Revisando A Un Pequeño Bulldog Para Saber Porqué Ya No Tiene Ganas De Jugar
Un par de minutos después, Katie se encuentra revisando al pequeño bulldog para ver qué es lo que él tiene.
Katie: *Terminando de revisar al pequeño bulldog* Veo que no tienes nada de malo, mi hermoso bebito
Rubble: Entonces, si no tengo nada de malo, ¿Porqué ya no tengo ganas de jugar con mis hermanitos, mami?
Katie: No lo sé, mi hermoso bebito, pero no te preocupes, tal vez sea algo temporal, espero que sí, mi bebito
Rubble: Yo también espero que sea algo temporal porque quiero ir a jugar con mis hermanitos, mami *la abraza*
Katie: Lo sé, mi hermoso bebito, todo va a estar bien, te lo prometo, bebito *le besa su mejilla y lo carga* Vamos
Rubble: Está bien, mami, jeje *sonríe muy feliz mientras siente como Katie lo carga y lo lleva a la sala* mm...
Cuando la joven veterinaria llega a la sala, lleva al pequeño bulldog a dónde se encuentra el joven rescatista.
Katie: Hola amorcito, ya termine de revisar a nuestro bebito y no tiene nada, todo está bien con él, mi amor
Ryder: ¿De verdad? Pero me parece muy extraño que ya no tenga muchas ganas de jugar con sus hermanitos
Katie: Lo sé, amorcito, tal vez sea algo temporal lo que tiene y en unos días, va a querer jugar con sus hermanitos
Ryder: Está bien, amorcito, ven, mi hermoso bebito, jeje *muy feliz, carga a Rubble y lo abraza muy fuerte* Jeje
Rubble: *Siente como Ryder lo carga y lo abraza muy fuerte mientras apoya su cabecita en el hombro de Ryder*
Katie: Iré a ver a nuestros bebés, ya vuelvo, jeje *muy feliz mientras se va al patio a ver a los demás cachorros*
Rubble: *Sigue abrazando muy fuerte al joven rescatista y sigue con su cabecita apoyada en su hombro*
En ese momento, Roberto y Diana van a la sala para buscar algo de comer ya que tienen muchísima hambre.
Ryder: Vamos, mi hermoso bebito, hay que ir a la cocina y acompañar a tus tíos, jeje *lo lleva a la cocina* Jeje
Rubble: Está bien, papi, vamos *sigue abrazando muy fuerte a Ryder y siente como lo lleva a la cocina* mm...
Una vez que llegan a la cocina, Ryder sienta al pequeño bulldog en una silla al lado de su hermano y su cuñada.
Los cuatro disfrutan de unas galletas con chispas de chocolate y también toman un poco de chocolate caliente.
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