Capítulo 15
Aby no se había presentado al instituto esta mañana, y el pesado de Simon me lleva dando la lata todo el día. En cuanto salgo de clases, cojo el móvil para llamar a Aby, pero no responde ella.
- ¿Diga?
- Eh... ¿Hola?
- ¿Quién es?
- Eso digo yo, ¿quién habla?
- Soy el padre de Aby, ¿qué necesita?
- ¡Oh, genial! Mi nombre es Darek, estaba llamando por...
- Ah, tú eres el famoso Darek... - Dice con un tono de superioridad. - Más te vale no acercarte más a mi hija, ¿vale?
- Eh... ¿Perdona?
- Ella no tiene tiempo para idiotas como tú, que solo piensan en sus propios deseos sexuales, y para los que la única razón de tener pareja es eso.
- Oye, creo que se está confundiendo...
- No, Darek, no me estoy confundiendo. No soy idiota, Aby solo tiene una cosa buena; su cuerpo. Nadie se va a fijar en ella más que por eso.
- ¡¿Está loco?! - Pregunto casi gritando. - ¡Como puede decir esas cosas de su propia hija!
- Cuando son verdades, son verdades.
- Será idiota... - Murmuro. - ¡Aby es mucho más que eso! - Ni siquiera responde, solo cuelga el teléfono. - ¡Me cago en su...! - De repente, toda mi atención se desvía a un grupo de chavales y empiezo a estar atento a su conversación.
- Eh, ¿has escuchado lo que ha pasado en Buck's station? - Pregunta uno de los chavales.
- Sí, al parecer el dueño, ese tal Buck, hacía contrabando con la mafia.
- ¿En serio? ¿De qué? - Pregunta otro chaval.
- Pues, por lo que han reportado ha traficado con droga y transportado un cadaver.
- ¿Un cadaver...? Wow, ese tío estaba metido en cosas muy chungas.
- Al parecer lo chantajearon. Supongo que, con esa tienda de vinilos, no llegaba a fin de mes. - Los chicos se alejan de mí, dejándome con muchísimas preguntas.
- ¿Que Buck hizo... Qué? - Es la primera pregunta que me hago. Pero al menos, ya tengo una respuesta. Ya me hago una idea de dónde está Aby.
Voy corriendo hacia Buck's station, y cuando llego, veo que todo eso, era real. Un cordón policial rodea toda la zona, aunque no hay rostro de Buck en ningún sitio. Pero sí de la persona que estaba buscando.
- ¡Aby! - Grito para llamar su atención, ya que la encuentro sentada en el bordillo de la acera, tapándose la cara con las rodillas. Voy corriendo hacia ella al ver que no hay reacción, y es ahí cuando escucho sus leves llantos. - Aby...
- ... - Silencio. Es lo único que hay; silencio. Me siento a su lado y tomo su mano, indicándole que puede apretar la mia si es necesario. Efectivamente, lo hace. Lo suficiente como para calmarse un poco tras un rato.
- ¿La policía no te ha dicho nada por estar aquí...? - Ella niega con la cabeza. Supongo que no molesta con la investigación que se está realizando. - Oye, venga, está bien llorar, pero... - Un abrazo de su parte me pilla de sorpresa, mientras que Aby apoya su cabeza en mi hombro y suelta numerosas lágrimas.
- Joder... Buck era como de mi familia... - Dice levemente. A pesar de todo esto, me sorprende la fluidez con la que es capaz de hablar.
- Me imagino como te sientes... - Murmuro.
- ¿Sí? Porque yo no. - Susurra. - ¿Debería sentirme traicionada? Porque no es así...
- Buck nunca te contó nada de eso, ¿cierto?
- ¿Cómo me iba a contar eso? Que ha ayudado a transportar un cadaver, joder... - Traga un poco de saliva.
- Tendría sus motivos. - Trato de animarla, sin conseguirlo.
- ¡Ya, joder, ya...! ¡Ya sé que tenía sus motivos pero...!
- Aby... - Admito que me dolió un poco el tono que usó al decir eso, pero por otro lado, la entiendo. No tiene que ser fácil pasar por una situación así. Una de las pocas personas en las que Aby confiaba era Buck, y ahora...
- Ya, lo siento... - Relaja el tono de voz suavemente. - No debería haberte gritado.
- Está bien, Aby. - Mi mano roza la suavidad de su rostro, proporcionándole leves caricias. - Es un momento difícil, pero que sepas que siempre me tendrás a mí.
- Darek... - Sus ojos se iluminan suavemente, mientras le retiro las lágrimas de la cara, aún con la misma suavidad de antes.
- Oye, sé lo difícil que es esto para ti. - Mi tono de voz, inconscientemente, también cambia, a uno más dulce y dedicado solo para ella. - Y sé que las promesas son solo palabras que el viento se lleva, pero... - Mi mano pasa de estar en su mejilla a sus dulces labios, sin dejar de acariciarlos. - No estás sola. Ya no más. - Una nueva lágrima brota de sus ojos, aunque no sabría diferenciar si es de alegría o tristeza.
- Buck era importante... - Murmura. - Pero, al menos he aprendido en quien puedo confiar y en quien no.
- ¿Ves? Siempre puedes sacarle algo bueno a todo lo malo. - Una risa suave y, aunque apagada, sincera, sale de su boca. - Y podría ponerte mil ejemplos.
- ¿Y si te pongo yo a ti uno? - Pregunta. - Conocerte es lo mejor que me ha pasado nunca, y no hubiera pasado sin mi antigua 'relación'.
- Y yo nunca te hubiera conocido si mis padres... - Me detengo un segundo, antes de decir la frase que sé que está deseando oir. - Te amo, Aby. Más que a nadie.
- Lo sé. - Justo antes de volver a tomarme de la mano, sellamos juntos otro suave beso, de esos que no tienen nada de morbo, y ni siquiera un poco de lengua, solo uno suave y delicado. Una vez nos separamos, soy el primero en hablar.
- Por cierto... Antes hablé con tu padre y...
- Él. - Murmura. - Mi padre fue quien me hizo las heridas que tuve el otro día. - Espera, ¡¿qué?!
- ¡Eh, eh, esto ha escalado muy rápido! ¡¿Que tu padre hizo qué?!
- Él estaba borracho, como siempre. Como siempre desde que mi hermano... Ugh. - Toma un ligero respiro. - Nos ha hecho la vida imposible a mi madre y a mí.
- Aby...
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