8
Las semanas anteriores a la navidad pasaron como la arena del desierto entre los dedos. Llegó la familia. Primero Madeleine, cargada con regalos que Allison y Liam colocaron bajo el árbol. Luego Bella con sus cosas y un nuevo guardarropa sorpresa para Hilary que le había costado varios miles de dólares; después tíos y primos. La
enorme mansión los recibió a todos. Llegaron y se fueron personas desde toda la llanura, una migración anual que tenía lugar cada Navidad. Desley y el personal estuvieron ocupados alimentándolos a todos. Reinó la buena voluntad y el humor.
Fue un momento caótico pero feliz. Aunque hasta el último miembro de la familia besó y abrazó a Allison, ella no habló con nadie. Pensaron que se trataba de una tragedia y que la única esperanza radicaba en la comunicación con su castaño padre. Todo el mundo había temido que el matrimonio de Zayn se hubiera acabado. Después de todo, Liam se había ido, pero era evidente que ese pequeño incidente había quedado enterrado en el pasado.
Parecía que se amaban más que nunca. Unos pocos de su círculo más íntimo conocían la traición de Sharim, pero guardaban silencio. Lo grande era que el matrimonio había resistido.
Liam decidió que la Nochebuena fuera muy especial. Seleccionó el bufé con Desley, que se serviría en la terraza cerrada que daba a la piscina. A Allison se le permitió quedarse despierta hasta las nueve y media, aunque le recordaron que debía estar en la cama bien dormida antes de que Papá Noel comenzara sus rondas. Todo el día se había mostrado muy entusiasmada, en particular por la presencia de tres de sus primos, todos pequeños pero llenos de energía. Aquella tarde Allison se acostó a dormir una siesta con el corazón henchido de felicidad y lágrimas de júbilo y gratitud en los ojos. Su voz capturada estaba a punto de escapar.
Liam se vistió con esmero aquella noche. Quería estar de ensueño para su marido. Era Navidad, así que uso un elegante conjunto rojo. Se pondría el collar de perlas de los mares del sur que le había regalado Zayn. Igual que Allison, sentía mariposas en el estómago. Era una sensación extraordinaria, que recordaba haber experimentado con anterioridad.
Zayn entró en el dormitorio justo cuando terminaba de arreglarse. Lucía un traje de verano de color arena con una camisa azul abierta al cuello. Parecía tan intenso, vital, atractivo y elegante, que Liam tuvo ganas de lanzarse a sus brazos. Sentían una felicidad increíble. Era como estar en otro mundo. Hacían el amor a todas horas y en todas partes. Parecían recién casados, insaciables el uno por el otro.
—Eso es lo que yo llamo perfección —musitó Zayn—. Estás arrebatador, señor de Malik .
—Todo para ti —dio una vuelta.
—Lo recordaré incluso cuando el pelo se me ponga blanco —se acercó a Liam hasta que sus cuerpos se rozaron.
Liam le tocó la boca con suavidad mientras Zayn le besaba los dedos. Un gesto tierno con una gran carga erótica.
—Te deseo otra vez —musitó con los ojos encendidos. Habían hecho el amor aquella mañana.
—Y puedes tenerme —repuso Liam emocionado—. Cualquier día. A cualquier hora.
—Creo que te tomaré la palabra —le acarició por encima del saco, tratando de desabrochar su camisa—. Liam, mi amor, te amo tanto.
El castaño suspiró y cerró los ojos extasiado.
—¿Tienes idea de lo que me pasa cuando me tocas?
—Soy bueno en eso — Zayn lo estudió con intensidad.
—¡Desde luego que lo eres! —con un considerable esfuerzo abrió los ojos. Volvió a sentir mariposas en el estómago.
—De acuerdo —era muy consciente de Liam, de la profundidad emocional que
brillaba en sus ojos.
—Estoy bien —rió—. Quizá un poco acelerado. Ha sido una semana estimulante.
—Inmejorable —convino Zayn, dándole un beso en la frente—. Pero será mejor que vayamos a reunirnos con la familia. Las celebraciones ya han empezado.
Fue un momento maravilloso para todos, adultos y niños. Posaron junto al árbol y los villancicos se sustituyeron por melodías diferentes para que los que quisieran pudieran bailar. Zayn fue una pareja magnífica. Era un bailarín nato, tal como Liam le había dicho en muchas ocasiones. Cuando giraron hacia un rincón oscuro de la terraza, Liam sintió que se quedaba sin aire y se mareaba, y habría caído de no ser por el apoyo que le brindó Zayn. De hecho, tuvo que recogerlo al ver que perdía el sentido.
Agitado y asustado, sin que nadie los viera Zayn lo llevó a la biblioteca y lo depositó en un sofá de piel. Se puso de rodillas y con gentileza le dio golpecitos en las muñecas.
—Liam, Liam… —ya había presenciado esos desmayos y el corazón le dio un vuelco—. Cariño, háblame.
Al momento que el castaño abrió los ojos; jamás había visto tan pálido a su marido.
—Cielos, ¿me desmayé?
—Sí. Me has dado un gran susto.
—Lo siento.
Allison entró corriendo con la ansiedad visible en su delicada carita. «¿Qué le pasaba a papi Liam?» Había estado a punto de caerse. No podía haberse acabado la magia que los rodeaba.
Su padre Zayn la miró.
—Quédate con Papi Liam un momento, cariño. Está bien, pero traeré a Sam para que le eche un vistazo.
Allison sabía que Sam, el primo de papá, era médico. Mientras su padre salía de la estancia, Allison se acercó a su castaño padre y lo miró con ojos angustiados.
—¿Estás enfermo, Papi? —el corazón le palpitaba con fuerza—. ¿Te van a llevar lejos de aquí?
Liam, que había estado explorando las sensaciones de su cuerpo, se centró en su hija. La tomó en brazos y le besó varias veces la mejilla.
—Mi preciosa pequeña, no seas tonta. Papá está bien —para su sorpresa, añadió—: Siempre me desmayo cuando estoy embarazado. Me pasó contigo.
¿Había dicho eso? A pesar de sus fantasías, ¿sería verdad? En un instante Liam aceptó la certeza procedente de un instinto primitivo y glorioso.
—¿Qué? —incrédula y contenta, Allison apoyó la mano en el hombro del castaño—. ¿Qué has dicho, Papi?
—Estoy embarazado, cariño —sonrió con labios trémulos—. ¿Te hace feliz?
«¿Soy feliz?», pensó Allison. «Soy muy feliz». Plantó un beso sonoro en la mejilla de Liam y luego corrió hasta la puerta.
—Papá Zee, papá Zee! —gritó de tal manera que eso galvanizó al pequeño grupo que avanzaba por el pasillo: su padre, sus dos abuelas y el doctor Sam—. ¡Papi Liam está embarazado! —anunció con júbilo. Los ojos le brillaban como estrellas y una sonrisa hermosa y grande le curvaba los labios—. ¿Me has oído? —gritó al tiempo que se
arrojaba contra su moreno padre—. Papi Li va a tener un bebé. Un hermanito para mí. ¡Es maravilloso! Nonna, Mabs —miró a sus abuelas para confirmarlo—. Voy a llamarlo
Nicholas. Por las navidades.
Zayn inclinó la cabeza con profunda gratitud y besó la cabeza castaña de su hija.
—Así será, princesa —prometió con voz emocionada—. Así será.
En la terraza, alguien volvió a poner unos villancicos. La melodía familiar recorrió la casa y los tocó a todos con su magia. Alegría en el Mundo.
Fin!
🎄🎁⛄🎅. ¡Feliz Navidad! 🎅⛄🎁🎄
Mis mejores deseos para ustedes, gracias por leer lo poco o mucho que subo, gracias por su apoyo en cada fic, espero que hayan disfrutado de esta historia. All The Love.
💛✨
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