado, tome el vestido en mis manos detallándolo, era hermoso y se notaba que era sumamente costoso, las dudas sobre Parker crecían, ¿de dónde sacaba su dinero? ¿Será que es un mal sujeto? Moví mi cabeza evadiendo esos pensamientos, pero era extraño, y no es por discriminar el trabajo de guardia de seguridad, pero la mayoría trabaja con sueldo mínimo y eso no alcanza para costear la cantidad de lujos que se da Parker.

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Dejando de lado esos pensamientos, Jess decidió desvestirse y arreglarse para poder esperar a su invitado, había terminado de maquillarse cuando escucho el timbre por lo que descendió las escaleras para poder abrirle la puerta, el vestido lograba marcar bien su figura, era perfecto para ella. Tras abrir se encontró que era Parker el cual traía consigo un ramo de flores bastante grande junto a un peluche.

La joven le permitió ingresar, pero este le robo un corto beso como si nada hubiera pasado, por lo que la menor trato de no fruncir su entrecejo ante la acción aprovechada del mayor. Tomaron asiento en la mesa mientras ella servía la cena, de los labios de Parker solo salían cortejos recalcando lo hermosa que se veía y más con ese vestido, en verdad que ese galán tenía lo suyo, pero esta vez Jess no caería, o eso esperaba, así que le dio un pare que seguro lo dejo frenético.

—Dime sin tantos rodeos por qué no me dijiste que estabas comprometido, ¿me querías ilusionar? Creo haberte dicho sobre mis penas —la joven se cruza de brazos notando como el aura se logró poner pesada, estaba dispuesta a escuchar cualquier excusa, pero el chico sabía cómo ponerla intranquila con su silencio.