Heung-Wo hablaba con el alfa como si se conocieran desde hace mucho. Con gran confianza.

Jimin estaba feliz por su hijo, que este estuviera riendo y no llorando por su padre alfa. Su bebé estaba pequeño, pero sabía que la ausencia de su padre también le afectaba.

El comía unas gomitas, no quería comer algo más pesado.

- ¿Verdad papi? - su hijo preguntó emocionado. Pero Jimin había estado tan sumergido en sus propios pensamientos que no había puesto atención a lo que ellos hablaban.

- Perdón cariño, no te escuché- dijo Jimin avergonzado.

- Al alfa Jeon le gustan los muñecos de nieve y a mi también, mucho mucho, verdad.

- Oh... Si bebé a ti también te gustan.

El niño se volvió a Jungkook para sonreírle.

- Ya ve. - le dijo. Jungkook sonrió, ese niño era tan dulce. Nunca antes había tenido una relación así con con un niño. - ¿Cuando vendrá otra vez alfa Jeon? - preguntó.

- ¿Por qué la pregunta cachorro?.

- Quiero hacerle un dibujo, un muñeco de nieve para usted.

- Eso sería fantástico. - le ánimo. - Tu has el dibujo.

- Está bien alfa Jeon.

Heung-Wo siguió comiendo dulces, alejado de los mayores. En su propio mundo.

- ¿Que tal te parece la fiesta Jimin? - Jungkook se acercó más a Jimin, quién ya había terminado de comer sus gomitas.

- Está muy linda realmente. Me gusta. - le dedicó una pequeña sonrisa. El alfa lo ponía nervioso.

- ¿Quieres dar una vuelta?... - preguntó. Jimin lo pensó por un momento. Mirando a su pequeño jugar con otros niños.

- Está bien - y asintió.

Ambos se pararon de sus asientos, Jungkook le tendió su brazo, y Jimin nervioso y avergonzado enrollo el suyo con el del alfa.

Ambos alejándose un poco de los demás.