Extra
Adelanto.
Siete meses después.
-Quería hablar contigo -me dijo Brad, su voz sonaba seria y decidida.
Llevábamos una semana atrapados en discusiones sin sentido, y una creciente ansiedad me invadía al pensar en lo que iba a decirme. Estábamos en su departamento, el lugar que solía ser nuestro refugio, pero que ahora se sentía más como una prisión. Suspiró profundamente y tomó mis mejillas entre sus manos, mirándome a los ojos.
-No quiero que esto termine, pero creo que es lo correcto -declaró, su mirada intensa me atravesó como una flecha.
Negué lentamente, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a asomarse. La presión en mi pecho aumentaba, como si un peso invisible me aplastara.
-Kimberly, he tomado una decisión -continuó, su tono era firme pero lleno de tristeza.
Desde que comenzaron nuestros problemas, había dejado de usar apodos cariñosos y se había limitado a llamarme por mi nombre completo. Esa pequeña distancia dolía más de lo que podía expresar.
-Brad... -murmuré con la voz entrecortada, temiendo lo inevitable.
-Kimberly... Es lo correcto. No podemos seguir así -respondió él con un suspiro resignado.
Volví a negar lentamente, sintiendo cómo las lágrimas caían libres por mis mejillas. La presión en mi pecho se convertía en un nudo insoportable.
-Es mejor darnos un tiempo -sugirió con voz temblorosa.
¡Boom! Mi corazón estalló en mil pedazos ante esas palabras. La idea de estar separados me llenaba de una desesperación abrumadora.
-No, Brad, no quiero alejarme de ti -le dije, mi voz temblaba mientras luchaba por mantenerme fuerte.
-Yo tampoco quiero esto, pero es lo correcto -insistió él, aunque su mirada traicionaba su dolor.
-¿Hay otra? -pregunté de repente, la rabia y la inseguridad brotando como un volcán a punto de erupcionar.
Él frunció el ceño, sorprendido por mi acusación.
-No, Kimberly, no hay otra. Necesitamos tiempo para pensar -respondió con sinceridad.
-¿Necesitamos? ¿Tiempo? ¡Brad, por Dios! -exclamé, sintiendo cómo el aire se volvía pesado en mis pulmones.
El dolor en mi pecho se intensificaba mientras mi respiración se aceleraba. Sabía que tarde o temprano esto iba a suceder; el miedo siempre había estado presente en nuestra relación.
-Me iré a Italia -anunció con una calma desgarradora.
Negué con vehemencia; no podía aceptar eso. No sabía qué demonios estaba pasando entre nosotros últimamente, pero no quería estar lejos de él. La idea de la distancia me llenaba de terror.
-Brad... -murmuré nuevamente, como si pudiera hacerle cambiar de opinión solo con pronunciar su nombre.
-Lo siento -dijo finalmente, su voz llena de pesar antes de girarse y alejarse.
Se fue dejando un vacío helado en la sala. El dolor se mezclaba con la rabia y la molestia; era una tormenta emocional que no sabía cómo manejar. Quedé sola en ese espacio que alguna vez había estado lleno de risas y amor, sintiéndome traicionada por el destino y por el silencio que ahora reinaba entre nosotros.
Nota del autor:
Esté extra es un poco confuso, pero se que lo entenderán y me odiaran mas por ello...los dejaré mas picados. Pero estarán felices, por la gran noticia, creo que no es necesario decirlo, ya se lo imaginan....
Y si, habrá secuela.
Nos vemos en el 2025.
Att: Dai💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro