Layla
Estuve enamorada de mi mejor amigo más tiempo del que me gustaría admitir, fue mi primer amor, le conocía como la palma de mi mano y me acompañó en los momentos más importantes de mi vida (tanto buenos como malos). Uno pensaría que un amor unilateral no sería tan duradero, pero fantaseaba tanto con la posibilidad de estar con él que jamás renuncié a esos sentimientos, idealice a Will lo suficiente como para no querer buscar a nadie mas.
Ciertamente la Layla de 14 años sentía todo esto normal, ahora con 18 me siento un poco estúpida… aunque no debería porque al final de cuentas si se hizo realidad esa fantasía. En su momento no me enfoque tanto en el contexto o en cómo se dieron las cosas, Will me veía como algo más que una amiga y yo fui feliz.
"Realmente fui muy ingenua", pensé mientras sentí como vibraba mi celular en el bolsillo del pijama que traía puesto. No pude evitar sonreír al ver ese mensaje.
《Hippie ¿me das una mano para subir?》
Me encontraba sentada al frente de mi escritorio, batallando para finalizar un ensayo que era para la próxima semana, pero si no lo acababa hoy no me alcanzaría el tiempo para hacerlo. Aún así me levanté y me dirigí a la única ventana que tenía y que daba al jardín trasero. Lo observé por unos segundos hasta dar, en medio de esa semioscuridad, con el dueño del mensaje. Sonreí sin saber si el lo notara y con un movimiento de mi mano hice que unas cuantas enredaderas que tenía alrededor de la ventana crecieran hasta el suelo. Observe a mi intento de caballero, con una caracter un poco curioso y un temperamento de pava silbadora, subir por ella al segundo piso de mi casa
—Oh romeo, ¿donde estas que no te veo?— dije con una sonrisa un tanto burlona cuando Warren llegó a mi ventana.
Obtuve una sonrisa de lado en respuesta (o más bien una mueca). Me encantaba bromear con esta cuestión de él siendo romántico (no sé si colarse al cuarto de tu novia en medio de la noche catalogue como romántico, pero hay historias que lo hacen).
—Hoy estás creativa, estás de buen humor —me agarro de la cintura para acercarme lo suficiente y darme un beso. Fue corto y tierno, una característica no tan asociada a él.
—Si dijera que es por verte, ¿me besarías de nuevo o te cabrearias? —rodee su cuello con mis brazos y lo acerque nuevamente para otro beso, esta vez más largo, pero seguía siendo tierno y delicado. Por alguna razón el tiende a tratarme asi, con delicadeza, a veces creo que el piensa que soy de cristal y cualquier cosa podria romperme, todo lo contrario a la realidad.
—No me pongas a prueba Williams
A mis 14 años Warren era el último chico con quien me plantearía tener algo, y no lo digo porque sea hijo de un villano, si no mas bien porque nuestras personalidades no congenian y al principio sentía algo de miedo (él colaboró de manera activa para que esto pasara), pero de alguna manera lo nuestro funciono.
Todo el cambio comenzó después de salvar el colegio. Si bien para entonces Warren Peace ya me había demostrado que no era peligroso (después de todo me había seguido el juego de novio falso, incluso si solo era para molestar a Will), no fue hasta después de ese caótico día que nuestra relación cambió. Pasé a ser la novia de Will Stronghold y me cambiaron de asistente a heroína, lo que influyó bastante para que me acercara a Warren. Mi grupo ya no era el de siempre, no encajaba del todo en el grupo de los héroes (yo no me sentía cómoda), solo Will y Warren me generaban confianza, esto llevó a que fuera de clase o en los recesos esta persona con cara de pocos amigos se relacionara con mi grupo compuesto de asistentes. Pese a las pocas palabras se integró bien, nos aguantaba y nunca nos intentó quemar… bueno a Zach en una ocasión creo que sí, pero debo reconocer que el se lo busco (aunque aun asi habria intervenido de ser necesario).
Dejando de lado esto, el era un buen amigo, no hablaba mucho y su expresión algo recelosa y ortiva no cambió con el tiempo. Aun asi tenia muchas cualidades a su favor, como su franquesa, que al principio rondaba la crueldad, pero poco a poco fue teniendo un poco mas de tacto (ok, no con todos pero es un avance, ademas no todos merecian ser tratafos con tacto). Es inteligente y bastante observador, cuando uno no lo molesta llega a ser acertivo y da buenos consejos. Por otro lado poco a poco comenzo a hablar mas, seguía siendo un poco borde y sarcástico, pero no molestaba, simplemente habia que dejarlo ser.
Pero todo esto al principio quedaba opacado por una preocupación que nacio al acercarme a él. Era con respecto a su futuro, habia demostrado no querer seguir los pasos de su padre, pero una pequeña parte mia desconfiaba (un poco culpa de imagen que tenian todos en secundaria). Nunca le pregunte al respecto, pero no fue necesario ya que el mismo trajo ese tema, y me tranquilizo saber que genuinamente no queria ser como su padre, aunque tampoco estaba seguro de querer ser un héroe, especialmente sabiendo lo difícil que seria para él con sus antecedente familiares. La confianza en si mismo era admirable y creo que fue gracias a eso que se mantenia en pie, no es facil lidiar con reputacion de "el hijo de uno de los villanos más peligrosos". Por mi parte comence a ignorar los comentarios de la gente, pero la opinión de Will era importante para mi y a veces influye bastante (por lo menos a esa edad).
—¿Otro día duro en el trabajo? — lo observe dejar su mochila al lado de mi escritorio para luego recostarse en mi cama y taparse los ojos con su brazo. Yo me senté a su lado con las piernas cruzadas y mirándolo de frente.
Mi cama no era grande, mi cuarto en general no lo era, pero cabíamos los dos un tanto apretados.
—No fue la gran cosa a comparación de otros días, pero creo que necesito vacaciones.
De la misma forma que no esperaba volverme cercana a Warren, tampoco esperaba que lo mio con Will durara tan poco. Estuvimos juntos alrededor de un año, menos quizás, ya que las cosas con él eran raras. Tantos años juntos, nos conocíamos bastante, había amor, cariño, pero faltaba la pasión. En su momento asumí que era porque teníamos que pasar más tiempo como pareja, hacer el cambio de amigos a pareja, pero no podia estar mas equivocada.
El tiempo pasaba y esa relación se sentía tan… no parecía una relación. Comencé a frustrarme y culparme, traté de hacer todo tipo de cosas para que mejorara, me negaba a rendirme. En un punto sentí que solo yo me esforzaba para que esto funcionara, y no estaba errada. Un dia no lo soporte mas y fui a hablar con él esperando alguna solucion u opciones, pero nada de esto paso ya que para él nosotros estabamos bien. Estaba sorprendida y agotada, no recuerdo que le conteste, solo que nos abrazamos mientras mi mente comenzaba a atar cabos.
Clic.
Toda esta situación me estaba afectando a nivel psíquico y físico. No solo estaba insatisfecha con una relación que anhelaba desde que los chicos me comenzaron a gustar, si no que la frustración y el enojo alteraron mis poderes al punto de que todo se saliera de control y me hiciera daño (ese día acabé en la enfermería, para mi suerte fue en la escuela durante la clase de educación física).
Amaba a Will, pero como amigo y creo que en su caso ocurria lo mismo, aunque para él eso estaba bien. Hoy en dia tengo la teoria de que Will confundio sus sentimientos hacia mi en un afan de conservarme cerca, pues durante años estuve para él, le dedique mas atencion de la debida, a causa de mis sentimientos, y supongo que el pensó que si estos morian me alejaria un poco y no quería perder eso (y no me malinterpreten, esto no lo hacía a conciencia, estoy segura de esto).
—Voy a prepararte un té para que te relajes y descanses —sonrei en su dirección, aunque creo que no me vio. — Deberis haberte quedado en tu casa, asi no tendrias que levantarte temprano mañana.
Quise levantarme para ir a la cocina, pero Warre estiro su brazo y tomo mi muñeca, sorprendiendome y haciendo que me detuviera. Poco a poco su brazo iba despejando su rostro y su mirada busco la mia. Estabamos en silencio, mirandonos.
—Quería verte. —una leve sonrisa se asomo en sus labios, denotaba cansancio, pero tambien cariño y anhelo.
Mi corazón latía a mil y podía sentir mi cara arder de lo roja que me estaba poniendo. Esas palabras, su sonrisa…
Hoy en día encontré esa pasión que me faltaba con Will, pero no fue fácil, empezando por la rumputa. Trate de ser lo mas delicada y amorosa posible, no queria perderlo como amigo pero cuando vi su expresión al escucharme decir que ya no queria seguir con esta relación sabia que las cosas no serian lo mismo, pero lo acepto.
Lo queria como amigo, pero no iba a obligarlo a ocupar ese lugar si no queria, asi que pese al miedo aceptaba cualquier resultado.
"Es lo mejor, tu no mereces estar con alguien que no te hace sentir del todo bien y el no merece a alguien que no lo quiera". Esas habían sido las palabras de Magenta en su momento y que fueron un buen apoyo. Will no estaba bien, podia ver lo mucho que le había dolido y esto me genero mas culpa, aun asi el lo acepto y me aseguro que me seguia queriendo en su vida, aunque fuera como amiga. No fue muy larga la charla, él pidio algo de espacio y tiempo, y yo lo acepte. Algo que ayudó mucho fue el receso de verano, no tenemos que cruzarnos en la escuela ni vernos en el autobús.
Los primeros dias fueron duros, seguia sintiéndome mal y me carcomia la cabeza la posibilidad de perder la amistad. Estaba decaida, aunque gracias a mis amigos logre distraerme un poco, con Magenta y los chicos nos reuniamos de vez en cuando, incluso Warren participaba a veces. En algunas oportunidades comi en el Papel de arroz en compañia de Warren, tuvimos algunas charlas triviales divertidas hasta que un día le conté lo que había pasado con Will, no dijo mucho al respecto, solo que le parecía bien que lo haya intentado y que poco a poco todo se iria acomodando.
—Te pusiste roja como un tomate, ¿ahora tambien te transformas en verduras? —rio por lo bajo para no hacer mucho ruido.
—Que gracioso — mencione tapandome el rostro y respirando hondo para disminuir la temperatura de mi rostro (no se si esto funciona asi, pero es una costumbre). No veía nada pero podía sentir la cama moviéndose, lo que implicaba que el lo estaba haciendo.
—Vamos hippie, no es para tanto— él se encontraba sentado frente mio y tomando mis muñecas destapó lentamente mi rostro. Su tacto era cálido, más que el de las personas normales y me encantaba, casi podia sentir como si el fuego corriera por sus venas (literal) —, ademas te ves tierna asi.
Una sonrisa florecio en mi rostro al escucchar aquello, Dios, volvia a arderme las mejillas. Nada mejoro cuando el me acerco para besarme y provocando que eml calor se extendiera.
Un pensamiento fugaz hizo que considerara lo que tenía puesto: un pijama de dos piezas, remera blanca sin mangas y pantalón largo verde con dibujo de flores (más que sexi era insulso). Trate de hacer memoria si por lo menos llevaba un conjunto de ropa interior decente, pero en algun punto dejo de importan porque se que para el es lo mismo.
Le gusto yo sin importar lo que tenga puesto.
Ahora bien, el cómo terminamos así fue algo… no se bien como terminamos así. No sé en qué momento es que él comenzó a sentir algo por mí, aunque sí puedo recordar mi momento. Detestaba las clases para héroes, incluso sin los brabucones presente (la mayoría presos) no lograba encajar del todo, la mayoria eran amables y en general podia trabajar con ellos pero teniamos perspectivas distintas.
Yo no estaba a favor de la violencia y mucho del trabajo de un heroe lo enfocaban en eso.
La cuestion es que realmente no habia hecho ningun amigo aparte de Will y como el estaba tomando distancia yo me encontraba la mayor parte del tiempo sola. En este punto Warren, sin que yo se lo pidiera, comenzo a pasar tiempo conmigo, no hablabamos mucho pero su compañia me gustaba, a veces respondia mis preguntas sobre su persona... aunque de manera arisca. De esta forma nos hicimos mas cercanos y comenzo a llamarme mas la atención.
—Me haces cosquillas— susurre al tiempo que intentaba reprimir una carcajada para no hacer ruido y despertar a mi madre.
—Por eso deberias haber ido a mi casa, podrias reirte todo lo que quieras y mañana nos levantaríamos tarde —mencionó algo embobado mientras sus manos recorrían parte de mi cuerpo. En este punto mi pantalon y remera ya se encontraban en el suelo, igual que su remera. Caricias, mimos y besos fluian entre nosotros.
—Lo dudo, tu madre también estaría y no querría despertarla —él se encontraba sobre de mi y al escuchar aquella frase su cuerpo se tenso un poco y se detuvo completamente, aunque su rostro seguia en el hueco de mi cuello mientras que au mano apretaba mi cintura y la otra se posaba en mi muslo.
—¿En serio Layla? ¿Cuántas veces la has visto desde que te conté que vivo con ella?
Su tono era serio y un poco cansino, incluso creo que había un rastro de tristesa, pero quisas era solo yo, siempre me a dado tristesa esa situación. La madre de Warren no tomó bien el arresto del Barón, por lo que se el era un villano atroz, pero un buen marido amoroso.
Cuando lo arrestaron ella entro en un estado depresivo y cuando logró salir de eso tuvo que dedicar su vida al trabajo para cubrir las múltiples deudas que su marido había ganado por destruir parte de la ciudad. Su vida se centro en el trabajo y Warren pasó a estar en segundo lugar, y aunque el no lo dijera creo que le dolia el que su madre no se preocupara por el.
El dinero era un tema para su familia, así que apenas tuvo edad comenzó a trabajar en el restaurante de su tía (ahí descubrí que el tiene raíces chinas y explica el como sabia hablar parte de ese idioma), era un ingreso más para poder aportar o cubrir sus propios gastos.
—Lo siento —dije con una sonrisa mientras posaba una de mis manos a un costado de su rostro y luego le daba un beso. Su expresión que había estado neutra se volvió más suave y dulce, una sonrisa volvió a aparecer y me sentí feliz de generar eso en él. No es de sonreír, por lo menos de manera tierna, la sonrisa sarcástica o burlos si era habitual.
Poco a poco volvimos a lo nuestro, sus manos recorrieron mi cuerpo y sus labios pasaron de los míos al cuello y así iban descendiendo. Warren hacía esto con parsimonia y delicadeza, su tacto era algo áspero, pero me encantaba. Su mirada reflejaba deseo, el mismo que yo tenia por él.
Me encantaba tocarlo, sentir el calor de su piel que aumentaba con mi tacto. En una oportunidad lo mordi, fue extraño porque ni yo fui conciente de porque lo hice, pero el parecia satisfecho y divertido con ese gesto.
<<¿Marcando territorio Williams? Tranquila, no estoy interesado en otra persona>>.
—Este conjunto negro es mi favorito —sonrei ante su comentario mientras nos acomodabamos para que yo quedara sentada sobre el y continuar con los mimos y besos.
Besos. Nuestro primer beso fue unos días antes de que yo cumpliera los 17, estaba aterrada, por miedo a que se repitiera lo ocurrido con Will, y feliz porque yo le gustaba de la misma forma que a mi. Él había tomado la iniciativa y yo le correspondi, recuerdo como su cuerpo se fue destensando al no rechazarlo. Fue en el patio trasero de mi casa, un fin de semana previo a los exámenes, se suponía que nos habíamos reunido a estudiar (y lo hicimos, antes del suceso por lo menos) y aprovechando el clima lo hicimos afuera.
No puedo explicar muy bien lo que ocurrió después, porque yo no podía hablar, no salían las palabras y Warren creo que se asustó, o por lo menos eso me decía su cara y el hecho que comenzó a preguntarme si estaba todo bien.
Volvio a estar tenso y no emitia sonido alguno, solo me miraba, serio y amenazante. Me rei tanto porque se que no lo hacia aproposito pero la expresión de enojado le salia natural, aunque ahora estaba confundido y cuando le explique el porque lo vi sonreir mas aliviado.
Despues de eso comenzamos a salir.
Para mis amigos no fue tan sorprendente, inlcuso lo esperaban, el unico que parecia no estar contento fue Will. Realmente no habiamos retomado el trato, pero de vez en cuando hablabamos por cosas de la escuela, sin embargo comenzo a ignorarme cuando se entero que estaba saliendo con Warren. Me dolio, pero ya para entonces nuestro vinculo estaba tan gastado que decidi aceptarlo y seguir adelante.
Perder un amigo es difícil, pero no iba a rogar a alguien para que sea mi amigo. Aqui es donde considere que quizas el solo queria mi atención.
—¿Mañana tiene que hacer algo? —pregunte cuando todo habia pasado. Podia sentir el calor de su cuerpo en mi espalda, la cual estaba pegada a su pecho, su mano rodeaba mi cintura. — queria ir a comprar unas semillas.
—Soy todo tuyo Hippie, bajare a primera hora y tocare la puerta para buscarte.
—Eres todo mío —me reí.
Warren era muchas cosas, simulaba ser duro y serio, bromista y borde, pero también era dulce. No le molestaba lo que la gente dijera de él, pero en ocasiones le gustaba que alguien reconociera que no igual a su padre. Que le recordaran que es querido
Warren era muchas cosas para mi y yo hacía lo posible por ser aquello que él necesita, un lugar cálido al que volver.
—Te quiero —le dije ante de cerrar mis ojos y sentir como me apretaba más contra su pecho, el cual su corazón ya no latía con intensidad, pero sentí como su cuerpo aumentó de temperatura.
Sus poderes también dependen mucho de sus emociones y esas pequeñas demostraciones de desbordes resultaban tiernas y graciosas.
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