QUINCE
Capítulo dedicado a: user70786149 Gracias por tu apoyo en ésta nueva novela, te amo❤️
—¿Black? ¿Hola? ¿Estás bien? —preguntó apresurado, parecía estar masticando algo.
—Estoy bien, ¿Y Tú? —hice una pausa, y antes de que él respondiera hablé— ¿Te desperté?
—Que va, me levanté hace unos minutos —claramente estaba masticando algo—. Te estuve llamando anoche, no caía la llamada.
Fruncí el ceño.
—¿A qué hora?
—Como a las —dejó de hablar unos segundos—... las nueve.
Comprendí inmediatamente.
—Oh, sí... creo que mi teléfono estaba sin batería como a esa hora —tuve que mentir, puesto que a esa hora mi teléfono yacía desarmado en el piso de mi apartamento.
—Entiendo...
La línea se sumergió en un silencio tenso.
—¿Para que llamabas? —preguntamos ambos al unísono.
Yo solté una risita ahogada y me tiré a la cama de espaldas, mi vista fija en el techo.
—Quería saber si ya no necesitarías mis servicios —hablé primero.
—No digas así, Black —se calló un momento—... Perdóname, estoy comiendo.
Sonreí al imaginarme a un Saint atorado con la comida.
—¿Cómo no digo? —pregunté.
—No digas "Mis servicios" —pronunció con la voz chillona—. Más bien lo veo como una ayuda de tu parte.
—No importa si te estoy ayudando con tu fobia —suspiré con los ojos adormilados—. Al final son servicios sexuales porque soy una prostituta y eso es lo que doy.
Escuché un bufido de su parte inmediatamente.
—Yo te estaba llamando para invitarte a salir —comentó, ignorando lo que dije, y luego se escuchó un escándalo de su parte— ¡Carajo! ¡Me ahogué!
Ahí si estallé en carcajadas
—Ay miren —hablé fingiendo ternura—, hay que alimentar al bebé ministro.
—¡Oye! Burlarte de un político puede traer consecuencias, Black —advirtió fingiendo indignación.
—Uy que miedo —contesté sonriendo.
—Ya, en serio. ¿Aceptas?
—¿Sigues con eso de conocer a la persona que te va a desvirgar?
Coloqué mi cuerpo de lado, mientras lo escuchaba quejarse.
—¡Que no soy virgen, mujer!
—Sí, sí. Ya te creo —me burlé.
Cuando miré la pared frente a mí y escuché pasos en el pasillo, mi sonrisa se esfumó y caí en la realidad. Yo debía utilizar a Saint, no bromear con él.
—¿Cuando nos vemos? —pregunté tomando el control de la situación.
—¿Te parece hoy? —lo escuché masticando nuevamente— Es mi día libre.
—De acuerdo. ¿A qué hora?
—A las seis... puedes venir a mi casa y...
—¿Por qué tu casa? —lo interrumpí
—Estaba pensando en cocinar algo, los restaurantes me ponen tenso y no me voy a concentrar en conocerte.
—¿Eres consciente de que pareces una nena de dieciséis? —me fue inevitable no preguntar.
—Deja de burlarte, Black. ¿No le tienes miedo a nada en esta vida? —su pregunta perforó mi carne, mis huesos y llegó hasta mi corazón.
—No —le contesté tajante
—Mentirosa —atacó.
—Nos vemos a las seis, supongo que tu chófer vendrá por mí —cambié de tema.
—Por supuesto, si quieres puedes traer a Yoce —ofreció amablemente.
—No. Ella se fue de vacaciones —mentí.
-—Vaya.
—Nos vemos —me despedí y, sin esperar respuesta, colgué.
Dejé el celular en la cama y pasé las palmas abiertas de mis manos por mi rostro, tenía mucho sueño, estaba agotada física y mentalmente. Quería detener el tiempo, colocar a Yoce en una caja indestructible y tenerla allí mientras pasaba la oleada de momentos malos que se me avecinaban.
Todo se había ido a la mierda por culpa de Lucas, ellos seguramente ya tenían sus ojos fijos en mí, seguro estaban pensando que me había involucrado con la policía federal, seguro estaban pensando en cómo acabarme antes de convertirme en una soplona, pero ¡Carajo! Yo no era una soplona, solo terminaba bañada en mierda accidentalmente.
Mis ojos pesaban, estaba muy cansada, pero justo cuando el sueño estaba por vencerme, la puerta de mi habitación fue tocada y luego abierta cuidadosamente.
—Macki —susurró Axel, tratando de enfocar sus ojos en la oscuridad— ¿Estás dormida?
—Si —susurré en respuesta.
Él se rió ahogado y pasó, cerrando la puerta detrás de él.
—¿Enciendo la luz?
—No, déjala así.
Sentí la cama hundirse a mi lado y luego el brazo de mi mejor amigo rodear mi cuerpo, apegándome a él.
—¿Estás bien? —preguntó.
—¿Por qué susurras? —pregunté en lugar de responder.
—Así es más emocionante —él empezó a quitar el cabello de mi rostro—. Ya sabes, la luz apagada, rodeado de hombres armados, mi novia en una habitación cercana... somos unos amantes fugitivos, tenemos que susurrar.
Yo me reí suavemente y me giré para afincar mi mejilla en su pecho, él me abrazó, buscando comodidad en mi cuerpo.
—Tenía miedo de que no me encontraras —confesé, todavía susurrando.
—Y yo tenía miedo de haber llegado tarde —confesó de la misma forma—. Cuando recibí la llamada de Yoce me moví lo más rápido que pude, fui por ella y luego fuimos a tu apartamento... muy lindo, por cierto... cuando llegamos la puerta estaba abierta y el portero estaba llamando a la policía, dejé a Yoce con Majo y varios de mis hombres.
—El collar sigue funcionando —hablé orgullosa.
—Por supuesto, lo hice yo —respondió altanero—. Igual estaba cagado, porque podía ver tu ubicación en el GPS, pero el collar no me dice si estás viva... o no.
Hice mi agarre más fuerte en su abdomen.
—Gracias por estar siempre.
—Eres mi hermana, siempre voy a estar para ti, Macki —respondió suave.
Las lágrimas empezaron a nublar mi vista y un pequeño sollozo salió de mis labios.
—Tengo mucho miedo —confesé.
—Daría todo por ayudarte, sabes que sí. Solo tienes que decirme qué pasa.
Yo negué.
—No te puedo meter en esta mierda, solo necesito que me hagas un favor —mi voz estaba entrecortada, dificultando que mis palabras salieran claras.
—Lo que sea.
—Cuida de Yoce hasta que termine con ésto...
—Macki...
Me interrumpió.
—No, solo eso te pido —interrumpí yo—. Y hazle un collar, por favor, así sabré donde está.
—Quiero ayudarte más que eso, Mackenzie —dijo, subiendo el tono de su voz.
—No puedes, no puedes... yo necesito hacer esto sola... sé que si te digo lo que necesito me lo darás y tú tienes un futuro, tendrás una familia, no te puedo quitar todo por un maldito error mío.
—Tú eres mi familia, tú eres mi futuro, si te pasa algo me quedo sin nada —habló enojado.
—¡Tienes a Majo! —respondí en un susurro brusco.
—¡No! ¡No la tengo! Ella algún día se dará cuenta que merece a alguien mejor que yo y se irá —su voz ya no era alta, su voz estaba rota.
—La amas —afirmé con una sonrisa en mis labios. Él no me respondió—. No seas imbécil, Axel. Si la amas y ella a ti, lucha para que estén juntos toda la vida, porque si te quedas como un estúpido esperando a que se vaya, se irá.
—Ella merece más, Macki.
Me senté en la cama bruscamente y lo miré.
—Tú eres más, tú eres el puto hombre más increíble que he conocido, mereces estar con la persona que amas, lo mereces —estaba alterada—. Y si ella está aquí, después de ver cómo disparas un arma, de ver cómo evades a la policía y todas las mierdas que haces, es porque quiere estar contigo, y tú con tu huevada la estás dejando ir.
Él aún acostado, alzó sus manos y las estampó en su rostro.
—¿Que clase de vida le puedo dar? ¿Viviremos de mi sueldo como asesino? Cuando decidamos tener un bebé ¿Qué haré? ¿Enseñaré a mi hijo a huir de la policía? ¿Qué vida le voy a dar a Majo? ¿Cuál? —Axel estaba llorando— Dímelo, Macki, porque te juro que no sé.
Caminé de rodillas hasta él y rodeé su cuerpo con mis delgados brazos.
—Eres más que eso, Azel —susurré—. Eres un excelente ingeniero en sistema y tecnología, eres un buen hombre, caballero, divertido, buen líder y te aseguro que si Majo te ama, no importa si trabajas vendiendo agua, ella seguirá a tu lado.
—Quiero lo mejor para ella —susurró, apretando sus brazos por mi cintura.
—Eres lo mejor para cualquiera, hermano.
—¿Macki? —respondí con un sonido— Ya no me dejes, te extrañé mucho.
Sonreí y acaricié su cabello rizado con mis dedos.
—Voy a terminar todo esto y tú y yo viviremos en el mismo edificio, tú con majo y yo con Yoce... seremos vecinos y nos iremos juntos a un trabajo honrado —una sonrisa se plasmó en mi rostro al imaginarme aquello.
—No importa lo que hayas hecho en Alemania —comenzó él—. Ni si es tan importante como para que la BKA haya venido hasta acá... siempre voy a estar de tu lado y te apoyaré, te prometo que me caigo a putazos con quién sea si se atreven a quitarte de mi lado nuevamente.
—Sé que sabes que la BKA no vino hasta acá para atrapar a la asesina de un criminal —susurré—, pero sé que también sabes que si no te digo lo que he hecho, es por tu bien... además, luego de que termine todo esto, voy a necesitar que me prestes dinero.
Su risa suave y masculina invadió la habitación a oscuras, haciéndome olvidar todo lo que se me avecinaba.
—Todavía me debes los dos dólares que te presté en el colegio —reprochó burlón.
—Si eres baboso, te los pagué como tres veces —defendí.
—No lo recuerdo, mentirosa —él se calló un momento—... ¡Ah! Esos fueron viejos, faltan los nuevos.
—Con eso vives jodiendome, imbécil.
—Ya, ya —dió por terminada la disputa—. Es hora de que duermas, acuéstate.
Él se levantó de la cama, colocándome a mi de espaldas a ella para que durmiera.
—Gracias por todo, Axel —susurré, poniéndome cómoda para dormir.
—Gracias a ti, Macki.
Y con eso me dejó sola, permitiendo que el sueño me invadiera.
• • •
Me di cuenta que la mayoría de ustedes tuvo un flechazo a primera lectura de Axel...
GRACIAS POR VOTAR
Edit 2022: estoy subiendo contenido de libros en TikTok, pueden buscarme como Mairelys_005
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro